Ana Brnabic
Primera ministra (2017-2024)
Serbia invistió el 29 de junio de 2017 a su primera mujer jefa de Gobierno y además lesbiana reconocida, lo que la convierte en el quinto cabeza de ejecutivo gay de Europa —y del mundo— desde 2009. Se trata de Ana Brnabic, una independiente de perfil técnico, experta en administraciones locales y programas de desarrollo, y acostumbrada a trabajar con agentes internacionales.
Su nombramiento por el recién inaugurado presidente de la República, el conservador Aleksandar Vucic, para sucederle como primer ministro se enmarca en el deseo de las autoridades de Belgrado de potenciar la imagen de Serbia como un país moderno, liberal, tolerante con las minorías e inequívocamente comprometido con las dificultosas reformas estructurales que conlleva la adhesión a la UE, la cual está negociándose desde 2014. Algunos comentaristas señalan además que Vucic, al confiar el mando del Gobierno a una profesional sin filiación partidaria, manda el mensaje de que sigue siendo el político más poderoso del país, por más que el sistema de Gobierno sea parlamentario.
A sus 41 años, Brnabic, cuyo Gabinete de coalición, sexpartito, mantiene intacto el reparto de cuotas de poder entre el Partido Progresista (SNS) de Vucic y el Socialista (SPS) del primer viceprimer ministro y ministro de Exteriores Ivica Dacic, pasa a los anales como la segunda primera ministra abiertamente lesbiana después de la islandesa Jóhanna Sigurdardóttir, el primer gobernante gay de un país no europeo occidental y el tercero en ejercicio del continente junto con el luxemburgués Xavier Bettel y el irlandés Leo Varadkar.
Nota de actualización: esta biografía fue publicada el 5/7/2017. Ana Brnabic, desde 2019 miembro del partido oficialista SNS, encabezó un segundo Gobierno de coalición desde el 28/10/2020, luego de las elecciones legislativas del 21/6/2020, y un tercero desde el 26/10/2022, tras las elecciones del 3/4/2022. El 20/3/2024, al cabo de las elecciones del 17/12/2023, Brnabic traspasó las funciones del primer ministro al viceprimer ministro, Ivica Dacic, para asumir su nueva posición de presidenta de la Asamblea Nacional.
Nativa de Belgrado, la instalación en Serbia del régimen autoritario de Slobodan Milosevic y la desintegración violenta de la antigua Yugoslavia entre 1989 y 1992 los vivió en la infancia y la adolescencia. Su formación universitaria discurrió en Estados Unidos y el Reino Unido, en unos años en que el régimen nacionalista serbio acusaba sistemáticamente a estos países de buscar la destrucción de la República Federal de Yugoslavia formada por Serbia y Montenegro.
En 1998, en plena escalada del conflicto armado en Kosovo, que un año después iba a desembocar en los bombardeos aéreos de la OTAN y la subsiguiente retirada de las tropas serbias de la provincia de mayoría albanesa, Brnabic se sacó una diplomatura en Administración de Empresas por la Universidad de Northwood en Michigan. Luego prosiguió sus estudios en la Universidad de Hull en East Yorkshire, por la que se licenció en Marketing en 2001.
En marzo de 1999, justo al producirse la agresión bélica de la OTAN y mientras tomaba clases en la universidad británica, la joven fue reclutada por el Servicio de Información Serbio de Londres, una oficina creada en 1991 por las autoridades de Belgrado con el fin de difundir en el Reino Unido su versión oficial de los conflictos yugoslavos pero que estaba virando hacia posiciones de rechazo a las políticas de Milosevic y de apoyo a la oposición democrática de casa, para que le ayudara a extender los contactos entre las fuerzas reformistas serbias y diversos medios de comunicación y ONG británicos.
En 2002, con el orden democrático ya asentado en Serbia, Brnabic retornó a Belgrado y se volcó en las labores de coordinación de los múltiples programas de cooperación suscritos por entidades públicas y privadas de su país con organismos e inversores europeos y norteamericanos. De esta manera, Brnabic se convirtió en una experta relaciones públicas y asesora técnica que trabajó fundamentalmente con empresas de consultoría estadounidenses encargadas de aplicar los programas serbios financiados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Aquel mismo año, Brnabic tuvo un primer y fugaz acercamiento a la política como asesora de campaña del economista Miroljub Labus, candidato presidencial y líder del movimiento G17 Plus, el cual quedó segundo, por detrás del entonces presidente federal de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, en un proceso electoral que fue invalidado por la baja participación.
En 2006 Brnabic estuvo entre los fundadores de un lobby mixto de operadores económicos del sector privado, municipios y agentes de la sociedad civil llamado Alianza Nacional para el Desarrollo Económico Local (NALER). En 2010 se convirtió en la directora ejecutiva de la Fundación PEXIM, una ONG privada interesada en costear los estudios en la Universidad de Cambridge de escolares con talento de Serbia y Macedonia, quienes eran becados a cambio de un compromiso por su parte de, luego de titularse, destinar sus conocimientos y habilidades al mercado laboral serbio. Y en 2013 fue nombrada directora también de una empresa de Estados Unidos dedicada a desarrollar en Serbia instalaciones agropecuarias alimentadas por energía eólica.
