Sirimavo Bandaranaike
Primera ministra (1960-1965, 1970-1977, 1994-2000)
Nacida en una acaudalada familia de aristócratas de religión católica, recibió una educación religiosa en el Girls High School de Ratnapura y el St. Bridget´s Convent de Colombo. En estos años de juventud se mostró activa en la Liga del Servicio Social de Balangoda y el movimiento nacionalista Lanka Mahila Samithi. El 10 de octubre de 1940 contrajo matrimonio con Solomon R. Dias Bandaranaike, entonces ministro de Salud en el Gobierno colonial, que el 28 de diciembre de 1951, casi cuatro años después de la independencia del Reino Unido, fundaría el Partido de la Libertad de Sri Lanka (SLNP, socialista). Ambos cónyuges se convirtieron al budismo. Solomon venció en las elecciones de abril de 1956 y se convirtió en primer ministro, pero pereció asesinado el 26 de septiembre de 1959, precisamente a manos de un monje budista.
Convertida en la heredera política de su difunto esposo, en lo que se anticipó a la nicaragüense Violeta Barrios de Chamorro, a la bangladeshí Khaleda Zia y a la filipina Corazón Aquino, el 7 de mayo de 1960 fue elegida presidenta del SLNP, sustituyendo a C. P. de Silva, y en las elecciones del 20 de julio siguiente obtuvo para su partido 75 escaños, justo la mayoría absoluta, de manera que al día siguiente se convirtió en la primera jefa de Gobierno de la historia. La prensa de entonces, enfrentada a tan insólito hecho, se preguntó si para referirse a ella habrían de crearse formas femeninas de los sustantivos referentes a su condición representativa.
En este su primer mandato, que incluyó también la dirección de los ministerios de Asuntos Exteriores y de Defensa (a la sazón, tercera y primera vez en el mundo, respectivamente, que tales puestos recaían en una mujer) y un escaño en el Senado por Attanagalle, Bandaranaike trabajó preferentemente para preservar una precaria convivencia entre las dos grandes comunidades del país: la mayoría cingalesa, de fe budista, cuya lengua declaró como la única oficial en 1961, y la minoría tamil, de religión fundamentalmente hindú, lengua propia y cultura entroncada en la civilización de India meridional; los tamiles constituyen la mayoría de la población en el norte y el este de la isla. Su política económica, socializante y muy proteccionista, incluyó un programa de industrialización que en buena parte fue financiado por los países del bloque soviético. En política exterior, Bandaranaike alcanzó un profundo grado de entendimiento con India, en cuya guerra fronteriza con China en 1962 Ceylán intervino como mediador, y en 1964 estableció con el primer ministro Lal Bahadur Shastri un acuerdo sobre la repatriación de poblaciones desplazadas como consecuencia de la partición de la India británica en 1947.
El SLNP perdió 34 escaños en las elecciones del 22 de marzo de 1965, de manera que Bandaranaike, que perdió también su condición de senadora, dimitió al frente del Gobierno dejando paso, el 27 de marzo, a los vencedores, el conservador Partido Nacional Unido (EJP), liderado por Dudley Senanayake. Tras cinco años en la oposición, el Frente Unido de partidos liderado por Bandaranaike venció de nuevo en las elecciones del 27 de mayo de 1970 con 115 escaños sobre 157 (91 fueron para el SLNP). El día 29 Bandaranaike formó un gobierno de coalición con los partidos Comunista de Sri Lanka (CPSL) y de la Sociedad Igualitaria (LSSP, trotskista), en el que ella se reservó las carteras de Asuntos Exteriores, Defensa, Planificación y Asuntos Económicos.
El giro acusadamente izquierdista de su segundo ejecutivo se tradujo en el reconocimiento de varios países del bloque soviético -en abril de 1971 la URSS obtuvo derechos de uso sobre una base aérea), la ruptura de relaciones con Israel y una orientación de la política exterior ceilanesa por los senderos de la no alineación, el nacionalismo y el antiimperialismo. Bandaranaike, que participó en la I Conferencia en la cumbre del Movimiento de países No Alineados (MNA) en Belgrado en septiembre de 1961, fue al igual que la india Indira Gandhi, política asiática tan semejante en su trayectoria vital y con la que mantuvo unas relaciones muy constructivas, el yugoslavo Tito y el tanzano Julius Nyerere, uno de los más destacados rostros del MNA, que entonces se movía en una línea de recia beligerancia contra los países occidentales y que trataba de perfilar el eje Norte-Sur como un ámbito de negociación paritario. La V Conferencia tuvo lugar en Colombo del 16 al 18 de agosto de 1976.
