«La nueva Argelia» después del Hirak: discursos y estrategias de legitimación ante sus socios europeos

Revista CIDOB d'Afers Internacionals, nº. 135
Data de publicació: 12/2023
Autor:
Laurence Thieux
Descarregar PDF

Laurence Thieux, profesora del Departamento de Relaciones Internacionales e Historia Global , Universidad Complutense de Madrid. lthieux@ucm.es . ORCID: https://orcid.org/0000 0002 2532 1092

El movimiento popular en Argelia contra el quinto mandato del presidente Abdelaziz Buteflika en febrero de 2019 –el llamado Hirak– puso de manifiesto el malestar de la población con un régimen político incapaz de satisfacer sus demandas de dignidad y libertades políticas. Frente al Hirak, el Ejército volvió a tomar las riendas imponiendo una hoja de ruta destinada a restablecer la normalidad institucional. No obstante, ni la dimisión de Buteflika ni la vuelta a las urnas sirvieron para que el nuevo Gobierno recuperara la legitimidad del poder, una fragilidad que se trató de compensar reactivando las rentas tradicionales –como la legitimidad histórica– y desplegando en el escenario internacional una estrategia destinada a granjearse el apoyo de los socios internacionales. Este artículo aborda el proceso de co-construcción de discurso con vistas a legitimar la recomposición política del régimen argelino post-Hirak, basándose en los ejemplos de España y Francia.

Las movilizaciones populares en Argelia contra el quinto mandato de Abdelaziz Buteflika en febrero de 2019 –el llamado Hirak– desestabilizaron el poder1 establecido. Las masivas manifestaciones semanales (todos los viernes) de rechazo a la candidatura de un presidente como Abdelaziz Bouteflika, enfermo e incapaz de asumir sus funciones presidenciales, desembocaron en su dimisión. Las aspiraciones políticas y económicas del pueblo argelino, expresadas en términos de libertad y dignidad, pusieron contra las cuerdas a un sistema político fagocitado por élites políticas y militares depredadoras. Sin precedentes por su amplitud, su duración y su naturaleza transversal, el Hirak alteró el equilibrio de fuerzas y la estabilidad del país, tan apreciada por los socios europeos, cuyas evaluaciones de la situación política en Argelia se vieron superadas, una vez más, por la capacidad de movilización de una sociedad impulsada por jóvenes en busca de reconocimiento y perspectivas de futuro. Entre el temor y la estupefacción, los gobiernos europeos reaccionaron con debilidad ante el Hirak, manteniendo posiciones conservadoras ante la perspectiva de un cambio, interpretado como un riesgo para la seguridad en una región presa de la desestabilización desde 2011.

Los gobiernos de Francia y España, en concreto, observaron con preocupación y mucha reserva la evolución de la situación política. Compartieron una interpretación de los acontecimientos impregnada de los temores que genera la perspectiva de un cambio político y la inestabilidad que pudiera acompañarlo, anteponiendo los intereses de seguridad y económicos a los principios de apoyo a la democracia y la defensa de los derechos humanos. En ambos casos, la perspectiva de que Argelia cayera en el caos paralizó cualquier iniciativa más audaz para apoyar el proceso de protesta antiautoritaria. Esta posición fue acompañada de un discurso de legitimación de la nueva reconfiguración política autoritaria en Argelia, que se hace eco en gran medida del discurso de legitimación elaborado por los dirigentes argelinos para restaurar su monopolio del poder a partir de 2019.

Basándose en el concepto de legitimación dinámica de Del Sordi y Damalso (2018), este artículo pretende arrojar luz sobre los discursos y estrategias desplegados por Argelia para tranquilizar a sus socios internacionales tras el estallido del Hirak. País exportador de paz y seguridad (lucha antiterrorista), proveedor fiable de gas, la imagen que Argelia se ha forjado desde 2001, y que se ha actualizado con el Hirak, se basa en los discursos autoritarios hegemónicos occidentales (ibídem). Así, en la primera parte se analizan las estrategias y el discurso utilizados por las autoridades argelinas a partir de 2019 para reconstruir su legitimidad, convencer a sus socios europeos de que controlan la situación política y neutralizar cualquier apoyo que estos pudieran prestar al movimiento popular. La reactivación del registro nacionalista por parte del poder argelino se dirige así tanto a la sociedad argelina como a los interlocutores internacionales. Las estrategias utilizadas (desde la represión de los enemigos designados, hasta la cooptación) también se inspiran en este registro nacionalista (Josua, 2016). En la segunda parte, se pretende explorar cómo Francia y España han integrado en sus discursos y prácticas la narrativa construida por el poder argelino para relegitimar la reconfiguración autoritaria en la Argelia post-Hirak

Estrategias y discurso de las élites argelinas para la «relegitimación externa/interna del poder»

El Hirak es un movimiento popular muy amplio y transversal que se destapó en febrero de 2019 contra la imposición del quinto mandato del presidente Buteflika. Esta reivindicación inicial se transformó, posteriormente, en un llamamiento a un cambio político sustancial en el país, poniendo de manifiesto el profundo deterioro de la legitimidad del sistema de poder establecido en Argelia desde la independencia y la ruptura del contrato social tácito que garantizaba a la población los beneficios de la redistribución de la renta a cambio de renunciar a sus derechos políticos. Este rechazo masivo del quinto mandato (inicialmente) se extendió a todas las élites políticas y económicas acusadas de haber saqueado el país o de habérselo «comido» (kiltu el bled), y se sintetizó bajo el eslogan: «que se vayan todos» (yetnahaw gaa) (Serres, 2019).

La radicalidad de las reivindicaciones expresadas en las manifestaciones puso en la cuerda floja al poder, que se vio obligado a ceder ante algunas de las exigencias del Hirak (dimisión de Buteflika, etc.) sin conseguir desactivar el movimiento de protesta, que mantuvo el pulso con el poder militar, responsable directo de la gestión política de la crisis, hasta el inicio de la crisis sanitaria de la COVID-19 en marzo de 2020, cuando se pusieron fin a las marchas semanales. Tras la pandemia, los intentos de movilizarlas de nuevo con motivo del segundo aniversario del Hirak en febrero de 2021, fracasaron. El régimen intensificó su represión modificando el marco legal con la promulgación de la Ordenanza n.º 21-08, de 8 de junio de 2021, que ampliaba la definición de terrorismo a cualquier acto destinado a «acceder al poder o (...) cambiar el sistema de gobierno por medios no constitucionales»2 (Cherbi, 2020), lo que permitió al régimen disolver el movimiento de protesta multiplicando el número de detenciones y procesamientos judiciales (Dris-Aït Hamadouche, 2022). Sin embargo, la hoja de ruta del Ejército para salir de la crisis no logró convencer a los activistas del Hirak ni tampoco recuperar la legitimidad perdida de una clase política desgastada y percibida como una versión desclasada de los sucesivos gobiernos de la era Buteflika. Tras la dimisión de este, se esperaba que la celebración de elecciones presidenciales en diciembre de 2019, seguidas del nombramiento de un nuevo Gobierno y de una reforma constitucional, así como de elecciones legislativas en junio de 2021, complementadas con unas elecciones regionales y municipales en noviembre del mismo año, completaran el proceso de normalización institucional. No obstante, los tres procesos electorales se caracterizaron por índices de abstención muy altos (con la participación solo del 23% en el referéndum convocado para aprobar el nuevo texto constitucional el 1 de noviembre de 2020, y una abstención del 77 % en las elecciones legislativas del 12 de junio) (Amrouche, 2021).

En este contexto electoral, la purga llevada a cabo mediante la detención y el procesamiento de empresarios vinculados a la Presidencia de Buteflika y a los círculos de influencia encabezados por el hermano del presidente permitieron a la élite dirigente construir una nueva narrativa con vistas a decretar el final de la crisis política. Así, dos meses después de las elecciones presidenciales de diciembre de 2019 y en vísperas del primer aniversario del levantamiento popular (febrero de 2021), el régimen apostó por la fórmula de la «nueva Argelia» que, gracias al «bendito Hirak», pudo evitar el colapso. En la narrativa oficial, el Hirak (auténtico o bendito) facilitó la expulsión del poder de las élites corruptas y puso fin al abuso de poder del clan Buteflika. El presidente Abdelmadjid Tebboune declaró el 22 de febrero «día nacional de la fraternidad y la cohesión entre el pueblo y su Ejército por la democracia» (Zerrouky, 2020) y la nueva Constitución de 2020 también incluiría al Hirak en su preámbulo3

El proceso de reconstrucción de la legitimidad del régimen y la instrumentalización del Hirak

El análisis de la evolución del discurso oficial a lo largo de 2019 en respuesta a las protestas del Hirak revela la construcción de una nueva narrativa que legitima la continuidad del sistema. Este discurso se orientó en gran medida a la búsqueda de apoyo internacional (Cavatorta y Tahchi, 2019). En efecto, aunque el discurso tradicional de no injerencia, principio doctrinal clave de su política exterior, se movilizó ampliamente a lo largo de la crisis, el régimen argelino también hizo importantes esfuerzos para obtener el apoyo de las cancillerías extranjeras. Durante los primeros meses de la crisis, las élites dirigentes recurrieron a la diplomacia para reforzar su posición, con el objetivo, como en crisis anteriores, de controlar el discurso internacional sobre el Hirak y asegurarse el apoyo de sus principales socios.

