Somchai Wongsawat

 En la fracturada Tailandia, la inhabilitación judicial del primer ministro Somchai Wongsawat, que no llevaba ni tres meses en el cargo, el 2 de diciembre de 2008 ha puesto un punto y aparte a la crisis política que con asomos de lucha de clases sociales ha tenido atenazado el país asiático desde mayo y cuya génesis es el golpe de Estado militar que en 2006 derrocó al Gobierno del populista y popular Thaksin Shinawatra. Cuñado de éste y miembro de su clan político, Somchai fue investido para suceder al también descalificado Samak Sundaravej, ganador de las elecciones de 2007. Como sus predecesores, desde el primer momento, el mandatario afrontó una recia campaña de protestas callejeras protagonizadas por la clase media urbana de Bangkok, apoyada tácitamente por las élites tradicionales –militares, burócratas, jueces y monárquicos- y revuelta contra el poder electoral de la Tailandia rural y pobre, cantera de votos del oficialismo.

(Texto actualizado hasta diciembre 2008)

1. Funcionario en el aparato judicial tailandés
2. Colaborador de su cuñado Thaksin y ministro del Gobierno Samak
3. Efímero primer ministro bajo el acoso de la oposición


1. Funcionario en el aparato judicial tailandés

En 1973, tras graduarse en Leyes por la Universidad Thammasat de Bangkok, se registró en el Colegio de Abogados de Tailandia y poco después ingresó en el cuerpo auxiliar del Ministerio de Justicia. La aprobación en 1975 de los exámenes para juez fue el prólogo de una carrera como magistrado judicial que en las dos décadas siguientes ejerció en diversos tribunales provinciales. En este período reanudó su formación académica y completó una licenciatura en Ciencias Políticas por el Instituto Nacional de Desarrollo de la Administración. En 1993 llevó su judicatura a la 3ª Corte de Apelaciones Provincial y en 1997, tras realizar un cursillo en el Colegio de Defensa Nacional, fue nombrado presidente de la 2ª Corte de Apelaciones.

En 1998 Somchai se despidió de los tribunales y regresó a su primer entorno profesional, el Ministerio de Justicia, como vicesecretario permanente de este departamento del Gobierno. Responsable primero de la sección de Asuntos Académicos y luego de los Asuntos Administrativos, en noviembre de 1999 fue ascendido a secretario permanente del Ministerio y de paso a presidente del Consejo Nacional de Investigación. Somchai estaba casado con Yaowapa Shinawatra, hermana menor de uno de los hombres más conocidos del país, Thaksin Shinawatra, exitoso y acaudalado empresario de las telecomunicaciones, antiguo responsable de la Policía metropolitana de Bangkok y desde 1994 embarcado en una agitada carrera política que le permitió ser ministro de Exteriores y dos veces viceprimer ministro en los gobiernos dirigidos por Chuan Leekpai, Banharn Silpa-Archa y Chavalit Yongchaiyudh.

Enormemente ambicioso y muy hábil en autopromocionarse, Thaksin fundó en julio de 1998 su propio partido político, el Thai Rak Thai (TRT, literalmente los thais que aman a los thais), con el que se lanzó a la conquista del poder democrático transmitiendo un seductor mensaje populista y transgresor, lleno de promesas de despegue económico, dádivas al mundo agrícola, lucha contra la corrupción y superación de las viejas usanzas de la monarquía parlamentaria, caracterizada por los cabildeos partidistas, las intrigas de los altos funcionarios del Estado y las intromisiones militares.

Desafiando a quienes le acusaban de ser él mismo un corrupto y de mantener abierto un conflicto de intereses por sus participaciones empresariales, Thaksin convenció a un número inusitadamente alto de electores, sobre todo en las circunscripciones rurales, donde causaron sensación sus promesas de inversión pública en el desarrollo humano del campo y una moratoria en el cobro de las deudas al campesinado pobre, tal en las elecciones del 6 de enero de 2001 su partido hizo historia al rozar la mayoría absoluta en la Cámara de Representantes de la Asamblea Nacional. Somchai, quien seguía siendo un desconocido burócrata del Ministerio de Justicia, fue testigo, el 9 de febrero de 2001, de la llegada de su cuñado a la jefatura del Gobierno. Por otro lado, en 2002, Somchai cursó un máster en Administración Pública por el Instituto Nacional de Desarrollo de la Administración.

