Kaliningrado y la seguridad de la región del Báltico
El Euromaidan en 2013-2014 demostró las reticencias de Rusia a admitir la existencia de una Ucrania soberana, aún percibida por Moscú como parte de su esfera de influencia natural. La posterior intervención militar generó tensiones entre Rusia y los vecinos de ésta, y con Occidente. Sin embargo, algunos indicios permiten pensar que Ucrania puede no ser el único centro de problemas y que la región del Báltico sigue siendo un objetivo estratégico de las ambiciones de Moscú.
El propósito de este capítulo es explorar y abordar las principales amenazas y desafíos para la región del Báltico que se derivan de la actitud agresiva de Rusia, hacia la región en su conjunto y hacia determinados países. El óblast (región) de Kaliningrado, el enclave ruso más occidental en el Báltico, desempeña un papel y una misión primordiales en la estrategia y los objetivos del Kremlin.