La perspectiva de CIDOB amplía el foco a los países del Sahel, Irán, Turquía y los países del Golfo y contempla tres niveles de análisis –local, regional y global–, centrándose en dinámicas de fragmentación, interdependencia y periferización. Se aborda la reconfiguración del orden regional, la dinámica cambiante en la configuración de alianzas, la proliferación de focos de conflicto y el solapamiento de líneas de fractura.