Taavi Rõivas
Primer ministro (2014-2016)
El, con 34 años, más joven jefe de Gobierno de la UE en el momento de su elección, marzo de 2014, completó el bachillerato en la Escuela Secundaria de Ciencias de Tallinn (Tallinna Reaalkool) en 1997, el año en que el Consejo Europeo aprobó la candidatura de Estonia al ingreso en la UE. En el momento del acceso efectivo de la República de Estonia a la independencia, en septiembre de 1991, cuando la misma fue reconocida por la moribunda URSS y por la ONU, Rõivas era un niño de 11 años. Posteriormente recibió formación superior en la Facultad de Economía y Administración de Empresas de la Universidad de Tartu, por la que se diplomó en 2002.
El joven apenas ejerció en el sector privado y desde el principio su carrera profesional discurrió casi íntegramente en el servicio del Gobierno nacional merced a su militancia en el Partido de la Reforma Estonio (Reformierakond), formación del centro-derecha liberal fundada en 1994 por el ex ministro de Exteriores Siim Kallas. Rõivas se afilió al Reformierakond en 1998, en su primer año en la Universidad, cuando el partido se encontraba en la oposición parlamentaria al Gobierno centroizquierdista de Mart Siimann. Tras las elecciones generales de marzo de 1999, que desplazaron a los reformistas de la segunda a la tercera posición, el partido de Rõivas regresó al Ejecutivo como socio de un Gabinete tripartito encabezado por el nacionalista conservador Mart Laar, de la Unión Pro Patria (Isamaaliit). Mientras que su jefe partidario, Kallas, se convertía en ministro de Finanzas, Rõivas debutó en las actividades gubernamentales como asesor del ministro de Justicia Märt Rask, colega del partido.
Este cometido le duró a Rõivas hasta la caída del Gobierno Laar en enero de 2002 debido a unas intrigas de Kallas en contra del primer ministro. Aunque entonces Kallas alcanzó la jefatura del Gobierno en coalición con el Partido del Centro (Keskerakond) de Edgar Savisaar, el universitario, a unos meses de terminar sus estudios económicos y empresariales, se ausentó del trabajo político durante unos meses. Rõivas reanudó las labores consultoras ministeriales después de las elecciones de marzo de 2003, que confirmaron al Reformierakond como la tercera fuerza del Riigikogu o Parlamento. Estos comicios alumbraron en abril un Gobierno de coalición tripartito encabezado por Juhan Parts, de la conservadora Unión por la República-Res Pública (ResP), y donde los reformistas obtuvieron algunas carteras; una de ellas, la de Asuntos de Población, fue para Paul-Eerik Rummo, quien puso a Rõivas a su servicio como asesor.
En 2004 el joven abrió otro paréntesis en el servicio de Gobierno para ejercer, con tan sólo 25 años, como vanemana, o anciano (título tradicional para referirse a este cargo de edil), de Haabersti, un distrito municipal del oeste de Tallinn con 37.000 habitantes censados. 2005 fue un año decisivo en la carrera política, extraordinariamente precoz, de Rõivas. Primero, en abril, el veinteañero fue reclutado como asesor personal por el nuevo primer ministro y sucesor de Kallas (ahora, comisario europeo) en el mando del Reformierakond, Andrus Ansip, quien tomó el relevo a Parts apoyado en el Keskerakond de Savisaar y en otro partido miembro del Ejecutivo saliente, la Unión Popular Estonia (ERL) de Villu Reiljan. Meses después, en octubre, el consejero gubernamental se hizo con un puesto de concejal en el Ayuntamiento de Tallinn.
Aupado a la condición de hombre de confianza de Ansip, en las elecciones legislativas del 4 de marzo de 2007 Rõivas añadió a su currículum el mandato de diputado del Riigikogu. Con 31 escaños, 12 más que en la anterior legislatura, las votaciones dieron la victoria a su agrupación, permitiendo a Ansip alinear un segundo Gabinete de coalición enteramente renovado que esta vez incorporó como socios a la Unión Pro Patria y Res Publica (IRL, fusión de la Isamaaliit y el ResP) comandada por Laar y el Partido Social Demócrata (SDE) de Ivari Padar.
En su primer período como legislador, Rõivas se mantuvo ausente de las funciones del Ejecutivo y permaneció concentrado en las tareas parlamentarias. En el Riigikogu fue miembro del Comité de Asuntos Sociales y presidente del Comité de Finanzas. En las elecciones del 6 de marzo de 2011, vueltas a ganar por el Reformierakond, y con ganancia de dos escaños, en plena recuperación de la catástrofe económica (contracción del PIB del 18%, cuadruplicación de la tasa de paro) y financiera sufrida por la pequeña república báltica en el bienio 2008-2009, el diputado, con 31 años, renovó su mandato por otros cuatro años. Rõivas, elegido presidente del Comité de Asuntos de la UE del Riigikogu, estuvo de vuelta en los despachos del Gobierno, esta vez como miembro del Gabinete, el 11 de diciembre de 2012. En es fecha su protector, Ansip, le confió la cartera ministerial de Asuntos Sociales, departamento en el que tomó el relevo a Hanno Pevkur.
Apenas tuvo Rõivas tiempo de atesorar experiencia ministerial, pues el encumbramiento en la política nacional le llegó inesperadamente a comienzos de 2014 como resultado de una jugada política que no le salió a Ansip como había planeado. El 23 de febrero de 2014, al poco de convertirse en el primer ministro más antiguo de Europa tras la despedida en diciembre del luxemburgués Jean-Claude Juncker, el dirigente estonio anunció que había llegado el momento de hacer honor a una promesa hecha en 2012 y que el 4 de marzo presentaría la dimisión al presidente de la República, Toomas Hendrik Ilves.
