Andrzej Duda
Presidente de la República (2015-)
Contra pronóstico, el ganador de las elecciones presidenciales celebradas en Polonia a dos vueltas en mayo de 2015 ha sido el candidato de la oposición derechista, Andrzej Duda, quien frustró la apuesta por la reelección del liberal Bronislaw Komorowski. Con un currículum político más bien discreto y hasta ahora un poco conocido miembro del Parlamento Europeo, Duda es un especialista en Derecho del Partido Ley y Justicia (PiS). En sus filas ha servido lealmente a los hermanos Lech Kaczynski, fallecido hace cinco años en la tragedia aérea de Smolensk siendo el presidente de Polonia y del que Duda se declara "heredero espiritual", y Jaroslaw Kaczynski, líder de la colectividad en la oposición al Gobierno de Ewa Kopacz, de cuyo partido de centro-derecha, la Plataforma Cívica (PO), procede el ahora derrotado Komorowski. Se abre por tanto una cohabitación en el poder ejecutivo que repite la que hubo entre 2007 y 2010, cuando Kaczynski era el presidente y Donald Tusk (hoy al frente del Consejo Europeo) el primer ministro.
El triunfo electoral de Duda, quien el 6 de agosto jurará como el sexto mandatario del país eslavo desde la transición democrática en 1989, supone un giro a posiciones nacional-conservadoras en la oficina presidencial, que aunque no ostenta la primacía ejecutiva, sí dispone de cierta capacidad de maniobra en cuestiones legislativas, así como de voz y autoridad en las áreas de política exterior y de defensa. Estas últimas adquieren en estos momentos una importancia primordial por la sombría percepción polaca de la injerencia de Rusia en el conflicto bélico de la vecina Ucrania, que para Varsovia es una amenaza a su propia seguridad. Aunque Komorowski y el Gobierno de la PO han afrontado las implicaciones de la crisis del Donbás sin titubeos, Duda y el PiS hacen bandera del celo patriótico, que implica un compromiso más militante, movilizando una adecuada disuasión militar dentro la maquinaria de la OTAN (con el ojo puesto en los anunciados despliegues del Ejército ruso en Kaliningrado) y estrechando la cooperación regional con Ucrania y las repúblicas bálticas.
Duda pertenece a un partido que es más proatlantista que europeísta, y que no ve con buenos ojos el proceso de construcción europea desde los ámbitos comunitario y federalista, es decir, aquella que suponga la transferencia de más soberanía nacional a las instituciones de la UE, que es, por ejemplo, lo que conllevaría la adopción del euro. En la campaña, el candidato avisó que Polonia debía volver a hablar "con voz firme" dentro de la Unión y desvincularse de su "corriente principal de política exterior", preconizada por el eje franco-alemán y vista por la derecha nacionalista polaca como apaciguadora de Moscú. Ahora bien, el estilo personal del nuevo jefe del Estado, tendente a la moderación, no invita a pensar en una vuelta a los tonos destemplados de los años de Lech Kaczynski, caracterizados por el obstruccionismo sistemático en las citas europeas, a los que siguieron un giro de 180 grados con Tusk y Komorowski. Además, quien representa al país en los Consejos Europeos es el primer ministro, no el presidente.
Por otro lado, el PiS es también una formación que apela a los valores tradicionales, que se muestra reaccionaria en materia de costumbres, que fustiga la corrupción y que esgrime un discurso fuertemente social, contrario a las inequidades que ha dejado el manejo liberal por la PO de una economía en crecimiento sostenido y saneada. Este último apartado, junto con la inquietud que suscita la agresividad de la Rusia de Putin, ha tenido un peso determinante en el resultado de las elecciones presidenciales. El propio Duda ha descrito el desenlace de las votaciones que le catapultan al poder como el inicio de un cambio de ciclo político que, asegura, se completará en las elecciones legislativas de octubre con la victoria del PiS sobre la PO.
