Nikol Pashinyan
Primer ministro (2018-)
Entre el 23 de abril y el 8 de mayo de 2018, la ya registrada en los anales de la agitada historia postsoviética como Revolución de Terciopelo Armenia desembocó en la dimisión del hombre fuerte del país en la última década, Serzh Sargsyan, y en la investidura como primer ministro de su combativo némesis opositor, Nikol Pashinyan. Antiguo periodista denunciante de los sucesivos presidentes habidos desde la independencia nacional en 1991 y con varios arrestos y condenas carcelarias a sus espaldas, Pashinyan cambió la redacción de prensa por el escaño de diputado y este año acaudilló en las calles de Yereván el repudio popular a las maniobras legales de Sargsyan, un dirigente con tics autoritarios, para mantenerse en el poder; así, tras concluir su segundo mandato presidencial no renovable, Sargsyan tomó el cargo de primer ministro con los poderes ejecutivos reforzados que le confería la reforma constitucional de 2015, por la que Armenia pasó a ser una república estrictamente parlamentaria.
Tras lograr tumbar a su archienemigo a golpe de manifestaciones no violentas, Pashinyan, autoproclamado "único candidato legítimo", exigió al partido derechista gobernante desde 1999, el Republicano, luz verde a su elección como primer ministro por la Asamblea, pese a que su partido, Contrato Civil, y su alianza opositora, Salida (Yelk), no tienen allí más que un puñado de escaños, de acuerdo con los resultados de los comicios de 2017. Tras ser investido en segunda votación, Pashinyan formó un Gobierno de coalición con otros dos bloques, la Armenia Próspera del oligarca Gagik Tsarukyan y la Federación Revolucionaria Armenia, que tampoco suman mayoría.
El carisma y la impulsividad populistas de Pashinyan, el cual tendrá que demostrar su capacidad para el compromiso y sus dotes de estadista, embarullan un tanto los planteamientos liberales y regeneracionistas de su plataforma, que promete hacer de la transcaucásica Armenia un "verdadero Estado democrático" y libre de corrupción. Si bien reprochó en su momento a Sargsyan que prefiriera la Unión Euroasiática de Moscú frente al Acuerdo de Asociación ofrecido por Bruselas (en 2017 aquel terminó suscribiendo con la UE una especie de sucedáneo del anterior, el CEPA), Pashinyan no propicia en modo alguno un viraje en las orientaciones geopolíticas de Armenia, colocada en las órbitas económica y de seguridad de Rusia. Significativamente, sus primeras salidas al exterior han sido a Sochi, para confirmar con el presidente Putin la vigencia de los vínculos "estratégicos" bilaterales, y a Stepanakert, la capital de la, independiente de facto pero sin reconocimiento internacional, Republica de Artsakh (ex Nagorno-Karabaj), para conmemorar con las autoridades locales la victoria en 1994 de las armas armenias en la lucha por la soberanía de este enclave en Azerbaidzhán, que virtualmente forma con la República de Armenia una entidad confederal engrandecida con partes sustanciales de territorio azerí ocupado.
(Texto actualizado hasta mayo 2018)
1. Periodista y activista en la oposición a los presidentes Kocharyan y Sargsyan
2. Cabeza del levantamiento popular de 2018 e investidura como primer ministro
1. Periodista y activista en la oposición a los presidentes Kocharyan y Sargsyan
Hijo de un profesor de educación física y natural de Ijevan, en la parte nordeste del país, cuando Armenia accedió a la independencia estatal a partir de la desintegración de la URSS en 1991 no era más que un muchacho de 16 años. Inició la carrera de Periodismo en la Universidad Estatal de Yereván (YSU), pero en 1995 fue expulsado de la misma, menciona sin más detalles el currículum oficial del dirigente, por "razones políticas".