Tras su arrolladora reelección en los comicios del 6 de febrero de 2005, cuando el TRT sacó una mayoría absoluta de 375 escaños sobre 500, el primer ministro vio endurecerse la crítica a su gestión por una amplia coalición de fuerzas políticas y sociales, organizada como Alianza Popular por la Democracia (APD) y capitaneada por las clases profesionales de Bangkok, que denunció sus prácticas abusivas del poder, corruptas y nepotistas. De ser cierta esta última acusación contra Thaksin, no pareció afectar a su hermano político, ya que Somchai se mantuvo en su puesto subalterno de secretario permanente del Ministerio de Justicia.

El 19 de septiembre de 2006, zanjando la grave crisis política creada por la celebración el 2 de abril de unas elecciones anticipadas por Thaksin para legitimarse en el poder –comicios que fueron boicoteados por la oposición al completo antes de ser invalidados por el Tribunal Constitucional-, las Fuerzas Armadas, aprovechando que el primer ministro se hallaba en Nueva York, dieron un golpe de Estado, quiebra del poder constitucional que no se producía en el país asiático desde 1991. El poder fue asumido por una junta denominada Consejo para la Reforma Democrática y presidida por el comandante en jefe del Ejército, general Sonthi Boonyaratkalin, la cual declaró la ley marcial, disolvió la Asamblea Nacional, impuso una Constitución Interina, arrestó a varios miembros del Gobierno depuesto y nombró otro nuevo presidido por el predecesor de Sonthi en el mando castrense, el general retirado Surayud Chulanont.


2. Colaborador de su cuñado Thaksin y ministro del Gobierno Samak

Somchai, que desde marzo desempeñaba su labor secretarial en el Ministerio de Trabajo, cesó en el servicio público con la asunción de la nueva administración de Surayud el 1 de octubre de 2006. Lejos de jubilarse, el antiguo juez, por primera vez en su vida, se introdujo en la militancia política. Como cabía esperar, fue en las filas del TRT, que su cuñado, exiliado en Londres y colocado en el punto de mira de la justicia tailandesa, intentaba mantener a flote a pesar de haber dimitido como presidente del mismo. En esta incursión se le había adelantado a Somchai su propia esposa, Yaowapa, miembro de una adinerada familia de empresarios, elegida diputada en las votaciones de 2001 en la circunscripción uninominal de Chiang Mai, al norte del país; en todo este tiempo, Yaowapa Wongsawat se había destacado como la influyente jefa de una de las facciones del TRT y como asesora de su hermano.

El 30 de mayo de 2007 el Tribunal Constitucional, complaciente con los deseos de las nuevas autoridades cívico-militares, ordenó la disolución del TRT e inhabilitó a Thaksin, a su hermana y a otros 109 conmilitones para ejercer cargos electivos por violación de la normativa electoral, en concreto, por haber sobornado a pequeños partidos para que participaran en las elecciones de abril de 2006. Como reacción, el 29 de julio, un grupo de ex parlamentarios del TRT anunció su intención de concurrir a las elecciones convocadas por Surayud en las listas de una formación preexistente de mínima entidad y apenas conocida, el Partido del Poder del Pueblo (Phak Palang Prachachon, PPP).

Somchai se incorporó de inmediato a la nueva agrupación de los partidarios de Thaksin, a cuyo frente se puso un viejo conocido de la derecha tailandesa, Samak Sundaravej, personaje proclive a encender polémicas por su verbo abrasivo y con un historial de relaciones contradictorias con las Fuerzas Armadas, y que acababa de ser sentenciado a dos años de prisión por difamar al vicegobernador demócrata de Bangkok. El 24 de agosto una asamblea eligió a Samak presidente de partido y a Somchai miembro del nuevo consejo directivo y vicepresidente de la formación. Esgrimiendo un discurso populista que ahondaba la división social, ya evidenciada durante el mandato de Thaksin, al movilizar al electorado rural y urbano de las clases populares contra las élites tradicionales –aristocracia cortesana, burócratas y militares-, las clases cultivadas de Bangkok -proclives a votar al Partido Demócrata (PP)- y los poderes económicos liberales, y la promesa de exonerar a Thaksin de todo cargo, Samak condujo al PPP a la victoria en las elecciones del 23 de diciembre de 2007, celebradas bajo la nueva Constitución redactada con la supervisión de la junta militar y aprobada en referéndum el 19 de agosto.

