Austria: un giro a la derecha como preludio de las elecciones parlamentarias de septiembre

Monografia CIDOB nº 88
Fecha de publicación: 05/2024
Autor:
Alexandra Bernhard, experta, Oesterreichische Nationalbank y Stefan Schaller, investigador asociado y gestor de proyectos, Austrian Society for European Politics
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Las próximas elecciones europeas en Austria tendrán como telón de fondo el final de cinco años de Gobierno de Conservadores y Verdes, y un visible auge de las fuerzas euroescépticas de derechas. Desde el 1 de enero de 2020, el conservador Partido Popular Austriaco (ÖVP/PPE) y Los Verdes (Die Grünen/EFA) forman un Gobierno de coalición. En términos generales, ambos partidos políticos apoyan la integración en la Unión Europea (UE), aunque mantienen puntos de vista diferentes en ámbitos específicos, tales como el asilo y la migración, la protección del clima, el transporte o la dimensión social. Aun así, ambos partidos han coincidido en condenar la guerra de Rusia contra Ucrania y han expresado su solidaridad con Kiev. Al ser Austria un país militarmente neutral, se han comprometido a proporcionar ayuda financiera y humanitaria a Ucrania. Con todo, llegar a consensos ha sido una constante batalla cuesta arriba para ambos partidos políticos, debido a sus diferencias en valores fundamentales. De hecho, mientras que los Verdes se pronuncian más en ámbitos como la taxonomía verde europea, el libre comercio —por ejemplo, el acuerdo con Mercosur­—, la energía y el clima, así como en cuestiones sociales y migratorias, los valores fundamentales del ÖVP son la cultura del esfuerzo, y la prosperidad junto con la seguridad social, además de la competitividad internacional. Asimismo, este partido hace hincapié en la defensa de la democracia, el mantenimiento de la seguridad interior y exterior, la existencia de unas fuerzas armadas fiables, la protección contra la delincuencia y una inmigración legal y controlada.

Sin embargo, el ÖVP se opuso al objetivo de poner fin a los coches con motor de combustión interna a partir de 2035, defendiendo la neutralidad tecnológica. En cuanto a la ampliación de Schengen a Rumanía y Bulgaria, los conservadores insistieron en el veto de Austria por considerar que había movimientos ilegales de inmigrantes y falta de control fronterizo. Tras meses de presión europea sobre el ÖVP, el Gobierno aceptó finalmente poner fin, a partir del 31 de marzo de 2024, a los controles de ciudadanos rumanos y búlgaros en las fronteras interiores aéreas y marítimas de la Unión («Schengen Air»). Por otro lado, este partido no apoya la abolición de la unanimidad en la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, aunque esta medida forme parte del programa electoral del Partido Popular Europeo (PPE) y el acuerdo de coalición austriaco mencione la necesidad de impulsar la ampliación de la mayoría cualificada, por ejemplo, en política exterior.

En la escena europea, el ÖVP no siempre sigue las posturas de su familia comunitaria, el PPE. Al mismo tiempo, Othmar Karas, uno de los eurodiputados del ÖVP más consolidados y vicepresidente primero del Parlamento Europeo, no siempre se atiene a la línea de su propio partido en las decisiones de voto. Debido a estas diferencias cada vez mayores, Karas anunció en octubre de 2023 que ya no se presentaría como candidato para el nuevo Parlamento Europeo.

A diferencia del ÖVP, los Verdes austriacos siguen en gran medida la línea de su familia de partidos europeos.

Percepción de la opinión pública austriaca

Como muestra la encuesta de primavera del Eurobarómetro del Parlamento Europeo, los ciudadanos de la Unión consideran que los temas de debate más importantes de cara a estas elecciones son el futuro de Europa, la migración y el asilo, la lucha contra el cambio climático, el apoyo a la economía y la creación de nuevos puestos de trabajo, así como la lucha contra la pobreza y la exclusión social1.

En Austria, la confianza en la política nacional se ha erosionado en los últimos años. A ello han contribuido diversos escándalos de corrupción. Además, existe un alto grado de frustración con la labor del Gobierno en relación a la elevada inflación y el aumento del coste de la vida, las secuelas de la pandemia de COVID-19, la sostenibilidad del sistema social y la financiación de la asistencia sanitaria, y la migración.

La percepción pública de que estos problemas no se están abordando adecuadamente beneficia a la oposición y en particular al Partido de la Libertad (FPÖ/ID) —formación escéptica/contraria a la UE y de derecha radical—, que lidera constantemente las encuestas tanto para las elecciones europeas como para las nacionales.

Estos retos y los próximos comicios nacionales de otoño dominan la actual batalla electoral europea. En el debate interno austriaco, la UE se ha presentado a menudo como chivo expiatorio y antagonista, mientras se obvian la dimensión transnacional y e valor añadido de la Unión. 

