Stanislav Gross

En julio de 2004, al poco de ingresar el país en la UE, la dimisión en la República Checa de Vladimír Spidla catapultó al liderazgo del gobernante Partido Social Demócrata (CSSD) y a la jefatura del Gobierno al hasta entonces ministro del Interior, Stanislav Gross, quien con 34 años se convirtió en el más joven jefe de Ejecutivo de la Unión Europea. Apoyado en una precaria coalición con cristianodemócratas y liberales, Gross se propuso terminar la legislatura, que vencía en 2006, cumpliendo los objetivos de reformar el sistema de pensiones, reducir el paro y podar el desaforado déficit público para poder acceder a la Eurozona. Un estadista precoz que, sin embargo, vio malparada su carrera política a los pocos meses de subir al poder al ser incapaz de explicar cómo había podido costearse un lujoso apartamento en Praga. El escándalo precipitó su dimisión en abril de 2005, primero como primer ministro y luego como jefe del CSSD, tras lo cual abandonó la política y reanudó su actividad en el sector privado. En 2015 Gross falleció prematuramente, con 45 años, a consecuencia de una enfermedad neurológica, la esclerosis.

(Texto actualizado hasta abril 2015)

1. Un inusitadamente joven diputado socialdemócrata
2. Ministro del Gobierno checo a las órdenes de Zeman y Spidla
3. Escándalo económico y dimisión como primer ministro


1. Un inusitadamente joven diputado socialdemócrata

Stanislav Gross recibió en su Praga natal la educación escolar y luego la formación profesional en la especialidad de tracción eléctrica antes de ponerse a trabajar de maquinista en una estación metropolitana de tren, en la plantilla de la compañía estatal de ferrocarriles Ceské dráhy. Su inicio en la política se remonta a los epígonos de la Revolución de Terciopelo de noviembre y diciembre de 1989, cuando el movimiento popular en favor de la democracia en Checoslovaquia tumbó al régimen comunista reinante desde hacía cuatro décadas y condujo al poder a los grupos cívicos y fuerzas políticas de la oposición.

Gross se afilió entonces al renacido Partido Social Demócrata Checoslovaco (CSSD), histórica formación de izquierda que en 1948 había sido obligada a fusionarse con el Partido Comunista y que ahora, con Jirí Horák de presidente, recobró su independencia orgánica e ideológica. En 1990, el año en que tuvieron lugar las primeras elecciones libres y fue refundada la federación checoslovaca, Gross se convirtió en secretario central –luego, presidente- de las Juventudes Social Demócratas y de paso entró a formar parte del Comité Ejecutivo Central del CSSD, renombrado como Partido Social Demócrata Checo. Aún no había cumplido los 21 años, pero se disponía a efectuar uno de los saltos más espectaculares a la alta política representativa de los observados en un país europeo desde entonces.

En las elecciones al Consejo Nacional checo del 5 y el 6 de junio de 1992, que dieron la victoria a la alianza derechista formada por los partidos Cívico Democrático (ODS), conducido por el ultraliberal Václav Klaus, y Cristiano Demócrata (KDS), Gross se hizo con el escaño de diputado, mandato que prolongó automáticamente desde el 1 de enero de 1993, luego de producirse la separación amistosa de Chequia y Eslovaquia y de iniciar su andadura ambas repúblicas como estados independientes, en el seno de la flamante Cámara de Representantes del Parlamento checo. Ese mismo año se matriculó en la Facultad de Derecho de la Universidad Karlova de Praga, por la que iba a obtener la licenciatura en 1999. En enero de 1995, ostentando Milos Zeman la presidencia del partido, Gross fue designado jefe del grupo de diputados socialdemócratas y como tal encabezó la oposición parlamentaria al Gobierno de coalición de Klaus.

Reelegido en su diputación en los comicios del 31 de mayo y el 1 de junio de 1996, tras los cuales Klaus forjó un inopinado pacto de legislatura con el CSSD que le permitió restañar la minoría parlamentaria en que había incurrido el tripartito gobernante (pacto que iba a terminar estallando en noviembre de 1997 a raíz del escándalo de la financiación corrupta del ODS y en medio de una tremenda crisis económica), Gross fue perfilándose como un valor en alza del CSSD, no obstante –o, precisamente por ello- su inusual juventud. Buen conocedor de los entresijos del hemiciclo y político nato, a Gross se le estimaba por su capacidad de trabajo y su magnífico don de gentes, que facilitaba el diálogo y la concertación.

