Roberta Metsola

La diputada maltesa Roberta Metsola fue elegida el 18 de enero de 2022 presidenta del Parlamento Europeo con una holgada mayoría absoluta en la primera ronda de votación, al tener su candidatura el respaldo de los tres principales grupos del Parlamento salido de los comicios de 2019: además del suyo, el Partido Popular Europeo (PPE), la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), y los centristas y liberales de Renovar Europa (RE). Justo una semana antes, al filo de su mandato, falleció el anterior titular del puesto, el socialista italiano David Sassoli, a quien Metsola sucedió automáticamente en funciones en tanto que vicepresidenta primera de la Cámara.

A sus 43 años –cumplidos precisamente el 18 de enero–, esta jurista especializada en Derecho de la UE y con ideas democristianas es ya una veterana del Parlamento, pero también la persona más joven en asumir su jefatura, en una nómina histórica que ya por 26 titulares, 17 desde el primer hemiciclo elegido por sufragio universal en 1979. Se trata de la tercera presidenta de la institución, luego de las francesas Simone Veil (1979-1982) y Nicole Fontaine (1999-2002), y su elección marca un registro inédito en la historia de la UE: por primera vez, tres de los cinco máximos cargos europeos, los llamados topjobs, están ocupados por mujeres. Así, la alemana Ursula von der Leyen preside la Comisión Europea y la francesa Christine Lagarde preside el Banco Central Europeo; ambas, son, por cierto, colegas del conservador PPE. Para Malta, el Estado miembro de la UE más pequeño por población, superficie y economía, la promoción de Metsola supone también un hito, más allá del hecho de que la formación donde ella milita, el Partido Nacionalista (PN), se encuentra en la oposición al Gobierno laborista de La Valletta.


Desde 2013, Metsola ha aunado en su actividad parlamentaria el rechazo al aborto, la defensa de los derechos LGBTI, la monitorización del imperio de la ley y el seguimiento de la libertad de prensa en los Estados miembros. Su historial de votaciones en contra de las resoluciones valedoras del derecho al aborto (como la de junio de 2021 sobre el acceso universal a la salud y la protección de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, aprobada con 378 votos y que instó a los gobiernos a despenalizar la interrupción del embarazo en toda la UE por considerarla un derecho humano) ha sido puesto de relieve con acentos polémicos. Ella, procura zanjar controversias asegurando que respetará "la posición inequívoca" del Parlamento sobre el particular, establecida por una mayoría de diputados: "su posición es mi posición", ha afirmado. También, reclama la superación de las brechas de género y denuncia las desigualdades, pero no cree necesario legislar sobre "cuotas duras" en el mundo laboral. "Siempre he defendido la política de la moderación sobre el extremismo, la política basada en la verdad, la justicia y la corrección, la política basada en hechos y no en la identidad", proclama.

Con mandato hasta el final de la legislatura a mediados de 2024, Metsola ha estrenado el cargo rindiendo homenaje a su predecesor Sassoli, invocando los valores democráticos y europeos, y llamando a "combatir la narrativa anti-UE", bien presente dentro de la propia Cámara. El artículo 22 del Reglamento interno del Parlamento establece las funciones de su presidente, ejecutivas y representativas: en síntesis, estas son dirigir las sesiones, debates y votaciones de los plenos, y ser el rostro de la institución en las relaciones internacionales y los actos oficiales. La voz del presidente, que rutinariamente, antes de cada Consejo Europeo, transmite a los jefes de Estado y de Gobierno los puntos de vista y preocupaciones del Parlamento sobre los temas en la agenda de la autoridad intergubernamental, puede ser influyente en los debates europeos.

El Parlamento es la institución supranacional responsable de aprobar (aunque no iniciar, competencia exclusiva de la Comisión) la legislación de la Unión en pie de igualdad con el Consejo de la UE, y de validar sus Presupuestos. De acuerdo con los Tratados, ejerce también un control ejecutivo al corresponderle aprobar o desaprobar a la persona propuesta por el Consejo Europeo para presidir la Comisión (en función de los resultados de las elecciones parlamentarias), así como a los candidatos nacionales a comisarios designados por los Estados miembros. Ahora, Metsola desea continuar el espíritu reformista de Sassoli para hacer del Parlamento un órgano "más efectivo", "más visible" y que apueste por las "mujeres empoderadas".

