Terror global, convivencia local

“Está claro que Francia no es un objetivo cualquiera. Como en el caso del Líbano, estos atentados son mucho más que una venganza por los bombardeos franceses contra objetivos del autodenominado Estado Islámico; son, fundamentalmente, un ataque contra la cohesión social en un país con un importante número de ciudadanos de religión musulmana. Precisamente porque es un acto de provocación, nada podría satisfacer más a los responsables de esta matanza que todo acabara rompiendo la convivencia entre europeos”, Eduard Soler i Lecha, coordinador de investigación de CIDOB.

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