La primera ofensiva diplomática tuvo lugar pocas semanas después del estallido del Hirak, en marzo de 2019, y estuvo dirigida por el experimentado diplomático Ramtane Lamamra4, que había sido llamado a ocupar una Vicepresidencia no prevista en la Constitución tras la destitución del Gobierno de Ahmed Ouyahia. El objetivo de esta gira internacional por cuatro países (Alemania, Italia, Rusia y China)5 era tranquilizar a los socios internacionales y presentar un plan para superar la crisis (Attya, 2019). En Rusia, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergéi Lavrov, denunció los continuos intentos de desestabilizar la situación en el país norteafricano (Mandraud, 2019) al tiempo que subrayó los puntos de vista compartidos por Rusia y Argelia en materia de política exterior, como la no injerencia en los asuntos internos de otros estados (Ramani, 2019; Ghiles, 2023).

Durante su visita a Berlín el 20 de marzo de 2019, el discurso de Lamamra esbozó lo que iba a constituir el marco principal de la narrativa oficial sobre el Hirak y la recomposición autoritaria del régimen: «A ustedes y a los demás amigos de Argelia, les digo: estén tranquilos. Lo que está ocurriendo en mi país es una evolución natural en el marco de una importante etapa histórica que debe permitir al pueblo argelino, y en particular a los jóvenes que constituyen la mayoría de la sociedad argelina, construir su propio destino. Esto debería permitir a Argelia fundar un nuevo sistema político que sustituya al que ha llegado a su fin» (Firtion, 2019). En Italia, se hace hincapié en la no injerencia, insistiendo en que se trata de una crisis que se produce en el seno de la familia, al tiempo que se menciona las «fuerzas ocultas» o las ONG que querrían interferir en los asuntos del país. En Roma, Lamamra también esgrimió otro argumento importante para obtener el apoyo de los socios europeos a la causa del régimen: «Argelia, conocida como exportadora de paz, seguridad y estabilidad, asegura a sus socios internacionales que este momento privilegiado de nuestra historia se vive en familia» (Attya, 2019).

También hay que recordar que los dirigentes argelinos no quisieron dar publicidad a esta gira diplomática, que se organizó con carácter de urgencia y provocó la indignación de los manifestantes que, durante la marcha del viernes siguiente, esgrimieron consignas contra la injerencia exterior dirigidas tanto contra Francia como contra Rusia. 

La instrumentalización del Hirak

Durante el primer año del Hirak, una de las estrategias desplegadas por los militares para mantener el sistema político consistió en reajustar el círculo de beneficiarios de los sistemas de cooptación del poder (Joshua, 2016) con la purga que afectó a diversos sectores muy próximos a la Presidencia (empresarios del Forum des Chefs d'Entreprise, etc.), los servicios de inteligencia (Mediene, Tartag) o dirigentes de partidos políticos como Louisa Hanoune, etc.). Este ajuste de cuentas interno entre el Ejército y la Presidencia se presentó como una respuesta a las demandas de cambio político del Hirak. A nivel interno, sin embargo, la campaña contra los círculos mafiosos del poder, la Issaba, no tuvo los resultados esperados, como demuestra la evolución de los eslóganes esgrimidos durante las manifestaciones que pedían una revisión completa del sistema político tras la dimisión de Buteflika. No obstante, esta estrategia permitió al poder consolidar su relato del proceso de construcción de la «nueva Argelia» y de un (auténtico y bendito) Hirak que habría librado al país de la gangrena de la corrupción y puesto fin al abuso de poder del clan Buteflika.

La segunda etapa del Hirak, a partir de diciembre de 2019, se caracterizará por la aplicación de la hoja de ruta diseñada por el Ejército para resolver la crisis. Las elecciones presidenciales de diciembre de 2019, con la victoria de Tebboune, marcan el primer hito de este proceso sobre el que el poder argelino basará su discurso de fin de la crisis y retorno a la normalidad. Un discurso tranquilizador que fue asumido por las cancillerías europeas sin ninguna distancia crítica, aunque en el caso de Francia una serie de contratiempos enturbiaron esta alineación poco exigente con la versión oficial del régimen argelino. El regreso del Ejército a las esferas del poder, facilitado por la muerte del jefe del Estado Mayor Gaïd Salah en diciembre de 2019, reforzará la idea de un retorno a la normalidad institucional y civil en el ejercicio del poder en Argelia. No obstante, la eficacia de esta narrativa a escala internacional, aunque fue asumida por los homólogos de Argelia tanto en Francia como en España, se vio alterada por la presencia de un contradiscurso en el seno de la diáspora argelina (especialmente en Francia), que incluso extendió la oposición del Hirak al extranjero (Rouibah, 2020). 

La puja en torno al legado de la lucha por la liberación nacional

En su desafío al poder vigente, el Hirak no rompió con el legado político nacionalista que es la base de la legitimidad del régimen. Muchos signos de fervor nacionalista, como las banderas argelinas y otros símbolos nacionales, teñían las manifestaciones. Las consignas de los manifestantes hacían referencia de manera reiterada a figuras emblemáticas del nacionalismo argelino, como Abane Ramdane, asesinado en 1957. De hecho, la elección de las personalidades cuyos retratos se blandieron durante las marchas refleja también una voluntad de reapropiación de la historia argelina y de sus «perdedores» (Dris-Aït Hamadouche, 2020).

La referencia a la guerra de liberación nacional y a la independencia «confiscada» por las élites militares en el poder pone de manifiesto la importancia del legado político del nacionalismo argelino como cultura política compartida, pero también disputada, entre las élites en el poder y los/as argelinos/as movilizados en el seno del Hirak. La aparición de esta contranarrativa, pero con los mismos referentes nacionalistas, confinó las reivindicaciones del Hirak a un marco de referencia que pudo limitar las posibilidades de ampliar los registros de la protesta (Thieux y Hernando de Larramendi, 2020). 

La sombra de Hizb frança

Durante el primer año del Hirak, se observa un resurgimiento de la retórica antifrancesa, con acusaciones cruzadas de las autoridades y los manifestantes de estar bajo la influencia del país galo. La narrativa hostil contra Francia en el discurso oficial no es algo nuevo, pero se ha visto reforzada por la contestación interna de la legitimidad histórica de los líderes argelinos, muy presente en el Hirak desde el principio, lo que ha llevado a la clase dirigente a intensificar su retórica nacionalista contra el «eterno enemigo» de Argelia, en palabras del ministro de Trabajo del Gobierno de Djerad (Hamadi, 2021). En una entrevista concedida al semanario Le Point, el presidente Tebboune advirtió de que, si no se avanzaba en las relaciones, ambos países seguirían «detestándose» (Daoud y Meddi, 2021). En la misma línea, el Estado Mayor General del Ejército, a través de su jefe Saïd Chengriha, también utilizó en sus discursos los crímenes cometidos por la colonización francesa, como en el discurso en la 2.ª región militar publicado por Le Djeich en su edición de junio de 2021: «De hecho, la primera chispa de la gloriosa Revolución liberadora fue una de las consecuencias del terrible genocidio colonial que reveló el odio visceral que la Francia colonialista sentía por el pueblo argelino y que se cobró la vida de más de 45.000 mártires, etc.» (Nassim, 2021: 14). 

Las manifestaciones del Hirak representaron una oportunidad para reapropiarse de la historia del país y reescribir una narrativa nacional que había sido confiscada por la élite dirigente. En este contexto, Francia también fue objeto de un doble rechazo: por una parte, por cualquier forma de injerencia y, por otro, por su complicidad y apoyo al régimen. En este contexto de hostilidad, Francia se mostró extremadamente prudente en todas sus declaraciones oficiales sobre el país, pero no pudo evitar ser denunciada por los manifestantes por su supuesta injerencia y connivencia con la élite dirigente del país. Este pulso nacionalista cristalizó en torno a la cuestión histórica y al delicado tema de la memoria que atormenta las relaciones entre ambos países. El presidente Macron, que condenó los crímenes coloniales en su campaña electoral de febrero de 2017 durante una visita a Argelia, lo convirtió en su caballo de batalla, encargando en julio de 2020 al historiador Benjamin Stora la elaboración de un informe sobre las cuestiones de memoria relativas a la colonización y la guerra de Argelia (Bobin, 2021) .

