Belit Onay

En 2019 Belit Onay, de Los Verdes, fue el ganador de la elección directa al puesto de alcalde de Hannover, la capital del Land de Baja Sajonia, de cuyo Parlamento había sido hasta entonces miembro. Su victoria a doble vuelta marcó el final de la hegemonía del SPD en la dirección de esta urbe de 540.000 habitantes, prolongada desde el final de la Segunda Guerra Mundial, si bien el ecologista gobierna en coalición con los socialdemócratas. De 40 años, Onay se trata también del primer regidor de una ciudad alemana importante que es hijo de migrantes turcos, comunidad populosa a la que, por ejemplo, pertenece asimismo un anterior copresidente de Los Verdes, Cem Özdemir.

Poseedor de la doble nacionalidad, descrito a sí mismo como un "musulmán liberal" y crítico con el Gobierno del presidente Erdogan aunque a la vez activo promotor de la colaboración municipal germano-turca, Onay sedujo a los electores hannoverianos con un programa donde destacan dos grandes actuaciones. Primero, la movilidad sostenible, que incluye el fomento de todas las alternativas públicas (autobús, tranvía, metro, tren ligero, ferrocarril de cercanías) al transporte motorizado privado, más los objetivos, a cumplir en 2030, de un 40% de desplazamientos en bicicleta y de terminar con el tráfico de automóviles particulares en el congestionado centro de la ciudad. Y segundo, la vivienda asequible, haciendo frente con medidas innovadoras al problema del elevado precio de los alquileres. Anclar a Hannover en la lucha contra el calentamiento global (la ciudad quiere alcanzar su neutralidad climática en 2035), vigilar la cohesión social y mejorar la transparencia gestora del consistorio son otros aspectos importantes de su plan de gobierno.

Como ejecutivo de la Asociación Alemana de Ciudades (DST), el oberbürgermeister de Hannover ha demandado al Gobierno Federal y a los gobiernos de los Länder una estrategia más clara, con mayor coordinación y menos burocracia, en la lucha contra la COVID-19, a la que el Ayuntamiento respondió con tres paquetes de ayudas sociales y económicas. También, insta a las autoridades federales a tener más en cuenta el papel de los municipios en la transición energética, mensaje que recordó al recibir la bienvenida a Hannover en la red Eurocities. Una reclamación específica al Ejecutivo Merkel es que los costes inmediatos que supone el cierre de la central térmica local de Stöcken, alimentada con carbón y cuya generación eléctrica han de suplir las renovables, tengan un mayor respaldo de los fondos federales.

Por lo demás, la elección de Belit Onay en Hannover se encuadra en el fuerte empuje electoral en toda Alemania de su partido, que también tiene alcaldes en Bonn, Wuppertal y Aquisgrán, y que gobierna en 11 de los 16 estados federados, en uno de ellos, Baden-Württemberg, como cabeza de la coalición (ministro-presidente Winfried Kretschmann). En la primavera de 2021, con su copresidenta Annalena Baerbock de candidata a la Cancillería, Die Grünen superan a los democristianos y lideran varios sondeos de cara a las elecciones de septiembre al Bundestag.


(Texto actualizado hasta mayo 2021)

El alcalde de Hannover, Belit Onay, constituye un ejemplo destacado de la inmigración turca de segunda generación en Alemania, jóvenes y adultos nacidos ya en el país de acogida de sus padres y plenamente naturalizados. En su caso, Onay dispone de la doble nacionalidad, y se ha descrito indistintamente como un ciudadano "turco-alemán" y como una "persona con raíces turcas", cuya vida profesional, política y familiar transcurre íntegramente en Alemania.

