José Bové

Los movimientos conservacionista y antiglobalización tienen en el agricultor, sindicalista y eurodiputado verde francés José Bové uno de sus activistas más renombrados. Símbolo y héroe de unas luchas justas para unos, vándalo arrogante y delincuente contumaz para otros, en 2014 el llamado a veces "galo irreductible" del ecologismo, con un vasto historial de acciones espectaculares y líos con la justicia, hace campaña como co-candidato del Partido Verde Europeo al puesto de presidente de la Comisión Europea.

Hijo de un prestigioso agrónomo y de una profesora de ciencias naturales, en su etapa estudiantil frecuentó los ambientes antimilitaristas y libertarios, tomó parte en el Mayo del 68 y, rehusando acogerse a la objeción de conciencia, desertó del servicio obligatorio de armas. Participó de manera significativa en las protestas de los pequeños ganaderos locales contra la extensión del polígono que el Ejército francés tenía en Larzac, en el departamento de Aveyron, al noroeste de Midi-Pirineos, las cuales se prolongaron durante toda la década de los setenta y mantuvieron en jaque al Ministerio de Defensa, hasta que en 1981 François Mitterrand, al que Bové conocía personalmente, dio carpetazo a las expropiaciones de pastos para uso militar.

En 1976, al calor de esta célebre lucha de desobediencia civil y resistencia no violenta, que le costó la primera de sus muchas condenas judiciales y estancias temporales en prisión, Bové y su joven familia se instalaron ilegalmente en una finca agropecuaria abandonada pero propiedad del Estado, Le hameau de Montredon. Allí rehabilitaron una antigua explotación ovina, abrieron un negocio de venta directa de quesos Roquefort y recrearon la vida de unos granjeros artesanales y autosuficientes. En los años ochenta Bové canalizó su combatividad reivindicativa en el sindicalismo agrario. Promovió el gremio del campo CNSTP, de inspiración anarquista, y en 1987 fue uno de los fundadores, así como secretario y portavoz, de la Confédération Paysanne, adalid de los métodos de producción tradicionales y la agricultura orgánica, y por tanto contraria al mercantilismo y los procedimientos intensivos de la industria agro-alimentaria. En 1993 asumió la portavocía de movimiento trasnacional Vía Campesina.

A partir de 1995, coincidiendo con el auge de los movimientos de oposición a los procesos de globalización cultural y comercial, Bové expandió su activismo a la escena mundial e incorporó a su agenda una gran variedad de causas militantes. Con su vínculo a la ONG Greenpeace, en cuyo buque insignia Rainbow Warrior zarpó a la Polinesia Francesa, dejó patente su rechazo a las pruebas nucleares mandadas realizar por el presidente Jacques Chirac en el océano Pacífico y se hizo muy popular entre los ambientalistas. Asimismo, emprendió una cruzada particular contra los organismos transgénicos, llegando a asaltar almacenes de semillas y campos de cultivos genéticamente modificados para destruir estas plantaciones "de laboratorio", con las consiguientes condenas de los tribunales, multas, sanciones y penas carcelarias. Por otro lado, en 1998 se unió a Bernard Cassen, Susan George y otros intelectuales para la puesta en marcha de la ATTAC, la asociación que reclama el control democrático de los mercados financieros y la aplicación de un impuesto, la Tasa Tobin, a los flujos de capital.

Sin embargo, la acción que dio a Bové verdadera fama internacional fue, en agosto 1999, el ataque junto con varios sindicalistas del sector lácteo contra un local en construcción de la cadena de comida rápida McDonald's en Millau, localidad de Aveyron. Bové y sus compañeros justificaron el "desmontaje" de la hamburguesería, que quedó prácticamente destruida, en protesta por los fuertes aranceles aplicados a las importaciones de quesos Roquefort y otros productos agropecuarios europeos por Estados Unidos, medida de retorsión que había sido aprobada por la Organización Mundial del Comercio (OMC) y que seguía al bloqueo impuesto por el mercado de la Unión Europea a las exportaciones estadounidenses de carne de vacuno hormonada.

El sabotaje de la franquicia de McDonald's, símbolo de la "comida basura" estadounidense que estaba "invadiendo" Europa, costó al desafiante Bové una sentencia de tres meses de prisión que sirvió parcialmente en 2002, en mitad de una profusa racha de visitas al banquillo de los acusados y el calabozo. En lo sucesivo un rostro imprescindible de las grandes movilizaciones altermundialistas de rechazo al neoliberalismo, Bové, distinguido físicamente por su poblado bigote rojizo y su pipa de fumador, participó en protestas y contracumbres como las de Seattle en 1999 contra la OMC, Davos en 2000 contra el Foro Económico Mundial, y Génova en 2001 contra el G8. Ese último año asistió también al I Foro Social Mundial, organizado en la ciudad brasileña de Porto Alegre por el ATTAC y el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva.

Hasta finales de la década, Bové siguió viajando por todo el planeta, tomando la voz en campañas populares y conferencias, codeándose con numerosas personalidades y divulgando el concepto de la soberanía alimentaria, concebido como un nuevo tipo de Derecho Humano que incide en los modelos de explotación y comercialización agrícolas con criterios de biodiversidad, sostenibilidad ambiental, protección de los mercados domésticos, preservación de los derechos de los pueblos y respeto al consumidor. Hiperactivo y provocador nato de situaciones arriesgadas o pintorescas, Bové tenía además tiempo para las protestas de signo radicalmente político, como la que en 2002 le llevó a Cisjordania para repudiar las operaciones del Ejército de Israel contra los palestinos y ponerse a disposición del sitiado Yasser Arafat en calidad de escudo humano dentro de su semiderruido cuartel de Ramallah. Otras causas nacionalistas que atrajeron el interés del conservacionista francés fueron las de los canacos de Nueva Caledonia, los tahitianos y los kurdos.

