Pabel Muñoz López
Alcalde de Quito (2023-)
El 5 de febrero de 2023 el Gobierno ecuatoriano del presidente Guillermo Laso encajó una severa derrota política por los triunfos del no en las ocho cuestiones del referéndum constitucional por él convocado y de los candidatos de la oposición de izquierda en varias de las principales plazas sometidas a elecciones seccionales (provinciales y municipales). Uno de los mandatarios electos es, en la Alcaldía de Quito, Pabel Muñoz, sociólogo con experiencia gubernamental y legislativa, y partidario del ex presidente Rafael Correa. Su programa para la capital de Ecuador formula una serie de propuestas de mejoras en los capítulos de seguridad, trabajo, bienestar, ecología y movilidad, junto con la regularización jurídica de los barrios. El 14 de mayo Muñoz, de 47 años, tomará posesión al frente del Municipio del Distrito Metropolitano de Quito, ciudad de más de 2 millones de habitantes que forma parte de CGLU, Metrópolis, C40 Cities, ICLEI y otras redes transmunicipales.
(Texto actualizado hasta 3 marzo 2023)
El quiteño Christian Pabel Muñoz López presenta un denso currículum académico que arranca en la Pontificia Universidad Católica del Ecuador (PUCE), donde se sacó la licenciatura en Sociología y Ciencias Políticas con especialidad en Sociología del Desarrollo. Después, realizó una serie de estudios de posgrado y especialización: en Filosofía en la misma PUCE; en Ciencias Políticas en Iberoamérica en la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA, España); en Desarrollo Regional a través de la Descentralización en las Regiones Andinas gracias a una beca de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA); y en Evaluación de Proyectos e Impacto Ambiental en el INCAE Business School de Costa Rica, aquí con una beca del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Además, desde 2016 es doctorando en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires (UBA).
Ha impartido docencia en su alma máter y otras universidades ecuatorianas, así como en la FLACSO y la Universidad Andina Simón Bolívar (UASB), y ha participado en numerosos seminarios, talleres y conferencias. A las actividades lectivas y de consultoría añade una copiosa bibliografía, entre trabajos de investigación, ponencias, memorandos y artículos.
Muñoz entró en la política nacional y el servicio de Estado de la mano de Rafael Correa, un economista de izquierda cuyos enfoques antineoliberales compartía. En 2006 Muñoz se unió a la Alianza PAIS, vehículo partidario de Correa para presentarse a las urnas con sus divisas, bastante rupturistas de todo el esquema político entonces vigente en la democracia ecuatoriana, de la Revolución Ciudadana y el Socialismo del Siglo XXI. Tras ganar Correa las elecciones y asumir la Presidencia de la República en enero de 2007, Muñoz pasó a desempeñar una serie de cargos funcionariales y comenzó a perfilarse como uno de principales cuadros técnicos del correísmo, responsable de aplicar varios de los planes y programas reformistas del Gobierno en los ámbitos social y territorial.
El sociólogo fungió primero de subsecretario de Reforma Democrática del Estado y Gestión Programática en la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES). Trabajando a las órdenes de los secretarios Fander Falconí y René Ramírez, Muñoz participó en el diseño del plan de regionalización y descentralización del país andino concebido por Correa; esta reforma estructural desembocó en la creación de las Zonas de Planificación de Ecuador, modalidad de regiones o mancomunidades provinciales que la nueva Constitución de 2008 vino a estatuir.
En agosto de 2009 Muñoz fue transferido al Distrito Metropolitano de Quito, luego de conquistar la Alianza PAIS la alcaldía capitalina en la persona de Augusto Barrera, para llevar la Secretaría General de Planificación del consistorio. En abril de 2010 Correa le reincorporó al Gobierno Nacional como viceministro de Inclusión Económica y Social (MIES) y en diciembre de 2011 el presidente volvió a ubicarle en la SENPLADES, donde condujo la Subsecretaría General de Transformación del Estado. Un nuevo jalón en la carrera pública, hasta entonces básicamente tecnocrática, de Muñoz fue el nombramiento en octubre de 2013 en lugar de Falconí al frente del SENPLADES, secretaría nacional con rango ministerial. En los dos años siguientes, Muñoz orquestó la ejecución del llamado Plan Nacional para el Buen Vivir 2013-2017 y de paso presidió, en 2015, los Diálogos por la Equidad y la Justicia.
En octubre de 2015 Muñoz dejó el SENPLADES y en 2016 empezó a vincularse a la Asamblea Nacional en calidad de secretario de Relaciones Interinstitucionales e Internacionales de la misma, actuando de puente entre Correa y la institución. Su salto a la política representativa con mandato electoral llegó en los comicios de febrero de 2017. Simultáneas a la primera vuelta de las presidenciales, preámbulo de la victoria final del candidato del oficialismo, Lenín Moreno, las elecciones legislativas fueron ganadas de nuevo por la Alianza PAIS, aunque con una importante pérdida de escaños; el retroceso no afectó a la postulación de Muñoz, elegido asambleísta por el Distrito 1 de la provincia de Pichincha.
