Daniel Noboa Azín

(Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 10/10/2023. Daniel Noboa resultó ganador de la segunda vuelta presidencial del 15/10/2023 con el 51,8% de los votos, convirtiéndose así en presidente electo de la República del Ecuador con un mandato abreviado que arrancará el 23/11/2023 y concluirá el 24/5/2025).

Para pasmo general, uno de los dos candidatos presidenciales que superaron la primera vuelta electoral del 20 de agosto de 2023 en Ecuador fue Daniel Noboa, de la coalición Acción Democrática Nacional (ADN): los últimos sondeos le aventuraban menos del 4% de los votos y le ponían a la zaga de cinco rivales, por lo que sus opciones de disputar el balotaje parecían nulas; pero luego, Noboa emergió del escrutinio con un espectacular 23,4%, convirtiéndose así en el contrincante de Luisa González, del Movimiento Revolución Ciudadana (RC) y receptora del 33,6% de los sufragios, para la segunda vuelta del 15 de octubre, cuya campaña comenzó a librar además en calidad de favorito.

De 35 años, Daniel Noboa es un empresario y ex asambleísta que podría hacer realidad en su persona el sueño presidencial, cinco veces frustrado en las urnas, de su padre, Álvaro Noboa, magnate de la industria guayaquileña y uno de los rostros políticos más conocidos de Ecuador, hoy ya retirado del primer plano. Si este encarnó un liberalismo conservador intensamente impregnado de populismo y alusiones religiosas, aquel representa una opción marcadamente liberal también aunque bastante más sobria en las formas y con una preferencia discursiva por el "centro-izquierda" y el "progresismo". Noboa júnior, sin despegarse del tono tranquilo pero firme, viene eludiendo la confrontación ideológica con el correísmo, el potente sector de izquierda socialista del que Luisa González es aspirante y cuyo liderazgo indiscutible mantiene el asilado ex presidente Rafael Correa, pero al final, inopinadamente, se ha convertido en la mejor opción para aglutinar al llamado anticorreísmo. De manera expresa o velada, el de ADN ya ha recibido el apoyo de los principales candidatos cribados en agosto: Christian Zurita, Jan Topic y Otto Sonnenholzner. En caso de llegar a Carondelet, Noboa necesitaría a sus partidos para legislar, pues ADN solo ha obtenido 13 de los 137 escaños de la Asamblea Nacional, donde RC mantiene la primacía.

El postulante sorpresa de 2023, que de ganar el balotaje solo sería presidente hasta mayo de 2025 dado el carácter extraordinario de estas votaciones de mitad del mandato (fueron convocadas en mayo tras activar el mandatario saliente, el conservador Guillermo Lasso, el mecanismo constitucional de la muerte cruzada ante el riesgo de ser destituido por la Asamblea), promete "rescatar" y "transformar" Ecuador con un programa que hace hincapié en la generación de empleo y el impulso de la economía, en el país que presenta uno de los mayores retrocesos del mundo en el Índice de Desarrollo Humano. Además, pone sobre la mesa la crudeza de la crisis de inseguridad que vive Ecuador, asolado por una ola criminal sin parangón. Noboa propone enfrentar este flagelo con un paquete mixto de medidas, desde la militarización de la lucha contra la delincuencia organizada hasta la dotación de oportunidades laborales y educativas para los jóvenes en situaciones de exclusión social.

La campaña electoral de 2023 ha estado bañada en sangre por una ristra de asesinatos que ya alcanza a los políticos y que se cobró su mayor figura en el candidato presidencial conservador Fernando Villavicencio, mortalmente tiroteado por sicarios el 9 de agosto en Quito, magnicidio al que el presidente Lasso respondió con el estado de excepción; dos meses después, el 6 de octubre, los siete sospechosos detenidos, de nacionalidad colombiana, aparecieron ahorcados en prisión, múltiple crimen que agudiza la sensación de infiltración de las organizaciones delictivas y mafiosas en las estructuras del Estado. Este panorama desbocado de violencia y amenazas de muerte obligó a los principales candidatos a desarrollar la campaña y ejercer el voto embutidos en chalecos antibala y custodiados por policías y soldados fuertemente armados.


