Zuzana Caputová

Zuzana Caputová, una abogada y activista socio-jurídica neófita en política, salió elegida el 30 de marzo de 2019 presidenta de la República Eslovaca con un plantel de intenciones para "recobrar la confianza de los ciudadanos en la vida pública", la cual, manifiesta, debe regirse por el "humanismo, la solidaridad y la verdad". Candidata de un pequeño partido extraparlamentario y proeuropeo orientado al centro social liberal, Eslovaquia Progresista (PS), Caputová derrotó con autoridad a su contrincante respaldado por el partido socialdemócrata (Smer-SD) actualmente en el Gobierno, el comisario europeo Maros Sefcovic. Ella insiste en el rechazo a la corrupción y el populismo, y en la defensa de tres áreas de actuación concretas: la justicia independiente y equitativa que requiere todo Estado de derecho, la protección del medio natural y la atención de las personas mayores. El 15 de junio esta valedora de causas ambientalistas y una sociedad civil fuerte sucederá a Andrej Kiska —mandatario que a pesar de sus altos niveles de aprobación renunció a optar a la reelección por otros cinco años— en una jefatura estatal a la que la Constitución reserva algunas pequeñas áreas de competencia, no tratándose de un cargo estrictamente ceremonial. Desde su independencia nacional en 1993, Eslovaquia no había tenido una presidenta, aunque sí una primera ministra, la democristiana Iveta Radicová, entre 2010 y 2012. 

(Texto actualizado hasta abril 2019)

1. Trayectoria de activista social y jurídica
2. La primera presidenta de la República Eslovaca


1. Trayectoria de activista social y jurídica

Zuzana Caputová, apellidada de soltera Strapáková, tenía 19 años cuando al iniciarse 1993 la República Eslovaca se convirtió en Estado soberano independiente en virtud de la disolución, pactada con la República Checa, de la anterior Checoslovaquia. La joven, nacida en Bratislava pero criada en una población cercana, Pezinok, cursó la carrera de Derecho en la Universidad Comenius de la capital, por la que se licenció en 1996. A continuación, hasta 1999, realizó sendos cursos de posgrado en las áreas de Administración y Mediación.

Ya desde su primer año en la Universidad, en 1991, Caputová ejerció profesionalmente en la rama jurídica. Hasta 1998 fue asistenta legal en el Ayuntamiento de Pezinok y posteriormente gestionó proyectos para una asociación de allí, EQ Klub, dedicada al desarrollo de comunidades locales. También, se vinculó al capítulo europeo de las Open Society Foundations (OSF) del magnate y filántropo estadounidense George Soros, para el que documentó aspectos del problema del abuso y la explotación infantil. En 2001 contrató con VIA IURIS, una ONG enfocada en la despolitización e independencia de las instancias judiciales, la exigencia de transparencia y rendición de cuentas a las administraciones públicas, la promoción del acceso de los ciudadanos a la información y la gobernabilidad participativa, y, en suma, el fortalecimiento del imperio de la ley y la sociedad civil en Eslovaquia.

Durante 16 años, Caputová desplegó un activismo social y legalista en VIA IURIS, en calidad de abogada colegiada desde 2010. Además, desarrolló una vertiente ambientalista que halló expresión en la planificación de campañas de Greenpeace y particularmente en su terruño, Pezinok, famoso por sus vinos, donde se erigió en campeona de una causa vecinal. A lo largo de más de una década, Caputová adquirió notoriedad por oponerse a la instalación dentro de los límites urbanos de Pezinok de un vertedero que se añadiría a un anterior basurero municipal, ya señalado por provocar graves problemas de salud a los lugareños, y que, tal como estaba concebido, contaminaría irremisiblemente el suelo, el aire y las aguas de la población.

La campaña popular movilizada por la abogada ganó en 2013 la batalla legal en el Tribunal Supremo de Eslovaquia, el cual, evocando un veredicto del Tribunal de Justicia de la UE, dictaminó que el segundo basurero de Pezinok violaba la normativa medioambiental y no podía obtener permiso, y ordenó de paso la clausura del vertedero viejo. Tres años después, Caputová vio reconocida su lucha local en Pezinok por la Goldman Environmental Foundation de San Francisco, que le otorgó su galardón internacional Goldman Environmental Prize.

