Reforzar y reformar el multilateralismo: ¿Qué papel para las ciudades globales?

El 75º aniversario de las Naciones Unidas brinda la oportunidad de repensar la cooperación mundial y de ensayar fórmulas de diálogo institucional que pasen por un mayor reconocimiento de los gobiernos locales. Diálogo entre Cristina Gallach, Laia Bonet, María Fernanda Espinosa y Emilia Saiz, moderado por Pol Morillas.

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Acto online

Organizado por:

CIDOB con el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea i Cooperación

Uno de los propósitos de los debates organizados en 2020 para conmemorar los 75 años de las Naciones Unidas ha consistido en reflexionar acerca de cómo orientar la reforma de la organización en aras de una cooperación mundial más eficaz e inclusiva. El escenario mundial actual es mucho más complejo que el que existía en 1945 y es necesario adaptar la organización a los nuevos tiempos. Se ha pasado de un contexto de posguerra, donde la apuesta por el mantenimiento de la paz y la cooperación intergubernamental pasaba por el multilateralismo, a un escenario en el que la globalización ha multiplicado el abanico de actores con presencia internacional y con capacidad de incidir políticamente en las relaciones internacionales.  

Algunas voces apuntan a que el multilateralismo está en crisis, aunque situaciones como la pandemia ocasionada por el COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad de cooperar globalmente para aportar respuestas a problemas que no conocen de fronteras y que los estados nación no pueden enfrentar individualmente. Sin embargo, y aunque sea aparentemente paradójico, existe un consenso generalizado en torno a la idea de que, en un contexto de soberanías erosionadas y de poderes políticos atomizados, el multilateralismo es condición necesaria, pero no suficiente. Fórmulas de gobernanza multiactor en la escena global son indispensables para abordar de forma efectiva y sostenible los retos a los que debe hacer frente la humanidad, como la transición ecológica, las desigualdades o la soberanía digital, por citar solo algunos ejemplos. En la actual era urbana, estos desafíos tienen una clara plasmación territorial, expresándose en gran medida en las ciudades y metrópolis del planeta. De ahí que enfrentarlos de manera efectiva pase por interlocutar con los gobiernos territoriales. 

Las ciudades llevan décadas cooperando entre sí, articulándose transnacionalmente y tratando de influir en la política global. Aun así, las Naciones Unidas no siempre han reconocido su voz y, sobre todo, su naturaleza política en tanto que instituciones representativas. Durante décadas, se les ha otorgado un tratamiento equiparable al de la sociedad civil, hecho del que alertó el Informe Cardoso (A/58/817) ya en 2004, legitimando las reivindicaciones que el municipalismo internacional venía haciendo desde sus primeras expresiones. 

El 75º aniversario de las Naciones Unidas brinda la oportunidad de repensar la cooperación mundial y de ensayar fórmulas de diálogo institucional que pasen por un mayor reconocimiento de los gobiernos locales. La complejidad de los tiempos en que vivimos requiere de fórmulas complejas que permitan mejorar el funcionamiento de los marcos multilaterales, al mismo tiempo que introducir lógicas de gobernanza multiactor que posibiliten la entrada de actores, como las ciudades, sin las cuales difícilmente se podrán abordar los retos a los que debe enfrentarse la humanidad.

>> El acto se emitirá en directo a través del canal de Youtube del Ayuntamiento de Barcelona.