Rusia descarga su furia ultraconservadora contra una fiesta de famosos “casi desnudos”

Un evento exclusivo de artistas y 'celebrities' celebrado en diciembre en una discoteca de Moscú acabó con disculpas públicas y un cantante en la cárcel, en medio de una lluvia de críticas por su supuesta falta de decoro en tiempos de guerra. Carmen Claudín, investigadora sénior asociada de CIDOB, sostiene que el escándalo desatado por la fiesta se inscribe en lo que denomina la “lógica de la política de patriotismo moralizante llevada por el poder desde hace años en todos los ámbitos sociales, como la educación, la familia, el trabajo o los medios”, explica a elDiario.es. Está lógica dicta que “solo es patriota quien defiende siempre al Gobierno y sus ideas retrógradas acerca de lo que ha de ser un buen ciudadano ruso”. La guerra de Ucrania, añade Claudín, no ha hecho más que magnificar el impacto de esas imágenes en una opinión pública “moldeada por el discurso oficial, patriotero y victimista”. El círculo social atrapado actualmente en el ojo del huracán es relevante, a juicio de la investigadora: se trata de la élite cultural rusa, gente que ha preservado su estatus social y su cómodo nivel de vida “a cambio de no usar su influencia para denunciar un régimen opresor y criminal así como su agresión contra Ucrania”, opina la especialista en Rusia de CIDOB.

 

 

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