Kolinda Grabar-Kitarovic

Croacia estrenó el 18 de febrero de 2015 a su primera presidenta, Kolinda Grabar-Kitarovic, ganadora de las elecciones de diciembre y enero. La candidata de la derechista Unión Democrática Croata (HDZ), en la oposición al Gobierno del centro-izquierda, superó en la segunda vuelta al titular aspirante a la reelección, Ivo Josipovic, a quien respaldaba el primer ministro socialdemócrata, Zoran Milanovic. Este, afronta ahora una incómoda cohabitación que podría complicar mucho sus opciones de cara a los próximos comicios legislativos.

El malestar social por la interminable recesión que lastra a Croacia inclinó la balanza electoral en favor de Grabar-Kitarovic, que además de sus credenciales conservadoras ofrece un perfil de diplomática políglota formada en Estados Unidos y perita en las relaciones euro-atlánticas, practicadas al más alto nivel en la pasada década, cuando fue sucesivamente ministra de Integración Europea, ministra de Exteriores, embajadora en Washington y adjunta al secretario general de la ONU. Durante la campaña electoral, la ex alta funcionaria apeló al electorado tradicionalista con abundantes referencias patrióticas y tributos a la figura "unificadora" del padre de la independencia, Franjo Tudjman. A pesar de que el cargo que asume es ceremonial, la nueva jefa de Estado croata promete implicarse a fondo para impulsar la salida de la crisis económica, además de imprimir un sello de reafirmación nacional en la política exterior, sobre todo en las relaciones con Serbia.

(Texto actualizado hasta febrero 2015)

1. Ministra de Exteriores, embajadora en Estados Unidos y adjunta al secretario general de la OTAN
2. Candidata presidencial de la opositora HDZ y victoria sobre el aspirante reeleccionista Josipovic

1. Ministra de Exteriores, embajadora en Estados Unidos y adjunta al secretario general de la OTAN

Natural de la ciudad adriática de Rijeka, en cuyo entorno rural sus padres regentaban una granja pecuaria y una carnicería, a los 17 años, siendo estudiante de secundaria, fue escogida para un programa de intercambio académico en Estados Unidos y en 1986 completó el bachillerato en la High School de Los Alamos, Nuevo México. De Estados Unidos la joven se trajo un buen nivel de inglés que la ayudó en sus estudios superiores en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad de Zagreb. En 1992, el año en que la independencia traumática de Croacia, separada de Yugoslavia al precio de una guerra que costó miles de víctimas y la amputación temporal de las regiones controladas por los serbocroatas, Kolinda Grabar se graduó con una diplomatura en Literaturas Inglesa y Española.

Su habilidad para los idiomas y su condición de miembro de la Unión Democrática Croata (HDZ), el partido derechista y nacionalista del autoritario presidente de la República, Franjo Tudjman, le abrieron las puertas del servicio de Estado en su área exterior. Nada más diplomarse en Zagreb, Grabar entró a trabajar de asesora en el Departamento de Cooperación Internacional del Ministerio de Ciencia y Tecnología. Fue el punto de partida de una densa carrera profesional como alta funcionaria diplomática y gubernamental. En 1993 fue reclutada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y dos años después recibió la dirección del Departamento de América del Norte, función que desempeñó hasta 1997 al tiempo que perfeccionaba su capacitación con un cursillo en la Academia Diplomática de Viena. En 1996 contrajo matrimonio con Jakov Kitarovic, de quien tomó el apellido de casada. La pareja tuvo dos hijas, Katarina y Luka.

En 1997 Grabar-Kitarovic marchó a Canadá como consejera asignada a la Embajada croata en Ottawa, donde adquirió el rango de subjefa de misión en 1998. Permaneció en el país norteamericano hasta 2000, luego del fallecimiento del presidente Tudjman, el padre de la independencia, por el que ella sentía verdadera devoción. Sin embargo, fue únicamente a raíz de Tudjman, junto con el serbio Slobodan Milosevic uno de los principales caudillos del nacionalismo étnico y protagonistas de las guerras de los Balcanes, que Croacia encontró la senda de la normalización democrática y la inserción en las estructuras euro-atlánticas, hasta entonces vetadas.

Durante tres años la funcionaria siguió fungiendo en el Ministerio de Exteriores de Zagreb como ministra-consejera. En el plano académico, completó su currículum con un máster en Relaciones Internacionales cursado en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad local, seguido de estudios de posgrado en Estados Unidos. Así, pasó por las aulas de la Universidad George Washington con una beca Fulbright, la Kennedy School of Government de la Universidad de Harvard con una beca Luksic, y la Paul H. Nitze School of Advanced International Studies (SAIS) de la Universidad John Hopkins.