Junto con el presidente argelino Huari Bumedián, la líder srilankesa promovió en Naciones Unidas la necesidad de un nuevo orden económico internacional conforme a la agenda aprobada por el MNA en su cumbre de Argel de 1973. Antes, en 1971, su propuesta de declarar el océano Índico una zona de paz fue aceptada por la conferencia de la Commonwealth en Singapur y asumida por la ONU. El 19 de octubre de aquel año, aprovechando su estancia en Nueva York para asistir a las sesiones de la Asamblea General de la ONU, realizó con carácter privado su primera y única visita a la Casa Blanca en todos sus años como gobernante.
En política interior, nacionalizó la banca, las principales empresas (octubre de 1975) y las plantaciones de té y caucho, decretó el control de los cambios financieros, adoptó un plan quinquenal de desarrollo (1972) y aplicó una política comercial proteccionista, tratando de satisfacer las ansias populares de una mejor distribución de los recursos. En abril de 1971 estalló en el sur una rebelión armada de atribuida inspiración guevarista y maoísta organizada por el Frente de Liberación Popular (JVP), cingaleses marxistas que acusaba a Bandaranaike de practicar una política falsamente socialista y que planteaban un discurso revolucionario sin sectarismos étnicos o religiosos. Con el respaldo internacional, la insurrección fue aplastada sin contemplaciones por el Ejército, dejando un saldo de víctimas indeterminado pero probablemente no inferior a los 20.000 muertos, aunque a nivel interno desgastó considerablemente a la primera ministra: los comunistas se retiraron del Gobierno en 1972 y los trotskistas les siguieron el 17 de septiembre de 1975. El JVP volvería a practicar la violencia años más tarde dotándose de una fuerza paramilitar a la vez que evolucionaba hacia posturas del chovinismo cingalés radicalmente opuestas a las reclamaciones de derechos equiparados planteadas por los tamiles.
Bandaranaike hizo proclamar la República de Sri Lanka el 22 de mayo de 1972 (hasta entonces, el jefe nominal del Estado había sido la reina Isabel II de Inglaterra, representada por un gobernador general), si bien se mantuvo en la Commonwealth y siguió cultivando las relaciones cordiales con Londres. Por otro lado, como consecuencia de la crisis del petróleo en 1973, agravada por las trabas a la actividad económica privada, el Gobierno se vio obligado a adoptar drásticas medidas de emergencia, como el racionamiento de productos de primera necesidad, lo que terminó por arruinar la popularidad de su jefa. La Constitución republicana de 1972, que consolidaba la supremacía cingalesa y debilitaba el carácter laico del Estado al hacer hincapíe en el factor budista, hizo eclosionar un nacionalismo tamil de naturaleza extremista y separatista en las provincias Oriental, Septentrional y Noroccidental siendo su bastión territorial la península de Jaffna, en el extremo septentrional del Estado insular. El terrorismo tamil se dio a conocer aquel año a partir de la fusión de nociones marxistas y nacionalistas atizadas por el movimiento estudiantil de esta comunidad, del cual surgieron dos grupos insurgentes: los Nuevos Tigres Tamiles (TNT) y la Organización para la Liberación de Tamil-Eelam (TELO).
Los primeros, liderados por el enigmático y brutal Velupillai Prabhakaran, pasaron a llamarse Tigres de Liberación del Eelam Tamil (LTTE) en 1976 e iban a convertirse en una guerrilla muy poderosa, capaz de poner en jaque al Estado y de desatar, en julio de 1983, una verdadera y muy mortífera guerra civil, con el resultado de decenas de miles de muertos. 1976 fue precisamente el año en que el movimiento de emancipación tamil abrazó el independentismo a través de su nueva expresión civil, en su caso distanciada de los métodos violentos e interesada en concurrir a las elecciones generales: el Frente Unido de Liberación Tamil (TVP, o TULF, en su sigla en inglés), surgido en 1972 como la fusión de varias corrientes y partidos nacionalistas.
