Yvonne Aki-Sawyerr

Freetown, la capital de Sierra Leona, tiene desde 2018 como alcaldesa a Yvonne Aki-Sawyerr, una economista, auditora, activista humanitaria y promotora de proyectos con impacto social positivo. Su experiencia en las campañas nacionales para la lucha contra el ébola y la recuperación material en el día después del mortífero brote epidémico la animó a postularse a dirigir Freetown con un ambicioso programa de transformación urbana. Este incide en la recogida y gestión de residuos, la modernización de las conducciones hídricas (crucial en una urbe en rápido crecimiento y regularmente golpeada por inundaciones) y la mejora de las condiciones sanitarias y ambientales en el más amplio sentido. La regidora, valiéndose de un estilo motivacional y proactivo, invoca la capacidad de resiliencia de las comunidades vulnerables y apela a la mentalidad innovadora de los jóvenes, a quienes desea inculcar el hábito del reciclaje. La alcaldía "transformadora" de Aki-Sawyerr en Freetown está captando el interés de las redes transnacionales comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las cuales valoran iniciativas tan originales como el concurso entre barrios Cleanest Zone in Freetown Competition y el fuerte componente participativo de su programa ecológico, al fomentar un voluntariado vecinal que ayuda a suplir las limitaciones presupuestarias del ayuntamiento y que de paso realiza una labor social pedagógica.

(Texto actualizado hasta octubre 2019)


Yvonne Aki-Sawyerr nació y escribió los primeros capítulos de su historial académico en la ciudad de la que es alcaldesa desde 2018, Freetown. Titulada en Economía por el Fourah Bay College, centro adscrito a la Universidad de Sierra Leona y uno de los colegios universitario con más solera de África, en 1988 emprendió en Europa un largo periplo laboral y formativo que le permitió adquirir un sólido perfil profesional en las áreas de auditoría corporativa, marcos reguladores, administración de proyectos y planificación estratégica.

Su primera experiencia organizativa, de un año de duración, fue en las oficinas en Bruselas de la ONG de capacitación de jóvenes AIESEC, como asistente de gestión de su International Traineeship Exchange Programme (ITEP). Simultáneamente, por unos meses a finales de 1988, la joven sierraleonesa realizó un trabajo de investigación econométrica para el monopolio estatal de bebidas alcohólicas de Finlandia, Alko. En 1989 se instaló en el Reino Unido para cursar una licenciatura en Relaciones Internacionales y Políticas de la Economía Mundial en la London School of Economics and Political Science (LSE), estudios que durante un semestre compaginó con una práctica becada en el Departamento de Análisis Económico de la multinacional energética British Petroleum (BP). 

En 1990 fue contratada para sus despachos en Londres por la compañía de servicios profesionales Arthur Andersen. En la década que siguió, Aki-Sawyerr llegó a adquirir un experto peritaje en el control de balances financieros, la auditoría de cuentas, la verificación de cumplimientos normativos y la consultoría técnica de numerosas corporaciones y bancos del Reino Unido y otros países europeos, en ocasiones por encargo del Banco de Inglaterra. En 1993 obtuvo la certificación como auditora por el Institute of Chartered Accountants in England and Wales (ICAEW). Entre tanto, Sierra Leona, uno de los países más pobres de África, se hundía en los estragos de la guerra civil que enfrentaba al rebelde Frente Revolucionario Unido (RUF) y el Gobierno nacional de Freetown, en manos de los militares desde el golpe de Estado de 1992.

Actividades profesionales y caritativas en favor del desarrollo de Sierra Leona
En abril de 1999, en un momento en que parecía abrirse paso el diálogo de paz entre el Gobierno democrático del presidente Ahmad Tejan Kabbah y el RUF, guerrilla responsable de cometer masivas atrocidades contra la población civil, Aki-Sawyerr y otros activistas compatriotas pusieron en marcha el Sierra Leone War Trust for Children (SLWT), ONG caritativa dedicada a captar fondos para auxiliar a miles de niños y jóvenes víctimas de las violencias, muchos de los cuales sufrían amputaciones de miembros y habían visto asesinar a sus padres. La auditora, además, se implicó en la campaña internacional contra los diamantes de sangre, negocio criminal que permitía al RUF proseguir las hostilidades bélicas y del que eran cómplices compañías y compradores extranjeros. 

