Htin Kyaw

El 30 de marzo de 2016, por primera vez en 54 años de historia birmana, la Presidencia de la República de la Unión de Myanmar fue asumida por una personalidad no militar ni tampoco civil colocada por uniformados, hito que pone remate a la transición democrática arrancada hace un sexenio. Htin Kyaw, que sucede al ex general reconvertido en civil a partir de la última dictadura castrense, Thein Sein, fue elegido para el cargo 15 días antes por la Asamblea bicameral salida de las elecciones libres de noviembre de 2015, en las que su partido, la Liga Nacional por la Democracia (NLD), derrotó a la formación de Thein, la USDP, con una mayoría aplastante del 86%. Ahora bien, la cuarta parte de los escaños fue sustraída al sufragio directo y adjudicada a miembros de las Fuerzas Armadas, las cuales, de esta manera, mantienen una capacidad de veto constitucional.

La característica fundamental del nuevo presidente birmano es que es un colaborador del círculo íntimo de la líder de la NLD, Aung San Suu Kyi, a la que viene sirviendo con absoluta lealtad. Todo indica que Htin Kyaw, un hombre de carácter reposado e inclinaciones intelectuales con un bajo perfil político (en tanto que su padre, su esposa y su suegro sí fueron figuras militantes de la NLD o bien adquirieron experiencia parlamentaria), aunque sobre el papel es un jefe del Estado con plenos poderes ejecutivos (no obstante haber sido seleccionado por el Parlamento, como en Sudáfrica), va a limitarse a aplicar la agenda concebida por la líder liguista y verdadera máxima autoridad política del país. De hecho, Suu Kyi se ha reservado cuatro carteras en el Gobierno de coalición, entre ellas dos de calado estratégico, la de Exteriores y la de adjunta a la Oficina de la Presidencia. Por lo demás, tres generales en activo encabezan los ministerios de Defensa, Interior y Fronteras.

Significativamente, en su discurso inaugural Htin ha adelantado que su Ejecutivo buscará dotar a Myanmar de otra Constitución, una que se ajuste a los "estándares democráticos" y suprima restricciones de la Carta Magna dictada por los militares en 2008, como la cláusula arbitraria que precisamente impidió a la Nobel de la Paz ser candidata presidencial: Htin es únicamente su sustituto. Ahora, el dúo formado por Htin, el presidente nominal, y Suu Kyi, una especie de primera ministra de facto resuelta a mandar, como ya venía avisando, "por encima" del presidente, tendrá que convencer al Ejército para que renuncie a parte de sus prerrogativas limitadoras del sistema político, algo que la Liga ya intentó en 2015, cuando todavía era minoría en la Asamblea, pero en vano, así como reducir las tensiones étnico-religiosas y propiciar el despegue económico y el desarrollo social de uno de los países más atrasados de Asia.


(Texto actualizado hasta abril 2016)

1. Colaborador estrecho de Aung San Suu Kyi
2. Elección como presidente de Myanmar en el remate de la transición democrática

1. Colaborador estrecho de Aung San Suu Kyi

Hijo del renombrado intelectual y poeta Min Thu Wun (1909-2004) y miembro de una familia bamar budista, la etnia y la fe mayoritarias en Myanmar, Htin Kyaw completó la educación secundaria en la elitista Methodist English High School (MEHS) de Rangún (Yangón) en 1962. Aquel fue el año del golpe de Estado del general Ne Win, que abrió en el país de Asia sudoriental una era de dictaduras militares de 49 años de duración. Durante buena parte de este extenso período de oscurantismo, atraso y represión cruenta, el futuro estadista se mantuvo apartado de la política, dedicado en exclusiva a su carrera académica y profesional. En 1968 se licenció en Economía Estadística por el Yangon Institute of Economics y luego compaginó la docencia y la instrucción lectiva en la especialidad computacional. Durante un quinquenio se formó como programador informático y analista de sistemas en Birmania, Japón y el Institute of Computer Science (ICS) de la Universidad de Londres, por cuyas aulas pasó a principios de la década de los setenta, poco antes de disolverse esta casa de estudios de la antigua metrópoli colonial.