En el caso de los medios de comunicación austriacos, fuera de los periodos electorales es raro encontrar una amplia cobertura de los temas europeos y de las decisiones tomadas en la escena comunitaria. Además, los medios sensacionalistas, que desempeñan un papel importante en la esfera pública, tienden a adoptar una postura marcadamente euroescéptica. Es muy probable que las elecciones europeas —consideradas durante largo tiempo un elecciones de segundo orden— aumenten  la cobertura informativa. Cabe esperar un elevado número de debates televisivos de los principales candidatos —tanto por parte de la radiotelevisión pública austriaca ORF como de sus competidores privados— o suplementos especiales temáticos en los diarios de referencia.

Los partidos y sus campañas electorales

Desde principios de abril, los partidos políticos han ido desplegando poco a poco sus campañas para las elecciones europeas y han empezado con la promoción de sus principales candidatos. Además de las cinco formaciones con representación tanto en el Parlamento austriaco como en el Europeo, otras dos listas consiguieron reunir suficientes firmas para presentarse a las urnas.

En sus campañas electorales, los partidos se están centrando en los siguientes temas:

El ÖVP/PPE, con su principal candidato, Reinhard Lopatka, pide «más Europa» en términos de mercado interior. Al mismo tiempo, el partido reclama «una Europa mejor» en la lucha contra la inmigración ilegal, con una protección de los límites territoriales más firme que incluya procedimientos de asilo exclusivamente en las fronteras exteriores o en terceros países; asimismo, esta formación política se opone al exceso de regulación y apoya una mayor subsidiariedad. Aunque estos temas son tratados de forma similar por el FPÖ, el ÖVP se esfuerza en mostrar que su postura es constructiva y proeuropea. Los conservadores también reclaman más fondos para «reforzar la seguridad y la capacidad de defensa» y un «presupuesto ajustado», y apoyan la ampliación de la UE y la solidaridad con Ucrania.

Los socialdemócratas (SPÖ/S&D), con su principal candidato, Andreas Schieder, apuestan por una Europa social y justa y advierten de un inminente giro a la derecha. Las áreas centrales de su campaña incluyen la seguridad social, los acuerdos de libre comercio —sólo cuando se cumplan unos estándares sociales y medioambientales elevados—, la creación de canales seguros y legales para la migración, las iniciativas contra el poder desproporcionado de las empresas multinacionales, la ley sobre las cadenas de suministro, una mayor atención a las cuestiones y la cohesión social, una fiscalidad justa, así como el apoyo al Pacto Verde y la solidaridad con Ucrania. Schieder, candidato principal del SPÖ, aboga por un acuerdo «Europa primero» en lugar de «Made in China» para impulsar la reindustrialización de Europa, incluyendo también medidas proteccionistas. En sus vallas publicitarias, el SPÖ promueve «la paz y la libertad». 

El FPÖ/ID, con Harald Vilimsky a la cabeza, está a favor de una reducción drástica del tamaño de la UE, de la interrupción del «proceso de centralización» y de su reversión mediante la devolución de competencias a los estados miembros. Además, este partido considera que la democracia directa debe primar sobre la legislación comunitaria, que es necesario luchar más eficazmente contra la inmigración ilegal y los abusos en materia de asilo, y se opone a las sanciones contra Rusia. La primera serie de vallas publicitarias del FPÖ se realizó en blanco y negro con el lema «Paremos la locura de la UE» y mostraba a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, abrazados. La campaña también usa imágenes y palabras clave como: «crisis del asilo», «belicismo», «Corona-caos» y «ecocomunismo». Resulta interesante que en esta primera parte de la campaña el candidato principal, Vilimsky, no aparecía en los carteles, mientras que en la segunda fase se le ha presentado con el lema «Patriótico, ¿algo más?», acompañado de las palabras clave «libre, seguro, neutral». 

Los Verdes/Verdes-ALE, con una mujer joven como candidata principal, Lena Schilling, defienden la lucha contra el cambio climático, la solidaridad con Ucrania, una Europa más democrática, la oposición al extremismo de derechas y la promoción del feminismo. Además, su campaña incluye los derechos de participación de los jóvenes, la tolerancia cero con la corrupción, la aplicación de la limitación del precio de los billetes de tren a un máximo de 10 céntimos por kilómetro, el liderazgo mundial de la UE en tecnología verde y una medicina asequible en toda Europa. Schilling procede del activismo climático y ha anunciado su intención de afiliarse a los Verdes como miembro del partido. En las vallas publicitarias, Schilling aparece en primer plano con los lemas «Más corazón que odio», «El clima necesita corazón» y «Europa necesita corazón». Durante la campaña electoral, se ha enfrentado a acusaciones que cuestionaban su credibilidad y que ensombrecen las perspectivas electorales de los Verdes.