En aquella época, Pashinyan ya ejercía el periodismo en varios diarios de Yereván y había adquirido cierta notoriedad local como articulista denunciante de la corrupción del Ejecutivo del Movimiento Nacional Pan-Armenio (HHSh), el partido nacionalista del primer presidente de la independencia, Levon Ter-Petrosyan, y el primer ministro Hrant Bagratyan. Aquel despido académico marcó el inicio por Pashinyan de una trayectoria de opositor incansable al poder de turno, compromiso azaroso que no se detendría hasta su subida a la jefatura del Gobierno, llevado en volandas por una revuelta popular por él atizada, en 2018.
En 1998, el año de la dimisión de Petrosyan y de su reemplazo en la jefatura del Estado por el primer ministro Robert Kocharyan, anteriormente presidente de la autoproclamada república de Nagorno-Karabaj, Pashinyan puso en marcha su propio periódico, Oragir, cuya línea editorial marcadamente opositora le situó inmediatamente en el punto de mira de las autoridades. Al cabo de unos meses, en 1999, el diario fue cerrado por orden judicial y a su director le cayó una sentencia de un año de prisión, condena que Pashinyan no llegó a cumplir al producirse un pronunciamiento favorable del tribunal de apelación. Superado este primer encontronazo con la justicia, Pashinyan reanudó su labor periodística como editor en jefe de Haykakan Zhamanak, uno de los diarios más leídos de Armenia y en lo sucesivo extremadamente crítico con el presidente Kocharyan y el Partido Republicano de Armenia (HHK).
Ganadora de las elecciones legislativas de mayo de 1999, esta formación nacionalista conservadora adquirió la condición, típica en el espacio ex soviético, y aunque no sin dramáticos sobresaltos (doble magnicidio del primer ministro Vazgen Sargsyan y del presidente de la Asamblea Nacional Karen Demirchyan en octubre de 1999, protestas opositoras de abril de 2004, fallecimiento por causas naturales del primer ministro Andranik Margaryan en marzo de 2007), de partido del poder, al agrupar a miembros del Gobierno, altos funcionarios y hombres de negocios, y apoyarse en una maquinaria estatal tendenciosa que desvirtuaba la naturaleza democrática de los procesos electorales. Contra este establishment nacional, inextricablemente unido a las autoridades de la vecina República Armenia de Nagorno-Karabaj (independiente de facto de Azerbaidzhán pero internacionalmente no reconocida como tal), se alzó Pashinyan, cuya única arma de combate era su afilada pluma.
El incisivo periodista se ganó muchos y poderosos enemigos, de dentro y fuera de las instituciones. En 2000 volvió a ser declarado culpable de difamación y libelo a partir de las denuncias realizadas por diferentes personas cuestionadas en sus artículos. En noviembre de 2004 Pashinyan se encontraba trabajando en la redacción de Haykakan Zhamanak en Yereván cuando su vehículo, aparcado justo afuera, empezó a arder de manera súbita y quedó medio calcinado. La Policía dijo que el coche se había incendiado a causa de un cortocircuito en los cables de la batería, pero su propietario aseguró que había habido una fuerte explosión, delatora de un atentado contra su persona esquivado por pura casualidad porque aquella tarde no había salido del trabajo a la hora acostumbrada, salvándose así de una ignición aparentemente programada para cuando estuviera al volante.
El editor fue mas allá y se atrevió a acusar de la presunta acción criminal a Gagik Tsarukyan, el más poderoso oligarca de Armenia, magnate empresarial próximo a Kocharyan y líder del partido Armenia Próspera (BHK), la segunda fuerza del Parlamento. Según Pashinyan, Tsarukyan estaba furioso con él por una información recientemente publicada en Haykakan Zhamanak donde el oligarca era acusado de talar ilegalmente árboles en una zona donde iba a construirse una mansión. Tres años después, en 2007, Pashinyan saltó a la arena propiamente política como abanderado de la Alianza por la Acusación, micropartido que nacía con el objetivo de conseguir el juicio y destitución parlamentarios de Kocharyan. El periodista no logró este propósito y su lista no sacó más que el 1,3% de los votos, luego ningún escaño, en las elecciones legislativas del 12 de mayo. Tras este fiasco, Pashinyan disolvió la Alianza por la Acusación.