Esta labor humanitaria de Aki-Sawyerr, desarrollada a caballo entre Londres y una Freetown destrozada por los combates, fue pareja a una serie de actividades profesionales privadas en los ramos de la promoción inmobiliaria orientada al turismo y la construcción de infraestructuras, negocios que le reportaban unos beneficios que luego canalizaba al fondo de ayuda del SLWT. Así, en 2001 fundó el Grupo Caleb y en 2009 entró en el equipo directivo de IDEA, sociedad de inversiones en los negocios urbanísticos y hoteleros. En cuanto a la guerra civil, 11 trágicos años en los que no menos de 50.000 sierraleoneses perecieron y más de dos millones fueron arrancados de sus hogares, llegó por fin a su término en enero 2002 con la total derrota del RUF y la victoria del Gobierno, el cual habría sucumbido a los asaltos de la guerrilla de no haber sido por las intervenciones del Ejército británico, las tropas africanas de pacificación y los cascos azules de la ONU.

La propagación en 2014 de la epidemia de ébola en Sierra Leona, que generó una gravísima emergencia sanitaria en esta parte de África Occidental y que hasta marzo de 2016, cuando la OMS consideró oficialmente erradicado el foco vírico en el país, dejó un balance de 14.000 infectados y 3.900 fallecidos, empujó a Aki-Sawyerr a abrir un nuevo capítulo de activismo en favor de sus paisanos, golpeados por calamidades en cadena. Inicialmente, la presidenta del SLWT y directora de inversiones de IDEA se volcó en la asistencia al Quality Assurance Team, un equipo de facultativos médicos organizado en el Reino Unido para ayudar en la contención del ébola en Sierra Leona. 

El éxito de Aki-Sawyerr a la hora de reclutar voluntarios para los Centros de Tratamiento del Ébola, un trabajo difícil y potencialmente peligroso por el alto riesgo de contagio, captó la atención del Gobierno del presidente Ernest Bai Koroma, que en enero de 2015 nombró a la activista directora de planificación del Centro Nacional de Respuesta al Ébola (NERC), con la tarea básica de diseñar e implementar una estrategia integral para acabar con el mortífero brote epidémico. El 7 de noviembre la OMS, en una evaluación provisional que aún requería de un período de vigilancia postepidémica de 90 días para convertirse en certificación oficial, declaró a Sierra Leona libre del ébola.

En diciembre siguiente, en reconocimiento a sus contribuciones en la lucha contra la enfermedad, Koroma condecoró a Aki-Sawyerr con la Ebola Gold Medal, galardón especial al que en enero de 2016 siguió la investidura de la sierraleonesa como Oficial del Imperio Británico (OBE) por la reina de Inglaterra. Hasta octubre de 2017 Aki-Sawyerr, en calidad de jefa del Equipo de Entregas para las Prioridades Presidenciales de la Recuperación (PRP), siguió involucrada en los esfuerzos nacionales para recomponer el tejido socio-económico de Sierra Leona, en el día después de una crisis sanitaria que había dejado al precario país tropical prácticamente dislocado.

Alcaldesa de Freetown con un programa de transformación urbana
Dentro de sus servicios al Estado, Aki-Sawyerr fue la cerebro de la operación denominada Clean Freetown, iniciativa contenida en las PRP que buscaba dotar a la capital, con más un de millón de habitantes, de un sistema eficiente de recogida y tratamiento de residuos domésticos. Se trataba de una infraestructura básica de saneamiento y salubridad públicos, sin la cual difícilmente podrían alcanzarse objetivos de desarrollo humano, sostenibilidad medioambiental y resiliencia comunitaria, en una ciudad y un país tremendamente vulnerables a los embates de la naturaleza (las frecuentes inundaciones y avalanchas de lodo, favorecidas por la deforestación y la erosión), y donde la población trataba de superar el trauma de la guerra y el estrés de la reciente crisis del ébola. Clean Freetown incorporaba métodos innovadores en Sierra Leona como el servicio municipal de recogida de basuras en las mismas puertas de las viviendas.