En 1975, recién licenciado en Ciencias Informáticas y al poco de contraer matrimonio con Su Su Lwin, hija de un coronel que ostentaba posiciones descollante en el régimen militar de partido único instaurado por Ne Win, fue reclutado como funcionario sénior por el Ministerio de Industria birmano y en 1980 pasó al Ministerio de Planificación y Tesoro como subdirector del Departamento de Relaciones Económicas Exteriores. En 1992 renunció a su cargo en el Gobierno, o más bien fue forzado a hacerlo, debido a sus conexiones familiares con la Liga Nacional por la Democracia (NLD), el partido opositor que lideraba la Premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, entonces bajo arresto domiciliario. Htin y Suu Kyi se conocían desde finales de los años cincuenta, cuando eran compañeros de clase en la MEHS, aunque el hecho determinante de su baja en el Ejecutivo fue la militancia de su padre, Min Thu Wun, en la NLD, por la que el literato había sido elegido diputado en las elecciones legislativas de mayo de 1990, cuyo resultado, ampliamente victorioso para los de Suu Kyi, nunca fue reconocido por los militares, que se negaron a poner en marcha el Parlamento electo. Más todavía, su suegro, U Lwin, tras haberse pasado a la oposición, figuraba entre los fundadores de la NLD en 1988; de hecho, entre 1995 y 2010 U Lwin iba a formar parte de la Secretaría de la NLD. El caso fue que a partir de entonces, Htin se puso al servicio de la causa democrática encarnada por Suu Kyi.

En septiembre de 2000, a la vez que Suu Kyi, para la que comenzó un segundo período de cautiverio hogareño, y otros dirigentes liguistas, Htin fue arrestado por haber ayudado a La Dama, haciendo de chófer en el trayecto hasta la estación de Rangún, en su intento de viajar por tren a la ciudad norteña de Mandalay, acción que violaba la prohibición de salir de la capital impuesta a la opositora por el Consejo de Estado para la Paz y el Desarrollo, la junta castrense que con puño de hierro presidía el general Than Shwe. Htin se pasó cuatro meses encarcelado en la prisión de Insein, de siniestra reputación. En cuanto a Suu Kyi, recobró la libertad de movimientos en 2002, pero en 2003 los generales volvieron a cebarse con ella imponiéndole un tercer y prolongado período de encierro doméstico.

Htin, hombre de personalidad relajada y sutil proclive al estudio y la escritura que parecía seguir a pies juntillas la ética budista y que recordaba vivamente a su fallecido padre, del que por cierto había escrito una biografía, se mantuvo silenciosa pero visiblemente al lado de Suu Kyi a lo largo de su odisea personal como reclusa de conciencia e icono de la democracia y la libertad en Myanmar. Aunque miembro de la NLD, su perfil se ajustaba más al de un asistente y asesor particular de la líder, quien recobró la libertad definitiva en noviembre de 2010, que al de un responsable político involucrado en la siempre arriesgada interlocución intermitente con el general Than, un dictador intolerante de genio imprevisible. Discreto hasta el punto de que muchos de los que le conocían por divisarle en el círculo personal de Suu Kyi desconocían su nombre, en 2012 Htin encontró acomodo en la dirección de la Daw Khin Kyi Foundation, puesta en marcha por la líder para honrar la memoria de su madre y esposa del padre de la independencia nacional Aung San, Khin Kyi, y ayudar a paisanos humildes a salir de la pobreza.

Aquel mismo año, la NLD, cancelando su boicot a la Asamblea salida de los comicios en 2010 y como gesto de acercamiento al nuevo presidente de la República, el ex general y ex primer ministro Thein Sein, sucesor en 2011 de Than Shwe y la disuelta junta militar, quien mostraba un genuino talante reformista y democratizador, se presentó a unas elecciones parciales para cubrir 46 escaños vacantes de la Cámara de Representantes o Pyithu Hluttaw. Suu Kyi, varios dirigentes liguistas y hasta la propia esposa de Htin, Su Su Lwin, se postularon y ganaron el mandato legislativo, pero él prefirió mantenerse en el segundo plano, en apariencia sin asumir cometidos políticos.