(Texto actualizado hasta enero 2022)

Roberta Metsola Tedesco, "una chica del Mediterráneo", tal es su presentación en su página web, nació en 1979, el año en que el Parlamento Europeo empezó a ser elegido directamente por los ciudadanos y escogió a su primera presidenta, la liberal francesa Simone Veil, después de nueve titulares varones, 15 si se consideran las instituciones antecesoras, la Asamblea Parlamentaria Europea (1958-1962) y la Asamblea Común de la CECA (1952-1958). Formada como abogada en la Universidad de Malta, en 2003 se graduó en Derecho y a continuación profundizó su conocimiento de las políticas y la legislación de la UE en el prestigioso Colegio de Europa de Brujas. Políticamente, era una militante activa del Partido Nacionalista (PN), la agrupación de centro-derecha, entre liberal y democristiana, que entonces gobernaba el país insular con Eddie Fenech Adami de primer ministro.

El 16 de abril de 2003 Malta y otros nueve países firmaron el Tratado de Adhesión a la UE, donde adquirieron la membresía el 1 de mayo de 2004. Previamente, el 8 de marzo de 2003, los malteses aprobaron unirse al club en un referéndum que movilizó el europeísmo de Roberta Tedesco, entusiasta valedora del sí en sus condiciones de miembro de la Secretaría Internacional del PN, dirigente del sindicato estudiantil maltés SDM y secretaria general de la asociación Estudiantes Demócratas Europeos (EDS), rama del Partido Popular Europeo (PPE). También, venía de ser vicepresidenta de la Convención de la Juventud sobre el Futuro de Europa, foro involucrado en los trabajos de redacción del luego fallido Tratado Constitucional Europeo, cuyo sustituto fue el Tratado de Lisboa.

El 12 de junio de 2004 Malta celebró sus primeras elecciones nacionales al Parlamento Europeo y Roberta, con 25 años y alumna todavía del College of Europe, concurrió a las mismas como candidata del PN, ahora liderado por Lawrence Gonzi, sucesor de Adami en la jefatura del Gobierno. Malta mandaba solo cinco eurodiputados a Estrasburgo y la jurista no consiguió salir electa; su formación ganó dos de los escaños y el Partido Laborista (PL) los otros tres. En 2005 contrajo matrimonio con Ukko Metsola, un finlandés de ideas políticas también conservadoras al que había conocido en Helsinki. La pareja iba a tener cuatro hijos. Instalada en el servicio público como consejera del Gobierno del PN y la Representación Permanente de Malta ante la UE, Metsola volvió a intentarlo en las siguientes elecciones europeas, las del 6 de junio de 2009. De nuevo, fracasó, suerte compartida esta vez con su esposo finés, candidato asimismo a un escaño en la lista del Partido de la Coalición Nacional (KOK). Fue la primera vez que dos cónyuges se presentaron a la misma elección al Parlamento pero en distintos Estados miembros, si bien ambos eran miembros del transnacional PPE.


TRES MANDATOS PARLAMENTARIOS Y SUCESIÓN DE DAVID SASSOLI En 2012 Metsola se vinculó más estrechamente a la actividad de la UE como asesora legal de Catherine Ashton, la Alta Representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Su empeño en convertirse en eurodiputada alcanzó por fin satisfacción el 23 de abril de 2013 al imponerse sobre tres contrincantes en la elección extraordinaria convocada para cubrir la baja de Simon Busuttil, colega del PN que acababa de ganar el escaño en la Cámara de Representantes de Malta. Dichos comicios nacionales supusieron la derrota de los nacionalistas y el retorno al poder de los laboristas bajo el mando de Joseph Muscat (poco después, Busuttil sucedió a Gonzi como líder del PN y de la oposición parlamentaria en La Valletta).

