David Trimble

Hijo de un funcionario del Gobierno británico y perteneciente a una familia modesta de emigrantes ingleses que llegaron a Irlanda del Norte en el siglo XVII desde Northumberland, estudió en la escuela pública del pueblo de residencia de la familia, Bangor, y posteriormente la carrera de Derecho en la Universidad Queen's de Belfast, por la que se licenció con honores en 1968. Aquel año, la provincia se agitaba con las movilizaciones católicas en favor de los derechos civiles y dieron comienzo lo que localmente se denomina eufemísticamente como "los problemas" (The Troubles), esto es, la espiral de enfrentamientos sectarios que condujeron al despliegue de tropas británicas y a una situación de práctica guerra civil entre el Ejército Republicano Irlandés (IRA) por un lado y la policía (Royal Ulster Constabulary, RUC) y las organizaciones paramilitares protestantes por el otro. Precisamente, el abuelo paterno de Trimble, William, fue un miembro del RUC muerto en un choque con el IRA durante la guerra de independencia irlandesa.

En 1969, tan pronto como obtuvo el título de abogado, Trimble entró a trabajar en la Universidad como lector y se acercó a los movimientos unionistas protestantes que se organizaron contra las reivindicaciones católicas. Su entrada oficial en la política fue en 1972 en las filas de la ultraderechista Vanguardia del Ulster (UV), grupo de presión del unionismo más intransigente fundado por William Craigh con la intención de proporcionar más una plataforma política a los paramilitares lealistas que participar en el juego electoral por la captación del voto protestante. Trimble secundó a su vehemente jefe de filas (que menudeaba los llamamientos a "liquidar" a los enemigos en el republicanismo y que hasta propuso un Ulster independiente del Reino Unido si Londres no cesaba en sus injerencias) en las sucesivas campañas de agitación, primero contra la suspensión del Parlamento de Stormont en Belfast y la imposición del gobierno directo (Direct Rule), en marzo de 1972, y luego contra los acuerdos multipartitos de Sunningdale, en diciembre de 1973, destinados a restaurar las instituciones autonómicas.

También, Trimble formó parte del comité de huelga del Consejo de Trabajadores del Ulster (UWC), que echó por tierra el compromiso adquirido por los partidos moderados de ambas comunidades y precipitó la dimisión del jefe del ejecutivo norirlandés establecido en Sunningdale, Brian Faulkner. Aunque refractario a los métodos violentos como instrumento político, Trimble todavía siguió adscrito por un tiempo al unionismo furibundo que Craigh y su nuevo partido desde marzo de 1973, el de la Vanguardia Unionista Progresista (VUPP), representaban. Cuando en octubre de 1975 Craigh advocó sorpresivamente un Gobierno de coalición norirlandés con la principal formación católica, el moderado Partido Socialdemócrata y Laborista (SDLP), Trimble y un grupo de moderados expresaron su oposición y se desvincularon de la dirección del partido.

De mayo de 1975 a marzo de 1976 fue miembro de la Convención Constitucional todo el tiempo que duró este nuevo intento de acercar a los partidos en un foro de diálogo, como uno de los 47 representantes colocados por el Consejo Unionista Unido del Ulster (UUUC) en unas elecciones ad hoc que se celebraron el 1 de mayo de 1975. El UUUC había surgido en diciembre de 1973 como una coalición de fuerzas protestantes contrarias a los acuerdos de Sunningdale, incluidos el VUPP, el Partido Democrático Unionista (DUP) del reverendo Ian Paisley y el Partido Unionista del Ulster (UUP) de Harry West, y por tanto había apoyado la huelga del UWC.

Si bien su líder desde la dimisión del moderado Faulkner en enero 1974, West, era un unionista adversario de cualquier fórmula de reparto de poder (power-sharing) con los católicos, el UUP, también llamado Partido Unionista Oficial (OUP), era con diferencia la más importante formación protestante y gozaba de la respetabilidad que conferían 70 años de existencia y el control de las instituciones autonómicas desde la partición de Irlanda en 1921 hasta que fueron derogadas por Londres en 1972. Varios de sus líderes habían sido primeros ministros del Ulster (el último, Faulkner) y, como expresión partidista del histórico Consejo Unionista del Ulster (UUC), mantenía lazos estrechos con la Orden de Orange (las militancias simultáneas en la orden y el partido han sido siempre habituales), organización custodia de la "britanidad" del Ulster y organizadora de las habitualmente conflictivas marchas de Portadown.