(Texto actualizado hasta junio 2015)
1. Un experto legal del Partido Ley y Justicia
2. Sorprendente vencedor sobre el liberal Komorowski en las presidenciales de 2015
1. Un experto legal del Partido Ley y Justicia
Natural de Cracovia e hijo de una pareja de profesores de siempre vinculados a la Universidad AGH de Ciencia y Tecnología, donde siguen activos (el padre, Jan Tadeusz Duda, en el Departamento de Informática Aplicada, y la madre, Janina Milewska-Duda, en el Departamento de Tecnología de los Combustibles), en 1991, una vez completado el bachillerato en Humanidades en la Escuela Jan III Sobieski, emprendió la carrera de Leyes en la Facultad de Derecho y Administración de la Universidad Jaguelónica, el centro académico con más solera de Polonia.
En 1996 Duda se sacó la licenciatura en Jurisprudencia y más tarde entró a trabajar como investigador y auxiliar de docencia en el Departamento de Procedimiento Administrativo de su Facultad. Hacia 2001 el universitario se vinculó a la Unión de la Libertad (UW), partido de centro liberal liderado por Bronislaw Geremek y en ese preciso momento en horas muy bajas a raíz de la fuga del sector crítico capitaneado por Donald Tusk, quien puso en marcha la Plataforma Cívica (PO). En las elecciones al Sejm de septiembre de 2001 la UW, que había sido socia del Gobierno de coalición del primer ministro derechista Jerzy Buzek, se derrumbó y quedó reducida a la condición de fuerza extraparlamentaria. Decepcionado, en 2002, Duda, recién nombrado profesor asociado del Departamento de Derecho Administrativo de la Jaguelónica, rescindió su militancia en la UW y por unos años se mantuvo políticamente independiente, concentrado en sus clases de Derecho y en la preparación de su tesis doctoral, que defendió con éxito a finales de 2004.
En 2005, ya como doctor en su especialidad, Duda puso en marcha su propia firma de abogados y entró en tratos con el Partido Ley y Justicia (PiS), la pujante formación de la derecha nacional-populista polaca, conducida por los hermanos gemelos Lech y Jaroslaw Kaczynski. Los comicios de septiembre de 2005 catapultaron al PiS al Gobierno, con Kazimierz Marcinkiewicz de primer ministro, y Duda, a instancias del diputado Arkadiusz Mularczyk, fue reclutado por el grupo parlamentario del PiS como asesor y experto legal.
Transcurridos unos meses, en julio de 2006, el abogado solicitó una excedencia no remunerada en su universidad para unirse al Ministerio de Justicia en calidad de adjunto al ministro Zbigniew Ziobro, otro jurista egresado de la Jaguelónica. El fichaje de Duda ocurrió en el seno del nuevo Gabinete encabezado por Jaroslaw Kaczynski en persona, tomando las riendas cedidas el año anterior a su lugarteniente Marcinkiewicz. De cara a las elecciones generales de octubre de 2007, anticipadas por la ruptura del PiS con sus díscolos socios extremistas, el Samoobrona de Andrzej Lepper y la Liga de las Familias Polacas (LPR) de Roman Giertych, el secretario de Estado fue incluido en posiciones zagueras en la lista de candidatos del PiS por Tarnów. Duda no consiguió el escaño y en noviembre siguiente, al constituirse el nuevo Ejecutivo de la PO de Tusk, ganador del duelo con el PiS por la supremacía sobre el centro-derecha polaco, su corta ejecutoria gubernamental toco a su fin.
Duda siguió en el servicio público como magistrado del Tribunal del Estado, órgano jurisdiccional encargado de verificar la constitucionalidad de los actos de los altos cargos de la República, empezando por el presidente de la misma, quien era, desde 2005, Lech Kaczynski. En enero de 2008 el jefe del Estado le tomó a su servicio como subsecretario de Estado en la Cancillería de la Presidencia, pero este cometido quedó truncado como resultado de la catástrofe aérea de abril de 2010 en los bosques de Smolensk, que costó las vidas a Kaczynski y a decenas de altos dignatarios del Estado polaco.