La flamante diputada maltesa se incorporó al Grupo del PPE y tomó asiento como miembro permanente en la Comisión de Peticiones, la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE), y la Comisión Especial sobre Delincuencia Organizada, Corrupción y Blanqueo de Dinero, además de integrar la Delegación para las Relaciones con Albania, Bosnia-Herzegovina, Serbia, Montenegro y Kosovo. En las elecciones del 25 de mayo de 2014 ganó su primer mandato completo y en los cinco años siguientes expandió sus actividades al Comité Especial sobre Terrorismo y a la Delegación para las Relaciones con Estados Unidos.

Consistente con su postura contra el aborto, práctica que las leyes maltesas prohibían y prohíben en toda circunstancia (un marco penalizador sin parangón en la UE y de hecho entre los más restrictivos del mundo), Metsola se adhirió a los pronunciamientos pro-vida en los documentos de la Cámara y votó en contra de las resoluciones en favor del derecho de las mujeres a la interrupción del embarazo. Como miembro de la LIBE, dirigió las contribuciones del PPE a la resolución Hoja de ruta de la UE contra la homofobia y la discriminación por motivos de orientación sexual e identidad de género, texto no vinculante que fue aprobado por el pleno de Estrasburgo el 4 de febrero de 2014, y desde junio de 2018 figuró en el nuevo Grupo de Monitorización del Imperio de la Ley (ROLMG), creado para vigilar en particular las situaciones creadas en Eslovaquia y en Malta por los asesinatos de los periodistas de investigación Jan Kuciak y Daphne Caruana Galizia.

La muerte en 2017 de Daphne Caruana, víctima de un atentado con bomba colocada en su vehículo mientras investigaba las corruptelas y actividades criminales en las altas esferas políticas y empresariales de Malta en el contexto escandaloso de los Papeles de Panamá, concitó una enérgica condena internacional y desató una tormenta política y social sin precedentes en el país mediterráneo, saldada a posteriori, en enero de 2020, con la dimisión del acorralado primer ministro laborista Joseph Muscat. Para Metsola, el esclarecimiento de las circunstancias del asesinato de su compatriota y la depuración de responsabilidades constituían un imperativo nacional y europeo. Por otro lado, en 2016, en relación con la crisis migratoria europea, la diputada popular fue coponente de un informe de la LIBE, con formato de moción para una resolución parlamentaria, sobre la situación en el Mediterráneo y la necesidad de que la UE abordara las migraciones irregulares con un "enfoque holístico" que incluyera el reasentamiento "vinculante y obligatorio" de refugiados en los Estados miembros.

Metsola obtuvo la reválida por segunda vez en los comicios europeos del 25 de mayo de 2019. Fue en unas circunstancias adversas para el PN, que perdió un escaño y se quedó con solo dos representantes en la Eurocámara. Posteriormente, el 12 de noviembre de 2020, fue elegida vicepresidenta primera del Parlamento para suplir a la irlandesa Mairead McGuinness, colega del PPE que se había ido la Comisión von der Leyen como responsable de Estabilidad Financiera, Servicios Financieros y Unión de los Mercados de Capitales.

Este ascenso en la estructura del Parlamento de la hasta entonces muy poco conocida diputada maltesa preludió en 12 días el anuncio por el PPE de que Metsola era su candidata a suceder a David Sassoli, italiano de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), en la Presidencia de la Eurocámara. En el proceso interno, Metsola recabó más apoyos que Esther de Lange, de la Llamada Demócrata Cristiana (CDA) holandesa, y Othmar Karas, del Partido Popular Austríaco (ÖVP). Inesperadamente, de la competición por esta candidatura se autodescartó el socialcristiano alemán Manfred Weber, presidente del Grupo del PPE y frustrado aspirante a presidir la Comisión Europea como spitzenkandidat en las elecciones de 2019.

Los populares reclamaban a los socialistas el acatamiento de lo acordado en 2019, cuando los gobernantes se repartieron los altos puestos europeos, sobre el cambio de color del jefe del Parlamento en el ecuador de la legislatura en enero de 2022. Ahora, los socialistas aducían que aquel pacto perdía sentido porque el PPE, tras la marcha de los democristianos de Merkel en Alemania, ya no presidían ningún gobierno grande del Consejo y su influencia en el concierto europeo había disminuido, mientras que la de ellos había aumentado. Además, el PPE ya tenía las presidencias de la Comisión (von der Leyen) y del BCE (Christine Lagarde); los liberales de ALDE estaban en la presidencia del Consejo Europeo (Charles Michel), mientras que del Partido de los Socialistas Europeos (PSE, expresión orgánica de los S&D) era el menos destacado Alto Representante para AEPS (Josep Borrell).