En las elecciones generales del 19 y el 20 de junio de 1998 el CSSD se adjudicó la mayoría, eso sí, exigua -74 de los 200 representantes con el 32,3% de los votos- y Zeman recibió el mandato del presidente Václav Havel para formar un ejecutivo que finalmente fue de minoría, aunque Klaus, renovando en sentido inverso la polémica componenda suscrita por los dos líderes en 1996 en aras de la gobernabilidad, accedió a prestarle soporte parlamentario. Gross, al que las encuestas situaban ya entre los políticos más valorados del país, era uno de los más brillantes escuderos del líder socialdemócrata, quien, sin embargo, no le dio ninguna cartera ministerial y prefirió mantenerle en el Legislativo como uno de los dos vicepresidentes de la Cámara de Representantes que, merced al acuerdo con el ODS –Klaus se reservó para sí la presidencia del hemiciclo- correspondieron al CSSD. El antiguo operario de ferrocarriles y ahora estudiante de Derecho sólo tenía 28 años.

Gross adquirió con prontitud el peso político suficiente como para articular a su alrededor una facción informal del partido que se caracterizó por sus comentarios críticos con la gestión gubernamental de Zeman, el cual se desgastó muy rápido por la cascada de dimisiones ministeriales, los escándalos de corrupción y las dificultades para sacar adelante el prometido "huracán legislativo", con el fin de asimilar el derecho comunitario y cumplir los abundantes requisitos normativos y de convergencia económica para poder entrar en la Unión Europea (UE).

Gross reclamaba a Zeman más resolución para poner orden en el Gobierno, pero en septiembre de 1999 él mismo fue objeto de una denuncia de irregularidad, sobre que había efectuado llamadas por un teléfono móvil con cargo a la compañía de productos químicos Chemapol, la cual, al parecer, había gratificado de esta manera unas compras de gas realizadas por el CSSD en su campaña electoral de 1996. Gross ofreció renunciar a sus puestos directivos en la Cámara, pero el grupo de diputados del partido le expresó su confianza y la controversia escampó. La prensa local enmarcó este asunto, como otros muchos de similar pelaje que venían salpicando con mayor o menor gravedad a otros responsables del oficialismo, en las pendencias internas del CSSD.


2. Ministro del Gobierno checo a las órdenes de Zeman y Spidla

En marzo de 2000, Zeman, necesitado de rostros populares que insuflaran aire fresco a su agostado Gobierno, ofreció a su principal crítico en el partido el Ministerio del Interior, sustituyendo a Václav Grulich, que quería dejarlo. Gross aceptó entrar en el Ejecutivo, pero a condición de mantener intacta su influencia en el partido. El 4 de abril Havel hizo el nombramiento formal y Gross, por incompatibilidad política, cesó como jefe de la bancada socialdemócrata y vicepresidente de la Cámara baja del Parlamento. Cinco días más tarde, el Comité Ejecutivo Central del CSSD le eligió para una de las vicepresidencias de la formación.

Zeman anunció con suficiente antelación que no pensaba presentarse a la reelección al frente del partido ni a las elecciones generales de 2002 como el cabeza de lista, luego ponía fecha de caducidad a su mandato como primer ministro. Para hacerse con ambos puestos se perfilaban Gross y, con más posibilidades, Vladimír Spidla, número dos del partido en tanto que vicepresidente estatutario (puesto equivalente a una vicepresidencia primera) del mismo, amén de viceprimer ministro y ministro de Trabajo y Asuntos Sociales. Spidla era el hombre de confianza de Zeman, que venía elogiándole como candidato a sucederle, y Gross, bien porque no se veía con suficientes apoyos internos, bien porque no tenía ganas de entrar en desafíos, notificó al partido en diciembre que no era aspirante a presidirlo. A su XXX Congreso, en abril de 2001, los socialdemócratas checos llegaron con un espíritu de relativa unidad y escenificaron el pacto entre caballeros apalabrado por Spidla y Gross: el primero fue elegido presidente en sustitución de Zeman y el segundo vicepresidente estatutario.

