Alemania: una campaña electoral más polarizada y politizada, pero más centrada en lo nacional

Monografia CIDOB nº 88
Fecha de publicación: 05/2024
Autor:
Max Becker, asistente de investigación, German Institute for International and Security Affairs y Nicolai von Ondarza, director de Investigación UE/Europa, SWP
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Las elecciones europeas de 2024 en Alemania se celebran no solo bajo una tensa situación internacional, sino también con una coalición de gobierno muy debilitada. La campaña no comenzó oficialmente hasta principios de mayo, y el discurso político público está actualmente dominado por las acusaciones de influencia china y rusa que rodean al partido de extrema derecha y contrario a la Unión Europea (UE) Alternative für Deutschland (AfD). Una agresión física a un destacado candidato socialdemócrata en el estado de Sajonia, en el este de Alemania, ha ensombrecido también la campaña electoral europea, abriendo un debate sobre la cultura política y el auge de las fuerzas extremistas. Además, la tensa situación de seguridad en Ucrania y Oriente Medio, así como los actuales retos económicos de Alemania, constituyen los puntos centrales del debate electoral, con escasas discusiones específicas sobre asuntos de la UE. En consecuencia, se espera que los resultados reflejen en gran medida los obtenidos en las elecciones nacionales, con pérdidas significativas para los partidos en el Gobierno y ganancias para las formaciones nuevas y más pequeñas. Queda por ver qué impacto tendrán en los resultados los escándalos que rodean a la AfD, pero cabría esperar una pérdida de apoyo electoral.

En general, los tres partidos que forman la coalición «semáforo» desde 2021 (el socialdemócrata SPD, el liberal FDP y Los Verdes) se declaran proeuropeos, al igual que el mayor partido de la oposición, la democristiana CDU/CSU. En este sentido, el acuerdo de la coalición del gobierno establece una fuerte agenda proeuropea, que incluye el objetivo explícito de una mayor integración y la opción de cambiar los tratados de la UE. En la práctica, sin embargo, la coalición se ha caracterizado a menudo por sus luchas internas públicas y por desacuerdos en determinadas políticas de la UE, como por ejemplo en algunas partes de la legislación sobre el Pacto Verde o en el grado de apoyo militar a Ucrania. Además, la debilidad de la coalición semáforo ha ido acompañada del ascenso de la AfD y de un nuevo partido populista de izquierdas (Bündnis Sahra Wagenknecht, BSW), cuyo programa también es claramente euroescéptico. En consecuencia, es probable que estas elecciones al PE registren la mayor proporción de diputados euroescépticos alemanes de la historia. 

Un comienzo de campaña sin brillo

El SPD (afiliado al grupo Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo [S&D]) se presenta de nuevo con su candidata principal y vicepresidenta del PE, Katarina Barley. Dada su firme postura sobre el Estado de derecho, el programa del partido hace especial hincapié en este tema. Con el lema «Las voces más fuertes de Alemania por Europa», la campaña también aspira a establecer un estrecho vínculo entre la política nacional alemana y la de Europa, aprovechando el peso político de Olaf Scholz. Aunque esta postura coincide con la de los socialistas europeos, su principal candidato, Nicolas Schmitt, apenas aparece en la campaña del SPD.

En cuanto a los Verdes (Verdes-ALE), su principal candidata, Terry Reintke, sólo resulta conocida a los alemanes familiarizados con la UE, ya que su popularidad es mayoritariamente a nivel europeo. Con más de 100 páginas, el programa del Partido Verde es posiblemente el más largo de la campaña electoral europea de Alemania. Sin un enfoque claro en su campaña, su discurso más bien prioriza grandes temas como la paz y la seguridad en Europa, la protección social y climática, y la defensa de las democracias del continente. La campaña en torno a Reintke ha sido —además de la presentada por la CDU— la más coherente a la hora de hacer destacar a los Verdes europeos y su papel como candidata principal a nivel europeo.

Después de la presidenta de la Comisión, Von der Leyen, la candidata más conocida entre la opinión pública alemana es Marie Agnes Strack Zimmermann (FDP, afiliado a Renew Europe), actual presidenta de la Comisión de Defensa del Bundestag. La candidata ha adquirido gran notoriedad nacional por su apoyo a Ucrania y sus duros enfrentamientos con el canciller, Olaf Scholz. La campaña del FDP hace especial hincapié en Strack Zimmermann como una política firme. El programa de este partido, sin embargo, muestra un tono liberal más bien tradicional. Entre los temas más importantes figuran la reducción de la burocracia y el refuerzo del principio de subsidiariedad, así como la apuesta por una UE más orientada al mercado, con mayor libertad de comercio y menos regulación. A pesar de que Strack Zimmermann es una de las principales candidaturas del campo liberal europeo, no se hace especial hincapié en ello ni se le da visibilidad, como demuestra el hecho de que su participación en el debate de Maastricht no se anunciara de forma destacada.

