Tunç Soyer

En 2019 resultó elegido alcalde metropolitano de Izmir (Esmirna) Tunç Soyer, un antiguo gerente hotelero con experiencia en la promoción turística e internacional de esta provincia costera y su capital, la tercera ciudad más grande de Turquía, conocida como la Perla del Egeo. Sus políticas para la Municipalidad Metropolitana de Izmir persiguen unos ambiciosos objetivos de transformación urbana, recuperación de espacios degradados, acción climática, inclusión social y protagonismo cultural, en una ciudad rica en historia, arte y naturaleza, y llamativa también por sus contrastes.

Las actuaciones de Soyer incluyen la reforestación, el aprovechamiento de residuos sólidos para la producción de energía de biomasa y fertilizantes, la construcción de carriles bici y pistas peatonales, y una estrategia de fortalecimiento de la producción agrícola local, volcada a la exportación. El Plan de Acción de Ciudad Verde contempla que por cada habitante haya 30m² de césped o arbolado, y el Ayuntamiento se ha trazado también la meta de reducir las emisiones carbónicas en un 40% para 2030. Por otro lado, la Dirección de Justicia Urbana e Igualdad centraliza las políticas contrarias a cualquier forma de discriminación, en favor de la convivencia social y por la cultura de paz y derechos humanos. Uno de los logros más llamativos del alcalde, que ha dado que hablar a nivel nacional, es la captación de financiación exterior para sus proyectos de mejora de la movilidad urbana y el transporte público. Así, las grandes inversiones en el Metro, el tranvía de superficie (Tram Izmir), los trenes metropolitanos (IZBAN), los autobuses urbanos (en proceso de electrificación) y el servicio marítimo de transbordadores son en buena medida sufragadas con créditos blandos del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo, el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura y el Banco de Comercio y Desarrollo del Mar Negro. Préstamos internacionales de bajo interés que han sido gestionados por el Ayuntamiento en el marco de su campaña de promoción exterior World City Izmir, la cual ha abierto oficinas de representación en varias ciudades alemanas, a las que se unirán Bruselas, Moscú y otras capitales internacionales.

Junto con la inversión en la ampliación de las infraestructuras de transportes y comunicaciones, la Municipalidad asume la tarea, bastante complicada, de recuperar para la biodiversidad y las actividades recreativas las áreas contaminadas de la bahía de Izmir, lo que pasa por separar los canales de aguas residuales (a los que van muchos vertidos industriales del resto de la provincia) y pluviales que desembocan en la misma. Soyer sueña con que pronto "se pueda nadar" desde Konak (el centro histórico y corazón comercial de la ciudad) hasta Karsikaya (el distrito justo en frente, en la costa opuesta de la bahía). El aumento del número de playas con bandera azul es, arguye el alcalde, un signo de que se va en la buena dirección. Sus críticos, no obstante, señalan la contradicción que entraña el funcionamiento dentro de la ciudad y en las zonas aledañas de una serie de industrias contaminantes (fábricas de cemento, plantas siderúrgicas y petroquímicas, desguaces de buques, centrales térmicas, la mina de oro de Efemçuku), a la vez que los servicios municipales se afanan en limpiar y regenerar entornos. Sin un cambio de patrón en estas actividades económicas generadoras de riqueza y empleo, difícilmente podrá Izmir alcanzar los deseados estándares medioambientales.