Spidla representaba el ala izquierda, más próxima a la socialdemocracia clásica, del partido. Era un firme partidario del Estado del bienestar y de un modelo de economía de mercado "social y ecológicamente orientada". Su perfil era también académico e intelectual. Gross, en cambio, se trataba a todas luces un pragmático escorado al centro contrario al levantamiento del veto, decidido por el CSSD en 1995, al diálogo político con el Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM) de Miroslav Grebenícek y que se identificaba mejor con la aceleración del programa de reformas estructurales prescrito desde Bruselas, empezando por la contención del déficit público, que en 2003 iba nada menos que a duplicarse con respecto a 2002, pasando a suponer el 12,9% del PIB, y continuando por la campaña de privatizaciones en los sectores de las telecomunicaciones y la energía.

Desde una perspectiva más personal, Gross, con su físico de adolescente desgarbado, su semblante sorprendentemente aniñado y su mirada chisposa, era visto como una suerte de triunfador de la clase trabajadora, aparentemente más próximo a las inquietudes del ciudadano medio, aunque su discurso podía resultar insípido, poco comprometido a la hora de formular objetivos no a corto plazo y abusivo con las frases generalistas. Gross pasaba más por un negociador y un táctico hábil que por un político de visión y programa. Eso sí, Gross y Spidla, y en esto se diferenciaban ostentosamente de Zeman, compartían un estilo calmoso, sin exabruptos verbales ni exhibiciones gratuitas de carácter. También, Gross, en principio, apoyaba la pretensión de Spidla de cancelar la experiencia del pacto de gobernabilidad con el ODS y de abrir la puerta a la colaboración con dos formaciones menos distanciadas desde el punto de vista ideológico, la Unión Cristiana y Democrática-Partido Popular Checoslovaco (KDU-CSL) de Cyril Svoboda y la Unión de la Libertad-Unión Democrática (US-DEU) de Hana Marvanová, que a su vez articularon una coalición electoral.

Spidla tuvo el mérito de restaurar la confianza del electorado en el CSSD en las elecciones generales del 14 y el 15 de junio de 2002, cuando el partido consiguió el 30,2% de los sufragios y 70 representantes, unos resultados sólo ligeramente inferiores a los cosechados en 1998. El 12 de julio Spidla fue nombrado primer ministro por Havel y tres días después tomó posesión el nuevo Gobierno de coalición tripartito y de mayoría, que incorporaba a la KDU-CSL y a la US-DEU. En su seno, Gross no sólo renovó al frente del Ministerio del Interior, sino que vio reforzado su peso político con la promoción al rango de viceprimer ministro. Como ministro del Interior, Gross realizó una labor diligente cuando las catastróficas inundaciones de agosto de 2002 y, en el escenario internacional abierto por los atentados del 11-S en Estados Unidos, ordenó operativos especiales de vigilancia en previsión de actos terroristas de filiación fundamentalista islámica. También, tomó bajo su responsabilidad el impresionante dispositivo de seguridad que protegió el Consejo de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN celebrado en Praga en noviembre de 2002.

Con anterioridad a este evento, el ministro aseguró que si se producía el menor fallo de seguridad en la cumbre pondría su cartera a disposición de Spidla, e igual advertencia de dimisión ligó a la eventualidad del empleo de la violencia por la Policía antidisturbios contra los manifestantes que protestasen de manera pacífica. Con estas declaraciones, Gross intentó contrarrestar las acusaciones de que era objeto sobre que parecía más preocupado en resguardarse de la mala prensa que rodeaba a los cuerpos y fuerzas de la seguridad del Estado, pasto de imputaciones de corrupción, incompetencia y hasta de espionaje político, que en hacer limpieza en el Ministerio. La mejora de los niveles de profesionalidad y eficacia de la Policía era una asignatura pendiente que la oposición parlamentaria le echó en cara a Gross como titular de Interior.

Las tensiones resurgieron con fuerza en el CSSD a propósito de la elección del sucesor de Havel en la Presidencia de la República, que tocaba efectuar por el Parlamento en enero de 2003. Zeman fue humillantemente derrotado en la ronda no concluyente del 24 de enero por Klaus, quien se proclamó presidente en una votación posterior, y luego el ex primer ministro responsabilizó de su fracaso a Spidla, quien ciertamente se había abstenido de endosarle el respaldo del Gobierno. Gross, que tampoco había abierto la boca en pro de la ambición presidencial de Zeman, no se libró de ser tachado por éste de "traidor", pero su actitud hacia su antiguo superior partidario fue conciliadora, como esforzándose en no echar más leña al fuego.