A pesar de estos esfuerzos, el asunto se estancó, lo que provocó la impaciencia de Macron que, como se ha dicho, se había pronunciado sobre la naturaleza del régimen político argelino y su instrumentalización de la historia colonial. Para el régimen, cuya legitimidad es frágil, la reconciliación de las memorias propuesta por el presidente francés no ha sido una prioridad, representando incluso una amenaza para su propio relato de la guerra de independencia, depurado y hecho a medida (Dirèche, 2020). Por parte del Hirak, se trataba también de una estrategia defensiva para protegerse de los ataques de quienes, desde el poder, pretendían desacreditar al movimiento. La disidencia/oposición al régimen siempre se ha considerado una traición y resultado de complots urdidos desde el exterior; la mano invisible que manipula a la oposición cabila6 (1962, 1980, 2002), o a los islamistas de la década de 1990. La manipulación externa del Hirak ha sido un argumento central para deslegitimarlo, apoyándose en la idea de la existencia de un falso Hirak, controlado por agendas hostiles a Argelia.

Las estrategias utilizadas por el poder argelino para desacreditar al movimiento se basaron, por tanto, en tres mensajes que se desarrollarán a continuación, condensados en las declaraciones iniciales del primer ministro en respuesta a las primeras protestas del Hirak, argumentos que se retomarían posteriormente en el discurso oficial construido por la cúpula militar a partir de 2019. 

a)    Manipulación del extranjero

En febrero de 2019, en respuesta a las preguntas de los diputados sobre la declaración de política general del Gobierno, el primer ministroOuyahia declaró: «Confiamos en los hijos de Argelia, pero tememos la manipulación y las maniobras», haciendo hincapié en el carácter «anónimo» de las convocatorias a manifestarse –«¿Por qué esconderse?»– y aludiendo a «círculos extranjeros que empiezan a moverse, a comentar, a decir que el pueblo argelino ha despertado» (Saadoun, 2019). La retórica de un falso Hirak manipulado desde el exterior o al servicio de agendas separatistas o terroristas ha sido recurrente en las declaraciones del régimen, con un proceso paralelo de criminalización del movimiento que ha llevado a la represión y detención de muchos de sus militantes. Esta represión se ha intensificado a lo largo de los últimos años.

El régimen ha recurrido a acusar sistemáticamente a agentes de la sociedad civil y a figuras de la oposición de estar manipulados desde el exterior por actores que conspiran contra Argelia. Este discurso también permite limitar el apoyo exterior a los movimientos de protesta acusando sistemáticamente al Hirak (sobre todo a partir de 2020) de estar infiltrado por agentes externos, lo que equivale también a negarles independencia y representación. Este discurso converge con las teorías de la conspiración, un ejemplo significativo de las cuales es el libro publicado por Ahmed Bensaada, Qui sont ces ténors autoproclamés du Hirak?, que acusa a la Open Society de George Soros de instigar las revoluciones naranjas en Europa del Este y los levantamientos populares de 2011 en el mundo árabe (Bensaada, 2020; Delmas, 2020). La idea de la manipulación externa se presenta como una amenaza a los valores fundamentales del nacionalismo argelino: los particularismos identitarios son objetivo a los que se apunta en particular, como demuestra la prohibición de la bandera bereber en las manifestaciones de junio de 2019 (France 24, 2019). 

b)    Estrategia de la división: la sombra de la década de 1990 y el riesgo de volver a sumir a Argelia en la violencia

Las declaraciones de Ouyahia también hicieron amplia referencia a los sucesos de la década negra: «Me acuerdo de 1991, era como hoy (...) leo ahora que hay una convocatoria de huelga, recuerdo la huelga de 1991». Posteriormente, el Hirak se describiría a menudo como un movimiento vulnerable a los intentos islamistas de recuperación. Se trata de un mensaje que sintoniza bien con las preocupaciones centrales de los socios europeos, en particular Francia y España. Así, el papel de los islamistas en el Hirak se ha exagerado sistemáticamente, por ejemplo destacando la presencia de figuras vinculadas al antiguo Frente Islámico de Salvación (FIS) a través del movimiento Rachad, que habría logrado controlar el movimiento (Zerrouky, 2021).

Se trata de un argumento de peso para obtener el apoyo de los gobiernos europeos, en particular de Francia, que teme que los cambios políticos en la región acaben beneficiando a las fuerzas islamistas, como ocurrió en Egipto en 2012. Francia teme estos escenarios, y prioriza la lucha contra el yihadismo o las versiones más radicales del islam en escenarios de conflicto como Libia y Siria.

c)     «Lecciones aprendidas» de las primaveras árabes que salieron mal.

Este tercer argumento esgrimido por las autoridades argelinas iba dirigido a convencer a los gobiernos occidentales de que el Hirak podría ser una apuesta muy arriesgada. Desde el principio de las manifestaciones, el régimen argelino advirtió de que las revueltas populares podían irse de las manos, tomando como ejemplo Siria y Libia. El jefe del Gobierno, Ouyahia, lanzó una advertencia amenazadora: «No hablo para asustar a la gente, no, no hablo para explotar el pasado (…) los ciudadanos ofrecieron rosas a los policías, es muy bonito, pero les recuerdo que en Siria también se empezó con rosas» (Saadoun, 2019).

Estos tres argumentos expuestos en el primer discurso de Ouyahia al comienzo de la crisis fueron retomados posteriormente por el general Ahmed Gaïd Salah, jefe del Estado Mayor, en respuesta a las manifestaciones semanales de los estudiantes (los martes) y de la población en general (los viernes). Los editoriales de la revista El Djeich completaron este ejercicio inédito de comunicación entre el Ejército y el pueblo, marcando una ruptura con la habitual reserva del Ejército en los asuntos políticos7. En un discurso pronunciado en Tamanrasset el 28 de febrero de 2019, Gaïd Salah declaró: «¿Es razonable que los argelinos se vean empujados hacia lo desconocido por dudosos llamamientos anónimos, en apariencia presuntamente a favor de la democracia, pero cuya idea subyacente es empujar a quienes están perdidos hacia desenlaces inciertos y peligrosos?», preguntó en el discurso a los oficiales del Ejército de la 6.ª región militar (Badis, 2019). 

«Un único héroe, el pueblo», pero un pueblo sin voz autorizada

La forma en que el poder presenta las revueltas populares refleja también la idea de que el pueblo argelino no es capaz de expresarse ni de tomar sus propias decisiones. Desde la ruptura en la década de 1980 entre el pueblo y el Ejército, la falta de madurez del pueblo argelino (la culpa original de haber votado a los islamistas en las elecciones municipales de 1990 y en la primera vuelta de las elecciones legislativas de 1991) también ha estado muy presente en las declaraciones oficiales y en los discursos de algunos intelectuales como Kamel Daoud (2020), indicando la falta de madurez de la protesta. Académicos y expertos también han abundado en este sentido, insistiendo en que el Hirak estaba al servicio de los intereses de un clan en el poder contra el otro y negándole toda agencia (Chena, 2022).

La construcción de estos discursos no solo emana de los centros de poder en Argelia, sino que se ha integrado y retomado en los análisis y discursos de los responsables políticos franceses y de la influyente élite intelectual (a través de los medios de comunicación o de escritos difundidos por think tanks u otras personalidades). Parte de este discurso estaba dirigido a los socios internacionales, sobre todo occidentales, para tranquilizarlos y garantizar la vuelta a la normalidad. Francia, siempre en el ojo del huracán en sus tormentosas relaciones poscoloniales, ha mantenido un cauto silencio desde el inicio de la crisis política, absteniéndose de respaldar al régimen o de apoyar las protestas. 

España y Francia ante el relato de una «nueva Argelia»

Entre el desconcierto y la coacción, los principales socios de Argelia evitaron comentar la situación política en Argelia, por lo que lo que caracteriza los primeros meses del Hirak, como veremos más adelante, es la ausencia de discursos y declaraciones.

