Valdis Zatlers

El 8 de julio de 2007 ha inaugurado su mandato de cuatro años el tercer presidente de la República de Letonia desde el acceso de este antiguo territorio soviético a la independencia en 1991. La elección por el Parlamento el 31 de mayo del independiente Valdis Zatlers, nominado por los cinco partidos que integran la coalición gobernante, para suceder a la presidenta Vaira Vike-Freiberga estuvo rodeada de polémica, al tratarse de un cirujano traumatólogo muy respetado en su profesión pero que carece de cualquier experiencia política o diplomática, y que surge del anonimato. La idoneidad de Zatlers para el cargo presidencial ha sido cuestionada también tras reconocer haber aceptado gratificaciones económicas de algunos de sus pacientes.

(Texto actualizado hasta julio 2007)

1. Un cirujano de las articulaciones sin vínculos con la política
2. Controvertida nominación para presidir la República


1. Un traumatólogo sin vínculos con la política

Graduado por el Instituto de Medicina de Riga, en 1979 comenzó a ejercer la profesión de cirujano en la especialidad de ortopedia y traumatología en un hospital del Estado en su Riga natal, cuyo Departamento de Traumatología pasó a dirigir en 1985. Un año más tarde participó en las labores de socorro a las víctimas en el área de desastre causada por la central nuclear ucraniana de Chernobyl. En octubre de 1988 figuró entre los cientos de activistas sociales, profesionales liberales e intelectuales que pusieron en marcha el Frente Popular Letón (LTF), coalición de fuerzas nacionalistas que pronto devino un movimiento de masas con un programa de plena soberanía para la entonces República Socialista Soviética Letona. En 1989, sin embargo, antes de que el LTF lanzara su órdago independentista al poder central soviético, Zatlers abandonó el consejo rector de la organización y puso fin a esta breve experiencia en la política militante.

A caballo entre 1990 y 1991, coincidiendo con la efervescencia del movimiento nacionalista en Letonia en paralelo a la crisis terminal de la URSS, Zatlers estuvo en el Estados Unidos, capacitándose como cirujano ortopedista en centros especializados de las universidades de Yale y Syracuse. El acceso de Letonia a la independencia internacionalmente reconocida, en septiembre de 1991, le sorprendió al futuro presidente desarrollando su actividad profesional en Riga. Hasta 1993 presidió la Asociación Letona de Artroscopia, por él fundada en 1990, y ese mismo año ingresó en la Sociedad Internacional de Artroscopia, Cirugía de la Rodilla y Medicina Ortopédica Deportiva (ISACOS) y recibió un premio de la Asociación Internacional de Artroscopia (IAA).

En 1994 fue nombrado director departamental en el Hospital de Traumatología y Ortopedia (TOS), un centro capitalino que hasta el día de hoy brinda servicios inscritos en el sistema público de salud letón pero que también permite a su personal ejercer la medicina privada. En 1998 Zatlers se convirtió en presidente de la junta administrativa del hospital y en la década siguiente combinó su función directiva con la investigación y la actividad conferenciante sobre técnicas de cirugía de la rodilla e implantes óseos en colaboración con colegas de otros países de Europa central y oriental.

A principios de 2003, el año en que accedió a la presidencia de la Asociación Letona de Traumatología y Ortopedia, Zatlers vio amenazada su eminente carrera profesional cuando el entonces ministro de Sanidad, Aris Auders, un antiguo subordinado que había interrumpido el trabajo de director de la unidad de cirugía espinal en el hospital de Riga para dedicarse a la política en las filas del partido Nueva Era (JL), le acusó de haber comprado tejido medular para transplantes de mala calidad a un laboratorio del que eran propietarios su adjunto directivo en el TOS y su propia esposa, Lilita Zatlere.

En febrero Zatlers fue suspendido en sus funciones a la espera del resultado de la investigación abierta por la Oficina para la Lucha y la Prevención de la Corrupción (KNAB). A comienzos de marzo, sin embargo, ante la amenaza de huelga de los facultativos y trabajadores del hospital, el primer ministro y líder del JL, Einars Repse, le repuso en el cargo y poco después las indagaciones de la KNAB sacaron en claro que Zatlers no estaba involucrado en irregularidad alguna. Al contrario, fue su acusador, el ministro Auders, el que encajó una acción criminal tras averiguar la KNAB que en 2002 había reclamado a un paciente que ya disponía de seguro una cantidad de dinero por una operación de neurocirugía, viéndose forzado a abandonar el Gobierno.


2. Controvertida nominación para presidir la República

Nada más de particular dio de sí la trayectoria de Zatlers hasta el 22 de mayo de 2007, día en que los cinco partidos integrantes de la coalición del Gobierno encabezado por el primer ministro Aigars Kalvitis, a saber, el Partido Popular (TP, liderado por Kalvitis), la Unión de Verdes y Campesinos (ZZS), el Primer Partido de Letonia (LPP), el Camino Letón (LC) y la Unión por la Patria y la Libertad (TB/LNNK), sorprendieron al país con el anuncio de que el doctor dedicado a curar huesos y articulaciones era su candidato a la Presidencia de la República en la elección parlamentaria programada para el 31 del mes en curso. De la misma debía salir el sucesor de la presidenta Vaira Vike Freiberga, que el 8 de julio agotaba su segundo mandato de cuatro años no prorrogable. Se supo entonces que en la antevíspera Zatlers había mantenido una reunión con los líderes de algunos de los partidos promotores. El 23 de mayo el cirujano comunicó públicamente su aceptación como ciudadano del "honor" que aquellos le ofrecían.