Los S&D querían que el presidente del Parlamento siguiera siendo de los suyos y al principio apostaron por la reelección de Sassoli. Sin embargo, el italiano arrastraba serios problemas de salud, una neumonía sobre un historial previo de leucemia que durante dos meses le mantuvo ausente del Parlamento; durante esa larga convalecencia, Sassoli hizo teletrabajo desde Italia y Sassoli le sustituyó en algunas actividades. Ahora, Sassoli, tras recibir el alta médica, reanudó el trabajo presencial en Estrasburgo, pero una vez iniciado diciembre dejó claro que no deseaba seguir en el puesto. Entonces, el Grupo socialista renunció a presentar un candidato alternativo y Metsola quedó perfilada como la presidenta en ciernes, con el respaldo de los socialistas y, presumiblemente también, los liberales de Renovar Europa, el tercer bloque del hemiciclo. La elección de Metsola en enero estaba prácticamente asegurada, pero antes sobrevino un suceso triste e inesperado: el 26 de diciembre Sassoli hubo de ser ingresado de urgencia en Aviano, Italia, por una recaída inmunológica y el 11 de enero se produjo su muerte. De inmediato, Metsola asumió la Presidencia en funciones.

En esta situación de luto discurrieron los prolegómenos de la sesión electiva del 18 de enero de 2022 para la renovación de la cúpula del Parlamento hasta el final de la legislatura en 2024. Debido a la COVID-19, la votación secreta se realizó de manera telemática. Sin sorpresas, Metsola fue elegida al primer intento con una abultada mayoría absoluta de 458 votos, 149 más de los necesarios y 37 más que la suma de los diputados del PPE, los S&D y RE. Sus dos rivales, Alice Bah Kuhnke, sueca de Los Verdes/Alianza Libre Europea (cuarto grupo de la Cámara), y Sira Riego, española de La Izquierda–GUE/NGL (séptimo grupo), recibieron 101 y 57 votos, respectivamente. Un cuarto candidato, Kosma Zlotowski, polaco de los Conservadores y Reformistas Europeos (CRE, sexto grupo), se retiró en el último momento. En total se emitieron 690 votos, de los que 74 fueron blancos o nulos.

En su discurso a la Cámara tras su elección, Metsola dijo que: "Quiero que la gente recupere el sentimiento de creer y entusiasmarse por nuestro proyecto. Una creencia para hacer que nuestro espacio compartido sea más seguro, más justo y más igualitario. En los próximos años, la gente de toda Europa mirará hacia nuestra institución en busca de liderazgo y dirección, mientras que otros seguirán poniendo a prueba los límites de nuestros valores democráticos y principios europeos. Debemos combatir la narrativa anti-UE que se propaga con tanta facilidad y velocidad. La desinformación y la información falsa, amplificadas durante la pandemia, alimentan el cinismo y las soluciones fáciles del nacionalismo, el autoritarismo, el proteccionismo, y el aislacionismo. Son falsas ilusiones que no ofrecen ninguna solución", advirtió la nueva presidenta.

Junto con el recuerdo de los periodistas asesinados Daphne Caruana y Jan Kuciak, las referencias al cambio climático y la mención implícita a Rusia por sus "ataques inaceptables a la soberanía y la integridad territorial de Ucrania" y sus intentos de "chantajear a Europa con ataques híbridos", Metsola dedicó en su alocución inaugural varios pasajes a los derechos de las comunidades LGBTIQ y las mujeres, objetos de discriminación y violencia sexista. Aquí, trajo a la memoria a sus dos predecesoras en el cargo: "Hace 22 años, Nicole Fontaine fue elegida 20 años después de Simone Veil. No pasarán otras dos décadas hasta que otra mujer esté de nuevo aquí", afirmó.

(Cobertura informativa hasta 18/1/2022)