Cumpliendo con los pronósticos, el PPP venció por mayoría simple al obtener 233 de los 480 escaños en juego con el 39,6% de los votos computados por el sistema proporcional. Somchai obtuvo la diputación, de hecho su primer mandato representativo, que le llegaba a la edad de 60 años, por la zona 1, una de las ocho circunscripciones especiales donde se jugaban los 80 escaños adjudicados por el sistema proporcional; aquella comprendía once provincias del norte agropecuario, entre ellas Chiang Mai, donde una hija de Somchai, Chinnicha, socia capitalista en la compañía Ascon Construction, se hizo con su propio escaño en la elección uninominal.

El 28 de enero de 2008 Samak fue investido primer ministro por la Cámara de Representantes y el 6 de febrero se constituyó el Gabinete, de coalición con cinco de los seis partidos que habían obtenido representación además del PPP –todos salvo el PP de Abhisit Vejjajiva-, en el que Somchai se daba a conocer al gran público desde el puesto de viceprimer ministro y ministro de Educación. Con la asunción del Gobierno Samak, y más después de manifestar el alto mando militar su acatamiento del resultado electoral y su nula apetencia, luego de los decepcionantes resultados –para quienes lo habían orquestado y ejecutado- del golpe de 2006, por volver a usurpar el poder si el nuevo ejecutivo civil repetía las políticas divisivas de Thaksin, la normalización constitucional y democrática parecía haber llegado a Tailandia.

Sin embargo, bien pronto se advirtió que la estabilidad política no era más que un espejismo. Los impactantes retornos de la ex primera dama y cuñada de Somchai, Potjaman Shinawatra, quien fue arrestada y llevada a juicio por presunta corrupción, y a continuación, el 28 de febrero, del propio Thaksin, sobre el que pendía también una orden de búsqueda y captura, para alegar su inocencia en su propio caso penal antes de regresar al Reino Unido en marzo, avivaron la animosidad antigubernamental del PP en la Asamblea Nacional y de la APD, silente desde el golpe de 2006, en las calles, donde desde finales de mayo comenzó a exigir la dimisión de Samak, acusado de ser un comparsa de Thaksin y sus supuestos planes, pese a los mentís del enjuiciado ex primer ministro, de regresar a la política, así como de gestionar ineptamente la economía, castigada por la inflación, con manchas de corrupción.

La APD, que disponía de 30.000 militantes bien organizados y sin problemas de financiación, recrudeció sus agitaciones desde el 26 de agosto con la ocupación de la sede del Gobierno en la capital, el bloqueo de varios aeropuertos del país y el choque, en violentos enfrentamientos cuerpo a cuerpo, con los partidarios del Gobierno, agrupados como Alianza Democrática contra la Dictadura (ADA), todo lo cual obligó a Samak a declarar el estado de emergencia en Bangkok el 2 de septiembre. Las Fuerzas Armadas insistieron en que la crisis era un conflicto político interno y que no entrarían en escena con soluciones de fuerza para restablecer el orden. La inacción de los militares, sin embargo, fue interpretada como un respaldo tácito a la oposición.

Conducidos entre otros por el ministro de Transportes Chaiwat Sinsuwongse, el magnate de los medios de comunicación Sondhi Limthongkul, anterior partidario de Thaksin antes de convertirse en un acérrimo enemigo, y el general retirado y activista budista Chamlong Srimuang, líder de la revuelta antidictatorial de 1992, los manifestantes de la APD proclamaban su lealtad al rey Bhumibol y exigían una reforma constitucional, cuando menos extravagante y cuando más antidemocrática, para limitar a sólo el 30% los escaños de la Asamblea elegidos directamente, quedando el 70% restante sujeto a nombramiento (se suponía que por las élites de Bangkok), con el argumento de que el campesinado, pobre e ignorante, se dejaba comprar sus votos por políticos clientelistas. Naturalmente, la APD se refería al extinto TRT y al actual PPP, que tenía en el bolsillo a millones de campesinos agradecidos por la materialización de algunas de las promesas formuladas en anteriores campañas electorales sobre servicios de salud baratos, facilidades crediticias, suspensión de deudas y compras de cosechas a precios dignos.

A lo largo de estas semanas de forcejeo entre la calle y el Ejecutivo, Somchai realizó pronunciamientos moderados en un intento de rebajar la tensión, se distanció de la peripecia judicial de su cuñado, negó que el Gobierno instigara las contramanifestaciones de la ADA y hubo de salir a desmentir que tuviera pensando unirse a un nuevo partido político montado por su esposa, el Puea Thai (Para los Thais), cuyo propósito evidente era preparar una organización de acogida a los miembros del PPP si la formación gobernante era ilegalizada por fraude electoral.


