Viorica Dăncilă

1. Una ingeniera del petróleo en el Parlamento Europeo
2. Tercer jefe de Gobierno del PSD en un año accidentado en la política rumana


1. Una ingeniera del petróleo en el Parlamento Europeo

La primera mujer en una lista de primeros ministros rumanos previamente conformada por 66 titulares varones cursó el bachillerato en el Liceo Energético de Ploiesti y luego una licenciatura en la Facultad de Perforación y Explotación de Hidrocarburos del entonces Instituto, hoy Universidad, de Petróleo y Gas, también en Ploiesti. Tras graduarse en 1988, entró a trabajar como ingeniera en las instalaciones de extracción de crudo que en la ciudad de Videle tenía la compañía estatal de petróleos Petrom. Desde 1989 compaginó esta labor técnica con la docencia escolar en el Liceo Industrial de la localidad.

En 1996 Viorica Dăncilă inició su militancia en el Partido Social Demócrata (PSD), por entonces llamado Partido de la Democracia Social en Rumanía (PDSR) y situado bajo las jefaturas de Ion Iliescu y Adrian Nãstase, las figuras dominantes (el primero como presidente de la República en 1990-1996 y de nuevo en 2000-2004, y el segundo como primer ministro en dicho cuatrienio) en la política nacional de aquellos años.

La carrera política de la ingeniera del petróleo en el PSD, que adquirió su denominación actual en 2001, se desarrolló primero en sus secciones locales de Videle y el condado de Teleorman, es decir, su terruño familiar y profesional, donde entre 2004 y 2009 desempeñó asimismo unos cargos administrativos de consejera y concejal. En 2005, coincidiendo con la subida de Mircea Geoana a la presidencia de la formación en lugar de Adrian Nãstase, Dăncilă ingresó en el Consejo Nacional del PSD así como en la ejecutiva de la Organización Nacional de Mujeres del partido (OFSD), al que las elecciones generales de 2004 habían arrojado a la oposición a los gobiernos del centro-derecha.

En 2006, mientras todavía trabajaba en la compañía Petrom, privatizada y vendida a la austríaca OMV dos años antes, Dăncilă se sacó una maestría en Espacio Público Europeo por la Facultad de Administración Pública de la Escuela Nacional de Estudios Políticos y Administrativos (SNSPA) de Bucarest. Esta experiencia lectiva puso preámbulo a su designación para ocupar un asiento en el Parlamento Europeo en enero de 2009, luego de regresar a la política nacional los eurodiputados correligionarios Titus Corlatean y Catalin Nechifor. En las votaciones del 7 de junio de 2009, ganadas por los socialdemócratas, que se resarcieron así de su derrota a manos de los liberales en las legislativas de noviembre de 2008, Dăncilă fue revalidada en su escaño.

En la Eurocámara, la representante rumana se integró en el Grupo de la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas (S&D), y a lo largo de la legislatura fue miembro y vicepresidenta del Comité de Agricultura y Desarrollo Rural. Entre 2010 y 2011, además, encabezó la facción de su país en el Grupo de los S&D. Reelegida el 25 de mayo de 2014, cuando en Rumanía el PSD ya llevaba dos años gobernando de la mano de su polémico líder, Victor Ponta, Dăncilă estrenó su segunda legislatura europea. Entonces, fue reelegida vicepresidenta del Comité de Agricultura y Desarrollo Rural y adquirió membresía también en el Comité de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género. En diciembre de 2014 volvió a asumir el liderazgo de la delegación rumana de los S&D y en octubre de 2015 su partido le confirió la presidencia de la OFSD, de la que era vicepresidenta desde 2010.


2. Tercer jefe de Gobierno del PSD en un año accidentado en la política rumana

En el arranque de 2018, una turbulenta secuencia de acontecimientos en la política nacional protagonizada por su partido desembocó en la instalación de la eurodiputada en la jefatura del Gobierno rumano. La azarosa selección de Dăncilă para este alto cargo tenía unos precedentes que se remontaban a más de dos años atrás.