En las intervenciones del Ayuntamiento, Soyer introduce el enfoque slow, forma de entender la vida de una comunidad humana que en principio solo se considera viable en poblaciones de menos de 50.000 habitantes. Soyer metió en la red internacional de ciudades Cittaslow a Seferihisar, la localidad vecina de la que anteriormente fue alcalde, y ahora se propone convertir nada menos que a Izmir, con sus más de 4 millones de habitantes y su bullicio cosmopolita, en la "primera metrópoli lenta del mundo". Toda esta labor se está viendo seriamente afectada por la cadena de calamidades naturales que Izmir viene sufriendo desde 2019: incendios forestales, inundaciones por lluvias torrenciales, el terremoto de octubre de 2020 (que causó 116 muertos y cuantiosos daños materiales) y, como colofón disruptivo, la pandemia COVID-19, tan lesiva para el tejido económico de la ciudad, bastante diversificado pero donde el turismo, la agricultura y el comercio naval adquieren un peso considerable. Para el alcalde, este cúmulo de crisis debe ser planteado de hecho como una "oportunidad" para lograr las metas de ciudad verde, sostenible y resiliente. También, para reforzar la "solidaridad" entre los vecinos y "garantizar una distribución justa". "La pandemia nos ha recordado muchas cosas: la cultura y la conciencia de nuestro vecindario han revivido. Han sucedido muchas cosas, pero quizás lo más importante es que nos recordó lo valiosa que es la solidaridad social. Entonces, la gente empezó a ver que otro mundo era posible", opina Soyer.

Además de vicepresidente de Cittaslow, el alcalde Soyer es vicepresidente del Congreso de Autoridades Locales y Regionales del Consejo de Europa, responsable de Acción Climática y Desarrollo de Bajas Emisiones del Comité Ejecutivo Global de la red Gobiernos Locales para la Sostenibilidad (ICLEI), y miembro del Consejo Mundial de la organización Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU). En septiembre de 2021 CGLU celebró en Izmir su IV Cumbre de la Cultura, evento que estuvo centrado en la defensa del lugar de la cultura en las agendas globales del desarrollo sostenible y en el papel de las ciudades como agentes culturales comprometidos a la vez con la integración social, el equilibrio ecológico y la resiliencia urbana. Ahora, Izmir tiene en su agenda organizativa la feria gastronómica Terra Madre Anadolu 2022 –que se adhiere al concepto de Slow Food- y la Expo Botánica 2026. Asimismo, aspira a ser en el futuro Capital Europea de la Cultura y a que la UNESCO declare el delta del Gediz, una vez atajado el problema de los vertidos que polucionan el río, Patrimonio Natural de la Humanidad.

Tunç Soyer es miembro del Partido Republicano del Pueblo (CHP), agrupación socialdemócrata que lidera la oposición parlamentaria al Gobierno del presidente Erdogan y que dirige los consistorios de cinco de las seis primeras urbes de Turquía. Además de Izmir con Soyer, el CHP tiene las alcaldías de Estambul (Ekrem Imamoglu), Ankara (Mansur Yavas), Antalya (Muhittin Böcek) y Adana (Zeydan Karalar). Las diferencias ideológicas y la polarización de la política nacional, cruzada de tensiones, no han impedido que Soyer y Erdogan hayan sostenido reuniones para tratar asuntos fundamentales que conciernen a Izmir.

(Texto actualizado hasta septiembre 2021)

Tunç Soyer, casado con Neptün Soyer y padre de dos hijos, nació en Ankara, pero desde la infancia ha vivido en la provincia de Izmir. Su padre, el fiscal Nurettin Soyer, participó en los macroprocesos abiertos después del golpe de Estado militar de 1980 contra muchas personalidades del sistema republicano derrocado y que dieron lugar a un elevado número de sentencias draconianas, con condenas a muerte y largas penas de prisión. Según medios de la prensa turca, la mayoría de las sentencias dictadas por los tribunales militares en base a las acusaciones formuladas por Nurettin Soyer, fiscal jefe para la administración de la ley marcial en Ankara, afectaron al nacionalismo de extrema derecha y de manera señalada al máximo dirigente de esta ala radical de la política turca, Alparslan Türkes, jefe del Partido del Movimiento Nacionalista (MHP), reo de pertenencia a organización armada y condenado a 11 años de prisión, de los que cumplió cuatro. Estos antecedentes familiares pesan sobre la animadversión que el MHP, actualmente aliado del presidente Recep Tayyip Erdogan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), destila en sus críticas al alcalde Soyer, quien es miembro del socialdemócrata Partido Republicano del Pueblo (CHP).