Cuando en 1978 Craigh dio por disuelto el VUPP, Trimble, miembro de la Orden desde los 17 años, era no sólo un entusiasta promotor de las marchas orangistas, sino también un acomodado profesor de Derecho interesado en labrarse un currículum político solvente, así que, como la mayoría de los cuadros del fenecido partido extremista, se unió al UUP. En los 12 años siguientes, Trimble no desempeñó ninguna actividad política más allá de las internas del partido en organizaciones de base, dedicándose fundamentalmente a sus labores docentes en la Universidad Queen's. Entre 1981 y 1989 fue jefe del departamento de Derecho Comercial de su facultad y el servicio a su comunidad se expresó en sendas presidencias de la Asociación Unionista del Valle de Lagan y de la Sociedad del Ulster, de 1985 a 1990.

El retorno a la alta política lo marcó la obtención el 18 de mayo de 1990 de un escaño en el Parlamento británico por la circunscripción de Upper Bann, sito en su comarca natal de Portadown, en una elección parcial. En los años siguientes Trimble proyectó un perfil de sectario derechista, enemigo de cualquier iniciativa que, a su juicio, debilitara los vínculos del Ulster con la corona británica (como el Acuerdo Anglo-Irlandés de 1985), y solió vérsele compartiendo activismo con Paisley. Pastor presbiteriano de verbo iracundo, Paisley era tan hostil al nacionalismo irlandés como a la religión católica, y desde hacía años figuraba como el más conspicuo dirigente del extremismo unionista dentro de la legalidad partidista.

Como diputado en Westminster, Trimble repitió por activa y por pasiva que nunca compartiría una mesa con políticos del partido republicano radical Sinn Féin (SF, a cuyo líder, Gerry Adams, calificó de "terrorista" en nada diferente a los miembros reconocidos del IRA) o de la República de Irlanda (Eire). Trimble consideraba a este Estado hostil al Ulster por mantener en su Constitución la reclamación territorial de los seis condados del Norte (lo que los unionistas denominan Ulster y los nacionalistas preferentemente Irlanda del Norte) adjudicados al Reino Unido en el acuerdo de partición de 1921 (Government of Ireland Act). Trimble pregonaba una tesis fundamental del UUP cuando advertía que, de hecho, el IRA y Dublín pretendían lo mismo: una Irlanda unida.

Así, cuando el 15 de diciembre de 1993 los primeros ministros británico e irlandés, John Major y Albert Reynolds respectivamente, adoptaron la denominada Declaración de Downing Street invitando a católicos y protestantes a negociar el cese definitivo de las hostilidades y admitiendo la posibilidad de la anexión a Eire si así lo decidía el pueblo norirlandés, Trimble y los demás duros del UUP pusieron el grito en el cielo, a diferencia del SF, que aceptó la propuesta con reservas.

El anuncio por el IRA de un alto el fuego unilateral el 31 de agosto de 1994 mereció, a dúo con Paisley, los calificativos de "vergonzoso" y "maniobra táctica". Así que cuando el 28 de agosto de 1995 el UUC le eligió presidente del UUP en sustitución del dimitido James Molyneaux (jefe de la formación desde 1979), los observadores del incierto proceso de paz hicieron pronósticos pesimistas sobre las posibilidades de un acuerdo intercomunal que sin la participación del UUP no tenía razón de ser. Tras imponerse sobre su rival interno, el moderado John Taylor, Trimble incluso ofreció a sus camaradas fusionarse con el DUP de Paisley.

En su nueva responsabilidad Trimble se atuvo durante un tiempo a la línea intransigente: no asistiría bajo ningún concepto a una negociación con los dirigentes del SF y además advirtió a Major que su partido, el Conservador, había abandonado los últimos vestigios del unionismo que decía amparar en sus estatutos a lo largo de una cadena de concesiones al republicanismo que había comenzado en 1985 con el Acuerdo Anglo-Irlandés y que culminaba ahora con las conversaciones preliminares con el SF. En la práctica, Trimble seguía aferrado a la exigencia de la restauración del sistema de autogobierno de Stormont rescindido en 1972. El bloqueo del proceso de paz se agudizó en febrero de 1996 cuando el IRA volvió a los atentados y se negó, como su brazo político, a acatar la exigencia de Londres y los unionistas de entregar las armas antes de iniciar negociaciones formales.