3. Efímero primer ministro bajo el acoso de la oposición

La caída de Samak se produjo el 9 de septiembre de 2008, pero no por la presión de la oposición ni por dictado del Ejército, sino por la vía de un auto judicial: el pronunciamiento emitido por el Tribunal Constitucional, que declaró al primer ministro culpable de violar el régimen de incompatibilidades fijado por la Carta Magna para los titulares del cargo, al compaginar su función institucional con la presentación en la televisión de un programa de cocina donde, además de preparar platos, había despotricado contra diversas personalidades del establishment monárquico.

El pronunciamiento de la Corte suponía la inhabilitación automática de Samak para presidir el Gobierno. Somchai, en tanto que segunda persona del mismo, se convirtió en primer ministro en funciones. El PPP, desafiante, anunció su decisión de presentar de nuevo la candidatura de Samak a primer ministro en la Cámara de Representantes, pero el boicot de un grupo de 70 diputados oficialistas forzó al interesado a arrojar la toalla. La opción de recambio era Somchai, quien recibió la nominación de su partido el 15 de septiembre, un día después de levantar el estado de emergencia en Bangkok. El 17 de septiembre, mientras miles de opositores libraban con la Policía a las puertas del Parlamento una batalla campal con el resultado de un muerto y un centenar de heridos, la Cámara investía a Somchai titular del puesto con 298 votos frente a los 163 recibidos por el jefe del PP, Abhisit.

El 18 el rey ratificó la elección y el 24 Somchai anunció la composición de su Gabinete, en el que se reservó la cartera de Defensa. Algunos ministros fueron cambiados, pero la composición sexpartita no se alteró: junto con el PPP siguieron gobernando los partidos de la Nación Thai (Chart Thai, liderado por el ex primer ministro Banharn Silpa-Archa), Democrático Neutral (Phak Matchima Thippathai, Popular Realista (Phracharaj), del Desarrollo Nacional de los Thais Unidos (Ruam Jai Thai Chart Pattana) y Por la Madre Patria (Pua Paendin). Puesto que la APD seguía controlando el complejo de edificios gubernamentales, Somchai y los ministros hubieron de instalar sus despachos en unas instalaciones del aeropuerto capitalino de Don Muang. A pesar de su reputación de político moderado, que incluso era respetado en el PP, y de sus llamamientos en favor de la unidad nacional y la reconciliación, Somchai no consiguió que la APD, radicalizada y envalentonada con la caída de Samak, depusiera sus protestas. Al contrario, la organización opositora estimó que el nuevo primer ministro era aún más "títere" del detestado Thaksin que el anterior, ya que se trataba de su cuñado.

El 7 de octubre Somchai experimentó en su propia piel la furia de los manifestantes cuando, tras pronunciar el discurso de presentación de las políticas del Gobierno ante el pleno de la Cámara, se vio obligado, rodeado por un fuerte dispositivo de seguridad, a saltar una valla metálica asomada al recinto de un edificio aledaño para eludir el cerco de barricadas montado en la víspera por 5.000 oposicionistas, airados por las detenciones de los cabecillas Chamlong y Chaiwat, en los accesos a la sede del Poder Legislativo. Una vez a salvo, el primer ministro montó en un helicóptero que lo condujo al cuartel general del Mando Supremo, donde se reunió con el comandante en jefe del Ejército, general Anupong Paochinda, y el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, general Boonsrang Niempradit, quienes únicamente aceptaron desplegar tropas en puntos estratégicos de Bangkok para impedir que las protestas se desbordaran.

Para desbloquear el Parlamento, donde los diputados y senadores permanecían atrapados, la Policía dispersó a los revoltosos con material antidisturbios. La masiva refriega dejó dos muertos y tres centenares de heridos, y arrastró a la dimisión al viceprimer ministro, y ex primer ministro, Chavalit Yongchaiyudh, quien venía conduciendo en nombre del Gobierno unas infructuosas negociaciones con la APD. Para atemperar los ánimos, Chamlong y Chaiwat fueron puestos en libertad.