Al hacerse, en las elecciones de julio, con la Presidencia de la República Bronislaw Komorowski, de la PO, Duda se despidió de la Cancillería y ciñó sus actividades públicas al Tribunal del Estado. De paso, retomó el compromiso docente con la Universidad Jaguelónica. El jurista realizó también un segundo intento de emprender una carrera en la política representativa. En esta ocasión, en noviembre de 2010, Duda se postuló a alcalde de su ciudad natal, Cracovia. Aunque quedó en una discretísima tercera posición tras el titular aspirante a la reelección, el independiente Jacek Majchrowski, y el candidato de la PO, Stanislaw Kracik, al menos fue elegido concejal y pasó a liderar el grupo municipal del PiS, en la oposición en la asamblea cracoviana.
El éxito pleno le sonrió a Duda en su tercera incursión electoral, con motivo de las votaciones generales del 9 de octubre de 2011. Con el abultado respaldo de 80.000 votos, el suyo, por Cracovia, fue uno de los 157 escaños ganados en esta edición por el PiS, 11 más que en la anterior legislatura, subida que resultó del todo insuficiente para arrebatar la mayoría de Gobierno a Tusk y sus aliados del Partido Campesino (PSL). Al estrenar la condición de parlamentario en Varsovia, Duda asumió una de las vicepresidencias de la Comisión de Control Constitucional del Sejm. Duda reforzó su perfil político en 2012 al serle confiada la jefatura de la sección del PiS en el voivodato de Malopolska. Allí cubrió la baja dejada por el ex ministro Zbigniew Ziobro, quien había dado portazo al partido para dirigir su propia agrupación de derechas, Solidaridad Polonia (SP). En noviembre de 2013 la visibilidad pública del diputado aumentó al asumir la portavocía del PiS. A renglón seguido, al despuntar 2014, se hizo cargo de la campaña del partido para las elecciones del 25 de mayo al Parlamento Europeo, en cuyas listas de paso se postulaba.
Apoyado esta vez por cerca de 100.000 votantes de la circunscripción de Malopolska-Swietokrzyska, donde concurría como el segundo de lista por detrás de Ryszard Legutko, y al tiempo que el PiS empataba con la PO, Duda conquistó el mandato en la Eurocámara, donde el 1 de julio él y los otros 18 colegas electos pasaron a integrar el Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, formado por fuerzas de signo antifederalista o euroescéptico, del que la formación polaca era principal integrante a la par que el Partido Conservador británico. En consonancia con su especialidad profesional y legislativa, Duda se registró como miembro titular de la Comisión de Asuntos Jurídicos (JURI) y miembro suplente de la Comisión de Mercado Interior y Protección del Consumidor, así como de la Delegación para las Relaciones con los Estados Unidos. En añadidura, fue elegido vicepresidente de la Delegación en la Asamblea Parlamentaria Paritaria ACP-UE.
2. Sorprendente vencedor sobre el liberal Komorowski en las presidenciales de 2015
El 11 de noviembre de 2014, dos meses después de la salida de Tusk, nombrado presidente del Consejo Europeo, de la jefatura del Gobierno y de su sustitución por Ewa Kopacz, el eurodiputado del PiS se ofreció a su partido como candidato para las elecciones presidenciales de mayo de 2015, a las que Komorowski se presentaba de nuevo con la confianza que le inspiraban unos sondeos abrumadoramente favorables. El envite de Duda contaba con el visto bueno del presidente de la colectividad, Jaroslaw Kaczynski, y el 6 de diciembre, sin sorpresas, el Consejo Político de los justicialistas aprobó la candidatura por unanimidad.
El PiS se aprestó a hacer virtud de los puntos débiles de su candidato presidencial, que eran un currículum político poco vistoso y su muy escaso conocimiento por el gran público. Sin embargo, Duda aportaba un estilo dialogante y contenido que le venía muy bien a la imagen del PiS, tantas veces acusado por sus adversarios de radical, reaccionario y revanchista en asuntos tan sensibles como los derechos de los homosexuales y la memoria histórica de Polonia. Además, era eurodiputado, lo que podía valer para limar otra arista cortante del partido, cual era su euroescepticismo, muy parecido al de los conservadores británicos, entendiéndose por tal no un rechazo a la integración europea con prevalencia del componente intergubernamental, sino a la comunitarización de nuevas políticas y a la vía federalista.