El 11 de agosto de 2016 Brnabic, que a sus 40 años se mantenía independiente de toda afiliación partidista, emergió del anonimato y saltó al proscenio nacional al ser nombrada ministra de Administración Pública y Autonomía Local por el primer ministro desde 2014, el conservador y antiguo ultranacionalista Aleksandar Vucic, jefe del Partido Progresista Serbio (SNS) y de un Gobierno de coalición reformista y proeuropeo cuya segunda pata era el Partido Socialista Serbio (SPS) de Ivica Dacic, a la sazón primer viceprimer ministro y ministro de Exteriores.
Al presentar a la nueva ministra, Vucic hizo hincapié en un rasgo personal del perfil de Brnabic que le resultaba grato por venirle bien a su campaña de imagen de Serbia como país moderno, liberal y tolerante: ella no ocultaba su orientación sexual lesbiana y eso era algo que merecía respeto. "Sus elecciones personales no me interesan. Solo me importa lo que puede conseguir [como ministra], no albergo ninguna duda sobre sus capacidades", explicó Vucic con tono de elogio.
Al cabo de un mes, Brnabic asistió al desfile en Belgrado del Orgullo LGBT, donde se codeó con otra figura independiente de la política local, el alcalde capitalino Sinisa Mali. Como ministra de Administración Pública y Autonomía Local, Brnabic adquiría sendos roles principales en los esfuerzos por transparentar y digitalizar los servicios administrativos del Estado, y en la lucha contra la economía sumergida. Además, presidía el Consejo Gubernamental de Empresas Innovadoras y Tecnologías de la Información, y el Consejo Republicano de Minorías Nacionales, administraba el Proyecto de Competitividad de Serbia y coordinaba el Programa de Desarrollo Económico de los Municipios.
El 2 de abril de 2017 Vucic ganó en la primera vuelta las elecciones presidenciales que debían definir al sucesor de su conmilitón Tomislav Nikolic, el fundador del SNS, y el 31 de mayo tomó posesión de la jefatura del Estado. En ese momento, la jefatura del Gobierno recayó interinamente y en funciones en el viceprimer ministro Dacic. Todavía como presidente electo, Vucic dijo que estaba considerando tres candidatos para el puesto de primer ministro que él desocupaba: una era una personalidad del SPS, es decir, Dacic, con quien mantenía unas excelentes relaciones de confianza y quien ya había desempeñado el cargo entre 2012 y 2014; otra era alguien de su formación, el SNS; y la tercera, una figura independiente.
El 15 de junio Vucic deshizo la incógnita: su elección era la ministra de Administración Pública, una oficial seria y competente, responsable de múltiples programas y oficinas del Estado centrados en las reforma sectoriales inseparables de las negociaciones de adhesión a la UE, que reunía las "cualidades personales y profesionales" para ejercer las funciones del primer ministro.
Con más ruido que cuando el nombramiento ministerial de 2016, en círculos políticos derechistas afloraron las críticas a la elección de una mujer gay que no era "padre de familia" y no tenía "hijos", tal como espetó Dragan Markovic, el líder de Serbia Unida (JS), pequeño partido populista vinculado al SPS y que daba respaldo al Gobierno desde la Asamblea. "Se trata de una declaración inapropiada e irresponsable, sin lugar a dudas discriminatoria", respondió la aludida, quien además matizó que ella no era "una activista LGBT" y valoró que la homofobia seguía siendo "un problema" en Serbia, aunque también era cierto que la situación estaba "mejorando lentamente".
El 29 de junio la Asamblea Nacional, donde el oficialismo gozaba de una mayoría absoluta de 139 escaños, eligió a Brnabic primera ministra con 157 votos a favor y 55 en contra. El Gabinete Brnabic difería en muy poco del anterior encabezado por Vucic: seguía teniendo una composición pentapartita, a saber, el SNS, el SPS, el Partido Social Demócrata de Serbia (SDPS), el Movimiento de Socialistas (PS) y el Partido de los Pensionistas Unidos de Serbia (PUPS), y renovaban todos los ministros de peso salvo el titular de la Defensa, departamento en el que Aleksandar Vulin (PS) tomó el relevo a Zoran Djordjevic (SNS).
Así, continuaron en sus puestos los cuatro viceprimeros ministros, Ivica Dacic (también ministro de Exteriores, del SPS), Nebojsa Stefanovic (ministro del Interior, del SNS), Zorana Mihajlovic (ministra de Obras Públicas, Transportes e Infraestructuras, del SNS) y Rasim Ljajic (ministro de Comercio, Turismo y Telecomunicaciones, del SDPS). Y lo mismo los encargados de Finanzas (Dusan Vujovic, independiente), Economía (Goran Knezevic, SNS) y Justicia (Nela Kuburovic, independiente). En Administración Pública y Autonomía Local, Brnabic fue suplida por el socialista Branko Ruzic.
Los medios de comunicación internacionales destacaron en titulares el doble hito que encarnaba Brnabic: no solo era la primera mujer que presidía un Gobierno en Serbia, sino también el primer jefe de Gobierno o de Estado gay de un país no europeo occidental. Antes que ella, alcanzaron la posición de primeros ministros en sus países cuatro figuras de orientación sexual abiertamente gay o lesbiana: la izquierdista Jóhanna Sigurdardóttir en Islandia (2009-2013), el socialista Elio Di Rupo en Bélgica (2011-2014), el liberal centrista Xavier Bettel en Luxemburgo (desde diciembre de 2013) y el liberal conservador Leo Varadkar en Irlanda (tan solo unos días antes que ella, el 14 de junio de 2017).
(Cobertura informativa hasta 5/7/2017).
Más información: