Un resultado incómodo

“Cuando uno mira el mapa electoral del 16 de abril constata que Turquía está dividida y que la reforma constitucional ha contribuido a polarizarla un poco más. El No se ha impuesto en las grandes ciudades y la suma de los partidos que apostaban por el sí se ha dejado diez puntos respecto a las elecciones de noviembre del 2015. No es la victoria que Erdogan estaba esperando” Eduard Soler, investigador senior de CIDOB.

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