De cara al XXXI Congreso del partido, Zeman y sus seguidores hicieron todo lo posible por descabalgar a Spidla, su antiguo protegido, que optaba a la reelección, e instigaron la concreción de potenciales candidaturas rivales. Gross se distanció de este enfrentamiento, si bien manifestó su apoyo a Spidla y desatendió la exhortación hecha por un sector de las bases a que candidateara él mismo como hombre del consenso. El 29 de marzo de 2003 Spidla y Gross fueron reelegidos en sus puestos partidarios, el primero frente a un rival, el recién destituido ministro de Industria y Comercio Jirí Rusnok, y el segundo por aclamación.

Sin embargo, Gross era sin lugar a dudas el dirigente más popular del CSSD y por temporadas el político más apreciado del país, una imagen positiva que se vio engrandecida con motivo de la vasta operación emprendida por su ministerio contra la criminalidad en los ámbitos de la trata de blancas y el turismo sexual. Gross continuó mostrándose a los ojos de todos como la alternativa al liderazgo de Spidla si este no era capaz de imponer su autoridad en un partido fracturado y de asegurar la estabilidad del Gobierno, justo ahora en que, finiquitadas ya las negociaciones y firmado (16 de abril) el Tratado de Adhesión, la República Checa entraba en la cuenta atrás para el ingreso en la UE, que tendría lugar el 1 de mayo de 2004. La población fue consultada sobre la histórica mudanza en el referéndum nacional celebrado el 13 y el 14 de junio de 2003; con una participación del 55,2%, el sí a la UE se impuso con el 77,3% de los votos. Gross tomó parte activa en la campaña proeuropea del tripartito gobernante, que consiguió neutralizar los mensajes de escepticismo o de rechazo abierto procedentes tanto del ODS como del KSCM.

El 25 de octubre de 2003, Gross, tras varios meses de tomas de postura implícitas, puso sus cartas sobre la mesa y confirmó la creencia general de que sus ambiciones políticas llegaban a lo más alto: se declaró "listo" para presidir el Gobierno y "continuar el trabajo" realizado por Spidla, aunque no antes del verano de 2004, es decir, después de materializarse el ingreso en la UE y de tener lugar las primeras elecciones al Parlamento Europeo. En febrero de 2004 el ministro explicó que "no se oponía" a la idea de postularse a la presidencia del partido en el congreso del próximo año, pero a condición de que recibiera el respaldo de la poderosa sección socialdemócrata de Bohemia Central.

Las elecciones al Parlamento Europeo del 11 y el 12 de junio de 2004 pusieron en tela de juicio el sentimiento europeísta de los checos y, de paso, depararon un tremendo descalabro al CSSD. Con una participación misérrima, del 28,3%, el partido de Spidla y Gross no llegó al 9% de los votos, muy por detrás del ODS y el KSCM, quedando incluso a la zaga de la KDU-CSL, y sólo capturó dos de los 24 eurodiputados reservados a la República Checa. El voto de castigo a la gestión del Gobierno, que no pudo evitar el descontrol alcista de los precios desde el mismo 1 de mayo (lo que permitía augurar una inflación anual próxima al 3%, frente al 0,1% de 2003), fue demasiado apabullante como para no tener consecuencias políticas internas.

Abrumado por el desastre, Spidla barajó presentar una moción de confianza en el Parlamento, pero primero quiso cerciorarse de que contaba con apoyos en el partido, donde un coro de voces prorrumpió en exigencias de dimisión inmediata. El 26 de junio el primer ministro se sometió al voto de confianza del Comité Ejecutivo Central del CSSD y técnicamente ganó al pronunciase en su contra 103 de los 181 miembros, cuando la censura requería 109 votos para prosperar. Sin embargo, el rechazo mayoritario a su persona saltaba a la vista y Spidla reaccionó anunciando su dimisión como presidente del partido y primer ministro. Todo en un día, la cúpula del CSSD confirmó a Gross como vicepresidente estatutario y presidente en funciones del partido hasta el XXXII Congreso, programado para marzo de 2005. Le flanqueaban desde sendas vicepresidencias Martin Starec, Martin Tesarík, Zdenek Skromach y Marie Soucková.