Este logro empujó a la experta legal a implicarse en otras causas ciudadanas relacionadas con la polución ambiental, las industrias contaminantes y el repudio a unas normativas laxas, enmarcada en oscuros compadreos entre políticos y empresarios, que facilitaban los proyectos de construcción abusivos y contra el bienestar de los ciudadanos. Asimismo, en nombre de VIA IURIS, Caputová litigó ante el Estado para conseguir la derogación de las llamadas amnistías de Vladímir Meciar, una serie de perdones a personas acusadas de graves hechos delictivos, concedidos en 1998 por el polémico primer ministro de la época en su condición de presidente de la República en funciones. Por otra parte, en 2017 la organización Environmental Law Alliance Worldwide (ELAW) de Eugene, Oregón, Estados Unidos, otorgó a la activista eslovaca una beca de estadía para adquirir conocimientos e intercambiar experiencias en los terrenos de la protección del medio ambiente y la sostenibilidad.

También en 2017, en noviembre, Caputová dio el paso de ingresar en política como uno de los fundadores de Eslovaquia Progresista (PS), modesto partido de centro con un ideario de corte social liberal, ambientalista y proeuropeo, que por el momento tenía condición de fuerza extraparlamentaria. En el congreso fundacional de PS, en enero de 2018, Caputová fue elegida para uno de los puestos de vicepresidente, en una dirección orgánica encabezada por el empresario e inversor Ivan Stefunko.


2. La primera presidenta de la República Eslovaca

El 29 de mayo de 2018 Caputová anunció su aspiración de candidatear a la Presidencia de la República en las elecciones que tocaban en 2019. A las mismas, lo acababa de anunciar, no se presentaría, renunciando así a sus posibilidades de reelección no obstante gozar de unos altos niveles de aceptación y popularidad, el titular instalado en 2014, el independiente Andrej Kiska, del que Caputová tenía una inmejorable opinión. La abogada explicó que ella daba este paso impulsada por su experiencia como activista, campo en el que había encontrado mucha "injusticia y arrogancia del poder". A su entender, en Eslovaquia la justicia se impartía "selectivamente y tarde", existía un grave problema con el cumplimiento de las leyes y podía hablarse con toda propiedad de "grupos de población olvidados". También, opinaba, era hora de que en el país centroeuropeo se terminara la "pura representación masculina en las altas posiciones del poder público", y que la llegada de una mujer a la jefatura del Estado gracias al voto directo de los ciudadanos sería la mejor manera de compensar ese déficit de "elemento femenino".

La elección presidencial quedó fijada para el 16 de marzo de 2019, con una eventual segunda vuelta el 30 de marzo si ningún candidato alcanzaba la mitad más uno de los votos. Caputová se presentaba en nombre de su novísimo partido y, por el momento, sin el apoyo adicional de otras formaciones. Su estilo y su discurso, frescos y renovadores, no tardaron en catapultarla en los sondeos, anulando el hándicap que de partida podían suponer sus nulas tablas políticas y su limitado conocimiento por el público.

La postulante de PS presentó un programa de intenciones fundado en tres pilares: la reclamación de una justicia equitativa "para todos", no solo "en beneficio de los poderosos", tal que ella, como presidenta, ejercería "la máxima presión" para que hubiera "cambios inmediatos" en la Policía, la Fiscalía y el Poder Judicial en aras de un funcionamiento auténticamente independiente, profesional e imparcial de estas instituciones; un estado de "dignidad" para los ancianos, colectivo al que Eslovaquia estaba tratando de manera negligente por el déficit de instalaciones adecuadas para la tercera edad y de personal especializado en cuidados geriátricos y bien remunerado; y la protección del medio ambiente, esencial en un país que debía buena parte de su riqueza a su medio natural, al que urgía preservar de las actividades económicas contaminantes, los residuos incontrolados y las operaciones empresariales privadas deliberadamente destructivas de bosques y otros entornos valiosos.