(Texto actualizado hasta 10 octubre 2023)

Daniel Roy-Gilchrist Noboa Azín representa la tercera generación de una estirpe de ricos emprendedores de Guayaquil, la gran urbe de la Costa ecuatoriana, motor de las finanzas privadas del país y volcada en las actividades industriales y comerciales. Aunque heredero de parte del vasto patrimonio de su familia y empresario por méritos propios, Noboa Azín declara haberes particulares por valor de solo dos millones de dólares, lo que incluye varios paquetes de acciones en las firmas Nobexport, dedicada a la venta de banano y plátano, y Logic Choice, fundada por él en 2013 y del ramo del transporte terrestre de mercancías.

Su padre, Álvaro Fernando Noboa Pontón, levantó un emporio multisectorial que le coronó como el hombre más adinerado de Ecuador y le empujó a trasladar este éxito a la política, mientras que su abuelo, Luis Adolfo Noboa Naranjo, fue famoso en su época como el mayor exportador bananero del país. Tía suya es Isabel Noboa Pontón, fundadora y presidenta ejecutiva del Consorcio Nobis. En cuanto a la madre, Annabella Emma Azín Arce, es una doctora en Medicina que fue mano derecha de su marido en sus múltiples campañas electorales, llegando a ser dos veces postulante a la Vicepresidencia de la República amén de congresista, asambleísta constituyente y asambleísta nacional. Los hermanos de Daniel son Juan Sebastián, Carla y Santiago Noboa Azín.

Nacido en Guayaquil según sus perfiles oficiales (en septiembre de 2023 el candidato corrigió este dato y situó su nacimiento en Miami), Noboa júnior posee sendas titulaciones en Administración de Empresas por la Stern School of Business de la Universidad de Nueva York (Bachelor's degree) y la Kellogg School of Management de la Northwestern University de Evanston, Illinois (Master's degree), en Administración Pública por la Harvard Kennedy School de Cambridge, Massachusetts, y en Gobernanza y Comunicación Política/Ciencias Políticas y Gobierno por la Universidad George Washington de Washington DC, estudios superiores que se extienden hasta 2022.

Su semblanza oficial destaca que tras cumplir los 18 montó su primera empresa, DNA Entertainment Group, con un aporte fundacional de capital de 55.000 dólares. Al principio, la firma se dedicaba a organizar eventos y a promover conciertos musicales en Ecuador, pero luego expandió sus operaciones a Panamá y España, y se introdujo en los rubros de la hostelería, la importación de vinos y la comercialización de cerveza. En 2010 el joven empezó a trabajar en el Grupo Noboa, el conglomerado regentado por su padre y con sede corporativa en Guayaquil, donde el banano seguía aportando el grueso de la facturación. Allí, se desempeñó como captador de inversiones, responsable de fletes navales, director de logística y, desde 2015, director comercial, con la tarea de supervisar la estrategia global de ventas de los productos alimenticios y controlar su planificación logística. En 2018 dejó el Grupo y durante una temporada estuvo concentrado en los negocios de su compañía particular, DNA, y en sacarse sus másteres universitarios.