No obstante, Trimble empezó a obrar con pragmatismo. Ya el 2 de octubre de 1995, rompiendo un tabú sectario de su partido, se reunió en Dublín con el primer ministro irlandés John Bruton (por lo demás jefe de un partido, el Fine Gael, históricamente menos comprometido con la causa panirlandesa que el Fianna Fáil de Reynolds). El 30 de mayo de 1996 el UUP concurrió como los demás partidos del Ulster a unas elecciones de las que habían de salir los 110 delegados del Foro de Negociación auspiciado con una finalidad estrictamente deliberadora por Londres y Dublín en su Documento Marco (Joint Framework Document, JFD) de febrero de 1995, y se confirmó como la primera fuerza provincial con el 24,1% de los votos y 30 escaños, seguido por el SDLP de John Hume, el DUP, el SF y la Alianza interconfesional de John Alderdice. El 10 de junio comenzaron las conversaciones multipartitas sobre el futuro del Ulster, con la ausencia del SF.

Trimble no confiaba ya en los conservadores de Major y se acercó a los laboristas de Tony Blair. En octubre de 1996 fue el primer líder del derechista UUP en asistir como invitado a la conferencia de un partido que había abandonado sus veleidades izquierdistas y que tenía un concepto claro sobre el proceso de paz en Irlanda del Norte. Blair se convirtió en el nuevo inquilino del 10 de Downing Street tras las elecciones a Westminster del 1 de mayo, cuando el UUP elevó su representación a los 10 escaños, entre ellos el de su presidente. El caso era que Trimble no quería malgastar la oportunidad de convertirse en el ministro principal (first minister) de un Ulster autogobernado y pasó a colaborar con Blair, pese a suscitarle aprensión su enfoque optimista del proceso y su tendencia a supervisarlo desde fuera, como un padrino tutelar en compañía del taoiseach irlandés. Por lo demás, las elecciones del 22 de mayo de 1997 para los 26 ayuntamientos del Ulster trajeron para el UUP la desagradable sorpresa de perder la mayoría que ostentaba en el consistorio de Belfast desde 1921.

El SF pudo integrarse en las conversaciones de Stormont después de que el 19 de julio, en respuesta a la petición de Gerry Adams, el IRA restaurara el alto el fuego de 1994. Retomó así el pulso el proceso de paz, pero aún aguardaban muchos obstáculos en el camino. Trimble, sobre todo después de que el SF realizara el 9 de septiembre una histórica declaración deslegitimando la violencia como instrumento político y aceptando los métodos democráticos, encontró cada vez más difícil insistir en ignorar al partido de Adams, que venía realizando una inteligente campaña de relaciones públicas y ganando adhesiones por doquier para el republicanismo, empezando por Estados Unidos. Trimble se sintió muy molesto cuando Blair recibió a Adams, en un encuentro histórico, en su residencia londinense en diciembre de 1997, y amenazó con marcharse de Stormont y unirse a Paisley si el líder nacionalista seguía recibiendo "trato de privilegio".

La fama de Trimble de hombre arisco superó estos embates y en la primavera de 1998 la situación desembocó en acuerdo: el 10 de abril los cabezas de delegación en Stormont firmaron el denominado Acuerdo Constitucional de Paz (Acuerdo de Viernes Santo o de Pascua) que, tomando como base el JFD de 1995, reconocía el derecho a la autodeterminación de los norirlandeses y contemplaba el establecimiento de instituciones autonómicas elegidas democráticamente, varios órganos para vertebrar las relaciones norte-sur (Belfast-Dublín) y este-oeste (Londres-Dublín), y una serie de medidas de confianza, como reformas constitucionales, la excarcelación de presos, la sustitución del RUC por un nuevo servicio de policía con integración paritaria de protestantes y católicos, y la entrega de los arsenales por los grupos paramilitares.

Trimble peleó denodadamente para convencer a los numerosos escépticos del UUC de las bondades del Acuerdo de Viernes Santo, y el 18 de abril consiguió que el 72% de los consejeros lo aprobaran, colocando la pelota sobre el tejado del bando nacionalista, que hizo lo propio en las semanas siguientes. Para Trimble, el Ulster había llegado a un momento crucial en su historia en el que ya "no cabía la equivocación, sino el diálogo".

