José Daniel Ferrer García

El coordinador general de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), principal coalición de fuerzas contrarias al Gobierno cubano, conduce su desafío disidente portando el legado y la memoria de su mentor, Oswaldo Payá, cabeza visible de la oposición interna y muerto en 2012 en un extraño accidente de tráfico que despertó sospechas.

José Daniel Ferrer (Palma Soriano, Santiago de Cuba, 1970) estuvo varios años en el Ejército y más tarde fue colaborador del, como él, católico convencido Payá, al que asistió en los trabajos del Movimiento Cristiano Liberación (MLC) y el famoso Proyecto Varela, iniciativa ciudadana en torno a un borrador de ley, amparado por el marco jurídico vigente, que buscaba garantizar derechos elementales, el pluralismo político y mecanismos de democracia representativa. La gran redada policial de 2003, pasada a los anales de la disidencia como la Primavera Negra, le convirtió en uno de los procesados del Grupo de los 75. Sentenciado como sus compañeros por actos contra la nación y el Estado al socaire de la Ley 88, su pena fue de 25 años, de los que cumplió la tercera parte al ser mandado a casa en marzo de 2011 con una licencia extrapenal, fórmula no redimidora aplicada a los reos que se negaban a instalarse en España y exigían su liberación incondicional.

Al poco, en agosto de 2011, Ferrer, resuelto a proseguir su "lucha pacífica por las libertades civiles, los derechos humanos y los cambios democráticos" en la isla junto con su hermano Luis Enrique, presentó la UNPACU a fin de aglutinar a las numerosísimas organizaciones de la disidencia y la oposición interna, hasta entonces bastante dispersas. Con Ferrer de secretario ejecutivo, Félix Navarro de coordinador general y Guillermo Fariñas de portavoz, la UNPACU, pese a las grandes dificultades operativas, tuvo bastante éxito en la captación de miles de afiliados. Sin embargo, a finales de 2014, coincidiendo con el giro aperturista de la Administración Obama en las relaciones Washington-La Habana, las divergencias internas, de índole estratégico y también de carácter personal, sumieron en una crisis a la organización, a la que dieron portazo los dos socios citados y otros integrantes destacados.

En 2016 Ferrer, en compañía de Fariñas y otros disidentes, sostuvo una reunión con el presidente Obama en la Embajada estadounidense en La Habana y al poco le fue permitido viajar a Miami y realizar una gira internacional, pero su trayectoria posterior ha sido complicada. En 2017 se declaró en huelga de hambre alarmado por el "constante incremento de la represión", en mayo de 2018 fue arrestado en el Aeropuerto de Holguín y en agosto siguiente pasó dos semanas en prisión provisional acusado de "asesinato en grado de tentativa", de resultas de un incidente vehicular con agentes del Ministerio del Interior. El opositor, que en ocasiones ha coqueteado con la estética militarista, despidió 2018 haciendo campaña en favor del voto negativo en el próximo referéndum constitucional y anunciando que su partido denunciaría al régimen cubano ante la Corte Penal Internacional.

(Cobertura informativa hasta 1/1/2019)