Esta experiencia piloto de regeneración urbana animó a Aki-Sawyerr a presentarse candidata, por cuenta del partido del Gobierno, el centroizquierdista Congreso de Todos los Pueblos (APC), a la alcaldía de Freetown en las elecciones generales de marzo 2018, comicios que debían renovar los mandatos de la Presidencia de la República, el Parlamento y los consejos locales. Su plataforma, Transform Freetown, proponía un ambicioso paquete de medidas para acometer una limpieza en profundidad de las calles y los superpoblados descampados chabolistas de Freetown, donde se acumulaba mucha suciedad sin recoger, inculcar la costumbre de separar residuos con vistas a su reciclaje y clausurar vertederos descontrolados. También, se trataba de pavimentar calzadas, modernizar el alcantarillado, excavar canales de drenaje de aluviones, extender la red de iluminación eléctrica y reforestar zonas taladas, en especial las colinas que rodeaban la ciudad. 

Las actuaciones concernientes a la salubridad y la mejora ambiental de Freetown perseguían dos metas concretas de aquí a 2022: que el 60% de los desechos sólidos y líquidos fueran recogidos y gestionados sin efectos de contaminación, y que el 40% de los plásticos fueran reciclados. La aspirante a gobernar Freetown, irradiando empatía, entusiasmo y un estilo motivacional, consideraba imprescindible la movilización de los vecinos, en particular los más jóvenes, para la reparación del degradado hábitat urbano; así, ellos podrían ayudar de manera activa en las tareas de limpieza al Ayuntamiento, que luego gratificaría sus servicios con honores públicos, premios y diversas bonificaciones materiales. 

El 7 de marzo de 2018 Aki-Sawyerr ganó la elección municipal de Freetown con el 59,9% de los votos. En las presidenciales, en cambio, el candidato del oficialismo, el ex ministro Samura Kamara, sucumbió frente a Julius Maada Bio, antiguo jefe de la junta militar y candidato del opositor Partido Popular de Sierra Leona (SLPP). Con su toma de posesión el 11 de mayo, Aki-Sawyerr se convirtió en la tercera mujer alcalde de la capital del país, después de los ejercicios de Constance Cummings-John (1966) y June Holst-Roness (1977-1980).

El 10 de octubre de 2018 Aki-Sawyerr, convencida de que Freetown "no tenía futuro" a menos que "salvara su medio ambiente", inauguró el capítulo estrella de su programa municipal: la Cleanest Zone in Freetown Competition, concurso de higiene callejera y embellecimiento urbano abierto a los niños y jóvenes de las diferentes barriadas y comunidades de vecinos, de seis meses de duración y cuyos ganadores, además de recibir medallas y trofeos simbólicos, serían recompensados con paquetes de inversiones en infraestructuras del Ayuntamiento, el cual dotaría a las zonas por ellos limpiadas de farolas solares, determinados metros de calzada pavimentada, tanques de agua potable y becas y bolsas escolares. Los ganadores de la primera edición de la competición de limpieza urbana fueron anunciados en abril de 2019.

La alcaldía "transformadora" de Aki-Sawyerr en Freetown es objeto de interés internacional por sus aspectos innovadores y el fuerte componente participativo de su programa ecológico, el cual estimula un voluntariado vecinal que ayuda a suplir las limitaciones presupuestarias del consistorio para dotarse de medios propios, al tiempo que realiza una importante labor social de carácter pedagógico. La regidora sierraleonesa viene compartiendo los prontos resultados positivos de su gestión municipal en redes, foros y encuentros adheridos a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 de la ONU, como el High-Level Political Forum (HLPF), los Voluntary National Review (VNR) Labs, el Mayors Migration Council (MMC), el Local and Regional Governments Forum, el C40 Cities Climate Leadership Group y la Women4Climate Conference.

Yvonne Aki-Sawyerr está casada y es madre de dos hijos. 

(Cobertura informativa hasta 1/10/2019)