Giuliano Amato
Primer ministro (1992-1993, 2000-2001)
Creció en la Toscana, donde completó sus estudios preuniversitarios. En 1960 obtuvo la licenciatura en Jurisprudencia por la Universidad de Pisa y en 1963 un máster en Derecho Constitucional Comparativo por la Universidad de Columbia, en Nueva York. Catedrático de Derecho Constitucional Italiano y Comparativo por la Universidad de Roma desde 1979, hasta entonces impartió docencia en la Escuela de Ciencia Política de esa casa de estudios (1964-1969 y de nuevo tras 1975), así como en las universidades de Módena (1969-1970), Perugia (1970-1974) y Florencia (1974-1975).
En 1958 ingresó en el Partido Socialista Italiano (PSI), a cuyo Comité Central accedería 20 años después. En 1967-1968 y de nuevo en 1973-1974 dirigió la oficina jurídica del Ministerio de Planificación Económica y Presupuesto. En los años siguientes continuó trabajando en la alta administración del Estado, como presidente de los comités gubernamentales para la reorganización de la oficina del presidente del Consejo de Ministros (1980) y la reforma de las Participaciones Estatales (1980-1981). También fue asesor especial sobre Política Regional adjunto a la Comisión Europea (1978-1979).
Tras las elecciones de 1983 se estrenó como diputado por Turín-Novara-Vercelli y fue nombrado presidente del Comité para la Reforma de las Participaciones Estatales y subsecretario de Estado en el Gobierno de Bettino Craxi. Entre 1987 y 1989 siguió en el Ejecutivo como ministro del Tesoro. Situado ya al frente de la vicesecretaría general del PSI (1988-1992), en 1991 negoció con el gobierno albanés el desembolso de la deuda contraída con Italia por este país. En mayo de 1992 el PSI le puso al frente de la secretaría regional de Milán, que se encontraba desprestigiada por los escándalos de corrupción.
A la dimisión del primer ministro Giulio Andreotti el 24 de abril de 1992, los partidos del gobierno saliente consensuaron la candidatura de Amato, el cual fue designado primer ministro por el presidente Oscar Luigi Scalfaro el 18 junio. Diez días después formó gobierno, el quincuagésimo desde la proclamación de la República en 1946, con el quattro partiti tradicional (que, a la postre, ocupó por última vez el Ejecutivo, antes ser barrido por los procesos anticorrupción), esto es, la Democracia Cristiana (DC), el PSI, el Partido Liberal Italiano (PLI) y el Partido Socialdemócrata Italiano (PSDI). La coalición contaba con una precaria mayoría absoluta de 15 escaños y, por primera vez, no había alcanzado el 50% del voto en las elecciones legislativas, celebradas el 5 de abril anterior. Se trataba de un equipo bastante despolitizado, con presencia de economistas de talla y la ausencia de habituales como Andreotti, Craxi (secretario general del PSI, que había tenido sus diferencias con Amato en cuanto a la forma de dirigir el partido) o el democristiano Arnaldo Forlani.
Los primeros meses de la gestión de Amato se enmarcaron en un contexto de crispación social y política sin precedentes, con el arranque de las investigaciones de la judicatura milanesa de casos de corrupción y el consiguiente descrédito de los partidos que habían dominado la escena en el último medio siglo, el debate sobre la reforma de las instituciones, el pulso de la Mafia al Estado (asesinato del popular juez Giovanni Falcone el 23 de mayo 1992), el agravamiento del déficit presupuestario y las sucesivas devaluaciones de la lira, que acabó abandonando el Sistema Monetario Europeo para entrar en flotación el 17 de septiembre de 1992. Amato lanzó un programa de saneamiento que pasó por la privatización de empresas públicas, la transformación de los monopolios del Estado en sociedades anónimas y la adopción de medidas de ahorro, lo que permitió una rebaja del déficit público.
Al comenzar 1993 se multiplicaron los escándalos de corrupción, la apertura de sumarios judiciales y las detenciones de numerosas personalidades de la política y los negocios, todo lo cual certificaba el final de cinco décadas de partidocracia. Amato se apuntó un gran tanto con la detención el 15 de enero del máximo jefe mafioso, Totó Riína, y trató de mantener su gobierno al margen del temporal político para centrarse en las cuestiones económicas. Sin embargo, el 19 de febrero tuvieron que dimitir los ministros de Justicia, Francesco de Lorenzo, y de Hacienda, Giovanni Goria, que estaban siendo investigados por los jueces. Gravemente debilitado, Amato se sometió al voto de confianza en el Parlamento el 25 de febrero y su aprobación le otorgó el respiro necesario para sacar adelante por decreto una ley antitangente que pretendía poner fin a la sangría de procesados y arrestados.
El texto distinguía entre enriquecimientos "personal" y "para el partido"; el primer caso se tramitaría por la vía penal y el segundo por la administrativa, a sancionar con inhabilitación y multas, pero sin penas de prisión. La iniciativa desató la furia popular y la censura de la oposición, pues se veía en ella un intento de los partidos afectados de evadir sus responsabilidades. Tras negarse Scalfaro a firmar el decreto, Amato dio marcha atrás. Tras nuevas dimisiones ministeriales (la última la del titular de Finanzas, Franco Reviglio), Amato puso su cargo a disposición de Scalfaro, pero este le pidió que suspendiera su dimisión hasta el 19 de abril, cuando se someterían a referéndum diversas cuestiones esenciales para la reforma del Estado. Superada la consulta con el abrumador voto afirmativo, Amato efectuó la renuncia el 22 de abril de 1993 y siete días después le sustituyó al frente del Gobierno Carlo Azeglio Ciampi.