Los padres del futuro regidor municipal llegaron a Alemania en la década de los setenta como parte del contingente de trabajadores turcos invitados por el Gobierno Federal para integrarse en el mercado laboral germano, siempre necesitado de mano de obra. La familia, de fe musulmana, montó un restaurante en su ciudad de residencia, Goslar, en el estado de Baja Sajonia. Onay terminó allí la escuela secundaria y a continuación realizó el servicio comunitario (Zivildienst), la prestación civil sustitutoria del servicio militar obligatorio a la que se acogían los objetores de conciencia, en la unidad de cuidados intensivos del Hospital Dr. Herbert Nieper. Entre 2002 y 2008 estudió Derecho en la Universidad Leibniz de Hannover. Aunque realizó el primer examen jurídico del Estado, que le abría la puertas de la abogacía, el joven, becado por la Fundación Heinrich Böll, continuó en el mundo académico por un tiempo como doctorando de Derecho en la Universidad de Bremen y, más importante, dio sus primeros pasos en la política.

En su etapa lectiva, el compromiso político de Onay siguió un derrotero bastante inusual. Así, inicialmente se unió al Partido Socialdemócrata (SPD), atraído según él por la figura de Sigmar Gabriel, paisano de Goslar; en aquellos años, Gabriel, posteriormente ministro federal de Medio Ambiente, presidente del SPD, vicecanciller federal y ministro de Exteriores, era el ministro-presidente de Baja Sajonia. Antes de terminar la carrera de Derecho, Onay se separó del SPD y se convirtió en representante estudiantil del Círculo de Estudiantes Cristiano-Demócrata (RCDS), asociación liberal conservadora vinculada a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) y su partido hermano de Baviera, la Unión Social Cristiana (CSU). Sin embargo, en 2008, el año de su graduación, Onay dio un nuevo volantazo y se asoció al partido Bündnis 90/Die Grünen (Alianza 90/Los Verdes). En aquel momento, Los Verdes estaban en la oposición al Gobierno estatal de coalición entre la CDU y los liberales del FDP y que dirigía el futuro presidente de la RFA, Christian Wulff, si bien de 1990 a 1994 habían formado parte del Gabinete regional mandado el socialdemócrata Gerhard Schröder.

De la Asamblea del estado a la alcaldía de la capital
Onay empezó trabajando en la oficina de Filiz Polat, diputada de Landtag de Baja Sajonia y hasta hacía poco líder de Los Verdes en el estado, quien como él tenía ascendencia turca. En 2011, sin cesar en ese cometido, Onay salió elegido concejal de Los Verdes en el Ayuntamiento de Hannover, cuyo alcalde era el socialdemócrata Stephan Weil. En el consistorio de la capital del Land fue vicepresidente del grupo verde y portavoz de política presupuestaria. En las elecciones estatales de enero de 2013 Los Verdes, conducidos por Anja Piel y Stefan Wenzel, experimentaron una fuerte subida en votos, hasta el 13,7%, y diputados, hasta la veintena; de uno de los ocho escaños adicionales sacados por los ecologistas tomó posesión Onay. En su primera legislatura en el Landtag, Onay formó parte el oficialismo, ya que el Gobierno regional, con el ex alcalde hannoveriano Weil de ministro-presidente, era de coalición roji-verde.

Las cosas cambiaron drásticamente en las votaciones de octubre de 2017, cuando Los Verdes bajosajones vieron evaporarse todo lo ganado cuatro años atrás. En lo sucesivo, la agrupación legisló en la oposición al Gabinete Weil II, de Gran Coalición SPD-CDU. En todo este tiempo, Onay, que consiguió retener el escaño en la severa poda electoral de 2017, fue el portavoz parlamentario de su partido sobre política nacional, política local, migración y refugiados, deporte, política de redes y protección de datos. También, fue la persona de contacto con las asociaciones islámicas del Land.

El asambleísta de origen turco acrisoló su caché político en el capítulo regional de Los Verdes, que en junio de 2019 le proclamó su candidato al puesto de alcalde de Hannover en la elección municipal del otoño. Se trataba de un envite especialmente difícil, pues la capital del estado federado de Baja Sajonia era uno de los más firmes bastiones del SPD en toda Alemania: desde el final de la Segunda Guerra Mundial, todos los alcaldes locales habían sido de este partido, sin faltar el mandatario en ejercicio desde 2013, Stefan Schostok.