Para entonces, su padre, llamado por todo el mundo en Ecuador Alvarito Noboa, ya tenía a sus espaldas cinco tentativas presidenciales, con las que se afanó en llegar al Palacio de Carondelet. El tesón a prueba de desalientos, el mensaje de que él era el mayor generador de riqueza y empleo del país, y una escenografía populista que fácilmente llegaba a lo estrafalario caracterizaron esta empresa política de Noboa Pontón, comenzada tras la caída en 1997 del presidente Abdalá Bucaram, la personalidad más polémica y extravagante del período de turbulencias e inestabilidad en que se sumergió Ecuador. En 1998 Bucaram, prófugo de la justicia con imputaciones de corrupción y asilado en Panamá, delegó en Noboa la candidatura presidencial de su partido, el Roldosista Ecuatoriano (PRE), vagamente colocado en el centro-izquierda y, por encima de todo, desaforadamente populista. El magnate pasó a la segunda vuelta y allí fue derrotado por Jamil Mahuad con una ventaja de poco más de dos puntos. Luego, Noboa, erigido en paladín de la libre empresa, se distanció de Bucaram y empezó a trabajar en el lanzamiento, materializado en 2002, de su propia agrupación de corte personalista y sin una ideología clara (aunque su orientación podía considerarse más conservadora que la del PRE a tenor de sus propuestas de tipo neoliberal), el Partido Renovador Institucional Acción Nacional (PRIAN).

Fue el PRIAN, muy fuerte en su bastión provincial de Guayas y en general bien acogido por el electorado costeño, el vehículo de las siguientes postulaciones presidenciales de Álvaro Noboa. En las elecciones de 2002 el multimillonario volvió a quedar segundo, esta vez por detrás de Lucio Gutiérrez. En 2006, tras librar una campaña de tintes mesiánicos ("yo soy el héroe de Dios"), ganó contra pronóstico la primera vuelta, pero en el balotaje sucumbió frente a Rafael Correa, quien se impuso en esta confrontación altamente polarizada. En 2009 fue tercero por detrás de Correa y Gutiérrez. Y en las votaciones de 2013, que dieron su segunda reelección a Correa, Noboa cayó ya a la quinta posición con menos de un 4% de apoyos. En 2014 el PRIAN fue despojado de la personería jurídica por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y quedó disuelto tras haberse quedado sin representación en la Asamblea Nacional.

Infatigable, Noboa intentó presentarse a las elecciones de 2017 con su nuevo movimiento Adelante Ecuatoriano Adelante, pero en 2016, consciente de sus mínimos respaldos, optó por cancelar la que habría sido su sexta participación y pedir el voto para el también empresario conservador Guillermo Lasso frente al heredero de Correa, Lenín Moreno, a la postre ganador. En 2020 Adelante Ecuatoriano Adelante sufrió el destino del PRIAN y Noboa sénior anunció su intención de concurrir a las presidenciales de 2021 apoyado en otro movimiento, Justicia Social, lo cual fue frustrado también por el CNE.


PROTAGONISTA INESPERADO DE LAS PRESIDENCIALES DE 2023 En todo este tiempo, Noboa júnior se mantuvo al margen de las actividades políticas de su padre, aunque el gusanillo prendió asimismo en él. Puso la mirada en las elecciones legislativas del 7 de febrero de 2021 para convertirse en miembro de la Asamblea Nacional, donde ya había servido su madre Annabella en las filas del PRIAN. Necesitaba una lista electoral y los contactos fructificaron con Ecuatoriano Unido, movimiento centrista presidido por Fabián Zúñiga y fundado en 2015 por Edwin Moreno, hermano del entonces vicepresidente de la República Lenín Moreno. Únicamente él, que se presentaba en la modalidad de las listas provinciales, y la cabeza de la lista nacional, Rocío Juca, consiguieron el escaño.

Como asambleísta nacional por Santa Elena, Daniel Noboa presidió la Comisión de Desarrollo Económico, Productivo y la Microempresa, y se destacó por su actividad legislativa, firmando la presentación de 11 proyectos de ley que fueron aprobados por la cámara. También representó a la Asamblea ante los organismos internacionales. En la pendencia entre el Gobierno y la oposición parlamentaria liderada por la Unión por la Esperanza (UNES, correísmo), Noboa se alineó con la oficialista Bancada del Acuerdo Nacional (BAN) y Lasso, al que defendió de las acusaciones de vinculación con sociedades en paraísos fiscales para evadir impuestos. En marzo de 2022 reaccionó al rechazo por la Asamblea de la primera versión del proyecto de Ley Orgánica de Atracción de Inversiones, presentado por el Ejecutivo y con él de ponente, con el llamamiento a que se activara el mecanismo constitucional de la muerte cruzada, es decir, la disolución de la Asamblea por el jefe del Estado y la convocatoria de elecciones generales anticipadas para completar el período institucional de cuatro años ante la existencia de una "grave crisis política y conmoción interna" en el país.