El acierto de Duda, al principio insospechado, fue el de difundir las tesis nacional-conservadoras del PiS, bien conocidas por el electorado, sin tonos acres ni ataques personales. Así, el pretendiente de la oposición, revelado como un excelente comunicador, recordó que su partido se oponía tajantemente a la adopción del euro (deseada por el Gobierno de la PO pero para la que seguía sin haber fecha) porque eso restaría soberanía económica al país y haría perder poder adquisitivo a la población, exigía la subida de los impuesto a los ricos, los bancos y las grandes superficies comerciales de capital foráneo, y quería rebajar la edad de jubilación, subida por el Gobierno Tusk a los 67 años para los hombres y las mujeres, que antes podían retirarse a los 65 y los 60 años, respectivamente
El PiS ponía énfasis en la reducción de las desigualdades sociales y la generalización del aumento de los niveles de renta con unas políticas adecuadamente distributivas. Para un número creciente de polacos, esta asignatura pendiente era la otra cara de años de logros económicos del Gobierno liberal de la PO, cuyas recetas de prudencia fiscal, austeridad y aciertos gestores, inclusive en el manejo de los copiosos fondos europeos, habían hecho de Polonia el país más próspero y estable de la UE, a resguardo de los estragos de la Gran Recesión y la tormenta de la Eurozona. Que todas estas cuestiones quedaran fuera del restringido ámbito de competencias del presidente de la República, pues eran responsabilidad exclusiva del Gobierno con arreglo al sistema republicano parlamentario, importó poco en un duelo visto como una especie de primarias de las elecciones legislativas, previstas para octubre. Por otro lado, Duda procuró mantener una distancia escénica de Kaczynski para no suscitar rechazo en potenciales votantes de centro que no tragaban al muy derechista líder del PiS.
Duda no olvidó tampoco ondear la bandera de la lucha sin cuartel contra la corrupción y, en tiempos de desasosiego por la injerencia bélica de Rusia en el conflicto separatista de la región ucraniana del Donbás, cargó las tintas en el patriotismo vigilante del PiS, al que nadie podía superar en firmeza frente a los gestos de agresividad del Kremlin en Europa oriental. En los capítulos de la seguridad y la defensa, el presidente de la República sí tenía bastante que decir, así que Duda urgió a intensificar la colaboración militar con los aliados de la OTAN, en particular Estados Unidos y las repúblicas bálticas, y a dotar de un mayor presupuesto a las Fuerzas Armadas polacas, de las que el jefe del Estado era el comandante supremo.
La exhibición de un mayor músculo militar ante la Rusia de Putin pasaba, insistía Duda, por el estacionamiento de un contingente de la OTAN en territorio polaco con finalidad disuasoria acompañado de una redirección de las prioridades diplomáticas polacas desde el oeste hacia el este. En otras palabras, que, con la crisis ruso-ucraniana peligrosamente abierta, Varsovia, mirando sobre todo por sus propios intereses, no debería estar tan pendiente de ajustarse a un consenso europeo con alemanes y franceses, y sí en cambio de practicar una diplomacia más asertiva y solidaria con los problemas de seguridad de Kíev y Vilnius, dos capitales ex soviéticas, que no podían verse como ajenos. Aunque en este último análisis todo el mundo estaba de acuerdo en Polonia, el PiS pretendía ser el campeón de la seguridad nacional con un enfoque nacional, regional y atlantista.