En este período, el Gobierno francés siguió con preocupación y mucha reserva la evolución del panorama político en Argelia. Su interpretación de los acontecimientos estuvo impregnada de los temores generados por la perspectiva de un cambio político y la inestabilidad que podía acompañarlo, primando los intereses económicos y de seguridad sobre los principios de apoyo a la democracia y defensa de los derechos humanos. Asimismo, el Hirak también complicaba una relación bilateral ya de por sí problemática. Desde la independencia, las relaciones franco-argelinas han dado lugar a un complejo entramado de relaciones (humanas, económicas, políticas, etc.) y memoria histórica que siguen ensombreciendo las relaciones8. La cautela de Francia viene dictada por una complicada relación marcada por un pasado colonial que sigue generando fuertes tensiones. En ambos casos, la postura adoptada ante los cambios políticos internos en Argelia está condicionada por el temor a las consecuencias negativas de una mayor desestabilización del país. Esta preferencia por el statu quo ha llevado a la adopción de estrategias conservadoras que dejan poco margen para diversificar el diálogo con nuevos actores políticos y apoyar de forma más proactiva las necesarias reformas políticas y económicas que el país debe emprender para satisfacer las demandas de la población.

La misma cautela se observó en las declaraciones oficiales de las autoridades españolas durante el primer año de la crisis. España, que había logrado iniciar un proceso virtuoso de relaciones con Argelia desde la firma del Tratado de Amistad entre ambos países en 2002, con la consolidación de intereses estratégicos en los ámbitos económico y de seguridad, apostaba por un rápido retorno a la estabilidad en el país. A partir de 2011, con el Gobierno conservador de Mariano Rajoy, se pusieron en marcha nuevas iniciativas de cooperación dirigidas a la región con el programa Masar, y se reforzaron los vínculos con Argelia, especialmente en el ámbito de la justicia (Thieux, 2007; Thieux y Jordá, 2012).

Los mecanismos por los que actores externos como Francia y España aprobaron y legitimaron el proceso de reconstrucción autoritaria post-Hirak en Argelia fueron diversos. Cabe diferenciar dos etapas: la primera, marcada por la prudencia, la actitud expectante y la reserva en la expresión de posiciones por parte de los responsables de las dos administraciones europeas sobre la situación política interna del Hirak y, la segunda, por el refuerzo de la narrativa oficial del régimen mediante la adopción de los argumentos esgrimidos por los dirigentes argelinos. 

Cautela y mesura: el embarazoso silencio de España y Francia durante el Hirak

España y Francia mantienen distintas relaciones con Argelia, marcadas por trayectorias históricas diferentes, aunque comparten cuestiones estratégicas que motivan el fortalecimiento de las buenas relaciones con un socio cuya estabilidad consideran esencial para preservar sus intereses, como la lucha contra el terrorismo y el control de los flujos migratorios, así como la cuestión del abastecimiento energético y la seguridad en el Sahel. Desde el 11 de septiembre de 2001, las cuestiones de seguridad han ocupado un lugar destacado en las agendas exteriores de los países europeos, al igual que la lucha contra los movimientos migratorios. El contexto del Sahel, marcado por la desintegración de los estados (por ejemplo, Malí)9 y el avance de grupos armados, con el telón de fondo de las consecuencias económicas y sociales del cambio climático que agravan crisis anteriores, también se ha convertido en una preocupación central para los estados europeos.

Los documentos estratégicos de ambos países revelan la jerarquía de sus prioridades, así como la agenda de visitas oficiales. En el caso de España, el documento estratégico adoptado por el Gobierno conservador de Mariano Rajoy (Estrategia de Acción Exterior 2015) y el documento correspondiente a 2021-2024 adoptado por el Gobierno socialista de Pedro Sánchez, que le sucedió, coinciden en la importancia de las cuestiones de seguridad vinculadas a la situación en el Sahel y en presentar a Argelia como un socio estratégico de primer orden. Así, la omnipresencia de las cuestiones de seguridad en la agenda bilateral con Argelia impide una diversificación de agendas y actores, lo que limita también la capacidad de los responsables de la política exterior para anticiparse a la evolución de la situación política en Argelia. Tras el inicio del Hirak, la primera reacción del Gobierno español fue mantener un prudente silencio, facilitado también por la falta de cobertura mediática en España y la ausencia de cualquier debate sobre Argelia –la situación política interna en el país, el Hirak o la cuestión de los derechos humanos– en el Parlamento español10. Haciendo caso omiso de la agitación en el panorama político interno, el Gobierno español mantuvo su agenda y, en marzo de 2019, firmó un protocolo de acuerdo con su homólogo argelino para reforzar la cooperación judicial entre ambos países (La Moncloa, 2019).

Por lo que respecta a Francia, la respuesta oficial del Gobierno francés al Hirak también fue muy discreta. La toma de posición sobre la situación política en Argelia es siempre un ejercicio peligroso para este país. Sea cual sea su postura, sus declaraciones son percibidas como una injerencia intolerable tanto por el poder argelino como por la oposición. Tras el anuncio de Buteflika de que retiraba su candidatura, el ministro para Europa y Asuntos Exteriores de Francia, Jean Yves Le Drian, se congratuló por este anuncio y por las medidas adoptadas para renovar el sistema político argelino. Asimismo, expresó «la esperanza de que una nueva dinámica capaz de responder a las profundas aspiraciones del pueblo argelino pueda ponerse rápidamente en marcha» (Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères, 2019a). El responsable del Quai d'Orsay insistió también en su declaración en que «les corresponde solo a los argelinos decidir su futuro», al tiempo que se congratulaba por el carácter pacífico de las acciones de protesta. El simple hecho de expresar una opinión sobre el Hirak –«Estamos convencidos de que este espíritu seguirá expresándose pacíficamente, sin trabas, mediante el diálogo democrático y respetando las libertades de expresión, prensa y manifestación» (Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères, 2020c)– provocó, sin embargo, reacciones hostiles tanto por parte de los manifestantes como de las autoridades argelinas (Souiah, 2020).

En referencia a la dimisión del presidente argelino anunciada el 2 de abrilde 2019, llama la atención la ausencia de reacción por parte de España; contrariamente a Francia, donde Jean Yves Le Drian declaró que la dimisión del presidente argelino significaba pasar una página importante en la historia de Argelia: «En las últimas semanas, el pueblo argelino ha demostrado su determinación de hacer oír su voz mediante una movilización continua, digna y pacífica. Confiamos en la capacidad de todos los argelinos para continuar esta transición democrática con el mismo espíritu de calma y responsabilidad» (Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères, 2019b). En cualquier caso, en ese contexto discursivo marcado por la exacerbación nacionalista, Francia intentó evitar posicionarse sobre Argelia, ya que el poder y la sociedad civil examinaban con lupa cada gesto y cada declaración suyas. Muchos eslóganes del Hirak denunciaban la injerencia de Francia. En la última parte de la declaración, aunque podía parecer neutra, la referencia a «la calma y la responsabilidad» se podía interpretar en relación con a lo ocurrido en los años noventa y considerarse como una intromisión en los asuntos internos de Argelia al indicar cómo debía ser esta transición. Habida cuenta de la extrema sensibilidad de la situación argelina, suscitó críticas inmediatas por parte del movimiento de protesta.

De esta forma, durante el primer año del Hirak, España guardó silencio y Francia mantuvo una prudente reserva, lo que no impidió reacciones hostiles a sus intromisiones. En el primer caso, esta actitud pragmática de espera, de confianza en la capacidad del régimen para enderezar el rumbo, coincide con un período político convulso interno con la investidura de Pedro Sánchez en junio de 2018 tras prosperar la moción de censura del 1 de junio de 2018 presentada en el Congreso de los Diputados por el Grupo Socialista contra el Gobierno de Mariano Rajoy. 

«Se acabó el recreo»: apoyo activo a la hoja de ruta del Ejército y al nuevo presidente (diciembre de 2019-febrero de 2023)

La aparente neutralidad silenciosa mantenida por España en los primeros meses tras la dimisión de Buteflika dio paso a señales más claras de apoyo a la aplicación de la hoja de ruta por parte del régimen a partir de la elección presidencial de Tebboune en diciembre de 2019. Esta segunda etapa se caracteriza por una toma de posición del Gobierno español más clara y frecuente, retomando el discurso oficial argelino sobre el Hirak y la resolución de la crisis política. Así, contrariamente a su silencio inicial, el Gobierno español se mostró muy reactivo, celebrando cada una de las etapas que marcaron el restablecimiento del orden institucional en Argelia, pero omitiendo determinados hechos como los elevadísimos índices de abstención que empañaron los distintos comicios celebrados en el país norteafricano11. Tras un año de silencio, el 12 de diciembre de 2019, el comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de pedro Sánchez se congratulaba de la victoria del candidato Abdelmajid Tebboune, sin dar detalles sobre el índice de participación, insistiendo en la estabilidad de Argelia y en la asociación estratégica con España (véase el comunicado de prensa publicado en MAE [2019]).

