¿Qué pasa en el flanco sur?

Eduard Soler i Lecha, investigador sénior de CIDOB, analiza la relación entre la OTAN y el flanco sur del Mediterráneo: “Llevamos desde 2011 con unos altos niveles de conflicto: Libia y Siria son los dos más conocidos. Conflictos que no se han llegado a resolver nunca, como el israelí-palestino o incluso el tema del Sáhara. Y a todo esto añadimos una tensión fuerte entre países. Es decir, el escenario en el que Marruecos y Argelia están en una situación de cada vez mayor tensión, y también incluso como en el Mediterráneo Oriental vemos estas tensiones entre Turquía y algunos de sus vecinos. Con lo cual está muy claro que este Mediterráneo es un espacio en que los niveles de conflictividad están claramente por encima de las dimensiones de cooperación. Además, en una segunda corona se van acumulando las crisis humanitarias, pero también espacios que aprovechan organizaciones criminales, estoy pensando básicamente en el Sahel y los países del Cuerno de África. Y la tercera novedad es que es un espacio donde aquellos a quienes la OTAN percibe como rivales o como competidores, Rusia y China están cada vez más presentes”.

 

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