Esto es justo lo que el presidente hizo un año más tarde con el fin de frustrar la segunda iniciativa de la oposición de llevarle a juicio político y destituirle, esta vez bajo la acusación de haber participado en una estructura de peculado y colusión en las empresas públicas Petroecuador, Flopec y EMCO. Lasso dio el paso el 17 de mayo, inseguro de si sus adversarios podrían recabar los 92 votos necesarios para su censura y destitución; en ese momento, no se alcanzaba dicho número, mientras que Noboa se mostraba ambiguo sobre su posición.

Ya meses después de arrancar su ejercicio como asambleísta por Santa Elena, Noboa empezó a trabajar para articular un movimiento político propio, la Acción Democrática Nacional (ADN), con vistas a participar en las elecciones generales de 2025. La cancelación en noviembre de 2021 por el CNE de la inscripción del Movimiento Ecuatoriano Unido en el Registro Nacional Permanente de Organizaciones Políticas justificó esta estrategia. En agosto de 2022 Noboa anunció que se presentaría a las elecciones seccionales de febrero de 2023 como candidato a prefecto de Santa Elena por la lista 23, la del Partido Sociedad Unida Más Acción (SUMA) de Guillermo Celi, pero al cabo de unos días se echó atrás. La muerte cruzada de 2023 le sorprendió con el proyecto ADN sin cristalizar del todo, pues por el momento no contaba con el registro del CNE, pero esto no obstó a la presentación de su candidatura presidencial para la elección adelantada.

Todo se desarrolló con la celeridad que requería el momento y el 30 de mayo el CNE reconoció a la ADN de Noboa como alianza electoral de dos movimientos, gustosos de dar soporte orgánico a la ambición presidencial del hasta ahora asambleísta. Estos eran Verde, Ético Revolucionario y Democrático (MOVER, es decir, la antigua Alianza PAIS de Lenín Moreno, que de gobernar Ecuador había pasado a ser una fuerza extraparlamentaria), y Pueblo, Igualdad y Democracia (PID), pequeño también y conducido por Arturo Moreno. María Verónica Abad, empresaria cuencana, fue dada a conocer como compañera de fórmula de Noboa y aspirante a vicepresidenta.

En su declaración de principios, ADN menciona el desarrollo sustentable, los derechos humanos, la seguridad integral, la igualdad incompatible con "toda forma de discriminación", la transparencia administrativa y la rendición de cuentas, y, en aras del progreso socioeconómico y el "bien común", el estímulo y promoción del empresariado, el trabajo autónomo y el emprendimiento privado en general. Al lanzar su candidatura el 24 de mayo a través de las redes sociales, Noboa se presentó en estos términos: "Yo soy un hombre de proyectos, que no se rinde y no renuncia, va en mi ADN. Creo firmemente que entre todos podemos hacer del Ecuador el proyecto que deseamos, conmigo como presidente. Si me dan su apoyo, lograremos por fin tener a alguien que gobierne por el interés de la ciudadanía, no por beneficios propios. Este es el momento de recuperar el ADN del Ecuador, ese ADN luchador. Este es el momento de crear una un gran Alianza Democrática Nacional, para darle al Ecuador el rumbo que merece".