El SLNP perdió las elecciones legislativas del 21 de julio de 1977 y Bandaranaike tuvo que ceder el poder al nacionalista Junius Richard Jayewardene el día 23, iniciando su tercera andadura en la oposición. En septiembre de 1980 una comisión presidencial publicó un informe sobre la gestión de la ex primera ministra, acusándola de corrupción y abuso de poder, lo que condujo, el 16 de octubre, a la privación, tras 15 años de titularidad, de su escaño parlamentario y a la suspensión hasta 1988 de sus derechos civiles, si bien el 1 de enero de 1986 éstos le fueron restituidos mediante un decreto presidencial de Jayewardene. En todo este tiempo, el liderazgo efectivo de un partido diezmado por el fraccionalismo estuvo en manos del único hijo varón de la política, Anura.
En estos años de ostracismo, no obstante, Bandaranaike continuó batallando contra el EJP por la posesión de los símbolos y el cuartel general del partido, también objetos de pronunciamiento judicial, llegando a ser objeto de malos tratos durante un período de arresto a finales de 1982, después de las elecciones presidenciales que depararon la derrota al candidato del partido, Hector Kobbekaduwa, frente a Jayewardene. Bandaranaike se presentó a las elecciones presidenciales del 19 de diciembre de 1988, pero quedó en segundo lugar con el 44,9% de los votos tras su adversario del EJP, Ranasinghe Premadasa, el primer ministro desde 1978, mientras que en las legislativas del 15 de febrero del año siguiente el resurgido SLNP se hizo con 58 escaños.
Tras 35 años de actividad política, la mitad en la oposición, Bandaranaike regresó a la dirección del Consejo de Ministros el 14 de noviembre de 1994 por nombramiento de su propia hija, Chandrika Kumaratunga, que había ganado la Presidencia de la República en las elecciones del 9 de noviembre anterior y había desempeñado aquel puesto a raíz de la victoria electoral por mayoría simple, el 16 de agosto de 1994, de la Alianza del Pueblo (BNP), una coalición guiada por el SLNP de Sirimavo y el Partido Popular de Sri Lanka (SLMP) de Chandrika. La transferencia fue inédita en la historia de la política por protagonizarla, no ya madre e hija, sino simplemente dos mujeres. En los tres meses escasos del Gobierno de su hija, ella había sido ministra sin cartera, y a partir de entonces, si bien seguía siendo la presidenta nominal del partido, Chandrika ejerció como su líder efectiva. Su labor, aparte de su avanzada edad (últimamente estaba recluida en una silla de ruedas y padecía de diabetes), se limitó a la gestión técnica de las decisiones del gabinete, ya que desde 1978 todo poder ejecutivo reside en el presidente de la República, siendo el puesto de primer ministro más bien ceremonial.
Tras una reducción de sus actividades políticas y prácticamente incapaz de hablar, el 10 de agosto de 2000, a los 84 años, presentó la dimisión para permitir a su hija nombrar un primer ministro capaz de mejorar la imagen del Gobierno en el campo de la lucha contra los LTTE, que seguían sin ser doblegados al cabo de múltiples ofensivas militares que estaban costando la vida a muchos cientos de soldados gubernamentales y de fallidas iniciativas de diálogo, la última de las cuales, un proyecto de autonomía administrativa, había fracaso en el Parlamento sólo dos días atrás. El elegido para sucederla fue el ministro Ratnasiri Wickremanayake, considerado un budista de la línea dura pero capaz de sacar adelante en el Parlamento las propuestas presidenciales.
En su retirada, que puso fin a más de tres décadas de dominio de la política srilankesa, Bandaranaike era probablemente la mujer dirigente política en activo más veterana del mundo y, junto con el presidente cubano Fidel Castro y el rey camboyano Norodom Sihanuk, la última superviviente de una generación de líderes mundiales fogueados en los avatares de la Guerra Fría. El 10 de octubre de 2000, el día de las elecciones legislativas, que dieron la victoria de nuevo a su partido, Bandaranaike sufrió un ataque al corazón cuando regresaba en coche a su residencia en Colombo después de votar en el colegio electoral de Nittambuwa, en el distrito de Gampaha, a 40 km de la capital, donde estaba empadronada. La ex primera ministra fue atendida urgentemente en un hospital privado en Kadawatha, pero ingresó ya cadáver. Tras dos días de luto oficial, el 14 de octubre se celebró su funeral con honores de Estado en Nittambuwa y a continuación fue inhumada en el mausoleo familiar junto con su esposo.
(Cobertura informativa hasta 20/3/2001)