Con el triple envite personal de Trimble, Hume y Adams quedó expedito el camino al proceso constituyente: el 23 de mayo se sometió a referéndum el acuerdo en las dos Irlandas y fue aprobado con rotundas mayorías, que en el caso del Ulster fue del 71,1% (a diferencias de los católicos, una parte considerable de los protestantes votaron en contra); y el 25 de junio se celebraron las elecciones a la Asamblea autonómica de 108 miembros de las que iba a salir, repartiendo las carteras según los votos cosechados por cada partido, el Gobierno autonómico (en terminología exacta, Comité Ejecutivo de Ministros, ECM). Puesto que el UUP iba a ser con seguridad el partido más representado, la elección del cabeza de lista Trimble como ministro principal estaba cantada. En efecto, el partido unionista moderado obtuvo 28 escaños, pero, por primera vez en la historia, fue superado en porcentaje de voto por un partido católico, el SDLP, que con el 22% le robó la primacía en siete décimas.

El 1 de julio de 1998 fue inaugurada la Asamblea de Irlanda del Norte y lo primero que hizo fue elegir a Trimble, con 61 votos (de los que solo la mitad fueron unionistas, ya que los 27 diputados declarados contrarios al proceso de paz, los del DUP entre ellos, anunciaron que votarían contra investidura), jefe de un ejecutivo provisional en el que obtuvieron representación los cuatro partidos principales. A estas alturas, para Paisley y el líder del Partido Unionista del Reino Unido (UKUP), Robert McCartney, el otrora halcón del unionismo se había convertido en un simple "traidor".

Pero la opinión general, y desde luego la de la comunidad internacional en bloque, es que el líder del UUP había realizado una labor decisiva para sacar adelante un proceso de paz que, tras varios años renqueando, ahora sí parecía culminar. El 16 de octubre el Comité Nobel de Oslo le concedió el prestigioso galardón de la Paz, compartido con Hume, y no tardaron en trazársele comparaciones (rechazadas por el interesado) con el ex presidente sudafricano Frederik de Klerk, premiado en 1993 por la abolición del apartheid. Un mes antes, el 10 de septiembre, Trimble se había desdicho de una aserción sustentada durante años al reunirse oficialmente con Adams en Stormont. El mismo día lo hizo también con el taoiseach irlandés, Bertie Ahern. Estos inopinados encuentros se produjeron al socaire del horror y la cólera generales que provocó el atentado del IRA Auténtico (RIRA, una disidencia fanática del IRA contraria al proceso de paz) en la ciudad de Omagh el 15 de agosto, en el que murieron 29 personas.

Trimble y Hume recogieron el Nobel el 10 de diciembre en la capital noruega, pero el camino hasta la constitución del ECM, cuyo ámbito competencial debía perfilarlo una legislación especial aprobada por Westminster antes de la transferencia formal de poderes, se reveló mucho más arduo de lo esperado por el diferente criterio sobre las cuestiones de confianza del acuerdo. El mandatario unionista se mantuvo inflexible sobre un punto capital: el IRA tenía que dar garantías de un desarme veraz y completo para permitir al SF entrar en el ECM. Sometido a durísimas presiones por Londres y Dublín, el 30 de junio y el 15 julio de 1999 expiraron sendos ultimatos para constituir el ECM sin que Trimble diera su brazo a torcer. Irritado, el ministro principal trasladó las culpas al Gobierno británico, cuyas "prisas" por desbloquear la situación no le permitían actuar con reflexión sobre una cuestión tan delicada como los arsenales terroristas.

Trimble censuró las formas, pero sobre todo la propuesta de Blair -grata a los republicanos- de formar una Comisión Internacional de Desarme que avalara una entrega simbólica de armas del IRA como "el inicio del proceso de desarme"; es decir, para el eje Londres-Dublín una promesa por adelantado de la organización terrorista sobre su buena disposición era suficiente para dar entrada al SF en el ECM. Además, Estados Unidos, cuyo presidente Bill Clinton se estaba implicando en persona en el proceso de paz, se mostró dispuesto a tomar parte en esa comisión. Confrontado con la soledad de su postura, Trimble hubo de transigir de nuevo y el 16 de noviembre de 1999 anunció que aceptaría compartir el Gobierno con Adams si el IRA daba una respuesta positiva a la Comisión de Desarme. Como si en un proceso de retroalimentación se tratara, de inmediato Adams comunicó en nombre de su partido "el total rechazo a la violencia para lograr objetivos políticos"; y al día siguiente el IRA anunció su voluntad de desarmarse y la destrucción de todos sus arsenales para antes de junio de 2000, pero no antes de instalarse el ECM.