Lógicamente, Gross era el candidato de oficialismo al puesto de primer ministro. El 1 de julio Spidla expidió la carta de renuncia al frente del Gobierno y al día siguiente el presidente Klaus encargó a Gross la formación del nuevo Gabinete. El designado adelantó que su intención era presidir un Gobierno de mayoría capaz de aguantar hasta las elecciones generales de 2006. Refutando rumores de meses atrás sobre que sopesaba resucitar la estrategia pactista con el ODS que había caracterizado al período 1996-2002, Gross optó por reeditar el tripartito con la KDU-CSL y la US-DEU, que ahora lideraban respectivamente Miroslav Kalousek y Pavel Nemec.


3. Escándalo económico y dimisión como primer ministro

El 26 de julio de 2004 Gross fue nombrado por Klaus primer ministro y acto seguido asumió el puesto, el 2 de agosto selló el acuerdo de coalición con los otros dos cabezas de facción y dos días después tomó posesión el Gabinete, en el que el CSSD recibió la mitad de los 17 puestos ministeriales. El 24 de agosto el nuevo Gobierno superó el preceptivo voto de confianza de los diputados por el margen más ajustado posible, 101 votos contra 99. Klaus hizo saber con gestos de destemplanza que no estaba nada contento con la composición del equipo de Gross, lo que hacía presagiar una cohabitación problemática entre los dos cabezas del poder ejecutivo de esta república regida por el sistema parlamentario.

Al parecer, al anterior jefe del ODS le molestaba particularmente la continuidad en Exteriores del democristiano Svoboda. En el propio CSSD, varios diputados y miembros de la ejecutiva se quejaron de que el perfil ideológico medio del Gobierno estaba escorado a la derecha y protestaron por la selección de Karel Kühnl (US-DEU) para el Ministerio de Defensa. Otro de los rostros descollantes del anterior gabinete que renovaba era el socialdemócrata Bohuslav Sobotka, en Finanzas. Los nuevos viceprimeros ministros eran Skromach por el CSSD, Nemec por la US-DEU, Milan Simonovsky por la KDU-CSL y un no adscrito, Martin Jahn.

El, con 34 años, más joven primer ministro en la historia del Consejo de la UE, casado en segundas nupcias y padre de dos hijas, explicó los puntos del programa bianual del Gobierno. Entre otros, estos eran: la implementación de políticas activas de empleo para reducir el paro, que después de unos años de sensible retroceso volvía a remontar con fuerza y se situaba en torno al 10%; la retracción del abultado déficit presupuestario hasta el tope del 4% del PIB al final de la legislatura, con el objeto de alcanzar la meta del acceso a la Eurozona en 2010; el lanzamiento de una profunda reforma del sistema de pensiones -urgente en un país donde la pirámide demográfica se estrechaba por su base con rapidez y que incluso perdía población en términos absolutos- haciendo hincapié en los planes privados de jubilación, cuyas aportaciones desgravarían en la declaración de la renta de los cotizantes; la reforma también del sistema sanitario, pero preservando el carácter público de la Seguridad Social; y, la introducción de cambios en el Código Penal para endurecer las condenas por delitos de narcotráfico, homicidio y violencia sexual.

Gross informó también que la República Checa sometería a referéndum la ratificación del Tratado de la Constitución Europea, consulta que podría hacerse coincidir con las elecciones generales de junio de 2006 y que, desde ya, iba a exigir del Gobierno una intensa campaña de propaganda y pedagogía para convencer a la población de las virtudes de la nueva Constitución de la UE, toda vez que el ODS, el KSCM y el propio presidente Klaus eran hostiles a la misma. Los observadores señalaron que la razón de retrasar el referéndum hasta el final de la legislatura estribaba en la conjetura por Gross de que para entonces, los países de la UE que fueran a ratificar el Tratado por esa vía ya habrían celebrado sus consultas y con un resultado presumiblemente afirmativo, lo que empujaría a los poco entusiastas checos a pronunciarse en el mismo sentido y no ir contracorriente.