Caputová se ofrecía a los eslovacos para, desde la Presidencia de la República, "devolver la confianza a la vida pública" y "restablecer el significado de los valores que nos unen a todos en una Europa democrática". "En nombre de estos valores", decía en su manifiesto, "utilizaré mis poderes constitucionales. Cuando el presidente no tenga competencias, daré ejemplo. Cuando no pueda liderar con el ejemplo, señalaré la iniquidad". En sus carteles electorales, la candidata se mostraba con la frase "Enfréntate al mal, juntos podemos lograrlo".

Caputová podía considerarse una candidata presidencial en la oposición al Gobierno de coalición tripartito mandado por el partido Dirección-Social Democracia (Smer-SD), una agrupación de izquierda nacionalista y permeable al populismo, muy hostil a la noción de la sociedad multicultural, la inmigración no europea y los refugiados musulmanes. Su líder, Robert Fico, había tenido que dimitir como primer ministro en marzo de 2018, tras seis años de ejercicio, bajo la presión de la indignación popular por el asesinato en sospechosas circunstancias del periodista de investigación Ján Kuciak y de su pareja. Caputová había participado en las protestas antigubernamentales desatadas por el crimen de Kuciak, que parecía tener un trasfondo mafioso, y ahora seguía descontenta con el sucesor de Fico en la jefatura del Gobierno, Peter Pellegrini.

El más potente de los rivales electorales de Caputová era Maros Sefcovic, diplomático de carrera con amplia experiencia en Bruselas y desde 2014 vicepresidente de la Comisión Europea para la Unión de la Energía. Políticamente era independiente, aunque estaba en la onda ideológica del Smer, que le respaldaba plenamente. Sefcovic, católico practicante y defensor de los "valores cristianos tradicionales", polemizó con Caputová en el terreno moral y social, donde sus puntos de vista eran mucho más conservadores. Así, reprochó a Caputová, tachada por ello de "ultraliberal", que se identificara con las reclamaciones de la comunidad LGBT eslovaca, sobre la autorización en el país de las uniones civiles y las adopciones por parejas del mismo sexo.

A menos de un mes de las elecciones, el 26 de febrero, Caputová recibió un importante impulso al apearse de la contienda el candidato del partido liberal-conservador Libertad y Solidaridad (SaS), Robert Mistrík. SaS, con una veintena de diputados, era la principal fuerza de oposición al Gobierno del Smer y ahora pidió el voto para la abanderada de PS. El 16 de marzo las encuestas no erraron y Caputová se adelantó a sus 14 contrincantes, de los que más de la mitad eran independientes, con un contundente pero no resolutivo 40,6% de los votos. Su principal perseguidor y ahora adversario para la segunda vuelta, Sefcovic, solo recogió el 18,7%. Al conocer los resultados de la primera vuelta, Caputová, que poco después se desprendió de la vicepresidencia de su partido y anunció la suspensión de militancia en el mismo, explicó que la elección era "producto del descontento, y hasta de la frustración, ante el estado de la justicia en el país, un tema que yo considero muy importante".

En el balotaje del 30 de marzo, sin ninguna sorpresa, la opositora se llevó la Presidencia con el 58,4% de los sufragios. "Estoy feliz no solo por el resultado, sino principalmente porque es posible no sucumbir al populismo, decir la verdad y suscitar el interés sin un vocabulario agresivo", manifestó la presidenta electa, a la que salieron a felicitar el mandatario al que tomaría el relevo el 15 de junio ("muchos países nos envidian por haber elegido un a presidente que simboliza valores en política como la decencia, apuntó por su parte Kiska) y de paso el derrotado en las urnas, Sefcovic, quien se felicitó porque hubiera coincidencia en la fidelidad al europeísmo.

Zuzana Caputová debe su apellido legal a su primer marido, Ivan Caputa, del que está divorciada y con quien tuvo dos hijos. Actualmente forma pareja de hecho con el escritor, músico y fotógrafo Peter Konecný.

(Cobertura informativa hasta 15/4/2019)