El inquilino invisible del palacio de Pedralbes

La creación de la UPM fue polémica porque inicialmente fue concebida por Sarkozy para arrastrar la política mediterránea europea al plano bilateral, más beneficioso para los franceses. Eso chocó con países como España o Italia, pero sobre todo con Alemania, que amenazó con desentenderse por completo del Mediterráneo y mirar solo al Este de Europa. “Angela Merkel ganó ese combate: le dio a Sarkozy la creación del organismo y la celebración de una cumbre, pero la Unión por el Mediterráneo se imbricó dentro de las estructuras comunitarias”, explica Eduard Soler, investigador del CIDOB.

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