Marruecos, el rey y las réplicas del colonialismo

Eduard Soler i Lecha, investigador sénior de CIDOB, analiza la situación geopolítica en el Magreb y los antecedentes de la crisis diplomática entre España y Marruecos: “Para Estados Unidos el Magreb no es una prioridad, pero Estados Unidos tiene mucha influencia en el Magreb, incluso en la cuestión del Sáhara. Ya la tuvo en 1975, durante el periodo de la Marcha Verde y el abandono del ejército español de esos territorios en plena transición democrática. Pero el impacto más significativo de Estados Unidos en las dinámicas del conflicto fue la decisión de Donald Trump en tiempo de descuento, es decir, una vez perdidas las elecciones, de reconocer la soberanía marroquí sobre el Sáhara, al mismo tiempo que se alegraba del establecimiento de relaciones diplomáticas entre Marruecos e Israel. Eso, evidentemente, generó también una situación extraña, puesto que era una decisión de un presidente saliente y había expectativas respecto a qué haría Biden. Biden no da marcha atrás, no revoca la decisión, pero tampoco la implementa. Es decir, no ha habido ninguna acción concreta para afianzar ese reconocimiento de soberanía. Seguramente esto es menos de lo que querría Marruecos, pero mucho más de lo que querría el Polisario, Argelia y otros países”.

 

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