A cada concesión respectiva Trimble y Adams se escoraban al moderantismo, pero en el caso del primero la oposición interna en el UUP era fuerte y beligerante. Costó duros debates la aceptación por el unionismo moderado de la creación de ECM en las condiciones consensuadas con los republicanos, Londres y Dublín, pero el 27 de noviembre Trimble impuso su criterio. De esta manera, el 2 de diciembre de 1999 fue el dia en que técnicamente concluyó el proceso de paz: entró en vigor la Ley de Transferencia de Poder aprobada por Westminster dos días atrás, el ECM fue inaugurado a los tres días de ser elegido por la Asamblea y entraron en funciones los órganos binacionales, el Consejo Ministerial Norte-Sur, el Consejo Anglo-Irlandés y la Conferencia Intergubernamental Anglo-Irlandesa. El mismo 2 de diciembre también el IRA designó a su representante en la que vino a denominarse Comisión Internacional Independiente para el Desarme (IICD), presidida por el general canadiense John de Chastelain.

Trimble, que había sido instrumental en el cese de toda violencia por las organizaciones paramilitares agrupadas en la Comandancia Conjunta Militar Unionista (UDA, UFF, UVF), mantuvo desde su inauguración como ministro principal la exigencia del desarme del IRA con más vehemencia que el Gobierno de Londres. En febrero de 2000, al no haber empezado el decomiso de las armas del IRA, Trimble advirtió que puesto que el pacto verbal, no firmado, suscrito con Adams sobre la cuestión se había violado, se vería obligado a dimitir. El 11 de febrero el secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Peter Mandelson, intervino "como mal menor" antes de que las instituciones del Ulster colapsaran y, en virtud de los poderes otorgados por la legislación, suspendió todas las instituciones inauguradas en diciembre.

Como en las ocasiones anteriores, pequeñas concesiones de todas las partes lograron superar el enésimo parón en el proceso de paz. El 12 de febrero Trimble ofreció al republicanismo la posibilidad de reconducir la situación si el IRA hacía una declaración de un compromiso claro y contundente sobre el desarme, que aclarara el "cuándo" y el "cómo", pero sin exigencia de inmediatez. El 6 de mayo Blair y Ahern aceptaron ampliar el plazo del decomiso hasta el 31 de junio 2001 y el día 30, tres días después de conseguir Trimble el respaldo de su gente al regreso del SF al ECM, las instituciones autonómicas reanudaron sus actividades.

Lo cierto era que Trimble se había comprometido ante el UUC a dimitir, ya que su luz verde al proceso de paz descansaba en la garantía del desarme del IRA en un plazo convenido. Las intervenciones de Londres dulcificaron el desaire, pero los críticos de Trimble en el UUP se envalentonaron: en marzo su liderazgo fue retado por el diputado derechista Martin Smyth, en mayo superó la moción de confianza que permitió la reanudación de las instituciones de Stormont por sólo de 56 votos, y en octubre evitó un nuevo amago de descabalgamiento con la promesa de que, ahora sí, si no tenía lugar el desarme del IRA en el nuevo plazo el SF sería vetado del ECM.

Para diciembre de 2000 la sombra de otra crisis ya planeaba sobre Irlanda del Norte por la negativa del IRA a hacer entregas efectivas de armas (sólo estaba permitiendo la inspección de arsenales) a menos que el Gobierno británico desmantelara los acuartelamientos de tropas en la provincia. En mayo de 2001 Trimble reiteró que su renuncia el 1 de julio, expirado el plazo dado al IRA, sería inevitable (traspasó al presidente de la Asamblea la carta de dimisión para ser aceptada en ese fecha) de no producirse avances sustanciales en el desarme de la banda terrorista. Si persistía en esa actitud el republicanismo armado, añadió, sería preciso la aplicación de sanciones al SF.

En un clima de animosidad creciente contra el grupo de Adams, compartida por el UUP, los gobiernos de Londres y de Dublín y el mismo SDLP, Trimble resignó en la fecha señalada y traspasó sus funciones a Reg Empey, ministro de Transportes y miembro de su partido. Se abrió así otro período de máxima incertidumbre por el relativo vacío de poder y el bloqueo del proceso de paz en su auténtico meollo, el efectivo adiós a las armas de los grupos paramilitares más allá de las declaraciones en tal sentido y el cese de hostilidades, pero Trimble hizo comprender su postura a Hume, Blair y Ahern.