El comunicado oficial del Gobierno francés, por su parte, fue más reservado, expresando la esperanza de que la transición democrática pudiera continuar, recordando que había un importante movimiento social e insistiendo en la necesidad de proseguir el diálogo. El presidente francés, Emmanuel Macron, también tomó nota de la elección de Abdelmadjid Tebboune, al tiempo que insistía en «el diálogo que debe abrirse entre las autoridades y la población», en una rueda de prensa en Bruselas (Le Monde, 2019). Los medios de comunicación argelinos tomaron nota de la tibia reacción francesa, señalando que Macron no había felicitado a Abdelmajid Tebboune y que había indicado la necesidad de mantener el diálogo con la población (Echoroukonline, 2019).

Sin embargo, durante 2020, la adopción de la nueva Constitución y su aprobación en referéndum dieron a Francia la oportunidad de expresar un apoyo más abierto a su homólogo argelino. En una entrevista concedida al semanario Jeune Afrique, Emmanuel Macron elogió la valentía de Tebboune al emprender un proceso de reformas internas que llevaría su tiempo, e indicó que haría todo lo posible para ayudar al presidente argelino en este período de transición (Le Parisien, 2020). En la misma entrevista, el jefe de Estado francés repitió también la versión oficial del régimen sobre el Hirak, según la cual la revolución del bendito Hirak había terminado y Argelia se encontraba en una etapa diferente: «Hubo un movimiento revolucionario, que sigue vivo, aunque de forma diferente. También hay un deseo de estabilidad, sobre todo en las zonas más rurales de Argelia» (Alilat, 2020). El presidente francés no solo se refería al Hirak en pasado, sino que también indicaba que su naturaleza había cambiado, dando a entender, como hacía el régimen en su lógica de criminalización de la revuelta popular, que quienes seguían exigiendo un cambio político estaban al servicio de otras agendas. Aunque la ambigua integración de la retórica del régimen argelino sobre la revuelta popular no dejó de provocar una avalancha de críticas en determinados medios de comunicación argelinos (Nait Ali, 2020). El Gobierno francés también evitó comentar el índice de abstención, especialmente elevado (77 % del electorado argelino). En una rueda de prensa, el jefe de la diplomacia francesa, Jean-Yves Le Drian, indicó que no le correspondía a Francia comentar los resultados de la consulta y declaró: «Les corresponde a los argelinos y solo a ellos determinar las modalidades y evaluar los resultados» (Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères, 2020c).

La normalización institucional también propició la reanudación de visitas: tras el cambio de Gobierno, y la formación del Gobierno de coalición liderado por el socialista Pedro Sánchez, en marzo de 2020 la ministra de Asuntos Exteriores española, Arancha González Laya, visitó Argelia con una agenda centrada en temas de seguridad y energía (MAE, 2020). En 2020 se sucederían otras visitas, como la del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, con el objetivo de reforzar la cooperación entre ambos países en la gestión de los flujos migratorios, la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado (La Moncloa, 2020), y la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en octubre de 2020, acompañado de una amplia delegación de empresarios (De las Heras, 2020).

La reanudación de las visitas entre Francia y Argelia siguió el mismo patrón temporal. El 21 de enero de 2020, Jean-Yves Le Drian viajó a Argel para reunirse con el nuevo presidente y el ministro argelino de Asuntos Exteriores. En la rueda de prensa, el ministro francés subrayó la ambición del nuevo presidente argelino de llevar a cabo una profunda reforma del Estado de Derecho y las libertades, y recordó la convergencia de puntos de vista entre ambos países sobre las crisis regionales, y la prioridad de la lucha contra el terrorismo, así como la presentación de Argelia en la declaración conjunta como «potencia de equilibrio y de paz» (Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères, 2020a). En marzo de 2020, se produjo una nueva visita del jefe de la diplomacia francesa, produciéndose una nueva dinámica entre los dos países con la reactivación de las relaciones bilaterales sobre varios temas (memoria y seguridad).

Sin embargo, las declaraciones oficiales de Francia sobre Argelia, independientemente de su contenido, provocaron enérgicas reacciones de los manifestantes, que criticaron duramente las relaciones interesadas de Francia con Argelia, como demuestra el contenido de las consignas esgrimidas contra Francia: «Macron, prepara la leña, que este año no habrá gas» (Lyes, 2019). También hubo numerosas críticas de personalidades del Hirak, como la respuesta de Karim Tabbou (portavoz de la Unión Democrática y Social [UDS]) denunciando la hipocresía del presidente francés y el carácter liberticida de este apoyo: «Su apoyo abierto al régimen argelino, uno de los más liberticidas del Mediterráneo, su mala fe y su hipocresía política... ¡hoy se han quitado la careta!» (Le Figaro, 2020). Esta extrema sensibilidad de los activistas del Hirak hacia la postura francesa no solo se refería al discurso oficial, sino también a la forma en que Francia (sus intelectuales, sus medios de comunicación) contaban la historia del movimiento, como demostró la polémica suscitada por la emisión en France 5 del documental sobre el Hirak «Algérie mon amour», de Mustapha Kessous, acusado de transmitir una visión sesgada de la juventud argelina que se rebelaba contra el sistema político.

En paralelo, los medios de comunicación franceses que cubrieron el Hirak fueron objeto de persecución por parte de las autoridades argelinas, en particular las cadenas de televisión France 24 y M6 tras la emisión, el 20 de septiembre de 2020, del documental «Algérie, le pays de toutes les révoltes» de Dahmane Ziane en el programa «Enquête exclusive», hasta el punto de que el ministerio de Comunicación retiró a M6 la licencia para operar en Argelia. En un contexto de intensificación de la represión de la libertad de expresión y asociación a partir de 2021, en vísperas de las elecciones legislativas de junio de 2021, las autoridades argelinas retiraron la acreditación al canal France 24 por su «hostilidad manifiesta y reiterada, desinformación y manipulación». El ministerio de Asuntos Exteriores francés reaccionó lamentando la decisión, al tiempo que reafirmaba su compromiso con la libertad de expresión y de prensa (Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères, 2021b).

Aunque Francia no apoyó abiertamente al Hirak, el Gobierno argelino llegó a expresar en reiteradas ocasiones su malestar respecto de la postura francesa. En abril de 2021, el ministro argelino de Comunicación y portavoz del Gobierno, Ammar Belhimer, en una entrevista concedida al diario Arabic Post, invitó al embajador francés en Argelia, François Gouyette, a dejar de reunirse con líderes de la oposición, en particular del Hirak, advirtiendo de que Argelia «tomaría, en caso contrario, las medidas necesarias para corregir la situación». Una declaración deplorada por el ministerio francés de Asuntos Exteriores en un comunicado de prensa, pero que no provocó una respuesta diplomática de Francia (Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères, 2021a). Se sucedieron otros episodios de tensión que representan momentos de ruptura (brechas) en este proceso de legitimación del régimen por parte de Francia. La alineación acrítica de Francia con la «nueva Argelia» se vio así perturbada por disonancias en el discurso. En un encuentro con jóvenes franceses procedentes de familias argelinas en octubre de 2021, Emmanuel Macron denunció la instrumentalización del rédito de la memoria y la naturaleza político-militar del régimen argelino, y cuestionó la existencia de una nación argelina antes de la colonización (Kessous, 2021). Estas declaraciones también tuvieron un rápido impacto a nivel bilateral, con la «retirada inmediata» del embajador argelino en París y la prohibición de que aviones militares franceses sobrevolaran territorio argelino como respuesta.

Mientras las relaciones con Francia se deterioraban, las hispano-argelinas se iban fortaleciendo (como efecto péndulo) al tiempo que España atravesaba un período de crisis con Marruecos, agravado tras la acogida en secreto del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para que recibiera tratamiento médico en España. Sin embargo, esta mejora no duró: la decisión de España de apoyar abiertamente el plan de autonomía marroquí respecto al Sáhara provocó una profunda crisis con Argelia (Hernando de Larramendi y Thieux, 2022)

Por su parte, la diáspora argelina desempeñó un papel clave en la prolongación de las protestas del Hirak en varias capitales europeas, especialmente en París, donde hubo numerosas manifestaciones. Este estrechamiento del vínculo político entre el movimiento popular en Argelia y la movilización de la diáspora permitió mantener un espacio de protesta no controlado por el régimen y transmitir una contranarrativa que debilitaba la estrategia de legitimación externa e interna de las élites en el poder. Además, como señaló un joven activista del Hirak en Francia, la sospecha de injerencia no se aplicaba a la diáspora: «Tratamos esto en familia, pero la familia también incluye a la diáspora». Uno de los factores clave que contribuyeron a forjar estos lazos de confianza entre los «dos hiraks» fue el hecho de que, al principio, los medios de comunicación franceses apenas cubrían las protestas de la diáspora, retransmitidas principalmente por las redes sociales. Esta falta de visibilidad fue interpretada como una señal de confianza por los activistas del Hirak en Argelia12. La nueva oleada de represión a partir de 2022 también comenzó a dirigirse contra este colectivo. 