A lo largo de la campaña, en entrevistas y declaraciones, Noboa, sin olvidar rendir homenaje a la carrera política de su padre, ha negado encarnar una fórmula conservadora o de derecha, tal como se le encasilla desde el correísmo. Asegura que él en modo alguno representa la "continuidad" de Lasso y que, antes bien, su proyecto es de "centro-centroizquierda", un "progresismo responsable" y una "socialdemocracia moderada" que cree en la "libre empresa con responsabilidad social". De hecho, el suyo sería un "nuevo proyecto" para "darle la vuelta al establishment político", sostiene. Este arrogado progresismo social se aprecia en sus planteamientos incluyentes de la diversidad sexual, la afirmación de los derechos de la comunidad LGBT y la aceptación de que las mujeres puedan "elegir" en la cuestión del aborto, postura que contrasta con el antiabortismo tajante de la correísta Luisa González (de fe protestante evangélica ella, católico, aunque sin menciones religiosas, él). También, llama a "castigar a los corruptos de siempre" y a "acabar con la impunidad", y asegura que no privatizará servicios públicos en sanidad y educación, si bien cree necesario tocar el sistema de pensiones para "mejorar su sostenibilidad"

Este liberalismo social y económico es puesto a prueba por la crisis galopante de violencia e inseguridad ciudadana. Aquí, el candidato llega a diagnosticar que Ecuador vive una "guerra interna" y se ha convertido en un "narcoestado", y promete la consabida "mano dura" contra el crimen organizado. En concreto, Noboa propugna poner al Ejército a vigilar las fronteras y los puertos de contenedores, así como redoblar el control tecnológico en los peajes, para estrangular las rutas de salida de la droga. Además de segmentar las prisiones superpobladas, construir cárceles flotantes "barcaza" en aguas territoriales del Pacífico para aislar a los reclusos más violentos y a los cabecillas que siguen planificando delitos desde sus celdas, extender la videovigilancia en la ciudades y crear una agencia estatal de inteligencia unificada.

No menos importante para él es redoblar la atención en las funciones de prevención y rehabilitación, así como secar las vías de reclutamiento de los delincuentes dando oportunidades laborales y educativas a los jóvenes. Es decir, actuar a la vez sobre el contexto social degradado o excluyente que da pábulo a la violencia, algo en lo que igualmente pone énfasis Luisa González. Su idea es, por tanto, atacar la inseguridad desde cuatro terrenos, el punitivo clásico, el preventivo/vigilante, el de la rehabilitación y el laboral/educativo. "Generando empleo también se reduce la tasa de delincuencia común", arguye Noboa, quien asimismo plantea una serie de medidas en materia de ciberseguridad. Las acciones de los dos primeros frentes, encuadradas en un llamado Plan Fénix, costarían al erario, calcula Noboa, 830 millones de dólares, a financiar durante una década "sin apenas intereses".

La reducción de los gastos energéticos de las empresas y las familias con una intervención en el mercado de distribución eléctrica, necesitado de inversiones, que abarate facturas; la actualización del salario mínimo; el fortalecimiento de la dolarización con un manejo responsable de las finanzas públicas; la introducción de una mayor progresividad en el impuesto de la renta y el endurecimiento de las sanciones por evasión tributaria; y el fomento de la producción y el empleo mediante el apoyo estatal a las pymes, ventajas fiscales para las empresas que más contraten y un paquete de leyes económicas urgentes capaces de atraer inversión foránea con la debida seguridad jurídica (algo en lo que ya estuvo muy involucrado en sus dos años como asambleísta) constituyen otros tantos puntos del programa del candidato de la ADN.

Noboa certifica de paso que si llega a la Presidencia, respetará el resultado afirmativo de la consulta popular, celebrada a la vez que las elecciones generales del 20 de agosto, sobre la prohibición de la extracción de petróleo del Parque Nacional Yasuni (concretamente del yacimiento Bloque 43-ITT), veto que, si bien afectará sustancialmente a los ingresos del Estado por el rubro hidrocarburífero, es coherente con su concepto de una "minería responsable" en Ecuador.

Daniel Noboa ha estado dos veces casado. Su primera esposa fue Gabriela Goldbaum, con la que tuvo una hija, Daniela, y desde 2021 es marido de Lavinia Valbonesi; juntos ha tenido un hijo, Álvaro.

(Cobertura informativa hasta 10/10/2023)