Muñoz, al igual que la gran mayoría de la militancia de la Alianza PAIS, secundó a Correa cuando este, a los pocos meses de dejar el Palacio de Carondelet, rompió con Moreno, su teórico heredero político, entre acusaciones de "traición" a los principios de la Revolución Ciudadana, que incluían la adhesión al bloque bolivariano en Latinoamérica, y la obra del Gobierno anterior. El nuevo instrumento político del correísmo pasó a ser el Movimiento Fuerza Compromiso Social (FCS), en cuya lista Unión por la Esperanza (UNES) Muñoz obtuvo la reelección en las elecciones de febrero de 2021 a la Asamblea Nacional.
Aunque UNES/FCS arrebató una mayoría legislativa simple de 49 escaños, las elecciones presidenciales fueron ganadas a doble vuelta por el aspirante del partido liberal conservador CREO, el empresario y banquero Guillermo Lasso. Lasso batió en el balotaje a Andrés Arauz, jefe del FCS y valedor de la plataforma de Correa, al que Muñoz asistió durante la campaña. En cuanto al ex presidente Correa, permanecía en Bélgica y desde abril de 2020 era reo en rebeldía de la justicia ecuatoriana, que le había condenado a ocho años de prisión y a 25 de inhabilitación para ejercer cargos públicos por un delito de cohecho agravado. Meses después, en agosto de 2021, el FCS pasó a llamarse Movimiento Revolución Ciudadana (RC).
En septiembre de 2022 Muñoz dejó su escaño en la Asamblea para presentarse a alcalde metropolitano de Quito en las elecciones seccionales de 5 de febrero de 2023. Con el 25,2% de los votos, el candidato de RC se impuso a Jorge Yunda del Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik (MUPP), Pedro José Freile del Partido Socialista Ecuatoriano (PSE), Andrés Páez del Partido Sociedad Patriótica (PSP), Pablo Ponce de la Izquierda Democrática (ID) y Luz Elena Coloma de CREO, el partido del presidente Lasso. Yunda había sido el alcalde quiteño entre 2019 y septiembre de 2021, cuando el Concejo Metropolitano aprobó removerle del cargo luego de recibir el edil una serie de denuncias por presunta corrupción. Así, cuando Muñoz tomara posesión de la Alcaldía del Distrito Metropolitano el 14 de mayo de 2023 con un mandato de cuatro años, quien le cedería el despacho sería el independiente Santiago Guarderas, antes vicealcalde con Yunda.
Bajo la consigna de Con la fuerza de los quiteños, Quito renace, Pabel Muñoz promete una batería de actuaciones en los ejes de la protección social, la creación de empleo, la seguridad, el hábitat y la movilidad sostenible. Él parte del diagnóstico de que la primera urbe del país "no tiene una visión de desarrollo integral".
En materia de seguridad, el alcalde electo plantea concentrar los recursos presupuestarios (ocho millones de dólares para esta partida) en la mejora de la iluminación y la instalación de alarmas y cámaras de videovigilancia en todos los barrios. Ya en la primera sesión del Concejo Metropolitano, avanza, pondrá sobre la mesa una ordenanza para regularizar completamente los barrios, lo que de entrada proporcionará a sus moradores "seguridad jurídica sobre su propia propiedad". Esta profunda reestructuración urbana estará acompañada de una moratoria de "entre 30 y 40 años" en la regularización de nuevos barrios con el fin de "combatir el tráfico de tierras". Para ayudar a las autoridades municipales en la reducción de los delitos comunes, los barrios volverán a disponer de comités barriales de seguridad ciudadana.
Con el objeto de dinamizar la economía local y crear oportunidades laborales, Muñoz habla de poner en marcha una mesa de inversiones por valor de 6.000 millones de dólares con la implicación de los emprendedores privados y de ampliar el fondo de capital semilla, FONQUITO, enfocándolo sobre todo a las mujeres y los jóvenes. También, propugna potenciar el turismo, a atraer haciendo de Quito una "ciudad de diversión y entretenimiento las 24 horas al día los siete días de la semana".
La introducción de criterios de sostenibilidad socio-ambiental en la movilidad urbana pasa, afirma Muñoz, por una revisión a fondo de las líneas de trolebuses y metrobuses, modernizando su funcionamiento, estableciendo una tarifa social de los billetes y eventualmente reasignando rutas y frecuencias, y por el despliegue completo del ya aprobado Sistema Integrado de Transporte Público de Quito (SITP-Q). Elemento fundamental del SITP-Q es el Metro de Quito, inaugurado en diciembre de 2022 pero aún no operativo de manera regular, mientras se consolida la fase de "socialización" de este moderno medio de desplazamiento rápido. El nuevo alcalde ve a Quito como una ciudad "intercultural, ecológica y deportiva" que, entre otras operaciones, incida en el reciclaje, el tratamiento de aguas residuales y la recuperación de espacios naturales como las quebradas, sometidas a agresiones constantes pese a tener la condición de patrimonio natural, histórico, cultural y paisajístico.
(Cobertura informativa hasta 3/3/2023)