Larga vida al CIDOB

Hace 50 años nació en un piso del Eixample el CIDOB, una institución que refleja como pocas la imagen de una Barcelona abierta al mundo y plenamente implicada con los grandes retos de la humanidad. Surgida de la sociedad civil, esta entidad, que a finales de los años ochenta trasladó su sede al barrio del Raval, se dedica desde hace medio siglo a hacer más comprensibles las complejas relaciones entre los diversos países y sus respectivas sociedades. Su larga trayectoria y su buen hacer, así como su carácter independiente, le han valido un unánime reconocimiento que se proyecta más allá de Barcelona y de España y que lo ha convertido en uno de los think tanks mejor valorados del mundo. Una de las grandes virtudes del CIDOB es que ha sabido adaptarse a los cambios cada vez más acelerados que se dan en las sociedades actuales y demostrar en cada momento la necesidad de que sigan existiendo organismos de estas características. Por todo ello, solo cabe celebrar este aniversario y desearle una larga vida al CIDOB.