La defensa de los derechos humanos y los contactos con la sociedad civil, punto ciego de las relaciones de España y Francia con Argelia

Con el debilitamiento de los intentos de reanudar las manifestaciones del Hirak en febrero de 2021, la tambaleante legitimidad del proceso de normalización institucional, dirigido por el Ejército, en retirada pero aún en el centro del proceso, reforzó la estrategia represiva. En junio de ese año, la Ligue Algérienne de Défense des Droits de l'Homme (LADDH) y el Comité national pour la libération des détenus (CNLD) denunciaron más de 10.000 detenciones, 300 presos de conciencia, 700 juicios y una docena de denuncias de violación y tortura bajo custodia policial. Blogueros, periodistas, activistas del Hirak, dirigentes de partidos políticos de la oposición e incluso abogados y jueces fueron los principales objetivos (Human Rights Watch, 2022). Esta represión minuciosamente planificada se basa en una serie de leyes y enmiendas adoptadas mediante decreto, como la Ley n.º 20-06, que criminaliza arbitrariamente la difusión de información falsa, la Ley n.º 12-06 sobre asociaciones y los artículos del Código Penal (75, 79, 95 bis, 98, 100, 144, 146, 196 bis) utilizados para procesar y condenar a militantes políticos, periodistas y activistas (véase Parlamento Europeo, 2020).

Esta represión sistemática de todas las voces críticas consiguió cerrar los espacios mediáticos donde los opositores aún podían expresarse, como Radio M y Maghreb Émergent en diciembre de 2022. Con la desaparición de la prensa francófona por asfixia financiera o acoso judicial (cierre del diario Liberté), y la suspensión de organizaciones de la sociedad civil que, como Rassemblement Action Jeunesse (RAJ), facilitaban el diálogo en el seno del Hirak, y la suspensión de la LADDH en diciembre de 202213, el Gobierno ha querido silenciar toda oposición, pero la diáspora implicada en la oposición al régimen, cuyas filas engrosan con un número cada vez mayor de opositores en el exilio, es un desafío para el sistema, que también pretende perseguir a estas figuras incómodas. La ola de represión que siguió a la huida a Túnez y exfiltración por Francia de la opositora Amira Bouraoui en febrero de 2023 pone de manifiesto hasta qué punto el sistema se siente amenazado por la narrativa contraria que mantiene vivo el Hirak en la diáspora (Kessous y Zerrouki, 2023).

Lejos de reforzar la legitimidad del régimen argelino, el silencio de España y Francia ante el recrudecimiento de la represión de las libertades de expresión y asociación, así como las numerosas violaciones de los derechos humanos cometidas en el marco de la campaña de erradicación del Hirak, no hacen sino reforzar la idea en el seno de la sociedad civil argelina de que los principios normativos de la democracia y los derechos humanos ya no figuran en las agendas europeas. El pragmatismo guiado por consideraciones de seguridad ha motivado incluso la colaboración activa en la represión en el caso de España, que en marzo de 2022 extraditó a Mohamed Benhalima, huido de Argelia en septiembre de 2019 tras participar en el Hirak (Vargas Martín, 2022). Francia, por su parte, tiene el deber de proteger a sus nacionales, y muchos activistas del Hirak, como Amira Bouraoui, son franco-argelinos. No obstante, sus manifestaciones al respecto son discretas, limitadas por el deseo de aliviar las tensiones aún latentes con Argelia. 

Conclusiones

El año 2019 supuso un punto de inflexión en la evolución política de Argelia, con la aparición de un movimiento de protesta sin precedentes –el Hirak– que provocó una crisis política que la hoja de ruta del régimen no ha logrado resolver.

Tras una fase inicial de incertidumbre, Francia y España han apoyado la nueva fachada institucional del régimen post-Hirak, a pesar de la debilidad del apoyo popular y la falta de legitimidad de los procesos electorales destinados a consolidar la nueva recomposición del poder en Argelia. La ausencia de denuncia de las violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen en el giro represivo contra los activistas del Hirak a partir de 2020, así como la incorporación de la retórica de la «nueva Argelia» al discurso oficial en Francia y España, constituyen una importante fuente de legitimidad externa para el régimen, que aún no ha logrado reconstituir su base de legitimidad interna.

La preocupación compartida por la seguridad y la preservación de los intereses económicos ha guiado la postura de los gobiernos francés y español, que han apostado por la continuidad del régimen. El margen de maniobra de Francia es muy limitado, ya que se la condena sistemáticamente por su injerencia, supuesta o real, en los asuntos internos de Argelia. Además, el prisma de la seguridad (energía, migración y terrorismo) se ha convertido en una prioridad en ambas agendas, en detrimento de la sociedad civil argelina, el respeto de los derechos humanos y las esperanzas de democratización. Las políticas centradas en la estabilidad y la seguridad no bastan para hacer frente a estos nuevos desafíos y, para evitar escenarios de desestabilización aún más complejos, el apoyo inquebrantable a gobiernos que tratan de compensar su déficit de legitimidad mediante políticas represivas no hará sino exacerbar y radicalizar las frustraciones con el sistema político argelino.

Por último, en un contexto de fuerte represión, el papel de la diáspora argelina se ha reforzado y contribuye a la diversificación y pluralidad del discurso sobre la situación política interna, otra caja de resonancia que debilita la versión oficial. 

Referencias bibliográficas

Alilat, Farid. «Algérie: pourquoi l’interview d’Emmanuel Macron irrite». JeuneAfrique, (23 de noviembre de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.jeuneafrique.com/1078987/politique/algerie-pourquoi-linterview-demmanuel-macron-irrite/

Amrouche, Karim. «En Algérie, un technocrate nommé à la tête du gouvernement». Le Monde, (1 de julio de 2021) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2021/07/01/en-algerie-un-technocrate-nomme-a-la-tete-du-gouvernement_6086527_3212.html

Attya, Syrine. «Algérie : La tournée diplomatique de Lamamra signe l’échec de la solution politique». JeuneAfrique, (20 de marzo de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.jeuneafrique.com/751969/politique/algerie-la-tournee-diplomatique-de-lamamra-signe-lechec-de-la-solution-politique-a-lechelle-nationale/

Badis, Adlène. «Unanimité sur la nécessité de préserver le calme : L’ordre public, cette ligne rouge». Reporters Algerie, (28 de febrero de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.reporters.dz/unanimite-sur-la-necessite-de-preserver-le-calme-lordre-public-cette-ligne-rouge/

Bensaada, Ahmed. Qui sont ces ténors autoproclamés du Hirak algérien? Argel: APIC éditions, 2020.

Bobin, Frédéric. «France-Algérie : la difficile quête d’une réconciliation des mémoires». Le Monde, (20 de enero de 2021) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2021/01/20/france-algerie-la-difficile-quete-d-une-reconciliation-des-memoires_6066919_3212.html

Cavatorta, Francesco y Tahchi, Belgacem. «Politique économique et résilience autoritaire en Algérie: Les difficultés de la diversification économique». Études internationales, vol. 50, n.º 1 (2019), p. 7-38.

Chena, Salim. « Critique de la critique du hirak: Ou comment réifier la citoyenneté des Algérien. ne. s. » Tumultes, n.º 1 (2022), p. 227-251.

Cherbi, Massensen. « Les mécanismes constitutionnels de l’autoritarisme algérien face au Hirak ». Mouvements, vol. 2, n.º 102 (2020), p. 166-176. DOI: https://doi.org/10.3917/mouv.102.0166

Congreso de los diputados. xiv Legislatura, Pregunta a la Corporación RTVE con respuesta escrita, «Motivo por el que la Corporación RTVE no dedica más minutos de emisión en sus programas y canales de radio y televisión a la frágil situación de la libertad de prensa en países de nuestro entorno como Marruecos y Argelia. (179/002136)» Presentado el 19.01.2021, calificado el 25.01.202, (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.congreso.es/es/busqueda-de-iniciativas?p_p_id=iniciativas&p_p_lifecycle=0&p_p_state=normal&p_p_mode=view&_iniciativas_mode=mostrarDetalle&_iniciativas_legislatura=XIV&_iniciativas_id=179%2F002136

Daguzan, Jean-François. « La politique étrangère de l’Algérie: le temps de l’aventure? ». Politique étrangère, n.º 03 (2015), p. 31-42.