En su anuncio a la nación, el gobernante explicó que su marcha no obedecía a "presión" alguna y que era voluntaria, pues deseaba poner fin a este capítulo de su carrera política, en el curso del cual Estonia había superado la recesión y el desbarajuste financiero aplicando duras recetas de austeridad, así como ingresado (el 1 de enero de 2011) en la Eurozona, y entregar las riendas a un sucesor con suficiente antelación de cara a las elecciones generales de 2015. Las encuestas del momento, que tomaban lectura de la considerable desmejora de la recuperación económica (las tasas intertrimestrales del primer semestre de 2013 habían sido negativas y ahora mismo el PIB apenas conseguía despegar del crecimiento cero), no eran especialmente favorecedoras para el Reformierakond.
El 4 de marzo Ansip, tal como había anunciado, transmitió su renuncia a Ilves. Entonces, todo el mundo dio por sentado que el presidente nombraría como reemplazo a Siim Kallas, el vicepresidente de la Comisión Europea y comisario europeo de Transporte. En efecto, el Reformierakond designó de manera informal a su líder fundador y Kallas emprendió unas negociaciones no oficiales con el SDE de Sven Mikser, que se había retirado del segundo Gobierno Ansip en mayo de 2009, con vistas a la formación de un Gabinete bipartito del que quedaría excluida la IRL, cuyo líder era el actual ministro de Defensa, Urmas Reinsalu. La fórmula RE-SDE descansaría en una débil mayoría absoluta de 52 escaños, cuatro menos que el binomio RE-IRL, en un Riigikogu de 101 miembros.
Todo parecía encarrilado en aquella dirección, pero el 12 de marzo, de manera totalmente inopinada, Kallas anunció que cancelaba su candidatura oficiosa a primer ministro aduciendo intromisiones inaceptables de los medios de comunicación en sus conversaciones para formar gobierno. El comisario europeo se refería fundamentalmente a ciertos cuestionamientos a su labor como presidente del Banco de Estonia en los primeros años de la independencia. La jornada no terminó sin otra sorpresa de envergadura: la designación por el Reformierakond como candidato alternativo a jefe de Gobierno del joven ministro de Asuntos Sociales. La dirección de los reformistas, cuyo presidente seguía siendo Ansip, se decantó por Rõivas en votación interna en lugar de su colega del Gabinete Hanno Pevkur, ministro de Justicia y con un recorrido político no mucho más extenso, pues era casi de su misma edad. Un tercer candidato barajado por el partido, Urve Tiidus, la ministra de Cultura y periodista veterana, se autoexcluyó de la votación.
El 14 de marzo Ilves nombró oficialmente a Rõivas, quien retomando las negociaciones que Kallas había dejado en una fase avanzada tuvo listo en pocos días el acuerdo con el SDE, el cual fue firmado el 20 de marzo. Cuatro días después, el Riigikogu emitió su preceptiva aprobación a la mudanza en ciernes por 55 votos contra 36. El 26 de marzo, finalmente, prestó juramento y tomó posesión el Gobierno Rõivas. De los 13 ministerios, los reformistas asumieron siete puestos, entre ellos los de Asuntos Exteriores y Finanzas, retenidos respectivamente por Urmas Paet y Jürgen Ligi, así como el de Interior, para Hanno Pevkur. El líder de los socialdemócratas, Sven Mikser, recibió el Ministerio de Defensa.
El flamante jefe de Gobierno presentó un programa esencialmente continuista que partía del compromiso primordial con la elaboración de unos presupuestos sin déficit y el balance fiscal equilibrado, meta prácticamente alcanzada por Ansip en los ejercicios de 2012 y 2013, cuando el déficit público fue del 0,2%. Así, Rõivas anunció un refuerzo del gasto nacional en defensa, equivalente a un 2% del PIB, y la aceleración de las inversiones para reforzar la seguridad energética, buscando una mayor eficiencia y diversificación de la producción nacional de electricidad y las importaciones de hidrocarburos. Implícitamente, el primer ministro se hacía eco de la inquietud que, agudizada por la actual crisis de Ucrania, suscitaba la masiva dependencia de Rusia en los suministros de gas, comprados en su totalidad al país vecino.
Rõivas reconoció asimismo que los salarios y las pensiones eran demasiado bajos en Estonia, aunque estimó que la vuelta del crecimiento económico –en extremo frágil, en realidad- y el fuerte descenso del desempleo -inferior al 9%, frente al 19% alcanzado en la primavera de 2010- daban un buen margen para acometer varias ambiciosas medidas de alivio social: una reducción de las cotizaciones laborales, la bajada del mínimo exento en la declaración de la renta, aumentos sustanciales de las ayudas del Estado a las familias con hijos y la subida de las pensiones por jubilación a partir de 2015. Otra reforma abordada por el anterior Gobierno y que se sustanciaría ahora sería la del Gobierno abierto y la transparencia de la Administración. El 6 de abril Rõivas sucedió a Ansip también como presidente de los reformistas estonios.
Taavi Rõivas, al que la prensa de su país retrata como un político muy seguro de sí mismo con una personalidad de rasgos dinámicos e impetuosos, está casado con la cantante de pop Luisa Värk; la pareja tiene una hija. El primer ministro, además de su estonio vernáculo, habla inglés, ruso y finlandés.
(Cobertura informativa hasta 1/5/2014)