La peligrosa deriva de Túnez

“Túnez necesita un gabinete de guerra para gobernar el país, dirigido por un hombre que se atreva a decir la verdad y tenga carisma. Hamid Essid, el primer ministro designado en enero, con mayores poderes que cualquiera de sus predecesores gracias a la nueva Constitución, carece de estas cualidades y parece a la deriva como el país que se supone que dirige”. Francis Ghilès, investigador senior asociado de CIDOB.