Elyes Fajfaj

El atolladero político creado en Túnez por las elecciones legislativas de octubre de 2019, que alumbraron una Asamblea fraccionada en extremo, quedó superado el 27 de febrero de 2020 con la investidura de un Gobierno de amplia coalición encabezado por Elyes Fajfaj. El nuevo primer ministro fue designado por el presidente de la República, Kaïs Saïed, a título personal luego de no obtener la confianza parlamentaria el candidato propuesto por el partido islamista Ennahda, Habib Jemli. Fajfaj, de perfil progresista, pertenece al Ettakatol, minúscula formación extraparlamentaria de corte socialdemócrata que jugó un papel de gobierno en el trienio constituyente posterior a la Revolución de 2011; precisamente, este ingeniero con experiencia laboral en Europa fungió de ministro de Turismo y de Finanzas en los dos gabinetes dirigidos por el Ennahda hasta las elecciones de 2014. Más recientemente, Fajfaj fue el postulante del Ettakatol en las elecciones presidenciales, si bien solo sacó un simbólico 0,34% de los votos.

El Gobierno Fajfaj, sexpartito, dispone de una mayoría absoluta muy ajustada y reúne a fuerzas bastante dispares. Además del Ennahda, abiertamente conservador y electoralmente disminuido, están los izquierdistas Attayar y Echaâb, los liberales Tahya Tounes del primer ministro saliente Youssef Chahed y Albadil Ettounsi, y el centrista Nidaa Tounes, gobernante hasta ahora y descalabrado en los últimos comicios, cuando cayó de la primera a la decimotercera posición. Fuera se quedan entre otros el Qalb Tounes del ex candidato presidencial populista Nabil Karoui. De esta heterogeneidad espera sacar sinergias Fajfaj, quien ha hecho recuento de las interminables asignaturas pendientes de la joven democracia tunecina: estabilidad gubernamental, reformas para atajar la mala situación socioeconómica, reducir la inflación y crear empleo, y acciones efectivas contra la corrupción y la criminalidad. En el horizonte cercano asoman las negociaciones para el nuevo tramo crediticio del FMI, que a cambio de financiar la corrección del déficit tunecino exigirá probablemente una reducción del gasto público.


(Texto actualizado hasta marzo 2020)

Entre 1990 y 1997 Elyes Fajfaj se capacitó como ingeniero mecánico en la Escuela Nacional de Ingeniería de Sfax y en el Instituto Nacional de Ciencias Aplicadas (INSA) de Lyon. Posteriormente, en 1998, obtuvo en la Universidad de París-Sarclay un Diploma de Estudios Superiores Especializados (DESS) en Organización y Gestión. En 1999, a los 27 años, inició su carrera profesional en la compañía francesa de manufacturas industriales Hutchinson, subsidiaria de la multinacional energética Total, que le contrató como administrador de proyectos.

En 2004 se integró como director de operaciones en la división de automoción que Hutchinson tenía en Polonia, pero dos años después regresó a Túnez para ejercer como director general de Cotrel, un fabricante nacional de suspensiones de vehículos pesados que posteriormente fue adquirido por la sociedad española Caveo, otra empresa del sector. Desde 2010 el ingeniero desarrolló parte de su labor directiva en las instalaciones que Caveo tenía en Navarra.

Fajfaj no participó en la Revolución tunecina de enero de 2011, si bien era militante del Foro Democrático por el Trabajo y las Libertades (FDTL o Ettakatol), formación socialdemócrata de campo secular que durante el régimen del partido hegemónico RCD y el presidente autoritario Zine El Abidine Ben Alí había jugado un rol opositor marginal y que ahora intentaba hacerse con un espacio representativo en las nuevas instituciones democráticas.

Bajo el liderazgo de Mustafa Ben Jafar y con Fajfaj de director de campaña, el Ettakatol cosechó el 7% de los votos y quedó cuarto en las elecciones del 23 de octubre de 2011 a la Asamblea Constituyente, donde metió una veintena de diputados. A continuación, el Ettakatol formó una coalición, la llamada Troika, con el partido ganador de las elecciones por mayoría simple, el islamista moderado Partido del Renacimiento (Ennahda) de Rachid Ghannouchi, y con el segundo más votado, el centroizquierdista Congreso por la República (CPR) de Moncef Marzouki. De acuerdo con el pacto, la Presidencia interina de la República correspondió a Marzouki, la presidencia de la Asamblea a Ben Jafar y la jefatura del Gobierno a uno de los lugartenientes de Ghannouchi, Hamadi Jebali.

El 24 de diciembre quedó constituido el Gabinete Jebali y en él Fajfaj figuraba portando la cartera de Turismo. Se trataba de uno de los cuatro ministerios adjudicados a su partido y no estaba exento de una gran responsabilidad, pues se trataba de relanzar una actividad económica clave que bajo el benalismo había aportado el 7% del PIB tunecino y sustentado 400.000 empleos directos, pero que ahora, debido a las turbulencias políticas y los problemas de inseguridad, estaba virtualmente paralizada. Desde el 19 de diciembre de 2012 Fajfaj dirigió simultáneamente el Ministerio de Finanzas, donde tomó el relevo al ministro interino Slim Besbes.

En febrero de 2013 Jebali presentó la dimisión en medio de una fuerte contestación al Gobierno y el nuevo primer ministro pasó a ser su colega del Ennahda Ali Larayedh. En el segundo Gobierno de la Troika, instalado el 14 de marzo de 2013, Fajfaj se desprendió del área de Turismo y siguió como ministro de Finanzas. El cometido gubernamental no le duró mucho, ya que el 9 de enero de 2014 Larayedh renunció a su vez y el presidente Marzouki optó por encargar a un independiente, el también ingeniero Mehdi Jomaa, la formación de un Gobierno tecnocrático de mera transición, hasta las elecciones legislativas convocadas para el 26 de octubre.

Una vez fuera del servicio de Estado, Fajfaj retomó las actividades profesionales en el sector privado. En septiembre de 2014 contrató como director general de Standard Conseil, una firma dedicada a las inversiones y las fusiones/adquisiciones empresariales. Al poco tuvieron lugar los comicios a la nueva Asamblea de Representantes del Pueblo (Majlis an-Nuwwab ash-Shaab), saldados para el Ettakatol con un desplome aniquilador, hasta el 0,72% de los votos, que lo dejó sin representación. Las elecciones fueron ganadas con mayoría simple por Nidaa Tounes (Llamada de Túnez), el partido centrista fundado por el veterano Béji Caïd Essebsi, primer ministro de transición en 2011 y en adelante presidente de la República.

Fajfaj continuó formando parte del Buró Ejecutivo del Ettakatol, que tras quedar barrido de las instituciones republicanas ya solo permaneció activo como fuerza residual, sin ninguna influencia en el curso político tunecino. En el III Congreso del partido, en septiembre de 2017, Ben Jafar cedió la presidencia y el liderazgo a Jalil Zaouia, mientras que Fajfaj se puso al frente del Consejo Nacional de la formación. El ingeniero fue el candidato del Ettakatol en las elecciones presidenciales del 15 de septiembre de 2019, de las que debía salir el sucesor del fallecido Essebsi. Con el 0,34% de los votos, Fajfaj quedó el decimosexto en una competición que enfrentó a nada menos que 26 aspirantes. Tras ser eliminado en la primera vuelta, rehusó pedir el voto para ninguno de los dos candidatos outsiders que pasaron a disputar el balotaje del 13 de octubre, el empresario Nabil Karoui y el jurista, a la postre ganador, Kaïs Saïed.