El 19 de febrero de 2008 el país celebró unas elecciones presidenciales de las que salió ganador el candidato y líder del HHK Serzh Sargsyan, primer ministro desde el año anterior, hombre de confianza del mandatario saliente, Kocharyan, y, como él, karabají de nacimiento. Con algunos matices, las votaciones fueron validadas por los organismos europeos. Durante la campaña, Pashinyan trabajó en el equipo del principal adversario de Sargsyan, el ex presidente Petrosyan, quien tras conocer los primeros resultados oficiales denunció un fraude masivo y exigió nuevas elecciones. Desde el 20 de febrero, miles de partidarios de Petrosyan, entre ellos y de manera visible Pashinyan, desarrollaron en el centro de Yereván una protesta pacífica que terminó violentamente el 1 de marzo cuando el Gobierno descargó contra los concentrados toda su fuerza antidisturbios. En la represión desatada una decena de personas resultó muerta y muchas más fueron detenidas. Sargsyan declaró el estado de emergencia por 20 días.
Pashinyan consiguió eludir el arresto dándose a la fuga. La Policía le buscaba con una orden de captura bajo un pliego acusatorio de asesinato, instigación a la revuelta e intento de toma del poder por la fuerza. En julio de 2009, rigiendo el Gobierno de Tigran Sargsyan, el periodista decidió entregarse a las autoridades, que lo llevaron a un juicio culminado en enero de 2010 con una sentencia condenatoria de siete años de prisión. Pashinyan empezó a servir su pena, pero en mayo de 2011 fue beneficiado por la amnistía general aprobada por la Asamblea y recobró la libertad. Mientras estuvo entre rejas, Pashinyan fue considerado prisionero de conciencia por las ONG humanitarias.
En 2012 Pashinyan clausuró su etapa editorial y periodística en Haykakan Zhamanak, donde le tomó el relevo su misma esposa y madre de sus cuatro hijos, Anna Akopyan, para dedicarse a la acción oposicionista exclusivamente política en las filas del partido de Petrosyan, el Congreso Nacional Armenio (HAK). Las elecciones del 6 de mayo de 2012, vueltas a ganar por los republicanos de Sargsyan, le convirtieron en diputado de la Asamblea, uno de los siete metidos por el HAK en su primer envite parlamentario.
Ahora, Pashinyan hacía política dentro de las instituciones y acatando el orden legal, pero no por ello dejó de concebir una "revolución democrática" en Armenia para desalojar del poder a su detestado antagonista, Sargsyan. El presidente fue reelegido para un segundo mandato de cinco años el 18 de de febrero de 2013 frente a un único contrincante de peso, Raffi Hovannisian, antiguo ministro de Exteriores y líder del partido Zharangutyun. Levon Ter-Petrosyan y Gagik Tsarukyan boicotearon las elecciones al considerar que no reunían las mínimas garantías y luego, al igual que Pashinyan, se alinearon con el perdedor oficial en su reclamación del triunfo legítimo, según él arrebatado mediante un fraude a gran escala.
La enésima expresión de repudio al régimen del HHK preludió la nueva jugada partidista de Pashinyan. En diciembre de 2013 el opositor abandonó el HAK de Petrosyan y con un grupo de seguidores estableció una agrupación propia, de nombre Contrato Civil (K'aghak'aciakan Paymanagir, KP). Dos años después, en diciembre de 2015, Pashinyan volvió a salir en tromba contra las maniobras de Sargsyan, quien hizo aprobar en referéndum una reforma constitucional por la que Armenia dejaba de ser un sistema de gobierno de tipo semipresidencial y adoptaba el modelo parlamentario; así, el presidente que sucediera en 2018 a Sargsyan, quien por ley no podía optar al tercer período quinquenal como jefe del Estado, ya no dispondría de poderes ejecutivos y estos recaerían exclusivamente en el Gobierno y el primer ministro. Ya entonces se sospechaba que, llegado aquel momento, Sargsyan no vacilaría en postularse a primer ministro para seguir mandando en el país.