Los cálculos políticos sobre la convocatoria del referéndum y los plazos para la satisfacción de los criterios del euro se enmarañaron bruscamente en enero de 2005, cuando la opinión pública fue informada por el periódico Mladá Fronta DNES de que en 1999 Gross, siendo jefe del grupo parlamentario del CSSD y vicepresidente de la Cámara de Representantes, había pagado 2,5 millones de coronas por un apartamento de lujo en el centro de Praga cuyo precio total ascendía a los 4,2 millones. Se trataba de una abultada suma de dinero que, según el periódico, Gross no podía haber abonado únicamente con sus honorarios como cargo público.

Las aturulladas explicaciones del primer ministro sólo consiguieron acrecentar las sospechas de un origen irregular de sus recursos financieros. Gross dijo primero que había contratado una hipoteca y luego que había pedido prestados 1,2 millones de coronas a un tío suyo, Frantisek Vik, antiguo militar de carrera y actualmente pensionista. Este salió al paso para confirmar la explicación de su sobrino, pero luego se corrigió e indicó que nunca había tenido tanto dinero y que él mismo había pedido prestado esa suma a unos parientes del extranjero. Gross, entonces, confirmó la segunda versión de su tío. Un tercer personaje, el periodista Rostislav Rod, irrumpió en escena para asegurar que la cantidad en cuestión provino de él y que su origen, en parte, estaba en unos dividendos percibidos a raíz de la privatización, precisamente, del Mladá Fronta DNES, que en la etapa del partido único había sido el órgano de prensa de las Juventudes Socialistas.

Para terminar de complicar las cosas, en marzo, la esposa de Gross, Sárka, de profesión comercial de productos cosméticos, adquirió una propiedad en Praga por valor de 5,9 millones de coronas, obligando a la pareja a aclarar que tal cantidad procedía de un préstamo concedido a una empresa fundada por ella el año anterior, Denna, dedicada a la organización de eventos culturales, y que la operación inmobiliaria era corporativa y no personal. Sin embargo, los Gross no facilitaron ninguna documentación que avalara sus transacciones. Por si fuera poco, Sárka Grossova fue vinculada a círculos empresariales presuntamente cercanos al hampa praguense. Finalmente, el primer ministro renunció a seguir dando explicaciones sobre la fuente de sus dineros y tan sólo insistió en que él no había cometido ninguna irregularidad o acto de corrupción.

Los extraños manejos financieros del primer ministro dieron lugar a un escándalo en toda regla que abrió graves fisuras en el Gobierno de coalición, con los democristianos exigiendo la dimisión de Gross y amagando con marcharse a menos que aquel explicara satisfactoriamente cómo había podido costearse el lujoso inmueble praguense, y estimuló la labor erosiva del ODS, que anunció una moción de censura para el 1 de abril. Las aguas también se agitaron en el CSSD, y en el peor momento para Gross, que aspiraba a la presidencia del partido dejada vacante por Spidla.

El primer ministro salió airoso del primero de los envites inmediatos. En el XXXII Congreso del CSSD, celebrado en Brno del 25 al 27 de marzo de 2005, Gross fue elegido presidente del partido con el 53% de los votos, derrotando al viceprimer ministro Skromach, cabeza del ala izquierdista. Para la Vicepresidencia Estatutaria fue elegido Bohuslav Sobotka y para las cuatro vicepresidencias subordinadas Martin Starec, Petr Vícha, Jana Vanhová y el ministro de Desarrollo Regional, Jirí Paroubek, todos ellos de dirigentes de la llamada facción grossista.

Casi inmediatamente después, el 31 de marzo, la KDU-CSL anunció que consideraba rota la coalición de gobierno. El portazo de los democristianos avivó los temores socialdemócratas a un triunfo de la moción de censura que los cívicodemócratas de Mirek Topolánek presentaban al día siguiente, pero la inhibición de los comunistas salvó, provisionalmente, a Gross: la moción fue derrotada con 78 votos a favor –se necesitaban 101-, 76 en contra y 44 abstenciones.