El programa electoral del partido liberal NEOS/Renew Europe, con su principal candidato Helmut Brandstätter, incluye la creación de unos Estados Unidos de Europa —con una política exterior, de seguridad y defensa común y un ejército de la UE—, la solidaridad con Ucrania, la abolición del principio de unanimidad, la desregulación del mercado interno y el fortalecimiento de las industrias comunitarias. Asimismo, propone la reforma del sistema de asilo y el establecimiento de normas claras para el debido proceso y una acogida humanitaria, la ampliación de la Unión y el derecho europeo a la educación como quinta libertad fundamental en su territorio. En la primera serie de vallas electorales de su campaña, NEOS decidió no incluir al candidato principal, sino plantear preguntas tales como: «¿Qué protege contra Trump?» y «¿Qué detiene a Putin?», con los rostros de los dos políticos mencionados en primer plano.

Es destacable que todos los partidos se han abstenido de exhibir el logotipo de su respectiva familia europea en su material promocional.

En cuanto a las dos formaciones que aún no tienen representación en los Parlamentos austriaco y europeo, tendrán que luchar con fuerza para superar el umbral del 4% necesario para tener representación en la escena europea en los próximos cinco años:

El Partido Comunista-KPÖ presenta a Günther Hopfgartner a las próximas elecciones europeas. En los anteriores comicios europeos, el KPÖ no consiguió un escaño en el Parlamento Europeo con el 0,65% de los votos, pero esta vez las perspectivas podrían ser mucho mejores. Según el KPÖ, el Parlamento Europeo necesita una fuerza en la que se pudiera confiar para defender la vivienda y las cuestiones sociales, la neutralidad y la paz. A este respecto, cabe señalar también que el austriaco Walter Baier será el principal candidato de la Izquierda Europea en las elecciones al PE. Sin embargo, este hecho no desempeña (todavía) ningún papel en el actual debate electoral ni en la propia campaña del KPÖ.

La entrada de la más o menos desconocida lista DNA (Demócrata-Neutral-Auténtica), encabezada por Maria Hubmer-Mogg, en la batalla electoral al PE ha sido una sorpresa. El partido se opone a las antiguas medidas COVID-19 exigiendo una «investigación independiente sobre la política de COVID-19» y pide que se rechace el tratado sobre pandemias previsto por la OMS. La lista DNA exige el «fin inmediato de las sanciones contra Rusia» y el inicio de negociaciones de paz, y quiere el «fin de la corrupción en la UE». Si DNA consiguiera superar el umbral para obtener un escaño en el próximo Parlamento de la UE, no está claro a qué partido europeo se uniría. 

Probables resultados de las elecciones al Parlamento Europeo en Austria

Según sondeos recientes (22-24 de abril de 2024), el FPÖ ganaría significativamente con un 27% de los votos (un incremento de 9,8 puntos respecto al resultado de 2019). Los otros partidos ganadores serían el NEOS con un 13% (+4,6) y el KPÖ con un 3% (+2,2). Entre los que sufrirían pérdidas estarían principalmente el ÖVP con un 20% previsto (-14,6), y los Verdes: 12% (-2,1), mientras que los socialdemócratas se mantendrían estables con un 24%2.

La novedad más relevante es que el partido euroescéptico FPÖ podría motivar a sus votantes para acudir a las urnas y llegar a ganar por primera vez en la historia las elecciones europeas en Austria. Ante el descontento de los ciudadanos, los partidos más pequeños también ganan terreno. Sin embargo, todavía existe la duda de la movilización real de los simpatizantes de cada partido y hace falta comprobar que, efectivamente, los sondeos de opinión se traduzcan en resultados electorales reales.

En cualquier caso, es poco probable que las elecciones europeas cambien el planteamiento general de Austria sobre la integración comunitaria. Aunque el FPÖ logre avances considerables, la gran mayoría de los eurodiputados austriacos seguirán perteneciendo a partidos favorables a la UE. No obstante, el auge de los euroescépticos austriacos exacerbaría aún más el ya muy polarizado y emocional debate interno sobre la Unión Europea y fomentaría una tendencia de voto para las elecciones parlamentarias nacionales de septiembre de 2024 que podría conducir a un Gobierno con una postura más reticente hacia la integración europea.

Notas:1- Fuente: Eurobarómetro del Parlamento Europeo – Primavera 2024 – Un año antes de las elecciones europeas (European Parliament Eurobarometer – Spring 2024 – One year before the European Elections).

2- https://www.derstandard.at/story/3000000218668/umfrage-zeigt-grosse-skepsis-ueber-zukunft-der-eu

Monografia CIDOB -88- 2024