2. Elección como presidente de Myanmar en el remate de la transición democrática

La transición democrática birmana, pautada por el presidente Thein con la abrogación gradual de las prohibiciones de la dictadura, la liberación por etapas de los presos políticos y la normalización de las relaciones con Occidente, siguió su curso pese al disgusto de Suu Kyi y su partido por las graves rémoras antidemocráticas incluidas en la Constitución que los uniformados habían promulgado en 2008. Así, las Fuerzas Armadas, que gustaban de hablar de una "democracia disciplinada" en Myanmar, se arrogaban una amplia cuota de poder decisorio en las instituciones civiles del Estado a través de los escaños reservados a militares en activo y que nombraba a su albedrío el comandante en jefe de la Defensa, escaños que por lo tanto eran hurtados al voto de los ciudadanos, y con la prerrogativa de designar en el Gobierno a los ministros de Defensa, Interior y Fronteras. Controlando directamente la cuarta parte de las dos cámaras de la Asamblea de la Unión, los militares disponían de una capacidad de veto de eventuales enmiendas a la Carta Magna que no fueran de su agrado.

Pero la restricción legal más controvertida era una diseñada específicamente para perjudicar a Suu Kyi en su ambición de tomarle el relevo a Thein, pues la Constitución vetaba para presidir la República a quienes tuvieran familiares directos sujetos a gobiernos extranjeros: este era el caso precisamente de Suu Kyi, dado que sus dos hijos poseían la nacionalidad británica, heredada de su fallecido padre, el historiador inglés Michael Aris. Suu Kyi confirmó la participación de la NLD en las elecciones de 2015, en las que la formación opositora esperaba conseguir una rotunda victoria sobre el partido creado por los militares y liderado por Thein, el del Desarrollo y la Solidaridad de la Unión (USDP), pero dejó claro que si no podía ser elegida por la Asamblea presidenta de la República, entonces sería la "líder del Gobierno" y se situaría "por encima" del presidente que sucediera a Thein Sein. Una afirmación problemática, toda vez que el puesto de primer ministro había quedado abolido en la Constitución de 2008 y el presidente de la República, no obstante salir del Parlamento, concentraba sobre el papel todos los poderes ejecutivos en la Unión de Myanmar.

En las históricas elecciones del 8 de noviembre de 2015, que en realidad no satisficieron los estándares de limpieza y justedad por haberse celebrado bajo las citadas cortapisas constitucionales y porque de los padrones fueron excluidos millones de birmanos de manera arbitraria, solo por motivos étnicos o religiosos, la NLD, vinculada a la Internacional Socialista, machacó a la USDP al conquistar, no ya el 67%, el mínimo requerido para sortear el criterio de los 25% de parlamentarios militares en cualquier proceso no relativo a cambios constitucionales, sino el 86% de los escaños abiertos a competición en las dos cámaras. Con semejante mayoría absoluta, la NLD se situó en condiciones de formar el nuevo Gobierno, escoger al presidente de la República e imponerse al estamento militar en la legislación ordinaria. Es decir, la mudanza política completa, escenario inimaginable hasta hacía bien poco. Por de pronto, el presidente Thein, la USDP y la cúpula del Ejército reconocieron su derrota sin reservas. Comenzó entonces la cuenta atrás para la definición de las nuevas autoridades ejecutivas de Myanmar. Estaba claro que Aung San Suu Kyi iba a tener una influencia de primer orden en el curso político que se abría, y ella misma reiteró que, de una manera u otra, pensaba llevar de facto las riendas del Ejecutivo titularizado por un presidente "sin autoridad", pero sus atribuciones concretas, y hasta qué punto iban a tener estas un cariz institucional, era una cuestión por dilucidar.

Cuatro meses de cábalas y secretismo sobre quién sería el candidato de la NLD para la jefatura del Estado birmano tocaron a su fin el 10 de marzo de 2016, faltando 20 días para la expiración del mandato quinquenal de Thein, con la nominación por su partido de Htin, al que Suu Kyi describió como un oficial "de toda confianza", "leal" y provisto de una "respetable educación". Bajo el sistema de elección indirecta, un tanto enrevesado, el presidente debía ser elegido por un Colegio Electoral integrado por todos los asambleístas de entre tres candidatos, dos de ellos propuestos por cada una de las cámaras y un tercero por las Fuerzas Armadas; previamente a su competición para la suprema magistratura, los tres debían ganar su investidura como vicepresidentes en una especie de elección preliminar.

