Luc Frieden

 

Poniendo término a su segundo y más dilatado período —una década— en la oposición desde su creación en 1944, el Partido Popular Social Cristiano (CSV) ha vuelto el 17 de noviembre 2023 al Gobierno en Luxemburgo, que celebró elecciones generales el 8 de octubre. El nuevo primer ministro de la agrupación conservadora, invariablemente la primera en escaños, es Luc Frieden, un veterano de 60 años que entre 1998 y 2013 ya portó una serie de carteras ministeriales, inclusive la de Finanzas, en los cuatro gabinetes mandados por Jean-Claude Juncker, de quien estuvo considerado discípulo, mano derecha y heredero. Al formar el liberal Xavier Bettel el primero de sus dos gobiernos de coalición con los socialistas (LSAP) y Los Verdes (DG), Frieden abrió un largo paréntesis político para reanudar su profesión de abogado y ejercer también de ejecutivo bancario. Actividades corporativas a las que en marzo de 2023 renunció para ser el cabeza de lista electoral del CSV, cuya presidencia orgánica se reparten Claude Wiseler y Elisabeth Margue.

La alta capacidad de diálogo y consenso de los partidos luxemburgueses, en el que es seguramente el sistema parlamentario más regular y pragmático de la UE, queda de manifiesto en la suavidad del cambio de Gobierno, que no ha supuesto exactamente una alternancia. Así, Frieden pilota un bipartito con el ya gobernante Partido Democrático (DP) de Bettel, quien deja de ser primer ministro para continuar como viceprimer ministro y titular de Exteriores. Esta fórmula clásica de centro-derecha compuso otros cinco gabinetes entre 1959 y 2004, y ahora se sustenta en una mayoría parlamentaria de 35 diputados, 21 del CSV (los mismos que sacó en los comicios de 2018) y 14 el DP. El fuerte revés electoral de DG impidió a Bettel reeditar el tripartito progresista, que no alcanzaba la mayoría absoluta de 31 diputados.

Tras ser designado primer ministro por el gran duque Enrique el 9 de octubre, Frieden manifestó su intención de coaligarse con el DP, en un contexto económico desapacible. El país más rico de la UE y del mundo gracias a su poca población y al fuerte peso de los servicios financieros acaba de entrar técnicamente en recesión y encara una contracción anual del PIB del 0,4%, tasa negativa algo inferior a la registrada en 2020 por la pandemia, si bien se espera un rebote en 2024. El bache productivo resulta menos lesivo porque el Ejecutivo cuenta un margen fiscal más holgado que en la mayoría de estados miembros de la UE: su déficit público anda en el 0,4%, mientras que su deuda publica no llega al 30% del PIB. Con todo, se trata de dos valores que han aumentado en fechas recientes y que preocupan a los socialcristianos. Los índices de paro (el 5,6%) y de inflación (el 2,1%) se sitúan también por debajo del promedio de los 27. 

Como prioridades de su gestión, Frieden ha citado la bajada de los impuestos directos para dinamizar el consumo e impulsar la competitividad de la economía. También, más apoyo estatal a la adquisición de vivienda y a la transición a las energías renovables, potenciar la sanidad pública y desarrollar la Policía comunitaria. El nuevo gobernante asegura que reducir la presión tributaria sin recortar gasto en inversiones o transferencias sociales será posible a rebufo de la prevista recuperación del crecimiento.

(Texto actualizado hasta 20 noviembre 2023)

 

 

Prolongando una acendrada tradición en el perfil de los primeros ministros luxemburgueses, Luc Frieden presenta la profesión de abogado y además es perito en la vertiente corporativa del Derecho, todo ello en consonancia con el peso del sector bancario-financiero, con su entramado de servicios legales, en la economía del Gran Ducado. Tras obtener sendas titulaciones por la Universidad de Panteón-Sorbona, el Queen's College de Cambridge y la Harvard Law School, empezó a ejercer la abogacía privada como socio del bufete Bonn & Schmitt, actividad que desarrolló entre 1989 y 1998. Paralelamente, se dio a conocer al público como presentador de programas sobre derecho y política internacionales en la telecadena estatal RTL.

La obtención del escaño de diputado en las elecciones generales de 1994 marcó el ingreso de Frieden en la política representativa con el Partido Popular Social Cristiano (CSV), formación mayoritaria conservadora que, salvo en el quinquenio 1974-1979, venía encabezando todos los gobiernos de coalición desde el final de la Segunda Guerra Mundial. En enero de 1998 el abogado dejó la Cámara de Diputados para desempeñar sus primeras funciones ministeriales en el Gobierno de Jean-Claude Juncker, desde 1995 primer ministro en gran coalición con el Partido Socialista Obrero Luxemburgués (LSAP) de Jacques Poos. Juncker, que además fungía de ministro de Finanzas, le confió dos carteras simultáneas, la de Justicia y la del Tesoro y Presupuesto.