El 12 de diciembre de 2016, de cara a las elecciones parlamentarias del 2 de abril de 2017, Pashinyan suscribió con Edmon Marukyan, líder del partido Armenia Brillante, y Aram Sargsyan, ex primer ministro y al frente del partido República (Hanrapetutyun, escindido en su momento del HHK), una lista conjunta de nombre Alianza Salida (Yelk). Con Marukyan de cabeza de lista, la Yelk, de tendencia liberal y proeuropea, no hizo un buen papel y solo capturó el 7,8% de los votos y nueve escaños, entre ellos los conseguidos por el triunvirato opositor. El HHK del presidente Sargsyan conquistó su quinta mayoría consecutiva y el segundo lugar volvió a ser para el BHK de Tsarukyan. El fracaso fue más nítido para Pashinyan porque el 14 de mayo siguiente el anterior periodista vio frustrada su tentativa de hacerse con la alcaldía de Yereván; en la elección municipal celebrada en la capital de Armenia resultó vencedor el candidato del HHK y titular del cargo, Taron Margaryan. Desde este momento, Pashinyan permaneció en el primer plano como jefe del grupo de la Yelk en la Asamblea Nacional.
2. Cabeza del levantamiento popular de 2018 e investidura como primer ministro
Las próximas conclusión del mandato presidencial de Serzh Sargsyan y entrada en vigor de la reforma constitucional de 2015 pusieron en guardia a Pashinyan y sus, por el momento, limitadas huestes. La tensión ambiental fue subiendo en Armenia.
El 2 de marzo de 2018 la Asamblea Nacional eligió como próximo presidente de la República, el cuarto desde la independencia nacional en 1991, a Armen Sargsyan, antiguo primer ministro (1996-1997) y figura sin filiación partidista, aunque en la órbita del HHK (y sin parentesco con Serzh Sargsyan, Aram Sargsyan o Tigran Sargsyan, poseedores los cuatro de un apellido muy común en Armenia, a veces transliterado del alfabeto armenio con grafías latinas alternativas, como Sarkissian o Sarkisyan).
La toma de posesión de Armen Sargsyan tocaba el 9 de abril y algunos responsables del HHK empezaron a comentar que Serzh Sargsyan podría ser nominado para dirigir el Gobierno, desde septiembre de 2016 encabezado por Karen Karapetyan. Estas informaciones empujaron desde el 31 de marzo a la acción callejera a Pashinyan y sus seguidores, que se propusieron impedir la anunciada nominación de Sargsyan bloqueando los accesos a la sede del HHK en la capital. El boicot de los militantes del KP y la Alianza Yelk fallaron en este propósito y el 17 de abril la Asamblea invistió primer ministro, con el estreno de los nuevos poderes ejecutivos, a Serzh Sargsyan, liberado ocho días antes de una Presidencia ya solo representativa y ceremonial.
La consumación del plan de continuidad de Sargsyan acabó de encumbrar a Pashinyan, todo vehemencia y radicalismo, como el líder indiscutible de un gran movimiento de protesta popular que sus protagonistas no dudaban en calificar de "revolución", a ser posible una "de terciopelo", sin violencias ni derramamientos de sangre, como la triunfante en la Checoslovaquia comunista de 1989.