La irrelevancia electoral del Ettakatol volvió a quedar de manifiesto en las legislativas del 6 de octubre, celebradas a caballo entre las dos vueltas de las presidenciales y que dibujaron un Majlis aún más fraccionado que el anterior por la irrupción de fuerzas nuevas, el colapso total del partido hasta ahora gobernante, el Nidaa Tounes, y la recuperación de la mayoría simple, pero con una pérdida de 17 escaños, quedándose en 52, por el Ennahda de Rachid Ghannouchi, quien fue investido presidente de la Asamblea. El Ettakatol únicamente anotó 7.507 votos, el 0,26%, y siguió siendo extraparlamentario. Entonces, nada permitía suponer que la minúscula colectividad socialdemócrata pudiera superar algún día su estado mortecino, si bien una inesperada carambola política protagonizada por Fajfaj hizo que el Ettakatol regresara a los focos.

La atomización parlamentaria complicaba bastante la formación del próximo Gobierno, que obligatoriamente tendría que ser de amplia coalición. El 15 de noviembre el presidente Saïed, inaugurado en el cargo el 23 de octubre anterior, designó para suceder al primer ministro desde 2016, Youssef Chahed, al candidato propuesto por Ennahda, Habib Jemli, un agrónomo sin filiación que había fungido de secretario de Estado de Agricultura en la época en que Fajfaj fue ministro de Turismo y de Finanzas. Jemli no acertó a articular una coalición con los partidos Corriente Democrática (Attayar, socialdemócrata) y Movimiento del Pueblo (Echaâb, socialista), que juntos formaban en el Majlis un Bloque Democrático de 37 diputados. La negativa del izquierdista Bloque Democrático a participar en el Ejecutivo obligó al Ennahda a sondear un acuerdo con el segundo partido del Majlis, el centrista y populista Qalb Tounes (Corazón de Túnez) del ex candidato presidencial Nabil Karoui, titular de 38 escaños.

El 2 de enero de 2020 Jemli presentó al Majlis una lista de Gobierno eminentemente técnico al ser todos sus miembros personalidades independientes, si bien varios ministros estaban cerca del Ennahda y el Qalb Tounes. Ocho días después, el Majlis, por 72 votos contra 134, rechazó dar la confianza al Gabinete propuesto y Jemli quedó automáticamente descartado como primer ministro. El 20 de enero el presidente Saïed, exprimiendo sus prerrogativas constitucionales, sorprendió al proponer al Majlis un candidato de su personal elección, Fajfaj. El miembro del Ettakatol, que ofrecía un perfil progresista, fue bien recibido por el Bloque Democrático y por el partido liberal Tahya Tounes (Viva Túnez) del primer ministro saliente Chahed, pero se topó con el escepticismo del Ennahda, que condicionó su respaldo a que se invitara a las negociaciones también al partido de Karoui.

El 15 de febrero Fajfaj anunció la composición de su Gobierno, donde finalmente no participaba el Qalb Tounes, y el día 27, no sin realizar algunas remodelaciones para vencer las reticencias de los islamistas y amenazar Saïed con disolver el Majlis e ir a nuevas elecciones en caso de persistir la obstrucción, el Legislativo otorgó la confianza al ingeniero con 129 votos a favor, 77 en contra y una abstención, en una sesión a la que faltaron 10 de los 217 diputados. Sin más demora, el nuevo Gobierno tomó posesión.

Al Gabinete Fajfaj lo vertebraban seis partidos, siete si se contaba el extraparlamentario Ettakatol del primer ministro, que sumaban una muy ajustada mayoría absoluta de 109 escaños. Estos eran: el Ennahda, con seis ministros; el Attayar, con tres; el Echaâb, con dos; el Tahya Tounes, con dos; la Alternativa Tunecina (Albadil Ettounsi, centro liberal), con un ministro; y el Nidaa Tounes, con otro ministro. Se trataban respectivamente de los partidos primero, tercero, sexto, séptimo, noveno y décimo (el Nidaa Tounes, ganador que fuera de las elecciones de 2014) del Majlis. De los 30 ministros (25 con cartera, dos de Estado y tres adjuntos), la mitad, 15, eran formalmente independientes. En cuanto al género, solo seis eran mujeres.

(Cobertura informativa hasta 3/3/2020)