El 11 de marzo la nominación de Htin fue ratificada por el Colegio Electoral Vicepresidencial de la Cámara de Representantes, donde su partido disponía de 225 escaños sobre 440, por 274 votos de un total de 317 electores. Su contrincante de la USDP, Sai Mauk Kham, recibió 29 votos. Simultáneamente, el Colegio Electoral Vicepresidencial de la Cámara alta, la Amyotha Hluttaw, compuesto de 167 electores (frente a un hemiciclo de 224, de los que 135 eran liguistas), eligió también al postulante de la NLD, Henry Van Thio, un cristiano de la etnia chin, mientras que el Colegio Electoral Vicepresidencial reservado a los militares invistió a uno de los suyos, Myint Swe, un teniente general retirado de la USDP que hasta ahora ejercía de ministro principal de la región de Yangón (Rangún); anteriormente, Myint había sido miembro de la junta militar de Than y el comandante de la guarnición de la capital, donde en 2007 había ejecutado el aplastamiento de la protesta de monjes y estudiantes conocida como la revolución azafrán.

Una vez definidos los tres vicepresidentes-candidatos a presidente, entró en juego el Colegio Electoral Presidencial, compuesto por todos los miembros de la Asamblea de la Unión, 652 representantes civiles y militares. La votación final tuvo lugar el 15 de marzo y, con la normalidad del resultado sabido de antemano, Htin fue elegido presidente de la República con 360 votos. 213 electores se decantaron por Myint Swe, que obtenía por tanto el cargo de vicepresidente primero, y 79 por Henry Van Thio, convertido en el vicepresidente segundo. Nada más hacerse con la Presidencia, en respuesta a la confianza depositada por La Dama en él, Htin declaró a los medios que "el resultado de hoy es fruto del amor del pueblo por ella. Es la victoria de mi hermana Aung San Suu Kyi".

A continuación, Htin, de quien hasta ahora no se conocía ningún discurso público de carácter político, organizó su Gobierno de 21 ministerios con mayoría de miembros de su formación y donde Aung San Suu Kyi, finalmente, se reservó cuatro carteras, lo que la convertía en una superministra e incluso una especie de primera ministra oficiosa: la de Exteriores -con lo que adquiría asiento en el Consejo Nacional de Defensa y Seguridad, un órgano asesor del Gobierno de fuerte naturaleza militar-, la de Educación, la de Generación Eléctrica y Energía, y la de ministra adjunta a la Oficina de la Presidencia. Ella era la única mujer en el Ejecutivo. Conforme a lo regulado, los militares siguieron controlando los Ministerios de Defensa, Interior y Fronteras, idos respectivamente para los tenientes generales Sein Win, Kyaw Swe y Ye Aung.

El Ejecutivo prestó juramento y tomó posesión el 30 de marzo en una emotiva ceremonia desarrollada en el Palacio de la Asamblea de la Unión en Naypydaw, la ciudad que desde 2005 es la capital oficial de Myanmar. En su discurso de inauguración, el primer presidente birmano sin identidad, antecedentes o supeditaciones militares en 54 años explicó que el nuevo Gobierno tenía intenciones de "aplicar la reconciliación nacional, la paz en el país, y alumbrar una Constitución que prepare el camino a una Unión democrática y mejore el nivel de vida de la población". "Tenemos el deber de trabajar para que surja una Constitución que sea apropiada para nuestro país y que se ajuste a los estándares democráticos", añadió Htin en su breve alocución, escuchada atentamente por Aung San Suu Kyi. Los observadores se preguntaron sobre cuál sería la estrategia de las conversaciones entre Htin y Suu Kyi con el Ejército para que la cuota de parlamentarios castrenses diera su brazo a torcer y Asamblea pudiera dar luz verde con el volumen preceptivo de más del 75% de los votos a una nueva Carta Magna libre o aligerada de cláusulas restrictivas de la democracia.

(Cobertura informativa hasta 1/4/2016)