Rupiah Banda
Presidente de la República (2008-2011)
La muerte por causas naturales de Levy Mwanawasa en agosto de 2008 aupó a la Presidencia de la República de Zambia al hasta entonces vicepresidente, Rupiah Banda, un veterano servidor gubernamental que hasta su nombramiento gubernamental en 2006 había realizado toda su carrera política en las filas del antiguo partido único, el UNIP. En octubre de 2008, tras un breve ejercicio en funciones, Banda ganó la titularidad presidencial en unas elecciones a las que se presentó como el candidato del partido oficialista, el MMD, y con la promesa de proseguir las aclamadas políticas de buena gobernanza y desarrollo económico y humano practicadas por su malogrado predecesor.
(Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada originalmente el 20/11/2008. Rupiah Banda concluyó su mandato presidencial el 23/9/2011, fecha en que fue sucedido por Michael Sata. El ex presidente Banda falleció el 11/3/2022). |
1. Representante político y diplomático en los años del partido único
2. Sucesor en la Presidencia del fallecido Mwanawasa
1. Representante político y diplomático en los años del partido único
Nacido de padres zambianos en la entonces colonia británica de Rhodesia del Sur, a dónde aquellos habían acudido en busca de empleo, fue allí donde comenzó, en misiones protestantes, la educación primaria, luego terminada al otro lado de la frontera en escuelas de los distritos de Chipata y Katete, en la Eastern Province. La secundaria la cursó en la Munali School de la capital, Lusaka, cuando Zambia se llamaba Rhodesia del Norte y funcionaba como un protectorado británico.
Su excelente rendimiento académico le cualificó para disfrutar de una beca oficial de estudios en la joven Universidad de Addis Abeba, punto de encuentro de estudiantes de toda África, en aquellos años sumida en la efervescencia anticolonial y emancipadora. Su estancia en la capital etíope fue corta, ya que en 1960, deseoso de formarse en Europa, marchó a Suecia, donde obtuvo de la Unión Internacional de Estudiantes otra beca con la que pudo sufragar unos estudios de economía en la prestigiosa Universidad de Lund.
Por las mismas fechas se unió al ala juvenil del Partido Unido de la Independencia Nacional (UNIP), la formación adalid del socialismo africano y la emancipación de la tutela británica que lideraban Kenneth Kaunda y Mainza Chona. Banda ejerció de representante del UNIP en el Norte de Europa y en 1964, tras diplomarse en Historia de la Economía, regresó a su país para integrarse en la flamante administración de la República de Zambia, proclamada en octubre de ese mismo año. Con 27 años, el joven tenía por delante un futuro profesional de lo más prometedor, al tratarse de uno de los cien titulados universitarios, o pocos más, con que contaba el nuevo Estado y estar bien situado en la esfera política.
Tras recibir un cursillo acelerado de formación de cuadros diplomáticos impartido por la Commonwealth a universitarios de los estados descolonizados de África oriental, Banda empezó a servir al Estado zambiano directamente desde el puesto de embajador en Egipto, país amigo y aliado en el Movimiento de los No Alineados, donde puso en marcha la legación diplomática. En 1967 el Gobierno del presidente Kaunda le nombró embajador en Estados Unidos y durante tres años más prolongó sus servicios diplomáticos en Washington. En 1970 fue llamado de vuelta a Lusaka para dirigir la Corporación de Desarrollo Rural (RDC) y a continuación el Consejo Nacional del Mercado Agrícola (NAMBOARD), en una época en que Kaunda priorizaba el desarrollo industrial basado en la minería del cobre a la vez que endurecía su régimen político con la implantación del partido único.
En 1974 se reintegró al servicio exterior como representante permanente de Zambia en la sede central de la ONU en Nueva York, donde de paso asumió la presidencia del Consejo de las Naciones Unidas para Namibia, organismo encargado de propiciar la descolonización del territorio ocupado y administrado ilegalmente por Sudáfrica, y cuya tutela jurídica ejercía.
Un año más tarde, como culminación de tan notable historial diplomático, anotado cuando todavía no había iniciado su cuarta década de vida, Banda fue nombrado ministro de Asuntos Exteriores en el Gabinete encabezado por Elijah Mudenda. En su corto pero intenso ministerio, que expiró en 1976, Banda estuvo muy involucrado en el activismo antiimperialista de la alianza regional de estados de mayoría negra opuestos a los regímenes racistas sudafricano y rhodesiano, la llamada línea del frente, así como en los intentos africanos de detener la guerra civil estallada en Angola tras su independencia de Portugal.