A su perfil de servidora diplomática Grabar-Kitarovic sumó una vertiente de representante política en las elecciones legislativas de noviembre de 2003, de las que salió convertida en diputada del Sabor o Parlamento. Los comicios fueron ganados por su partido, la HDZ, a la coalición centro-izquierdista encabezada por los socialdemócratas del primer ministro Ivica Racan, con lo que los conservadores, mandados por Ivo Sanader, el heredero de Tudjman, regresaron al Gobierno del que habían sido desalojados en las votaciones de 2000.

En diciembre de 2003, con la constitución del Gobierno Sanader, Grabar-Kitarovic, a los 35 años, debutó en los cometidos ministeriales como titular del departamento de Integración Europea. Supeditada a las direcciones políticas del primer ministro Sanader y del ministro de Exteriores Miomir Zuzul, la políglota ministra de Integración Europea, con sus idas y venidas de Bruselas, contribuyó al desarrollo de la solicitud por Croacia del ingreso en la UE, presentada por el Gobierno Racan en febrero de 2003, la cual fue admitida por el Consejo Europeo en junio de 2004. En diciembre de aquel año el Consejo decidió que las negociaciones oficiales para la firma del Tratado de Adhesión comenzaran el 17 de marzo de 2005, pero a condición de que Zagreb levantara sus últimas reticencias a colaborar sin subterfugios con el Tribunal Penal Internacional de La Haya para la antigua Yugoslavia, que reclamaba la extradición de varios ciudadanos croatas, incluidos antiguos generales del Ejército, por su presunta implicación en crímenes perpetrados en la guerra de independencia.

El 17 de febrero de 2005, días después de entrar en vigor el Acuerdo de Estabilización y Asociación (AEA) firmado con la UE en 2001, Sanader ascendió a su colaboradora a titular del ministerio refundido de Asuntos Exteriores y Europeos con la misión de hacer el empuje diplomático final previo al arranque de las negociaciones de adhesión en Bruselas. Sin embargo, en el criterio de la UE prevaleció la consideración de que las autoridades de Zagreb seguían poniendo trabas inexcusables a las requisitorias de la fiscalía del Tribunal de la Haya, que demandaba la entrega del ex general Ante Gotovina, de manera que el 16 de marzo los ministros de Exteriores de los Veinticinco decidieron posponer el comienzo formal de las negociaciones.

El fiasco de Bruselas ensombreció el debut de Grabar-Kitarovic como ministra de Exteriores de Croacia. Hubo que esperar hasta el 3 octubre para que la fiscalía del Tribunal de La Haya informara que Zagreb, esta vez sí, estaba cooperando plenamente con su acción penal. El informe positivo de La Haya activó de manera automática el inicio de las negociaciones formales en Bruselas, consistentes en múltiples capítulos que debían trabajarse y cerrarse uno por uno, lo que prometía un proceso arduo y laborioso, de años de duración.

El ministerio de Grabar-Kitarovic tocó a su fin el 12 de enero de 2008, con el proceso negociador europeo, que era paralelo al que debía convertir a Croacia en miembro de la OTAN también -aunque aquí el horizonte resolutivo estaba mucho más cercano- estando a medio camino, al formar Sanader su tercer Gobierno de coalición de acuerdo con los resultados de las elecciones generales de noviembre de 2007, vueltas a la ganar por la HDZ. La experta en diplomacia euro-atlántica dejó su asiento en el Gabinete a Gordan Jandrokovic y el 8 de marzo tomó posesión del alto puesto exterior para el que parecía la persona idónea, el de embajadora en Estados Unidos. Al cabo de unos meses, el 24 de octubre de 2008, la embajadora croata tuvo la satisfacción de presenciar en la Casa Blanca, junto con el secretario general de la OTAN Jaap De Hoop Scheffer, la firma por el presidente George Bush de los protocolos que convertían a su país en parte del Tratado del Atlántico Norte. El 1 de abril de 2009, una vez concluido el proceso de ratificación nacional de los protocolos de accesión, Croacia, junto con Albania, pasó a ser Estado miembro de la OTAN.

Grabar-Kitarovic plantó un nuevo jalón en su destacada trayectoria política e internacional el 4 de julio de 2011, fecha en que estrenó despacho en Bruselas como la asistente del entonces secretario general de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, para las Relaciones Públicas. Se trataba de un trabajo diplomático y comunicativo que la croata, con su don de lenguas y su encanto personal, podía realizar muy bien. Además de dominar los idiomas inglés, español y portugués, la nueva adjunta al secretario general de la OTAN se defendía con el alemán, el francés y el italiano.

