Habib Essid

El proceso poselectoral abierto en Túnez a finales de 2014 concluyó en febrero de 2015 con la formación del Gobierno de concentración de Habib Essid, un agrónomo independiente próximo al nuevo presidente de la República, Béji Caïd Essebsi. El Gabinete Essid, que toma el relevo al Ejecutivo de técnicos de Mehdi Jomaa, incorpora a cuatro de los cinco partidos más representados en la Asamblea salida de los comicios de octubre de 2014, conformando una amplísima mayoría absoluta. Estos son la agrupación de Essebsi, Nidaa Tounes, los islamistas del Ennahda, segundos en escaños, y otras dos fuerzas, la Unión Patriótica Libre (UPL) y Afek Tounes, que, como el Nidaa Tounes, se adscriben al centro liberal laico.

El historial de servicios gubernamentales en el antiguo régimen benalista del nuevo primer ministro, quien portara además la cartera de Interior en el equipo de transición encabezado por Essebsi tras el triunfo de la Revolución en 2011, ha generado suspicacias en la achicada oposición de izquierda, mientras que un sector del Nidaa Tounes no ha digerido bien el pacto con el Ennahda. Sin embargo, la unidad de acción de las principales fuerzas políticas por encima de sus diferencias ideológicas es aplaudida por la comunidad internacional, que confía en la consolidación del éxito democrático tunecino. Las principales tareas de Essid son relanzar la economía y desbaratar las asechanzas del terrorismo jihadista; ahora mismo, el Estado Islámico tiene al pequeño país magrebí en su punto de mira.


(Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada originalmente el 11/2/2015. El ejercicio de Habib Essid como primer ministro de Túnez concluyó el 27/8/2016. Su sucesor en la jefatura del Gobierno fue Youssef Chahed).

Natural de la ciudad costera de Susa, se labró una doble especialidad académica como economista en la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas de la Universidad de Túnez (1971) y como ingeniero agrícola en la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos (1974). Tras concluir sus estudios entró en la plantilla de funcionarios de la Dirección General de Ingeniería Agrícola del Ministerio de Agricultura, donde en la segunda mitad de la década de los setenta condujo diversos estudios técnicos de irrigación. En 1980 fue puesto al frente de los regadíos de Gafsa y Jérid, en la región central del país, y a partir de 1988 fungió de delegado para el desarrollo agrícola en Kairuán y Bizerta.

En 1993, durante el primer mandato presidencial de Zine El Abidine Ben Alí, Essid fue ascendido a jefe del gabinete del ministro de Agricultura, Mohammed Ben Rejeb, dentro del Gobierno encabezado por Hamed Karoui. Cuatro años más tarde Ben Rejeb fue nombrado ministro del Interior y Essid se trasladó con él al nuevo departamento. A pesar de los sucesivos cambios de ministro del Interior, Ali Chaouch y, desde 1999, Abdallah Kallel, el ingeniero se mantuvo como jefe de gabinete. En enero de 2001, siendo Mohammed Ghannouchi el primer ministro, Essid regresó al Ministerio de Agricultura en calidad de secretario de Estado responsable de la producción frutícola. En septiembre de 2002, al reestructurarse el departamento como Ministerio de Agricultura, Medio Ambiente y Recursos Hidráulicos, siguió en el Gobierno como el secretario de Estado de la segunda de las tres áreas.

La carrera de Essid como tecnócrata del Gobierno tunecino añadió nuevos cometidos en el tramo final del régimen benalista. En junio de 2003 fue nombrado presidente director general de la entidad estatal Sociedad del Transporte por Oleoducto a través del Sáhara (TRAPSA). En noviembre de 2004 abandonó este puesto doméstico al serle conferida una función intergubernamental, la dirección ejecutiva del Consejo Oleícola Internacional (COI), organismo de países productores y consumidores de aceite de oliva con sede en Madrid. Essid dirigió el COI desde la capital de España hasta últimos de 2010, justo cuando en Túnez prendía la mecha de la revuelta popular contra la dictadura de facto de Ben Alí y el partido hegemónico, el Reagrupamiento Constitucional Democrático (RCD), alzamiento ciudadano que puso en marcha la histórica Primavera Árabe en la mayoría de países del Magreb y Oriente Próximo.

En marzo de 2011, una vez en Túnez y ya caído el régimen autoritario bajo la presión de las manifestaciones, Essid fue reclutado por el primer ministro encargado de pilotar la transición hasta las elecciones constituyentes, Béji Caïd Essebsi, quien fuera varias veces ministro y cabeza del Legislativo en las épocas de Bourguiba y Ben Alí, para el sensible cargo de ministro del Interior. En esta oficina Essid tomó el relevo al efímero Farhat Rajhi, partidario de la purga de funcionarios policiales comprometidos con el anterior régimen.

En los ocho meses que sirvió como titular de Interior, Essid, cuya figura no suscitaba rechazo en los marginados, pero todavía influyentes, partidarios del presidente derrocado y sí en cambio ciertos recelos en los colectivos prodemocráticos que habían protagonizado la Revolución, hubo de enfrentar los brotes de protestas y disturbios que sobresaltaron la cuenta atrás para las elecciones del 23 de octubre de 2011 a la Asamblea Constituyente. Las mismas fueron ganadas por el partido islamista Ennahda que lideraba Rashid Ghannouchi y dieron lugar a la formación el 24 de diciembre del nuevo Gabinete presidido por Hamadi Jebali.

