Ocho años de la guerra en Siria: no, el final del dolor no está cerca

“Ahora estamos en una fase en que seguramente hablaremos menos de guerra pero tendremos que continuar hablando mucho, muchísimo, de violencia y de víctimas”, sostiene Eduard Soler, investigador de CIDOB y coordinador científico del proyecto MENARA. Hasta hace poco, explica, no se podía hablar de una solución militar clásica para este conflicto, porque “cualquiera de las partes enfrentadas era lo suficientemente fuerte como para no quedar completamente borrada del mapa y a la vez no era lo suficientemente fuerte como para borrar a los otros”, pero a partir de 2016 “sí nos vamos acercando a la posibilidad de que una de las dos partes sea capaz de eliminar por completo o casi a la otra rival en el control del territorio”.

 

 

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