Su entrada en la política electoral se produjo en los comicios de 1978, cuando se hizo con un escaño parlamentario por la circunscripción de Munali en las listas únicas del UNIP. Fue el comienzo de una carrera legislativa que quedó interrumpida en las elecciones de 1983 y se reanudó en la edición de 1988. En esta etapa Banda sirvió de nuevo en el Ejecutivo como ministro de Minería, fungió de gobernador del distrito de Lusaka y compaginó sus funciones públicas con actividades empresariales privadas, convirtiéndose en dueño o socio de las firmas Robert Hudson Zambia Ltd., Allen West Zambia Ltd., Chipoza Holdings, Allenwest y Chiparamba Enterprises.
En las históricas elecciones democráticas de octubre de 1991, que desalojaron a Kaunda y el UNIP del poder y catapultaron al mismo al líder sindicalista Frederick Chiluba y su Movimiento por la Democracia Multipartidista (MMD), el diputado oficialista perdió el escaño y quedó excluido de la política representativa.
En el nuevo curso democrático, Banda expandió sus negocios privados como propietario de la compañía KB Davis, que recibía lucrativos contratos para suministrar equipos industriales a las minas de la región de Copperbelt, y canalizó su pasión por el deporte del balompié en la Asociación de Fútbol de Zambia, donde obtuvo el puesto de vicepresidente. No por ello dejó de implicarse en la política, en tanto que miembro del Comité Central y responsable del Comité de Relaciones Internacionales del UNIP, viéndose envuelto en varias situaciones comprometidas.
Así, en junio de 1992 la Policía registró su vivienda en busca de armas, dentro de un operativo montado por el Gobierno para incriminar al UNIP en un robo a gran escala cometido en el arsenal del palacio presidencial. En marzo de 1993, al socaire del estado de emergencia declarado por Chiluba tras anunciar la desarticulación de un complot para derrocarle mediante actos de subversión civil, Banda, el mayor Wezi Kaunda, uno de los hijos del ex presidente y aún jefe del partido, y otros dirigentes del UNIP fueron arrestados en conexión con la conspiración urdida por elementos extremistas de la formación opositora. En abril siguiente, tras comparecer ante el juez, Banda quedó en libertad con cargos, poniendo el prólogo a una larga batalla judicial para defender su inocencia de la que salió victorioso.
En 1996 el ex ministro de Exteriores mostró interés en candidatear a la Asamblea Nacional, pero acató la decisión de Kaunda de boicotear las elecciones, que otorgaron el segundo mandato a Chiluba. Un año más tarde, Banda participó en unas conversaciones exploratorias en Londres con representantes del MMD con vistas a la distensión del ambiente político, expectativa que quedó arruinada por el intento de golpe de Estado militar del mes de octubre, tras cuya supresión el Gobierno volvió a declarar el estado de emergencia y a encarcelar a opositores políticos.
En 1998 el dirigente fue uno de los protagonistas de la cruda pelea interna del UNIP que enfrentó por un lado a los Kaunda, Kenneth, todavía presidente del partido y en prisión desde el abortado golpe de Estado del año anterior, y Wezi, jefe de la sección de Lusaka, y por el otro a Sebastian Zulu, el secretario general nacional, y Malimba Masheke, el presidente ejecutivo, a los que los anteriores acusaban de haberse vendido al MMD. Banda se ubicó ostensiblemente en el segundo bando, haciéndose también él acreedor de la acusación de "traidor". Con todo, Banda siguió profesando una profunda admiración por el padre de la independencia, tal como explicó en una entrevista en 2003.
2. Sucesor en la Presidencia del fallecido Mwanawasa
En 2000 Banda cortó amarras con su partido de toda la vida, aunque al parecer siguió afiliado al mismo, y se retiró a su granja en Chipata, junto a la frontera con Malawi. Posteriormente se acercó a la plataforma presidencial de Levy Mwanawasa, el candidato del MMD para suceder a Chiluba y ex vicepresidente de la República, del que le atraían sus mensajes de intolerancia con la corrupción y de diálogo político sin sectarismos. Banda hizo campaña por Mwanawasa en la Eastern Province, patria chica suya y un bastión electoral del UNIP, en los comicios del 27 de diciembre de 2001, que auparon al político oficialista a la jefatura del Estado entre consistentes denuncias de fraude, y de nuevo en los del 28 de septiembre de 2006, que le otorgaron un segundo mandato quinquenal, esta vez con el certificado de limpieza emitido por la observación internacional.
Los logros proselitistas de Banda en la Eastern Province, donde el MMD se convirtió en el partido más votado, le fueron gratificados por Mwanawasa el 9 de octubre de 2006 con el nombramiento para el segundo puesto de mayor rango en el Gabinete, el de vicepresidente de la República. Con esta promoción, Mwanawasa ejemplificó también sus llamamientos a hacer políticas incluyentes y su disposición a integrar en el Ejecutivo a personalidades procedentes de otros partidos que destacasen por su experiencia y capacidades; Banda podía hacer aportaciones constructivas, aunque a todos los efectos debía considerársele ya un miembro del MMD.