Durante una década, Frieden asistió a Juncker en la tarea, no particularmente compleja (a diferencia de los aprietos de otros socios europeos) gracias al desahogado punto de partida estructural del Gran Ducado, de asegurar la participación nacional en la tercera etapa de la Unión Económica y Monetaria, es decir, la sustitución del franco luxemburgués por el euro, y el posterior cumplimiento de las reglas fiscales y financieras marcadas por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Una época de inéditas estrecheces económicas y financieras fue la Gran Recesión de 2008-2009, que trajo la contracción del PIB, el rescate-nacionalización urgente del grupo bancario Fortis y la transformación del envidiado superávit fiscal en déficit. 

Sin embargo, el principal caballo de batalla de los dirigentes luxemburgueses en estos años fue otro, resistirse a las exigencias de los socios de la UE para que el país elevara los impuestos al ahorro remunerado con intereses, armonizándose así con la normativa fiscal de los demás estados miembros, y pusiera fin a su célebre secreto bancario. En otras palabras, desmontar los dos grandes pilares que habían hecho de Luxemburgo uno de los países más atractivos para hacer inversiones financieras y depositar capitales, no pocas veces coladeros de evasiones tributarias, lavados de dinero y otras ilegalidades. Tras múltiples forcejeos y dilaciones, el dúo Juncker-Frieden iba a terminar cediendo a las demandas de armonización y transparencia en el mercado bancario de la UE.

Frieden continuó al lado de Juncker hasta su marcha del Ejecutivo en 2013. Renovó como ministro de Justicia y del Tesoro y Presupuesto en los gobiernos segundo (1999-2004, de coalición centroderechista con el liberal Partido Democrático, DP) y tercero (2004-2009, nuevamente de gran coalición con los socialistas), y entre 2004 y 2006 llevó adicionalmente la cartera de Defensa. Al constituir Juncker su cuarto Gabinete, otra vez de gran coalición, en julio de 2009, el veterano primer ministro opto por ceder el Ministerio de Finanzas, absorción mediante de las áreas de Tesoro y Presupuesto, a Frieden, quien quedó confirmado por tanto como su principal colaborador de confianza. Los últimos años de Frieden en el Gobierno estuvieron caracterizados por la lucha contra el déficit, que pudo ser enjuagado en 2011.

En la remodelación ministerial de abril de 2013 Frieden añadió al Ministerio de Finanzas el Comunicación y Medios. Tres meses después, el Gobierno no sobrevivió a un gran escándalo político, el espionaje telefónico que durante años el Servicio de Inteligencia del Estado (SREL) había practicado a las máximas autoridades del Gran Ducado, incluidos el monarca, Enrique, y el propio primer ministro. Las investigaciones de la Cámara de Diputados hicieron unas revelaciones demoledoras y Juncker hubo de presentar la dimisión el 11 de julio de 2013, forzando el adelanto para el otoño de las elecciones generales que tocaban en 2014. 

Entonces, se especuló con que Frieden (o bien la vicepresidenta de la Comisión Europea, Viviane Reding) podría ser el cabeza de cartel del CSV en los comicios anticipados del 20 de octubre. Sin embargo, Juncker volvió a desempeñar ese cometido. Aunque los socialcristianos, pese al retroceso en votos y escaños, dejaron clara su condición de imbatible primera fuerza, los socialistas de Étienne Schneider y los demócratas de Xavier Bettel optaron por formar una coalición progresista que alcanzó la mayoría con la adición de un tercer socio, Los Verdes (Déi Gréng).

Con la toma de posesión del Gabinete Bettel el 4 de diciembre de 2013, Frieden, casado y con dos hijos, continuó políticamente activo como diputado de la oposición, pero en septiembre de 2013 renunció a su acta en la Cámara para abrir una nueva etapa profesional en el sector privado. En la década que siguió, trabajó como vicepresidente del Deutsche Bank AG en Londres y, a partir de 2016, como presidente del Consejo de Directores del Banque Internationale à Luxembourg (BIL). Paralelamente y desde 2016 también, retomó la abogacía en la firma luxemburguesa Elvinger Hoss Prussen. En abril de 2019 fue nombrado presidente de la Cámara de Comercio de Luxemburgo y en enero de 2022 sumó a todos estos cometidos la presidencia de Eurochambres, la Asociación de Cámaras de Comercio e Industria Europeas con sede en Bruselas.

(Cobertura informativa hasta 1/1/2023)