Sin embargo, Gross estaba fatalmente tocado. El 9 de abril de 2005, ante la imposibilidad de recobrar la confianza de la KDU-CSL, el primer ministro decidió arrojar la toalla y anunció su dimisión. El candidato propuesto por él para sucederle, Jan Kohout, embajador de la República Checa ante la UE y miembro del CSSD, fue desestimado por la KDU-CSL y la US-DEU, que declararon su disposición a negociar el nuevo Ejecutivo si quien lo presidía era Paroubek. Al principio, tanto Paroubek como Gross consideraron la posibilidad, arriesgada en términos de imagen política, de promover un Gobierno monocolor de minoría basado en algún tipo de aval de los comunistas, pero esta salida terminó siendo desechada. En consecuencia, el 19 de abril, el tripartito llegó a un acuerdo y seis días después Gross hizo efectiva su renuncia, permitiendo a Paroubek ser nombrado primer ministro por Klaus y tomar posesión del cargo el mismo día 25.

Gross se mantuvo como presidente del CSSD hasta septiembre de 2005, tiempo en el cual afloraron informaciones sobre su posible implicación en una trama de tráfico de influencias y sobornos enmarcada en las operaciones de privatización del conglomerado petroquímico Unipetrol y de la empresa de telefonía Telecom, insinuaciones que el interesado negó vehementemente. Sin embargo, el 24 de aquel mes Gross anunciaba su marcha de la jefatura socialdemócrata y su no participación en las elecciones de 2006. Más aún, abandonaba la política para comenzar a trabajar, a partir del 3 de octubre, en el sector privado, como pasante en el despacho de abogados de Eduard Bruna. Gross añadió que en su práctica legal rehusaría aceptar casos relacionados con delitos económicos graves porque, dada su condición de ex gobernante, tales defensas no le parecían "éticas". Asimismo, se mostró dispuesto a acudir a los tribunales para defender su honor frente a las acusaciones de corrupción y a demandar al diario Mladá Fronta DNES por haber invadido su privacidad. Sobotka asumió la presidencia del partido en funciones, hasta un congreso extraordinario que tendría lugar en mayo de 2006.

La caída del llamado en ocasiones "niño milagroso", que tras haber llegado a lo más alto abandonaba la política a una edad en la que otros daban sus primeros pasos en la misma, llenó de estupor a la opinión pública checa. Sin embargo, Gross no despolitizó completamente sus actividades, al menos por un tiempo, ya que entre abril de 2006 y enero de 2007 presidió la Comisión de Seguridad del CSSD. En diciembre de 2005, llamado a declarar por la comisión parlamentaria que investigaba las irregularidades detectadas en la venta de Unipetrol a la firma polaca PKN Orlen en mayo de 2004, Gross reiteró que no había aceptado sobornos por favorecer esa operación ni incurrido en ilegalidad alguna. Acto seguido, la Policía judicial cerró la investigación que había emprendido en su contra en relación con la adquisición del polémico apartamento. La conclusión del fiscal del Estado que llevaba el caso fue que Gross no había cometido ningún delito.

Sin embargo, en enero de 2006 el caso fue reabierto a instancias de un grupo de fiscales del distrito y el municipio de Praga. En septiembre de 2007 medios de la prensa escrita informaron que el ex primer ministro y su esposa habían adquirido el 31% de las acciones de la compañía de distribución eléctrica Moravia Energo, con un valor estimado de 300 millones de coronas. Esto motivó la presentación de una denuncia legal por el Registro Central de Deudores (CERD) y la intervención de la unidad anticorrupción de la Policía, que se puso a investigar el patrimonio financiero del ex primer ministro. Tampoco en esta ocasión las indagaciones dieron pie a acciones procesales.

En marzo de 2008, poco antes de deshacerse de su cuota accionarial en Moravia Energo, Gross suspendió el examen para colegiarse abogado, pero luego consiguió superar la prueba y abrió su propio bufete privado. También, asistió a clases de Derecho en las universidades Carlos de Praga y de Bohemia Occidental en Pilsen, casa de estudios esta última que le otorgó el título de licenciado en un tiempo muy inferior al de la duración normal de la carrera. Ese mismo año, las operaciones inmobiliarias del matrimonio Gross volvieron a dar que hablar de resultas de la compra de una lujosa propiedad en Miami.

El 16 de abril de 2015 la República Checa se sobresaltó con la noticia del fallecimiento de Stanislav Gross a la temprana edad de 45 años. El ex primer ministro sucumbió a una enfermedad neurodegenerativa de pronóstico mortal que le habían diagnosticado años atrás, la esclerosis lateral amiotrófica, o enfermedad de Lou Gehring.

(Cobertura informativa hasta 1/5/2015)