Onay y Los Verdes formularon un programa electoral vertebrado por el capítulo del transporte urbano sostenible, considerado imperioso en una ciudad de 540.000 habitantes con constantes situaciones de tráfico congestionado. El ambicioso plan de movilidad establecía tres metas concretas: aumentar la proporción de ciclistas al 30% en 2025 y hasta el 40% para 2030, considerando el total de viajeros en los límites del municipio; conseguir un centro urbano libre de automóviles de uso particular también en 2030; e implantar el billete de transporte de precio único, un euro, en todas las líneas de autobuses y trenes locales, cuyos servicios serían ampliados. Se trataba de crear "alternativas atractivas" a la propiedad de vehículos de motor, en particular los generadores de humos y polución, y para ello el Ayuntamiento haría una fuerte inversión en ciclovías y ciclorrutas, al igual que fomentaría el transporte en autobús, tranvía de superficie (Straßenbahn), tren ligero (Stadtbahn), metro (U-Bahn) y trenes de cercanías (S-Bahn). Onay ponía como ejemplo de su concepto de centro urbano "amigable" con peatones y bicicletas a la capital danesa, Copenhague, y remarcaba que la tendencia de la "ciudad sin coches" se estaba abriendo paso también en grandes urbes europeas como Londres, Madrid, Estocolmo, Oslo y, en la misma Alemania, Hamburgo.

El segundo gran eje del programa verde para Hannover era la oferta de vivienda sostenible con alquileres asequibles para inquilinos de ingresos medios y bajos. Esta actuación no se ligaría meramente a la construcción de más casas, sino más bien a una reformulación, en un sentido más social y menos lucrativo con criterios de mercado, de las asociaciones de vivienda urbana ya existentes, las cuales estaban subvencionadas por el Ayuntamiento y a la vez operaban también con pisos de alto standing. La vivienda social por sí sola no era la solución para el problema del encarecimiento del precio del alquiler, pero de todas maneras urgía incrementar en por lo menos 3.000 unidades habitacionales el parque de apartamentos subsidiados de la ciudad, señalaba el candidato al alcade.

Otras prioridades eran lanzar un paquete de inversión climática de 250 millones de euros en infraestructuras urbanas para ir eliminando la "huella del carbono" en Hannover, luchar contra la pobreza infantil, un plan de acción contra el problema de las personas sin hogar y la incubación de empresas de manufacturas y servicios relacionados con el conocimiento, las tecnologías digitales y las industrias creativas. Los Verdes querían crear un entorno no discriminatorio y protector de personas vulnerables y minorías, así como mejorar las políticas de transparencia y buena gestión administrativa del consistorio. Una apuesta especial era convertir a Hannover en la Capital Europea de la Cultura en 2025, candidatura que solo en Alemania perseguían también Chemnitz, Magdeburgo, Núremberg y Hildesheim.

En la elección directa a la alcaldía de Hannover celebrada el 27 de octubre de 2019 Onay recibió el 32,2% de los votos y, con tan solo 49 papaletas menos, quedó provisionalmente por detrás de su contrincante de la CDU, el ex ingeniero jefe de Volkswagen Eckhard Scholz. El candidato oficialista del SPD, Marc Hansmann, en un fracaso histórico para los socialdemócratas, solo obtuvo el 23,5%. El 10 de noviembre Scholz y Onay libraron la segunda vuelta y el postulante verde resultó vencedor con el 52,9% de los votos. El 22 de noviembre de 2019 Onay, una vez dado de baja como diputado del Landtag de Baja Sajonia, fue investido Oberbürgermeister de Hannover con un mandato de casi siete años. Los Verdes gobernaban en coalición con el SPD, que mantenía al veterano Thomas Hermann como presidente del Consejo Municipal y primer teniente de alcalde. Desde las elecciones municipales de 2016 el SPD disponía de 20 concejales y Los Verdes de 10; su suma daba mayoría absoluta en la Asamblea de 64 miembros.

El alcalde de Hannover y su esposa, Derya Onay-Akbay, han tenido dos hijos.

(Cobertura informativa hasta 1/12/2019)