La CDU (afiliada al Partido Popular Europeo [PPE]), con Ursula von der Leyen como candidata principal, no está dispuesta a abandonar el papel que desempeña a nivel nacional, crítica con la coalición semáforo, ni para la campaña de las elecciones europeas. Por tanto, es de esperar que iniciativas como el aplazamiento de la prohibición de los motores de combustión sean puntos de discordia en la campaña de la CDU, con el objetivo de movilizar al electorado alemán. Sin embargo, la actual presidenta de la Comisión, Von der Leyen, no ha ocupado un lugar destacado en la campaña de la CDU y su papel como principal candidata europea del PPE no se ha destacado excesivamente hasta ahora, quedando en un segundo plano frente a su función como presidenta de la Comisión y su rol nacional como principal candidata. El programa conjunto de la CDU y la CSU está muy centrado en la seguridad y hace especial hincapié en el llamamiento general a reforzar la política exterior y de seguridad de la UE, así como la seguridad interior. Sin embargo, el Pacto Verde —la iniciativa estrella del mandato de Von der Leyen como presidenta de la CE— sólo se menciona dos veces en el programa. El partido hermano de Baviera, la CSU, optó, como era de esperar, por el actual líder del grupo del PPE en el Parlamento Europeo, Manfred Weber, y está haciendo campaña en apoyo de los bávaros con el lema «Por una Baviera fuerte en Europa».

La campaña de la ultraderechista AfD (afiliada a Identidad y Democracia [ID]) se vio gravemente dañada primero por las revelaciones en torno a la presunta influencia rusa en el partido y, posteriormente, tras la detención de un asistente del candidato principal, Maximilian Krah, acusado de espiar para China. En consecuencia, no se espera que el candidato principal, Krah, ni Petr Bystron, segundo en la lista de la AfD y también presuntamente implicado en la operación de influencia rusa, desempeñen un papel destacado en la campaña electoral. Además, la AfD aboga por poner fin a la UE en su forma actual y quiere crear «un nuevo hogar para una comunidad de estados soberanos», pero no llega a hacer campaña abiertamente por el «Dexit». Por otra parte, su programa reivindica el restablecimiento de las relaciones con Rusia en materia de energía, el fin de las sanciones económicas y una fuerte restricción de la entrada de inmigrantes.

La presencia en los medios de comunicación y en las redes sociales de los principales candidatos está a la par del nivel de conocimiento entre el público que tiene cada uno de ellos. En las publicaciones de noticias en alemán aparecidas entre enero y abril de 2024, Ursula von der Leyen es la candidata más mencionada, con un 47% del volumen de información. Marie Agnes Strack Zimmermann la sigue de cerca, con el 38% de las menciones, probablemente debido a su destacado papel en el debate alemán sobre política de seguridad. Por el contrario, Barley, Weber y Krah se mencionan con una frecuencia similar (aproximadamente un 5% cada uno), mientras que Terry Reintke está significativamente infrarrepresentado durante este periodo. La presencia en las redes sociales sigue un patrón parecido: Von der Leyen es probablemente quien tiene mayor alcance en «X» e Instagram, seguida de cerca por Strack Zimmermann. Tras un largo periodo en el que el panorama político alemán en TikTok estuvo dominado casi exclusivamente por la AfD, un número cada vez mayor de partidos y candidatos de todo el espectro político han intentado establecer una presencia en esta red social y trasladar sus campañas electorales europeas a la plataforma, utilizando el lema «Recupera TikTok».

Las elecciones al Parlamento Europeo se consideran una oportunidad de ganar visibilidad en toda Alemania también para una serie de partidos nuevos o más pequeños, además de para los ya consolidados. En total, 35 formaciones se han inscrito para competir en las elecciones alemanas al PE de 2024. El atractivo de estos comicios para los partidos pequeños en Alemania se debe en parte a que, a diferencia de las elecciones nacionales, no hay umbral de votos, y el número comparativamente alto de 96 eurodiputados significa que una formación puede obtener un escaño con menos del uno por ciento de los sufragios. En 2024, el partido paneuropeo Volt, el Partido Pirata, así como el Freie Wähler (Renew Europe) y la nueva formación BSW esperan obtener escaños. Destaca también la «Demokratische Allianz für Vielfalt und Aufbruch» (Alianza Democrática para la Diversidad y la Renovación, DAVA), un partido financiado por ciudadanos alemanes, en su mayoría de origen turco, que declaran que su objetivo es luchar por una mejor integración de los inmigrantes. Se acusa al partido de tener estrechos vínculos con el AKP de Erdogan y de aspirar a dar voz al presidente turco en el Parlamento Europeo. Sus posibilidades de éxito electoral no han sido puestas a prueba, ya que las elecciones al PE son los primeros comicios a los que esta formación se presenta en Alemania. 