La nominación de Zatlers elevó muchas cejas por el contexto, restando sólo nueve días para la elección presidencial y después de retirar sus precandidaturas oficiosas Maris Riekstins, jefe de gabinete de Kalvitis y antiguo embajador en Estados Unidos y secretario de Estado del Ministerio de Exteriores, por el TP, y Karina Petersone, vicepresidenta del Saeima o Parlamento, por la alianza del LPP y el LC, pero y sobre todo por el perfil del personaje, un profesional de la medicina que salvo por la fugaz pertenencia al LTF antes de la independencia pasaba por un absoluto profano en política y carente de cualquier experiencia en el servicio de Estado. De hecho, Zatlers era un perfecto desconocido para la opinión pública letona.

Los partidos del Gobierno presentaron a Zatlers como un candidato estrictamente neutral cuya dedicación al bienestar de sus pacientes y su buen pulso en la sanación de las patologías que los aquejaban le convertían, por una extrapolación metafórica fácil y además no del todo acertada, en el titular idóneo de una oficina ejecutiva al que el sistema de gobierno letón, de tipo parlamentario, confiere unas funciones subalternas pero necesarias para el buen funcionamiento de las instituciones, la armonización del juego político y la representación internacional del país. Al parecer, resultó decisiva la opinión favorable de Ivars Godmanis, antiguo primer ministro y presidente del LC, que conocía a Zatlers desde la época en que él fungió como uno de los líderes de LTF.

Los cuestionamientos a la nominación de Zatlers surgieron al punto, al saberse que en 1998 el cirujano había sido uno de los signatarios del manifiesto fundacional del TP, una formación conservadora de línea centroderechista, lo que ponía en cuestión su proclamada independencia ideológica. Ésta no era, empero, tan exigible a un aspirante a la jefatura del Estado como una mínima familiaridad con el funcionamiento de las instituciones y un conocimiento cabal de la legislación y de la política exterior. La atribuida impericia de Zatlers en todos los terrenos que no fueran los propios de la profesión médica alimentó la sospecha de que los partidos en el poder querían colocar en la Presidencia a una persona poco o nada proclive a ejercer los resquicios de poder político que le dejaba la Constitución, como la imposición del veto suspensivo a la legislación aprobada por el Saeima y la presentación de enmiendas como iniciativa legislativa presidencial. Vike-Freiberga había hecho un abundante uso de estas prerrogativas, para irritación de los sucesivos gobiernos, y además había promovido diversos debates públicos sobre temas de interés nacional.

Las dudas sobre la aptitud de Zatlers para tan elevado puesto institucional fueron estimuladas por él mismo al reconocer, saliendo al paso de informaciones periodísticas que no se atrevió a refutar, que en sus años de práctica médica había aceptado de algunos pacientes "agradecidos" ciertos emolumentos voluntarios, una práctica habitual en el país, y que no había pagado impuestos por ellos. La sección letona de Transparencia Internacional, ONG dedicada a combatir la corrupción política, declaró que las donaciones de dinero extra a personal médico que ya cobraba por sus servicios constituían una práctica de dudosa legalidad y por de pronto eran incompatibles con la reputación sin sombra de todo aspirante a presidente de república. La KNAB abrió una indagación para determinar si Zatlers había violado alguna ley, pero el Servicio de Recaudación del Estado (VID) manifestó que el dinero o los regalos entregados voluntariamente por pacientes a sus doctores estaban exentos de tributación fiscal y no tenían que ser declarados siquiera.

La intervención de la KNAB no malparó la postulación de Zatlers, que el 31 de mayo se sometió a la votación del Saeima. Con la retirada de la candidata del JL, Sandra Kalniete, diputada y antigua ministra de Exteriores y comisaria europea, el aspirante del oficialismo sólo hubo de contender con un representante de la oposición, Aivars Endzins, antiguo presidente del Tribunal Constitucional, que fue nominado por la alianza centroizquierdista y pro rusófona Centro de la Armonía (SC), y apoyado también por el JL y por otra alianza de partidos de orientación similar a la anterior, Por los Derechos Humanos en una Letonia Unida (PCTVL). El bloque gubernamental hizo valer su mayoría y Zatlers fue investido con 58 votos favorables, siete más de los requeridos, frente a los 39 sacados por Endzins. El resultado de la votación parlamentaria no reflejaba los gustos de la población: según un sondeo, el 54% de los consultados habría preferido tener como presidente a Endzins, pese a su anterior militancia comunista, mientras que sólo un 29% prefería a Zatlers.

Hasta la toma de posesión del 8 de julio, Zatlers fue tomado en declaración por la KNAB, que anunció una investigación de varios meses de duración, y recibió del VID, en un cambio de actitud de esta agencia estatal, una multa de 250 lats, al cambio 357 euros, por no haber incluido en su declaración fiscal los ingresos extra percibidos de sus pacientes. Un día más tarde, el 5 de julio, el presidente electo cesó como facultativo y director general del Hospital de Traumatología y Ortopedia.

(Cobertura informativa hasta 10/7/2007)