En los tres años que ejerció en el cuartel general de la Alianza Atlántica, hasta la sucesión de Rasmussen en la Secretaría General por el noruego Jens Stoltenberg, Grabar-Kitarovic vio la compleción de la apuesta europea de Croacia, que firmó el Tratado de Adhesión el 9 de diciembre de 2011, cinco días después de ganar las elecciones generales los socialdemócratas de Zoran Milanovic a los conservadores de Jadranka Kosor, la primera ministra y líder de la HDZ, que había cogido el testigo del dimitido Sanader en 2009. El 22 de enero de 2012, gobernando ya Milanovic, los croatas aprobaron en referéndum el ingreso en la UE y este se materializó el 1 de julio de 2013, al poco de adquirir Grabar-Kitarovic membresía en la Comisión Trilateral.


2. Candidata presidencial de la opositora HDZ y victoria sobre el aspirante reeleccionista Josipovic

El 2 de octubre de 2014 Grabar-Kitarovic finalizó su cometido en la OTAN y regresó a Croacia cuando ya llevaba cuatro meses revestida de la condición de candidata presidencial de su partido. La postulante opositora para batir al aspirante a la reelección, Ivo Josipovic, llegado al cargo hacía casi cinco años con los colores del SDP de Milanovic, tenía el patrocinio entusiasta del nuevo líder de la HDZ, Tomislav Karamarko.

Mientras que Josipovic se aseguró el respaldo de los partidos de la coalición Kukuriku que conformaba el Gobierno del centro-izquierda dirigido por Milanovic, es decir el SDP, el Partido Popular Croata-Liberal Demócratas (HNS) y la Asamblea Democrática Istriana (IDS), su contrincante conservadora atrajo las adhesiones adicionales de otras seis agrupaciones del centro-derecha en la oposición, a saber, el Partido Campesino Croata (HSS), el Partido Social Liberal Croata (HSLS), la escisión dr. Ante Starcevic del ultranacionalista Partido Croata de los Derechos (HSP), el Partido Democrático de Zagorje (ZDS), Crecimiento Croata (HR) y el Bloque de Pensionistas Unidos (BUZ). Contendían dos candidatos más, aunque con nulas posibilidades, el activista estudiantil Ivan Vilibor Sincic y el populista de derechas Milan Kujundcic.

En la campaña para la votación directa del 28 de diciembre de 2014, enmarcada en el malestar social que alimentaba la pésima situación económica del país, el cual llevaba seis años enfangado en la recesión y ahora mismo padecía una tasa de paro del 17%, Grabar-Kitarovic esgrimió un discurso rico en retórica patriótica y tradicionalista, y se mantuvo contundentemente a la ofensiva, poniendo a su rival a remolque de sus críticas. Así, la opositora le recriminó a Josipovic -a pesar de que el presidente de la República, una magistratura básicamente ceremonial, carecía de cualquier autoridad en materia económica- que no estuviera haciendo nada para que Croacia remontara la crisis y también por, a su juicio, excederse en las relaciones conciliadoras con Serbia.

En cambio, la plataforma que ella representaba, Por una Croacia Mejor, proponía una Presidencia mucho más activa para ayudar a los ciudadanos a recobrar su bienestar y su dignidad, lo que incluía el escrutinio estrecho de la labor económica del Gobierno, así como menos condescendiente con Belgrado en la política exterior. La nostalgia nacionalista de Grabar-Kitarovic asomó a las claras el 10 de diciembre, en el decimoquinto aniversario de la muerte de Tudjman, cuando rindió tributo al antiguo presidente con estas palabras: "Fue un hombre que nos unió a todos en torno a la idea de la libertad y la independencia de Croacia; bajo su liderazgo se creó nuestro Estado, y ahora es nuestro deber completar la obra que él empezó, llevando a Croacia a la prosperidad".

En la primera ronda del 28 de diciembre Josipovic se puso en cabeza con el 38,5% de los votos, seguido por Grabar-Kitarovic a poco más de un punto de distancia. En la segunda vuelta del 11 de enero de 2015, sin embargo, la opositora se proclamó presidenta con un muy ajustado 50,7%. La primera mujer presidenta de Croacia prestó juramente de su cargo con un mandato de cinco años el 15 de febrero de 2015 y tomó posesión del mismo tres días después, convirtiéndose en la quinta presidenta de Europa en esos momentos, a la par que Dalia Grybauskaitė en Lituania, Atifete Jahjaga en Kosovo, Marie-Louise Coleiro Preca en Malta y Simonetta Sommaruga en Suiza. Era también la quinta jefa de Estado de la UE, junto con, además de sus colegas lituana y maltesa, las reinas Isabel II del Reino Unido y Margarita II de Dinamarca.

(Cobertura informativa hasta 19/2/2015)