Daoud, Kamel. « Kamel Daoud – Où en est le rêve algérien ? ». Le Point, (12 de enero de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lepoint.fr/editos-du-point/sebastien-le-fol/kamel-daoud-ou-en-est-le-reve-algerien-12-01-2020-2357340_1913.php

Daoud, Kamel y Meddi, Adlène. «Abdelmadjid Tebboune:  L’islamisme en tant qu’idéologie n’existera plus jamais en Algérie». Le Point, (2 de junio de 2021) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lepoint.fr/monde/exclusif-islamisme-maroc-france-notre-grand-entretien-avec-le-president-algerien-02-06-2021-2429309_24.php

De las Heras, Iñaki. «Pedro Sánchez y las empresas aprovechan en Argelia la diplomacia del gas». Expansión, (8 de octubre de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.expansion.com/empresas/energia/2020/10/08/5f7f0650468aebfe588b459f.html

Del Sordi, Adele y Dalmasso, Emcmuelci. «The Relation between External and Internal Authoritarian Legitimation». Taiwan Journal of Democracy, vol. 14, n.º 1 (2018), p. 95-116.

Delmas, Benoît. « Algérie: le complot pour les nuls ». Le Point, (7 de junio de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lepoint.fr/afrique/algerie-le-complot-pour-les-nuls-07-06-2020-2378777_3826.php

Dirèche, Karima. « Renouer avec l’histoire et apaiser ses violences. Quelle place pour une «reconnaissance» publique en Algérie? ». Insaniyat/إنسانيات. Revue algérienne d’anthropologie et de sciences sociales, n.º 87 (2020), p. 77-91.

Dris-Aït Hamadouche, Louisa. « Algérie 2019: Hirak algérien. Des ruptures confirmées et des réconciliations inattendues ». L’Année du Maghreb, n.º 23 (2020), p. 189-202.

Dris-Aït Hamadouche, Lousia. « Algérie 2021: un pouvoir renforcé et une autorité en crise ». L’Année du Maghreb, n.º 28 (2022), pp. 175-196.

Echoroukonline. «Pourquoi la France refuse-t-elle de féliciter Tebboune?». Al-Shorouk, (17 de diciembre de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.echoroukonline.com/pourquoi-la-france-refuse-t-elle-de-feliciter-tebboune

Euromed Rights. «Face à la répression croissante, le mouvement algérien des droits civiques contre-attaque». EuroMed Droits, (1 de febrero de 2022) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://euromedrights.org/fr/publication/face-a-la-repression-croissante-le-mouvement-algerien-des-droits-civiques-contre-attaque/

Firtion, Pierre. «Algérie: le vice-Premier ministre multiplie les visites diplomatiques». RFI, (21 de marzo de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.rfi.fr/fr/afrique/20190321-algerie-tournee-diplomatique-ramtane-lamamra

France 24. «Pourquoi les autorités algériennes interdisent le drapeau berbère dans les manifestations». France24, (27 de junio de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.france24.com/fr/20190627-algerie-pourquoi-interdiction-drapeau-berbere-manifestations-gaid-salah

Ghiles, Francis. «Russia and France wary of Algeria’s Hirak six months after onset». AW, (24 de agosto de 2023) (en línea) [Fecha de consulta: 09.03.2023] https://thearabweekly.com/russia-and-france-wary-algerias-hirak-six-months-after-onset

Hamadi, Ryad. «Djaaboub traite la France d’«ennemi traditionnel et éternel » de l’Algérie». TSA, (8 de abril de 2021) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.tsa-algerie.com/djaaboub-traite-la-france-dennemi-traditionnel-et-eternel-de-lalgerie/

Hernando de Larramendi, Miguel y Thieux, Laurence. «La rivalidad Argelia-Marruecos en un escenario en transformación». Afkar ideas: Revista trimestral para el diálogo entre el Magreb, España y Europa, n.º 67 (2022), p. 38-41.

Human Rights Watch. «Algérie : Trois ans après le début du mouvement du Hirak, la répression se durcit». Human Rights Watch, (21 de febrero de 2022) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.hrw.org/fr/news/2022/02/21/algerie-trois-ans-apres-le-debut-du-mouvement-du-hirak-la-repression-se-durcit

Josua, Maria. «Co-optation reconsidered: Authoritarian regime legitimation strategies in the Jordanian “Arab spring”». Middle East Law and Governance, vol. 8, n.º 1 (2016), p. 32-56.

Kessous, Mustapha. «En France aussi, la guerre d’Algérie est une rente mémorielle». Le Monde, (11 de diciembre de 2021) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lemonde.fr/idees/article/2021/12/11/en-france-aussi-la-guerre-d-algerie-est-une-rente-memorielle_6105636_3232.html

Kessous, Mustapha y Zerrouki, Madjid. «Affaire Amira Bouraoui : Alger multiplie les arrestations». Le Monde, (20 de febrero de 2023) (en línea) [Fecha de consulta: 18.03.2023] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2023/02/20/affaire-bouraoui-alger-multiplie-les-arrestations_6162617_3212.html

La Moncloa. «La ministra de Justicia firma con su homólogo argelino un memorando de entendimiento para reforzar la cooperación judicial entre ambos países», (6 de marzo de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/justicia/paginas/2019/060319-justicia.aspx

La Moncloa. «Grande-Marlaska y las autoridades de Argelia refuerzan la cooperación bilateral en materia de Interior», (10 de agosto de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.lamoncloa.gob.es/serviciosdeprensa/notasprensa/interior/paginas/2020/100820-argelia.aspx

Le Figaro. «Algérie: Karim Tabbou, figure de la contestation, interpelle Macron». Le Figaro, (23 de noviembre de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 18.03.2023] https://www.lefigaro.fr/flash-actu/algerie-karim-tabbou-figure-de-la-contestation-interpelle-macron-20201123

Le Monde. «En Algérie, Abdelmadjid Tebboune, ex-premier ministre de Bouteflika, remporte l’élection présidentielle». Le Monde, (13 de diciembre de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2019/12/13/algerie-abdelmadjid-tebboune-ex-premier-ministre-de-bouteflika-remporte-la-presidentielle_6022756_3212.html

Le Parisien. «Macron sous le feu des critiques après son soutien au président algérien». Le Parisien, (26 de noviembre de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.leparisien.fr/international/macron-sous-le-feu-des-critiques-apres-son-soutien-au-president-algerien-26-11-2020-8410640.php

Lyes, Sonia. «Un slogan, une explication: Allo Macron, prépare le bois, il n’y aura pas de gaz cette année». TSA, (15 de marzo de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 18.03.2023] https://www.tsa-algerie.com/un-slogan-une-explication-allo-macron-prepare-le-bois-il-ny-aura-pas-de-gaz-cette-annee/

MAE-Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. «Comunicado: Elecciones presidenciales en Argelia», (13 de diciembre de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.exteriores.gob.es/es/Comunicacion/Comunicados/Paginas/2019_COMUNICADOS/20191213_COMU183.aspx

MAE-Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación. «La ministra visita Argelia», (5 de marzo de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.exteriores.gob.es/es/Comunicacion/Noticias/Paginas/Noticias/20200305_MINISTERIO3.aspx

Mandraud, Isabelle. «Le chef de la diplomatie algérienne fait escale à Moscou, en quête de soutien». Le Monde, (19 de marzo de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lemonde.fr/international/article/2019/03/19/le-chef-de-la-diplomatie-algerienne-fait-escale-a-moscou-en-quete-de-soutien_5438299_3210.html

Middle East Eye. «Algérie: les autorités dissolvent la principale ligue des droits humains». Middle East Eye édition française, (23 de enero de 2023) (en línea) [Fecha de consulta: 18.03.2023] http://www.middleeasteye.net/fr/actu-et-enquetes/algerie-dissolution-justice-ligue-algerienne-droits-homme-laddh-ong-association-loi

Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères. «Algérie - Déclaration de M. Jean-Yves Le Drian, ministre de l’Europe et des Affaires étrangères», (11 de marzo de 2019a) (en línea)[Fecha de consulta: 05.05.2023]https://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/algerie/evenements/article/algerie-declaration-de-jean-yves-le-drian-ministre-de-l-europe-et-des-affaires

Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères. «Algérie - Déclaration de Jean-Yves Le Drian, ministre de l’Europe et des Affaires étrangères», (2 de abril de 2019b) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/algerie/evenements/article/algerie-declaration-de-jean-yves-le-drian-ministre-de-l-europe-et-des-affaires-241369

Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères. Comunicado de prensa conjunto. «Jean-Yves Le Drian, ministre de l’Europe et des affaires étrangères, et de Sabri Boukadoum, ministre algérien des affaires étrangères – Propos de Jean-Yves Le Drian», (21 de enero de 2020a) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/algerie/evenements/article/point-de-presse-conjoint-de-jean-yves-le-drian-ministre-de-l-europe-et-des

Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères. «Déclaration à la presse de Jean-Yves Le Drian, ministre de l’Europe et des affaires étrangères à l’issue de son audience auprès d’Abdelmadjid Tebboune, président de la République algérienne démocratique et populaire», (12 de marzo de 2020b) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/algerie/evenements/article/declaration-a-la-presse-de-jean-yves-le-drian-ministre-de-l-europe-et-des

Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères. «Algérie - Q&R - Extrait du point de presse, (4 de noviembre de 2020c) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/algerie/evenements/article/algerie-q-r-extrait-du-point-de-presse-04-11-20

Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères. «Algérie – France 24 - Extrait du point de presse», (12 de abril de 2021a) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/algerie/evenements/article/algerie-q-r-extrait-du-point-de-presse-12-04-21

Ministère de l’Europe et des Affaires Étrangères. «Algérie – France 24 - Extrait du point de presse», (14 de junio de 2021b) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.diplomatie.gouv.fr/fr/dossiers-pays/algerie/evenements/article/algerie-france-24-extrait-du-point-de-presse-14-06-21

Nait Ali, Melissa. «“Volonté de stabilité dans la part la plus rurale d’Algérie”: l’étrange déclaration d’Emmanuel Macron». Interlignes, (20 de noviembre de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://inter-lignes.com/volonte-de-stabilite-dans-la-part-la-plus-rurale-dalgerie-letrange-declaration-demmanuel-macron/

Nassim, Brahim. «Monsieur le chef d’étatmajor de l’ANP, le général de corps d’armée, Saïd Chanegriha, dans la 2e Région militaire». El Djeich, n.º 695 (junio de 2021).

Parlamento Europeo. «Propuesta de resolución común sobre el deterioro de la situación de los derechos humanos en Argelia, en particular el caso del periodista Jaled Drareni», 2020/2880(RSP), (25 de noviembre de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 05.05.2023] https://www.europarl.europa.eu/doceo/document/RC-9-2020-0375_ES.html

Ramani, Samuel. «Russia’s Cautious Calculus in Algeria». Carnegie Endowment for International Peace, (22 de marzo de 2019) (en línea) https://carnegieendowment.org/sada/78667

Rouibah, Hayette. «Le rôle du Hirak à l’étranger: une renaissance de la diaspora algérienne?». Confluences Méditerranée, n.º 3 (2020), p. 163-175.

Saadoun, Hassane. «Ouyahia commente les manifestations: “En Syrie, ça a commencé avec des roses…”». TSA, (22 de febrero de 2019) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.tsa-algerie.com/ouyahia-commente-les-manifestations-en-syrie-ca-a-commence-avec-des-roses/

Serres, Thomas. «“Vous avez mangé le pays!” Revendications socio-économiques et politisation en Algérie (2011-2019)». Esprit, n.º 6 (2019), p. 49-60.

Souiah, Farida. «Rhétorique de l’ingérence et lutte pour la légitimité». Mouvements, vol. 2, n.º 102 (2020), p. 35-42.

Stora, Benjamín. France-Algérie les passions douloureuses. París: Albin Michel, 2021.

Thieux, Laurence. «Las relaciones hispano-argelinas desde el final de los años ochenta: el laborioso camino hacia un verdadero partenariado estratégico». Anales de Historia Contemporánea, (2007), p. 241-258.

Thieux, Laurence y Hernando de Larramendi, Miguel. «Le discours de la non-ingérence à l´épreuve des transformations politiques en Algérie». Confluences Méditerranée, vol. 4, n.º 115 (2020), p. 115-128.

Thieux, Laurence y Jordá, Almudenda. «Estudios de caso de la política exterior española hacia el Mundo Árabe y Musulmán: Argelia». Revista de Estudios Internacionales Mediterráneos, n.º 2 (2012), p. 69-86.

Vargas Martín, Jairo. «Mohamed Benhalima: historia del argelino condenado a muerte entregado por España». Público, (18 de mayo de 2022) (en línea) [Fecha de consulta: 18.03.2023] https://www.publico.es/sociedad/mohamed-benhalima-historia-argelino-condenado-muerte-entregado-espana.html

Zerrouky, Madjid. «Le Hirak conteste l’ “Algérie nouvelle” vantée par le régime». Le Monde, (21 de febrero de 2020) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2020/02/21/le-hirak-conteste-l-algerie-nouvelle-vantee-par-le-regime_6030326_3212.html

Zerrouky, Madjid. «En Algérie, la place des islamistes dans le Hirak ravive les tensions». Le Monde, (6 de abril de 2021) (en línea) [Fecha de consulta: 12.03.2023] https://www.lemonde.fr/afrique/article/2021/04/06/en-algerie-la-place-des-islamistes-dans-le-hirak-ravive-les-tensions_6075703_3212.html

Notas:

1- En este artículo se utiliza la noción de «poder» en su sentido más amplio. El término se refiere al sistema político que incluye varios componentes (actores) y está particularmente adaptado al caso argelino. Para más detalles sobre el concepto de poder en Argelia, véase: Hachemaoui (2016: 169-190).

2- Se trata del artículo 87 bis del Código Penal. A este respecto, véase Euromed Rights (2022).

3- Véase el texto de la Constitución en línea en: https://www.joradp.dz/TRV/FConsti.pdf

4- Ramtane Lamamra es un experimentado diplomático, varias veces ministro de Asuntos Exteriores de Argelia entre 2013 y 2017. De 2008 a 2013 fue Comisario de Paz y Seguridad de la Unión Africana.

5- Cabe señalar que ni España ni Francia figuraban entre los primeros destinos del régimen para esta primera ofensiva diplomática.

6- La región de Cabilia ha sido el escenario de protestas contra el poder establecido desde los movimientos de resistencias contra la colonización hasta, posteriormente, contra el régimen que impuso un modelo centralizado donde las reivindicaciones identitarias fueron reprimidas, como las protestas de la década de 1980 y luego en el 2001. En el 2019, el Hirak comenzó en Kherrata, un pequeño pueblo de la región de Cabilia, en la wilaya de Bejaïa.

7- Véanse los editoriales de la revista de las Fuerzas Armadas El Djeich, en: https://www.mdn.dz/site_principal/index.php?L=fr#undefined

8- Acerca de las relaciones entre Francia y Argelia, véanse Stora (2021) y Daguzan (2015).

9- En enero de 2012 estalló el conflicto en Mali entre las partes norte y sur del país con la campaña liderada por varios grupos insurgentes contra el Gobierno de Malí reclamando la independencia o una mayor autonomía para el norte de Malí, un área conocida como Azawad.

10- En 2021, el partido de la ultraderecha VOX planteó una pregunta criticando la cobertura sesgada de la radiotelevisión pública (RTVE) en relación con el asunto de la legislación polaca sobre el aborto, contrastando con la ausencia de cobertura mediática respecto de los ataques a la libertad de prensa en Argelia. Véase Congreso de los Diputados (2021).

11- Es el caso, por ejemplo, de la ficha-país de Argelia en la web del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europa y Cooperación (MAEUEC), que no menciona los índices de abstención de los procesos electorales en Argelia celebrados desde 2019. Véase: https://www.exteriores.gob.es/Documents/FichasPais/ARGELIA_FICHA%20PAIS.pdf

12- Entrevista con una militante del Hirak de la diáspora, 6 de agosto de 2020.

13- La disolución de RAJ en octubre de 2021 fue ratificada por el Tribunal de Apelación en febrero de 2023, y en diciembre de 2022 se disolvió la Ligue Algérienne de Défense des Droits Humains (Middle East Eye, 2023).

Palabras clave: Argelia, Hirak, Francia, España, Unión Europea, legitimación internacional

Cómo citar este artículo: Thieux, Laurence. «La nueva Argelia» después del Hirak: discursos y estrategias de legitimación ante sus socios europeos». Revista CIDOB d’Afers Internacionals, n.º 135 (diciembre de 2023), p. 115-141 DOI: doi.org/10.24241/rcai.2023.135.3.115

Revista CIDOB d’Afers Internacionals, nº 135, p. 115-141
Cuatrimestral (octubre-diciembre 2023)
ISSN:1133-6595 | E-ISSN:2013-035X
DOI: https://doi.org/10.24241/rcai.2023.135.3.115

Fecha de recepción:  23.03.23   ; Fecha de aceptación:  31.08.23

Traducción del original en francés: Paloma Valenciano y redacción CIDOB.