Entre noviembre de 1994, luego de abandonar su escaño en la Cámara de Diputados tras 11 años de mandato, y diciembre de 1997 estuvo al frente del órgano Antitrust de la administración, al tiempo que retornó a su antiguo magisterio en la Universidad de Roma. Miembro de la fundación Comité Europeo de Orientación Nuestra Europa, Amato fue recuperado por el demócrata-izquierdista Massimo D'Alema para su gobierno de amplia coalición del 21 de octubre de 1998, como ministro socialista independiente al frente de la cartera de Reformas Institucionales. Amato prefirió entonces mantener su independencia dentro de El Olivo, la alianza de fuerzas del centro-izquierda, y declinó la invitación de D'Alema de ingresar en los DS (Demócratas de Izquierda), nueva denominación del ex comunista Partido Democrático de la Izquierda (PDS) aprobada en el Congreso de Florencia de febrero de 1998. En aquella ocasión, la intervención del invitado Amato a favor de una más estrecha colaboración con vistas a una futura convergencia de las izquierdas fue muy aplaudida.
El 18 de mayo de 1999 Ciampi dejó vacante el Ministerio del Tesoro para asumir la presidencia de la República y el puesto le fue encomendado a Amato. La crisis de gobierno precipitada por la dimisión de D'Alema, el 19 de abril de 2000, a raíz de los malos resultados de la coalición gobernante en las elecciones regionales, urgió a estos partidos la elección de un candidato con un perfil político que no suscitara excesivas controversias, dialogante y capaz de continuar las reformas en curso hasta la celebración de elecciones generales en 2001.
Ciampi pidió a Amato que formara gobierno y el 26 de abril presentó un gabinete que mantenía el delicado equilibrio partidista del precedente, esto es, los DS, los ex democristianos del Partido Popular Italiano (PPI), la Renovación Italiana (RI) del ministro de Exteriores Lamberto Dini, el Partido de los Comunistas Italianos (PDCI), los Verdes, los Demócratas de Romano Prodi, la Unión de Demócratas Europeos Reformistas (Udeur) y los Socialistas Demócratas Italianos (SDI), que fueron recuperados tras ausentarse del segundo gobierno de D'Alema. Ganada la preceptiva votación parlamentaria el día 28 (por 319 votos contra 298) y una moción de confianza el 3 de mayo (por 179 contra 112), Amato declaró que las prioridades de su gobierno serían la liberalización económica, la lucha contra la criminalidad, la descentralización administrativa, el mantenimiento del rigor presupuestario y nuevas medidas para la flexibilización del mercado laboral y la reducción de impuestos.
No obstante, la debilidad de la coalición auspiciada por los ex comunistas quedó nuevamente sobre el tapete al resultar nulo el referéndum múltiple del 21 de mayo de 2000 sobre la introducción del sistema electoral mayoritario (el vigente desde la reforma de 1993 es mixto, con concesiones a la proporcionalidad), para el que Amato había pedido el sí, por no alcanzarse el quórum del 50% más uno de participación.
El 26 de septiembre de 2000 Amato despejó una incógnita al descartarse como cabeza de lista de El Olivo y confirmar que él sólo era un primer ministro de paso. El anuncio dejó el camino expedito al popular alcalde de Roma y eurodiputado de Los Demócratas, Francesco Rutelli, considerado por las fuerzas de la coalición capaz de derrotar en las urnas en al líder de la oposición derechista y ex primer ministro . Amato, invocando su perfil de independiente, se mantuvo apartado de la campaña para las elecciones legislativas del 13 de mayo de 2001.
Exhibiendo el carácter enigmático que se le ha imputado en más de una ocasión, no sólo no abogó por Rutelli y su heterogénea coalición de centro-izquierda, sino que se descolgó con unas ambiguas declaraciones en las que parecía alabar a Berlusconi. Los comicios dieron una gran victoria a la coalición derechista liderada por el político y empresario, y él fue quien el 11 de junio de 2001 relevó a Amato como inquilino del Palacio Chigi. El ex jefe de Gobierno estrenó a continuación el escaño de senador por la circunscripción de Grosseto, en la Toscana. En el Consejo Europeo de Laeken, el 15 de diciembre de 2001, fue elegido uno de los dos vicepresidentes de la Convención encargada de elaborar el proyecto de Tratado de la Constitución Europea.
Giuliano Amato ha publicado varios libros en torno a la reforma constitucional italiana y a los aspectos jurídico-institucionales de las relaciones entre el Gobierno central y las provincias, y el ejercicio político y la gestión económica. Fue presidente del Instituto Aspen de Italia de 1992 a 1994 y desde ese último año viene presidiendo el patronato de la Fundación Ditchley. Es también miembro del Consejo InterAcción.
(Cobertura informativa hasta 31/12/2001)