La Cuba de Díaz-Canel, año cero

“No se trata de un mero traspaso administrativo, como los cubanos quieren hacernos creer. Su legitimidad radica en la aceptación de las Fuerzas Armadas, los históricos, pero también de la población. El gobierno da la imagen de ser monolítico pero la sociedad cubana es más abierta. La población quiere reformas económicas y mayor pluralidad. Ha de tender puentes”, afirma Susanne Gratius, investigadora sénior asociada de CIDOB.

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