¿Es posible una política exterior de Estado en tiempos de fragmentación y polarización?

“Una política exterior de Estado y consensual pero faltada de debate es una receta cortoplacista. En un momento en el que la distinción entre agendas interna e internacional desaparece, las voces del disenso aprovechan su politización para sacar rédito político en forma de euroescepticismo. En esta campaña, los cuatro principales partidos se han pegado un tiro en el pie al no debatir sus visiones de política exterior” Pol Morillas, director de CIDOB.

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