¿Tienen alma las empresas?

Obtener beneficios no es ya el objetivo de las empresas y su única función. O no debería ser eso lo único que persiguen. Hoy ha calado la idea de que los beneficios obtenidos deben ser repartidos entre todos los denominados “stakeholders” (accionistas, clientes, proveedores, empleados...), tal y como ha destacado el presidente del Cercle d’Economia, Javier Faus, que ha participado en un debate sobre el propósito de las compañías y el nuevo contrato social con el que se cierra el ciclo de Conferencias de Economía Europea, organizadas por el Cercle d’Economia, CIDOB y EuropeG.

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