En noviembre de 2015, Victor Ponta, arrastrando un reguero de controversias y escándalos, renunció a la jefatura del Gobierno. Su sucesor, el independiente y ex comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural (precisamente, el área de especialidad de Dăncilă en el Parlamento) Dacian Ciolos, recibió un mandato limitado, hasta las elecciones del 11 de diciembre de 2016. Los comicios fueron vueltos a ganar, y con ganancia de escaños, por el PSD, desde julio de 2015 liderado por Liviu Dragnea, sobre el que pesaba una sentencia suspendida de dos años de prisión como reo de fraude electoral.

Puesto que Dragnea estaba judicialmente inhabilitado para pilotar el Ejecutivo -pero no para presidir la Cámara de Diputados, plaza que se reservó para sí-, el PSD transfirió ese cometido a un lugarteniente de poco relieve, Sorin Grindeanu, quien en enero de 2017 fue investido primer ministro en coalición con el pequeño partido Alianza de Liberales y Demócratas (ALDE). Grindeanu parecía que iba a acatar con docilidad las instrucciones de su superior partidario, Dragnea, el verdadero muñidor de las políticas gubernamentales, pero no tardó en mostrar su independencia de criterio, patente en su rechazo a buscar fórmulas legales para conseguir el indulto de cientos de militantes del PSD condenados por delitos de corrupción, estrategia de despenalización y amnistía que concitaba un furibundo rechazo ciudadano.

Ante esta falta de sintonía, Dragnea y la cúpula del PSD se propusieron descabalgar a Grindeanu, acusado desde su partido de no estar aplicando las promesas electorales de los socialdemócratas. En junio de 2017, en una maniobra insólita, todos los ministros del Gobierno dimitieron en bloque y acto seguido los parlamentarios oficialistas lanzaron una moción de censura contra un primer ministro que se había quedado solo. Tras derribar a Grindeanu, el PSD designó en su lugar a un miembro de la dirección que además venía fungiendo de ministro de Economía, Mihai Tudose. También Tudose partía con una imagen de político obediente a las directrices de su urdidor jefe de filas, y también él empezó a defender su autonomía institucional, poniéndose en fatal rumbo de colisión con Dragnea.

El 15 de enero de 2018, luego de trascender que el primer ministro estaría buscando apoyos internos para apartar del liderazgo a Dragnea, blanco otra vez de las pesquisas judiciales por una presunta malversación de fondos europeos, y culminando el conflicto generado por la negativa de la ministra del Interior, Carmen Dan, muy próxima a Dragnea, a aceptar la demanda de dimisión que le hacía su jefe en el Gabinete, el PSD anunció que retiraba la confianza a Tudose, el cual no opuso resistencia y renunció en el acto. El movimiento inicial de Dragnea fue proponer como candidato a relevar a Tudose con carácter interino al viceprimer ministro Paul Stanescu, pero el presidente de la República, Klaus Iohannis, rechazó esta opción y nombró en su lugar, al día siguiente, al ministro de Defensa, Mihai Fifor.

Entonces, el PSD ofreció que el nuevo primer ministro titular fuera su eurodiputada y cabeza de la organización de mujeres socialdemócratas, Dăncilă. Iohannis no puso reparos y firmó su designación el 17 de enero. Se trataría de la primera mujer primer ministro en la historia de Rumanía y del tercer jefe del Gobierno en el último año. Dăncilă formó un Gabinete con escasos cambios: seguía intacta la coalición con la ALDE que dirigía el ex primer ministro Calin Popescu-Tariceanu, a la sazón presidente del Senado, y de los ministros de peso solo mudó el de Finanzas, Ionut Misa, al que reemplazó el también socialdemócrata Eugen Teodorovici. Seguían los dos viceprimeros ministros, Stanescu por el PSD y Gratiela Gavrilescu por ALDE, y lo mismo los titulares de Exteriores, Teodor Melescanu (ALDE), Defensa, Fifor (PSD), e Interior, Dan (PSD). El 29 de enero la Cámara de Diputados aprobó el Gobierno Dancila por 282 votos contra 136; solventado este último trámite, el nuevo Gabinete tomó posesión.

Viorica Dăncilă tiene una relación conyugal con Cristinel Dăncilă, gerente de OMV Petrom, del que toma su apellido de casada, y es madre de un hijo.

(Cobertura informativa hasta 1/2/2018)