Soyer recibió en la gran ciudad de la costa del Egeo toda su instrucción escolar. Luego regresó a Ankara para estudiar Derecho en la Universidad local, donde obtuvo la licenciatura en 1981. Durante la carrera compaginó las clases y sendos trabajos de actor teatral, corresponsal de la Agencia de Noticias Turca (THA) y traductor literario de obras en inglés. En 1982 amplió su formación superior con un máster de Relaciones Internacionales que cursó en la Webster University de Ginebra. Corrían los tiempos de la junta militar del general Kenan Evren y el joven, en lugar de dedicarse a la abogacía, la especialidad de su padre, se labró una carrera profesional en el sector del turismo. Durante una década, Soyer llevó la gerencia de varios hoteles de Izmir, entre ellos el Özdere Sultan y el Gümüldür Denizati, y desde 1991 promovió y dirigió un resort vacacional en Seferihisar, localidad de la provincia de Izmir, al sur de la capital, y uno de los más prósperos destinos turísticos de la región. En 2000 se sacó un segundo máster, en Estudios de Unión Europea, impartido por la Universidad Dokuz Eylül.

En 2003 Soyer empezó a adquirir un bagaje formal en la política municipal, hasta entonces conocida a través de su labor de animador turístico en el sector privado, como asesor de relaciones internacionales del entonces alcalde metropolitano de Izmir, Ahmet Piristina, miembro del Partido de la Izquierda Democrática (DSP) y luego del CHP. En su autobiografía, el político explica que Piristina le contrató para su oficinal del ayuntamiento después de elaborarle un informe sobre los recursos financieros que la Unión Europea podía proporcional al Municipio Metropolitano. Piristina falleció en 2004 y Soyer siguió trabajando para el nuevo alcalde, Aziz Kocaoglu, quien le nombró director de Relaciones Exteriores del consistorio, en paralelo al cometido de secretario general adjunto de la Cámara de Comercio local. Su siguiente labor, desde 2006 y por cuenta del Ministerio de Exteriores, fue dirigir los trabajos de la candidatura de Izmir para organizar la Exposición Universal de 2015, apuesta cultural que en 2008 la ciudad turca perdió en favor de la italiana Milán.

Soyer se presentó a las elecciones municipales de marzo de 2009 como el candidato del CHP a alcalde de Seferihisar, la población costera donde había realizado buena parte de su gerencia empresarial. Resultó elegido, y en los cinco años siguientes aplicó en el distrito, de unos 30.000 habitantes, un modelo de desarrollo turístico que incorporaba nociones del movimiento lento (Slow movement). Tras ganar la reelección en Seferihisar en 2014, Soyer empezó a proyectarse como un buen candidato del CHP -desde 2010 liderado por Kemal Kiliçdaroglu- a la alcaldía de Izmir, la tercera ciudad más populosa de Turquía. La selección por el partido fue materializada después de que el alcalde Kocaoglu declinara presentarse de nuevo para un cuarto mandato. Así, en las elecciones municipales del 31 de marzo de 2019, Soyer, postulante conjunto del CHP y el social-conservador Partido del Bien (Yyi), coaligados como Alianza Nacional, se enfrentó al ex ministro de Economía Nihat Zeybekci, candidato de la Alianza Popular de derecha formada por el AKP del presidente Erdogan y el MHP de Devlet Bahçeli. El resultado fue la victoria del primero con el 58% de los votos.

El 8 de abril siguiente, Soyer tomó posesión al frente del Municipio Metropolitano de Izmir, con un programa basado en la transformación urbana a partir de actuaciones concretas en los barrios y en una estrategia de sostenibilidad ambiental que apostaba fuertemente por las energías renovables y la regeneración de entornos naturales degradados. Ampliar y modernizar los sistemas de transporte público, adaptar las calzadas y el tráfico vial a las bicicletas, involucrar a los ciudadanos en la elaboración del Plan Estratégico 2020-2024 y lanzar la campaña de promoción internacional World City Izmir eran algunos de los objetivos del nuevo alcalde metropolitano y su equipo de concejales.

(Cobertura informativa hasta 8/4/2019)