En agosto de 2007 Mwanawasa sacó partido de las buenas amistades que Banda tenía en el Gobierno de Zimbabwe enviándole a Harare en una misión conciliatoria, luego de irritar el mandatario zambiano a su homólogo del país vecino, Robert Mugabe, con críticas a su régimen autocrático y represivo.
El 29 de junio de 2008 Mwanawasa, hallándose en Egipto, sufrió un derrame cerebral que lo dejó semiinconsciente. Llegada la noticia a Lusaka, Banda, de acuerdo con las previsiones constitucionales, asumió las funciones del jefe de Estado mientras durase la incapacidad del titular. Éste fue sometido a cuidados intensivos e intervenido quirúrgicamente en un hospital francés, pero los médicos no pudieron revertir su estado crítico. El 19 de agosto Banda apareció en la televisión para comunicar a la nación con "inmenso pesar y profunda tristeza" el fallecimiento del jefe del Estado. En ese momento, arrancó un plazo de 90 días para convocar elecciones presidenciales, de las que había de salir el sucesor del occiso. Hasta entonces, Banda continuaba ejerciendo las funciones presidenciales.
El 26 de agosto, concluido el período de duelo de siete días por él decretado, pero pendientes todavía el funeral y el entierro de Mwanawasa (que tuvieron lugar el 3 de septiembre), Banda consignó su solicitud de la candidatura presidencial del MMD. El 5 de septiembre el Comité Ejecutivo Nacional del partido le otorgó la postulación por 47 votos frente a los 11 apoyos idos a su único rival de peso, el ministro de Finanzas Ngandu Magande. La rápida y aparentemente sencilla nominación de Banda desbarató los pronósticos sobre una dura competición interna por la sucesión de Mwanawasa, ya que a fin de cuentas el vicepresidente era un miembro del partido de última hora que no tenía un historial de luchas democráticas contra la antigua férula del UNIP, de la que había sido copartícipe.
Banda encaró la elección presidencial del 30 de octubre de 2008 con una doble promesa fundamental: volcarse en la unidad del partido gobernante y del conjunto de la nación, y continuar fielmente las políticas de buena gobernanza de su malogrado predecesor, un dirigente casi unánimemente elogiado dentro y fuera de Zambia por sus esfuerzos para reducir los niveles de pobreza en este país de bajo desarrollo humano, su énfasis en las reformas económicas liberales generadoras de tejido productivo, su disciplina fiscal y sus éxitos en la condonación de parte de la deuda externa.
Con todo, el terreno en el que Mwanawasa había despertado más aplausos era el de la lucha contra la corrupción, y aquí, el aspirante a sucederle debió salir al paso, defendiendo su honestidad, de los interrogantes lanzados por sus detractores en torno a sus carreras paralelas como político en la cumbre y empresario de éxito. Por otro lado, el actual líder del UNIP, Tilyenji Kaunda, otro de los hijos de Kenneth Kaunda, rehusó postularse y pidió el voto para su antiguo conmilitón.
Los resultados preliminares de la cita con las urnas pusieron en cabeza al principal contrincante opositor, el populista de izquierda Michael Sata, alias King Cobra antiguo capitoste del MMD y ahora jefe del Frente Patriótico (FP), que ya había concurrido en las presidenciales de 2001 y 2006. Esta ventaja provisional reflejó el ascendiente del partido opositor en el proletariado urbano de Lusaka y Copperbelt, pero cuando se escrutó el voto de las regiones rurales los resultados sonrieron ampliamente a Banda. El 2 de noviembre la Comisión Electoral publicó los resultados finales, que daban como ganador al candidato del Gobierno con el 40% de los votos, seguido de cerca por Sata con el 38,1% y a más distancia por Hakainde Hichilema, del partido Desarrollo Nacional, con el 19,7%.
Tan sólo dos horas después del anuncio de la Comisión Electoral, Banda prestó juramento como cuarto presidente de Zambia con un mandato de tres años, hasta 2011, cuando vencía el segundo período quinquenal de Mwanawasa. A la ceremonia de inauguración asistieron varios presidentes de la Comunidad de Desarrollo de África Meridional (SADC), entre ellos el zimbabwuo Mugabe y el sudafricano Kgalema Motlanthe, así como los ex presidentes zambianos Kaunda y Chiluba.
Entretanto, Sata denunciaba la comisión de un gran fraude, exigía una verificación del escrutinio y amenazaba con acudir a los tribunales para obligar a la Comisión Electoral a repetir el conteo de todas las papeletas, a la vez que sus partidarios protagonizaban graves disturbios en Lusaka y Kitwe, en Copperbelt. Sin embargo, los monitores de la Unión Africana y la SADC, dando la razón al Gobierno, declararon que las elecciones habían sido libres y limpias.
El presidente de Zambia es viudo y padre de cinco hijos.
(Cobertura informativa hasta 3/11/2008)