La algarada anti-Sargsyan organizada por Pashinyan y la Yelk, a la que se sumaron gentes del sector de Gagik Tsarukyan y de la Federación Revolucionaria Armenia (Dashnaktsutyun o Dashnak) de Garabid Kevorkyan, socio del HHK en el Gobierno de coalición, ganó ímpetu y el 23 de abril el recién inaugurado primer ministro, puesto contra las cuerdas, acabó sucumbiendo. Aquel día Sargsyan presentó la dimisión irrevocable, que acompañó de un contrito mea culpa ("Nikol Pashinyan tenía razón, yo estaba equivocado (...) el movimiento en las calles es contra mi mandato, acato vuestra exigencia (...) Deseo paz, armonía y sentido común para nuestro país", manifestó). Entonces, Karen Karapetyan, en estos momentos primer viceprimer ministro, retomó la jefatura del Gobierno en funciones. Dos días después, los ministros de la Dashnak abandonaban el Gobierno.
Pashinyan ya había vencido en el sentido de que había alcanzado la meta personal trazada hacía 10 años, que era echar a Sargsyan. Pero su lucha continuaba porque su intención ahora era, con la legitimidad que le confería acaudillar una revuelta ciudadana triunfante, ser investido primer ministro del país, con mandato hasta las próximas elecciones, anticipadas. Sin embargo, topaba con un obstáculo de envergadura: en la Asamblea Nacional los partidos de la Yelk no constituían más que una franca minoría y el HHK seguía gozando de la mayoría absoluta, 58 de los 105 escaños.
En un fogoso discurso de la victoria ante miles de partidarios el 25 de abril, el orador fue bastante explícito sobre su pretensión: "El pueblo armenio tiene un candidato a primer ministro y las facciones de la Asamblea deben asumir esta realidad política y nominar un candidato de consenso". Al día siguiente, el aspirante a gobernante se postuló para el cargo sin rodeos y rechazó cualquier compromiso con el "sistema corrupto y antinacional" del HHK al tratarse él, Pashinyan, del "único candidato legítimo"; con él de primer ministro, Armenia podría convertirse en un "verdadero estado democrático".
La votación de investidura fue fijada para el 1 de mayo. El HHK, aparentemente amedrentado, confirmó que se abstendría de presentar un candidato propio a la sucesión de Sargsyan con el fin de no encrespar más los ánimos, mientras que Pashinyan amenazó al oficialismo con un "tsunami político" si sus diputados no le elegían; impedir su subida al poder supondría "robarle al pueblo su victoria", avisó. El 1 de mayo Pashinyan, único candidato, no consiguió ser investido al votar por él solo 45 diputados. Salvo uno, todos los representantes del HHK se pronunciaron en contra. Sus advertencias no habían surtido efecto.
Furioso, el opositor convocó una campaña nacional de desobediencia civil y llamó a "bloquear todo lo que pueda bloquearse", desde las calles a los aeropuertos, pasando por el metro y los trenes. "Si todo el mundo participa en un acto de total desobediencia civil, esta será la total victoria del pueblo de Armenia. Nuestra lucha es la lucha de la no violencia, es una acción pacífica de desobediencia civil (...) No podemos retroceder. Debemos seguir adelante para liberar a nuestra patria", arengó.
En la jornada siguiente, con el país severamente afectado por los bloqueos de comunicaciones y los paros laborales, Pashinyan informó que había recibido del partido gobernante garantías de su elección como primer ministro en una segunda sesión parlamentaria de investidura que tendría lugar el 8 de mayo, por lo cual decidía suspender la protesta. En efecto, el 8 de mayo, por 49 votos contra 42, la Asamblea eligió primer ministro a Pashinyan, quien fue inmediatamente nombrado por el presidente Armen Sargsyan. El 12 de mayo quedó constituido el nuevo Gabinete, que incorporaba a ministros de la Alianza Yelk, el BHK de Tsarukyan y la Dashnak. Pashinyan se hizo flanquear por un primer viceprimer ministro de su partido, el KP, Ararat Mirzoyan.
(Cobertura informativa hasta 21/5/2018)