Sin ir más lejos, Polonia limitaba en el Báltico con el enclave de Kaliningrado, donde el Ejército ruso planeaba desplegar de manera permanente baterías de misiles móviles balísticos tierra-tierra del tipo Iskander-M (SS-26, en la nomenclatura de la OTAN), provistos de una gran maniobrabilidad y con un alcance altamente preciso de hasta 500 km, radio de tiro que cubría la práctica totalidad del territorio polaco. El aspecto más inquietante de los misiles Iskander, que para la OTAN alteraba drásticamente el equilibrio estratégico en el continente, era su capacidad de portar cabezas nucleares de hasta 50 kilotones, es decir, que podían ser vectores de armas tácticas de destrucción masiva. Rusia justificaba el acantonamiento de los Iskander en Kaliningrado en respuesta a los planes, anunciados en plena campaña de las presidenciales por Komorowski y Kopacz, de adquirir a Estados Unidos sistemas de interceptación antimisiles Patriot, dispendiosa inversión en defensa que a su vez seguía al anuncio hecho por Moscú, en marzo, de grandes maniobras militares en su óblast más occidental. "Tenemos derecho a hablar en la UE con una voz firme. Es hora de salirnos de la corriente principal de política exterior, necesitamos recobrar nuestra fuerza", afirmó el candidato en el cierre de campaña.
Aunque a lo largo de la precampaña y de la campaña propiamente dicha el opositor fue reduciendo con velocidad la brecha que le separaba de su contrincante reeleccionista, que al comienzo fue enorme (hubo ocasiones en que superó limpiamente los 40 puntos), las últimas encuestas, publicadas tres y dos días antes de la cita con las urnas, aún concedían a Komorowski entre 8 y 12 puntos de ventaja. Mucho más rezagados aparecían otros nueve candidatos, los más destacados de los cuales eran los independientes Pawel Kukiz y Magdalena Ogórek, esta última apoyada por los socialdemócratas de la Alianza de la Izquierda Democrática (SLD), y el derechista liberal Janusz Korwin-Mikke. A Komorowski no parecía perjudicarle lo más mínimo la participación del PSL, el socio gubernamental de la PO, con su propio candidato, Adam Jarubas.
En estas circunstancias, en la recta final de la campaña cundió la certeza de que Komorowski y Duda disputarían una segunda vuelta, pero los resultados del 10 de mayo cogieron a todo el mundo por sorpresa: con el 34,7% de los votos, el candidato del PiS se colocó en cabeza sacándole un punto de ventaja al mandatario en ejercicio. El mapa electoral de Polonia quedó dibujado con bastante precisión, con Duda dominando en toda la mitad oriental, más cercana a Ucrania, eminentemente rural y con menores niveles de renta por habitante, y Komorowski imponiéndose en los voivodatos costeros y del oeste con peso de la actividad industrial, que hasta la Segunda Guerra Mundial fueron territorios de Alemania, amén de las grandes urbes de Varsovia y Lodz.
El 24 de mayo de 2015 Duda deshizo el empate técnico que apuntaban los últimos sondeos y se llevó la Presidencia con el 51,5% de los votos. Komorowski se apresuró a reconocer su derrota y a felicitar a su oponente, quien el 6 de agosto iba a arrancar su mandato de cinco años como el sexto presidente de la llamada III República Polaca, luego de Wojciech Jaruzelski (1989-1990), Lech Walesa (1990-196), Aleksander Kwasniewski (1995-2005), Lech Kaczynski (2005-2010) y Bronislaw Komorowski. El nivel de participación de la segunda vuelta electoral fue del 55%, seis puntos más que en la primera. El 26 de mayo Duda se dio de baja como miembro del PiS.
Andrzej Duda, gran aficionado a la práctica deportiva del esquí alpino, está casado desde 1994 con Agata Kornhauser, profesora de alemán en la Escuela Jan III Sobieski de Cracovia e hija del poeta, traductor y crítico literario Julian Kornhauser. La pareja ha tenido una chica, Kinga, nacida al año de la boda. Esposa e hija tuvieron un papel descollante durante la campaña electoral presidencial del político, quien de manera implícita se presentó a los electores como un cabeza de familia a caballo entre la tradición y la modernidad.
(Cobertura informativa hasta 1/6/2015)