El 17 de octubre la Comisión Nacional Anticorrupción (NCCC) encontró a Somchai culpable de negligencia en el desempeño de sus funciones secretariales en el Ministerio de Justicia ocho años atrás por haber rehuido investigar a funcionarios judiciales implicados en un presunto caso de corrupción. Simultáneamente, el general Anupong, indicando a las claras a qué bando se dirigían sus simpatías, pidió al gobernante que se fuera en "asunción de sus responsabilidades" por los sucesos del 7 de octubre y para evitar "el caos". El baqueteado primer ministro respondió a este doble y duro revés reclamando la apertura de un procedimiento disciplinario contra su denunciante ante la NCCC, el juez Chamnan Rawiwanpong, y negando categóricamente la posibilidad de dimitir.

El 25 de noviembre, mientras Somchai se encontraba en Perú, donde acababa de participar en la XVI Cumbre de la APEC, y ante la pasividad de las fuerzas del orden, la APD extremó su desafío bloqueando los accesos a Don Muang y tomando las terminales y la torre de control del aeropuerto internacional de Suvarnabhumi. Las dos medidas de fuerza, seguidas del estallido de artefactos que causaron varios heridos, obligaron a los ministros, en un insólito exilio interior, a trasladar la sede provisional del Gobierno a la norteña Chiang Mai, una ciudad segura y amiga para el poder oficialista, y a los responsables aeroportuarios de Suvarnabhumi a cancelar todos los vuelos de entrada y de salida, lo que interrumpió la mayoría de las conexiones internacionales de Tailandia y dejó a miles de turistas atrapados en las salas de embarque. Este palo demoledor a la industria turística vino a agravar la situación de la economía, ya resentida por la prolongación de la parálisis política, que desincentivaba las inversiones foráneas, y por los embates de la crisis financiera internacional.

El 26 de noviembre Somchai, ya regresado al país, encajó un golpe aparentemente definitivo al solicitar el general Anupong la renuncia del Gobierno en pleno, la disolución de la Asamblea y la convocatoria de elecciones anticipadas. El alto militar insistió en que el pronunciamiento de las Fuerzas Armadas no constituía un golpe de Estado. Sondhi, por su parte, condicionó el diálogo con el Gobierno a la previa dimisión del primer ministro. Éste, desde Chiang Mai, rechazó todas las exigencias, pidió a los uniformados que no tomaran partido en el conflicto político y reclamó a la APD que desalojara el aeropuerto de Suvarnabhumi porque su inutilización estaba causando graves perjuicios al país en términos económicos y de imagen. La ADA, por su parte, advirtió que si Somchai renunciaba, lo consideraría un golpe de Estado y lanzaría movilizaciones contra el Ejército.

El 27 de noviembre, en medio de rumores de un inminente golpe militar, los manifestantes asaltaron el aeropuerto de Don Muang, que junto con el de Suvarnabhumi fue puesto por el Gobierno bajo el estado de emergencia. La medida decretada por Somchai, sin embargo, no surtió efecto, ya que el Ejército no estaba por la labor de desalojar a los opositores. Finalizado el mes, la cruda crisis tailandesa, presenciada con estupefacción por el resto del mundo, parecía encontrarse en un callejón sin salida política, y las voces más agoreras ya advertían del estallido de un enfrentamiento civil de incalculables consecuencias.

Como había sucedido con Samak hacía tan sólo tres meses, la caída de Somchai se produjo de manera súbita y por una vía un tanto inesperada, la sanción de la judicatura, que volvió a resolver en favor de los poderes fácticos tradicionales, de los que debía considerarse parte. El 2 de diciembre el Tribunal Constitucional cortó de un tajo el nudo gordiano de la crisis ordenando la disolución del PPP, el Chart Thai y el Matchima, y declarando a 59 de sus dirigentes inhabilitados para cualquier cargo público por un período mínimo de cinco años como culpables de cometer fraude en las elecciones de 2007, cuando, entre otras irregularidades, practicó la compra de votos.

Afectado personalmente por el interdicto, Somchai acató sin rechistar la resolución del Constitucional e incluso reaccionó con deportividad: "No hay problema. No estaba trabajando para mí mismo. Ahora seré un ciudadano a tiempo completo", manifestó. Menos ecuánimes fueron algunos integrantes del PPP, que calificaron la sentencia de "golpe de Estado judicial". El viceprimer ministro Chaowarat Chandeerakul asumió las funciones del primer ministro, hasta la investidura por la Cámara de Representantes de un titular, mientras que la APD anunció el fin de las protestas y del bloqueo de los aeropuertos.

(Cobertura informativa hasta 3/12/2008)