En 2005 Bové se involucró decididamente en la actualidad política francesa haciendo campaña por el no en el referéndum de ratificación del Tratado Constitucional Europeo, del que abominaba por su carácter "ultraliberal" y "antisocial". El éxito de esta campaña le animó a postularse a nada menos que la Presidencia de la República en la elecciones de 2007. Incapaz de ponerse de acuerdo con los comunistas y otras tendencias de la extrema izquierda, el antiglobalista contendió por su cuenta en la liza que ganó Nicolas Sarkozy; su candidatura testimonial rozó el medio millón de votos, el 1,3% del total.

En 2008 Bové se unió a Europe Écologie, el nuevo proyecto de coalición verde impulsado por Daniel Cohn-Bendit para disputar las elecciones al Parlamento Europeo de 2009. Con el 16,6% de los votos y 14 diputados, Bové entre ellos, Europe Écologie duplicó los resultados obtenidos en 2004 por Les Verts, el principal partido ecologista francés hasta entonces, convirtiéndose en la tercera opción preferida por el electorado galo después de la UMP de Sarkozy y el Partido Socialista de François Hollande, el cual sólo le aventajó en 34.000 papeletas.

Una vez en la Eurocámara, Bové se integró en el Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea, expresión parlamentaria de dos formaciones europeas sustancialmente diferentes pero asociadas en Bruselas, el Partido Verde Europeo (PVE) y la Alianza Libre Europea (ALE), esta última animada por una pléyade de partidos nacionalistas e independentistas de ámbito regional. Como vicepresidente de la Comisión Parlamentaria de Agricultura y Desarrollo Rural, el representante verde se involucró a fondo en la financiación, gestión y seguimiento de la Política Agrícola Común (PAC). Desde el hemiciclo reclamó a la UE unos objetivos "más ambiciosos" en la lucha contra el cambio climático y la política energética.

En noviembre de 2010, en un Congreso nacional en Lyon, Europe Écologie y Les Verts aprobaron fusionarse en una nueva estructura, dando lugar al movimiento EELV. Bové, al que sus nuevas responsabilidades políticas e institucionales le impusieron el final de su polémica trayectoria como saboteador de depósitos de maíz transgénico de Monsanto y otras multinacionales de biotecnología agrícola, tomó asiento en el Buró Ejecutivo del EELV como encargado de su área de internacional. En septiembre de 2013 el EELV designó a Bové su aspirante de cara a la novedosa elección primaria que el PVE iba a celebrar a través de Internet entre noviembre de 2013 y enero de 2014 con el fin de que los afiliados y simpatizantes europeos escogieran a dos candidatos al puesto de presidente de la Comisión Europea. De acuerdo con las disposiciones del Tratado de Lisboa, dicho alto cargo comunitario sería designado por el Consejo Europeo y el Parlamento Europeo teniendo en cuenta el resultado de las elecciones de mayo de 2014.

La primaria virtual del PVE fue ganada al alimón por la verde alemana Ska Keller y Bové, quien sacó 65 votos menos que ella. El PVE les proclamó a ambos co-candidatos y co-líderes de su campaña para los comicios del 22 al 25 de mayo de 2014. En el caso de Bové, el francés volvía a ser además el cabeza de lista europea de su grupo en la circunscripción electoral nacional del Sudoeste. El dirigente verde francés, descrito a sí mismo como "un campesino por Europa", anunció una campaña "de defensa de una Europa que proteja a los hombres y mujeres de la globalización que está destruyendo empleos y el medio ambiente". "La austeridad ha sido una opción y es un fracaso. Únete a los Verdes para una futura Europa con empleos de calidad, que luche contra el calentamiento global y las inequidades sociales", proclamaba en su manifiesto.

José Bové es autor de varios libros, algunos escritos en coautoría. Se citan: Le Monde n'est pas une marchandise. Des paysans contre la malbouffe (2000); Paysan du monde (2001); Retour de Palestine. Campagne civile internationale pour la protection du peuple palestinien (2002); La confédération paysanne (2003); Défaire le développement. Refaire le monde (2003); Pour la désobéissance civique (2004); Candidat rebelle (2007); José Bové, un paysan pour l'Europe (2009, libro de entrevistas); Nous sommes en marche avec Europe Ecologie (vol. 1) (2010); Du Larzac à Bruxelles (2011, libro de entrevistas); Des écologistes en politique (2011); y Changeons de cap, changeons de Pac!. Vers une agriculture paysanne au service des citoyens (2012). En 2014, con motivo de su candidatura europea, el activista ha publicado Hold-up à Bruxelles. Les lobbies au coeur de l'Europe, contundente alegato donde denuncia el "pillaje organizado" de la UE por parte de determinados grupos de poder económicos y multinacionales, en particular, según él, de los sectores energético, alimentario, tabaquero y agroquímico.

(Cobertura informativa hasta 20/4/2014)