Pudence Rubingisa

Prudence Rubingisa, alcalde de Kigali desde 2019, ha afianzado a la capital de Rwanda como una de las ciudades africanas punteras en los enfoques smart y green para la transformación urbana con objetivos de sostenibilidad, habitabilidad y resiliencia. Su agenda de desarrollo humano inclusivo y ecológico, escaparate de las ambiciones de un país que ocupa posiciones medias en la lista de IDH del PNUD en el continente, ha obtenido varios premios internacionales. El consistorio tiene entre manos el Kigali Master Plan 2050, año en que, prevé, los habitantes censados podrían rozar los 4 millones, más que duplicando la población actual. Durante la COVID-19, Kigali ha aplicado algunas de las medidas de confinamiento más restrictivas de toda África.

Miembro del Frente Patriótico Rwandés (FPR), el partido gobernante del presidente Paul Kagame, Rubingisa es licenciado en Finanzas por la Universidad Saint-Louis de Bruselas y diplomado en Estudios Superiores de posgrado en Contratación Pública por el International Law Institute (ILI) de Washington, DC. Trabajó para el Ministerio de Finanzas y Planificación Económica y el Instituto Superior de Agricultura y Ganadería (ISAE) antes de ser nombrado, en 2013, vicerrector de la recién creada Universidad de Rwanda, poniéndose al cargo de las finanzas y la administración económica de la institución académica.

Cuatro años después, en agosto de 2017, la Policía arrestó al responsable académico siguiendo instrucciones del Ministerio Público Nacional, que le investigaba por la adjudicación a un licitante privado de una contrata de construcción en el Campus de Nyagatare con presunto perjuicio para los fondos de la Universidad. Inicialmente, la fiscalía acusó a Rubingisa de autorizar unos pagos fraudulentos a la empresa constructora adjudicataria, pero luego levantó los cargos y el vicerrector, ya libre bajo fianza, quedó plenamente exonerado. Rubingisa no se reincorporó a la Universidad y a cambio entró en sector privado, como director general de Intare, una compañía de inversiones controlada por el FPR, la fuerza política hegemónica en Rwanda. También, sus servicios técnicos fueron contratados por el Ayuntamiento de Kigali, que le reclutó para el capítulo municipal del proyecto Global Cities, financiado por el Banco Mundial.

El 17 de agosto de 2019 Rubingisa, siendo concejal del distrito de Gasabo, volvió a ser noticia por su elección por el Consejo Municipal de Kigali como alcalde de la capital en sustitución de Marie Chantal Rwakazina, quien había sido nombrada por el Gobierno embajadora de Rwanda en Suiza. Rubingisa fue investido primer edil con 71 votos, frente a los 22 obtenidos por el otro aspirante al puesto, Rose Rutera, y para un ejercicio de cinco años renovable.

De acuerdo con la nueva legislación local, Rubingisa debutaba en la alcaldía con más poder que sus predecesores, pues hasta ahora el cabeza del municipio había compartido atribuciones con los tres alcaldes distritales, sobre el papel de menor rango. A la vez, la ciudad estrenaba una Oficina de Gestión, a cuyo frente se situaría un administrador presupuestario nombrado por el primer ministro de Rwanda, y un Comité de Seguridad, con presencia de los cuerpos armados. Un mes después, el 29 de septiembre, Rubingisa sucedió a Rwakazina igualmente como responsable del FPR en Kigali.

Al convertirse en el alcalde de Kigali, una urbe de 1,32 millones de habitantes de acuerdo con el censo de 2012 –el 12% de la población total del país– y con un presupuesto de 54.000 millones de francos rwandeses –al cambio, 54 millones de euros–, Rubingisa estableció como prioridades la elevación del bienestar social y económico de los vecinos, la mejora del transporte público, la construcción de infraestructuras resilientes y la limpieza vial, todo dentro del plan estratégico de ciudad verde e inteligente definido por el consistorio años atrás, el Kigali Master Plan 2020. Su ambición era elevada: quería hacer de Kigali nada menos que un "polo turístico regional".

El caso era que Kigali, a estas alturas, ya gozaba de reconocimiento internacional como ejemplo de capital africana limpia y ordenada. También, tenía una reputación regional de ser poco bulliciosa y más bien "aburrida", como consecuencia de una ordenanza contra la comunicación acústica de lo más exigente. Amén de severa con las infracciones del orden público y las normas de circulación, vigiladas por una Policía incisiva y, en opinión de lugareños y visitantes, omnipresente.

En enero de 2022 Kigali estuvo entre las 15 ciudades ganadoras del Bloomberg Philanthropies Global Mayors Challenge, dotado con un millón de dólares, en reconocimiento a la adopción postpandemia de tecnologías para el aprovechamiento de aguas pluviales en los asentamientos informales. En 2019, poco antes de ser elegido Rubingisa alcalde, Kigali fue también una de las cinco finalistas de la primera edición del Wellbeing Cities Award, instituido por la ciudad de Montreal: su iniciativa de introducir el día bimensual sin coches en el casco urbano mereció el pódium en la categoría de salud pública, donde competía con Los Ángeles, Vancouver y Gotemburgo. Asimismo en 2019, Kigali se clasificó primera en la categoría especial de prácticas para la prosperidad más creativas e inclusivas de los Prosperity & Inclusion City Seal and Awards (PICSA), promovidos por la ciudad de Bilbao, los cuales reconocieron sus ordenanzas municipales para involucrar a los vecinos en la limpieza de las calles y en la práctica deportiva comunitaria.

Por otro lado, en abril de 2019 Kigali y Barcelona firmaron, a través del centro SMART Africa, un convenio de colaboración para compartir experiencias y estrategias orientadas al emprendimiento y la innovación en los ámbitos tecnológico-digitales.

(Cobertura informativa hasta 1/3/2022)