Que Essid era un profesional de bajo perfil político y adaptable a diferentes entornos partidistas quedó de manifiesto a los pocos meses de asumir el Gobierno del Ennahda. Así, en abril de 2012 el islamista Jebali le trajo de vuelta al Ejecutivo como su asesor para asuntos de seguridad. En marzo de 2013 Jebali fue sucedido como primer ministro por su colega de formación Ali Larayed, el titular de Interior hasta entonces, y Essid quedó exonerado de su labor consultora. El ingeniero se mantuvo fuera de foco durante casi dos años, tiempo en el cual conservó su condición de independiente. Así, no siguió los pasos de otros veteranos servidores del antiguo régimen y del Gabinete transitorio de Essebsi que pasaron a militar en el nuevo partido centrista y secular montado por el octogenario ex primer ministro, Nidaa Tounes (Llamada de Túnez), el cual se situó en la oposición al Gobierno de la llamada Troika, es decir, el Ennahda y sus socios no religiosos, el CPR y el Ettakatol.

Essebsi y su partido fueron los triunfadores en las primeras elecciones generales celebradas tras promulgarse la Constitución democrática en enero de 2014. Los comicios a la Asamblea de Representantes del Pueblo tuvieron lugar el 26 de octubre y dieron al Nidaa Tounes una mayoría simple de 86 escaños, 17 más que el erosionado Ennahda. En las presidenciales, celebradas a doble vuelta el 23 de noviembre y el 21 de diciembre, Essebsi batió al titular aspirante a la reelección y líder del CPR, Moncef Marzouki

El 31 de diciembre de 2014 Essebsi, a los 88 años, prestó juramento como presidente de la República con un mandato de un lustro. El 5 de enero de 2015 el flamante jefe del Estado comunicó que su designado para encabezar el nuevo Gobierno era Essid, quien contaba con el aval del Nidaa Tounes, ahora dirigido por el presidente de la Asamblea, Mohammed Ennaceur, y con Taieb Baccouche de secretario general. Essid cogería el testigo al también ingeniero no afiliado Mehdi Jomaa, jefe del Gobierno de técnicos independientes formado en enero de 2014.

Essid disponía de un mes para nombrar un equipo ministerial aceptable para la Asamblea, donde las fuerzas representadas acogieron su nombramiento presidencial con división de opiniones. Mientras que los islamistas del Ennahda adelantaron que no tendrían inconvenientes en dar sus votos a la investidura de un Gabinete Essid del que, sin embargo, optaron por no ser miembros, agrupaciones de la izquierda como el Frente Popular (Al Jabha) manifestaron grandes reservas con el postulante a primer ministro dado su currículum político, escrito fundamentalmente a las órdenes de Ben Alí. La primera lista de 24 ministros presentada por Essid el 23 de enero, que reunía, además de independientes, a miembros del Nidaa Tounes, empezando por su secretario general, Baccouche, asignado a la cartera de Exteriores, y del partido liberal laico Unión Patriótica Libre (UPL), tercero de la Asamblea con 16 diputados y presidido por el empresario futbolístico de estilo populista Slim Riahi, suscitó tantas críticas en los restantes grupos parlamentarios que su redactor no llegó a someterla al voto de confianza de la Asamblea.

Una nueva y frenética ronda de negociaciones partidistas desembocó el 2 de febrero en el anuncio de un segundo esquema ministerial que ya se acercaba más al Gobierno de amplia base prometido por Essebsi tras ganar las elecciones generales. Ahora, junto con el Nidaa Tounes, la UPL y el ramillete de independientes, aparecían integrados en el Gabinete el Ennahda y una cuarta formación, Afek Tounes (Horizonte de Túnez), con Yassín Brahim de líder y un programa de corte liberal y secular. En conjunto, estas cuatro agrupaciones sumaban una amplísima mayoría absoluta de 179 diputados sobre 217. De los ministerios principales, Exteriores fue para Taieb Baccouche, Finanzas para su colega de partido Slim Chaker, Defensa para el independiente Farhat Horchani e Interior para el también no adscrito Mohammed Najem Gharsalli. Significativamente, pues de ello se desprendía que Ghannouchi, después de toda la crispación y la avalancha de críticas que la gestión gubernamental de los islamistas en el período 2011-2014 había provocado, estaba decidido a mantener a su partido en un segundo plano, el Ennahda se conformó con un único puesto, el de Empleo. De los 27 ministros, solo tres eran mujeres.

El 5 de febrero el Gobierno Essid en su composición definitiva mereció la confianza de la Asamblea por 167 votos a favor, 57 más de los necesarios aunque 12 menos de los que sumaba el nuevo bloque oficialista (desfase que puso en evidencia el malestar de algunos miembros del Nidaa Tounes por el pacto del laico Essebsi con el religioso Ghannouchi), 30 votos en contra y ocho abstenciones. El primer ministro y los restantes miembros del Gabinete tomaron posesión de sus cargos en la jornada siguiente.

Habib Essid está casado y es padre de tres hijos.

(Cobertura informativa hasta 11/2/2015)