Unas elecciones para castigar al Gobierno nacional

De cara al día de la votación, las encuestas prevén una jornada difícil para los partidos de la coalición. Los pocos sondeos realizados específicamente para las elecciones al PE predicen un resultado muy próximo al de los sondeos nacionales para los próximos comicios al Bundestag.

Las encuestas prevén que la CDU/CSU sea el mayor partido (cerca del 30%), lo que la convertiría de nuevo en una de las mayores delegaciones nacionales en el PE, si no la mayor, y en una fuerza destacada en el PPE. El segundo puesto está más disputado, con la AfD actualmente en segundo lugar, justo por encima del SPD, en torno al 16%. Esto supondría una mejora significativa para la AfD (que obtuvo un 11% en 2019), aunque algunas encuestas en 2023 la veían muy por encima del 20% y compitiendo por el primer puesto. Por su parte, el SPD ya obtuvo muy malos resultados en las elecciones de 2019 (con un 15,8%), por lo que podría incluso mejorar ligeramente sus resultados. Los Verdes son los que más pueden perder tras su resultado récord del 20,5% en 2019 y actualmente obtienen alrededor del 15% en las encuestas, mientras que el FDP podría caer por debajo del umbral simbólicamente importante del 5%. Por último, se espera que tanto el BSW como el FW establezcan un posicionamiento a nivel nacional con cerca del 6 por ciento y alrededor del 3,5 por ciento, respectivamente.

En general, la tendencia en Alemania apunta a una pérdida de apoyo de los principales partidos proeuropeos. Los antiguos partidos de la «gran coalición», a pesar del liderazgo de la CDU/CSU, tendrían combinados un resultado muy por debajo del 50%, mientras que hace solo diez años, en 2014, obtuvieron en total un 62,6%. Si se añaden los Verdes y el FDP, es decir, los partidos tradicionales de Alemania, éstos obtuvieron conjuntamente en 2014 el 76,7% de los votos y ahora se sitúan en torno al 60%. En cambio, el resultado de los partidos populistas, escépticos con la UE o contrarios a ella (en particular AfD y BSW) podría superar ampliamente el 20% por primera vez. 

Una advertencia, pero no un momento de ruptura

Estos posibles resultados marcan las expectativas sobre los efectos políticos de las elecciones europeas, sobre todo en cómo pueden repercutir en el ámbito nacional. Las previsiones, a menudo consideradas en conjunto con las próximas elecciones regionales en Sajonia, Turingia y Brandeburgo —tres estados federados del este de Alemania donde la AfD obtiene en las encuestas resultados especialmente altos— en otoño de 2024, son una señal de advertencia para los partidos en el poder. Si los resultados finales son efectivamente los de los sondeos, la CDU/CSU haría hincapié en su ambición de volver a liderar el Gobierno tras las próximas elecciones nacionales. También es probable que aumenten las fricciones dentro de la coalición en el poder, con un FDP que se vería especialmente presionado. Sin embargo, sigue siendo poco probable una ruptura prematura de la coalición.

En cuanto a la política de la Unión Europea, es probable que las repercusiones del resultado alemán sean limitadas. En el PE, es probable que la CDU/CSU mantenga su posición de liderazgo dentro del PPE, y también que el Gobierno alemán en su conjunto apoye a Ursula von der Leyen como presidenta de la Comisión si el PPE vuelve a ser el partido mayoritario. En caso de que el gobierno no apoye a von der Leyen, los Verdes pactaron el derecho a proponer al próximo comisario europeo alemán en el acuerdo de coalición. Este partido, debido a su destacada posición dentro del grupo europeo de los Verdes/ALE, se vería debilitado, mientras que el SPD puede esperar mantener una posición todavía fuerte, aunque no dominante, dentro del grupo S&D, actualmente liderado por España.

El resultado final de la AfD también enviará una importante señal política, ya que el partido se ha radicalizado incluso más que la mayoría de sus homólogos de la derecha radical dentro del grupo ID, ya que los alemanes han incluido alusiones a una salida de la UE en su programa electoral. Un resultado superior al de las encuestas, a pesar de los escándalos de espionaje, podría reforzar a sus sectores más radicales, mientras que un porcentaje inferior al esperado confirmaría la estrategia de los partidos de extrema derecha que buscan una imagen más moderada, como Rassemblement National de Le Pen. Dadas las recientes tensiones entre Le Pen y la AfD, esta última posibilidad podría incluso contribuir a una escisión o reordenación de la derecha radical en el Parlamento Europeo.

A medida que se van acercando las elecciones europeas de 2024, el debate alemán se ha caracterizado por una mayor polarización y un fuerte enfoque nacional. Al mismo tiempo, la politización de la campaña electoral en la Unión ha aumentado en comparación con 2019, a la vez que persisten los retos derivados del crecimiento de la derecha radical y la disminución del apoyo a los principales partidos proeuropeos.

Monografia CIDOB -88- 2024