La confirmación por la IICD un día después de que no sólo no había comenzado el decomiso, sino que el IRA no mostraba ninguna intención de entregar armas hasta no observar avances decisivos en la desmilitarización de Irlanda del Norte por el Gobierno británico, impidió que se acusara a Trimble de tomar una decisión precipitada o injustificada, por lo demás anunciada con suficiente antelación. Todas las partes esperaban llegar a un acuerdo satisfactorio que ahuyentara el colapso institucional o la convocatoria de elecciones. Esta última era una perspectiva indeseada por Trimble, toda vez que el UUP había perdido 4 escaños en las parlamentarias británicas del 7 de mayo para beneficio casi íntegro del DUP.

El 7 de agosto Trimble y su partido rechazaron la oferta hecha por el IRA el día anterior de comenzar a inutilizar sus armas después de determinar con la IICD el método a seguir, por considerar que la organización terrorista seguía sin dar garantías materiales ni fechas concretas en ese proceso como para que Trimble retornara al ECM. Como consecuencia de esta negativa, el 10 de agosto el ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, suspendió la autonomía sólo para restaurarla 24 horas después al tiempo que otorgaba a los partidos norirlandeses una prórroga de seis semanas en sus negociaciones.

El peligroso estancamiento se prolongó hasta después del verano, colocando a Londres en la tesitura de o suspender indefinidamente las instituciones autonómicas o convocar elecciones anticipadas a fin de salvaguardar la legalidad. El 18 de octubre se llegó a una situación límite cuando los tres ministros del UUP se retiraron a su vez del ECM siguiendo las instrucciones de su jefe. Como los dos ministros del DUP obraron igual, el Gobierno autónomo se quedó sin representación unionista y jurídicamente dejó de tener validez. Trimble había advertido que esta vez no iban a aceptar del IRA y el SF nada que no fuera un anuncio de desarme ya iniciado e inmediatamente verificable por la IICD.

Ya antes de esta nueva presión de Trimble para forzar el desarme corrían rumores de una decisión inminente del IRA en tal sentido, sobre todo porque como consecuencia de los ataques terroristas del 11 de septiembre contra Estados Unidos estas manifestaciones de violencia perdieron comprensión o simpatías en todo el mundo. Así, el 23 de octubre el IRA hizo el histórico anuncio de que parte de sus armas, municiones y explosivos habían sido inutilizados y acto seguido la IICD ratificó el proceso en marcha. Trimble se informó personalmente de lo sucedido por boca de Chastelain y, visiblemente satisfecho, declaró que la crisis iniciada el 1 de julio con su dimisión quedaba superada.

El 24 de octubre los ministros del UUP retornaron a sus puestos en el ECM y el Ejército comenzó a desmantelar instalaciones de vigilancia y puestos de control como primer paso hacia la desmilitarización de la provincia (proceso que culminará con la evacuación de los 13.500 soldados británicos y la transformación del RUC en un cuerpo de policía mixto reducido de los 13.500 agentes actuales a los 7.500). El último paso para la normalización institucional era la reelección de Trimble por la Asamblea al frente del ECM, la cual no auguraba contratiempos. Sin embargo, los elementos intransigentes del UUP no encajaron bien el desarme del IRA -en cuya pertinaz reluctancia a dejar las armas habían amparado su boicot al proceso de paz en su conjunto-, y el 2 de noviembre saltó la sorpresa.

En su investidura, Trimble recibió 72 votos sobre 102, esto es, el 70,6% de la Asamblea, pero aún así perdió al incumplir una farragosa cláusula del Acuerdo de Viernes Santo -incluida por exigencia del propio UUP- que exigía sendas mayorías de más del 50% en los votos de los partidos nacionalistas y unionistas por separado; de manera harto paradójica, votó por Trimble el 100% de los diputados del SF y el SDLP, pero sólo el 49,2% de los unionistas, esto es, 29 de un total de 59. El líder protestante volcó su furia contra los oposicionistas de su partido, ya que el 2 de noviembre expiraba el plazo acordado en principio para elegir un nuevo ministro principal antes de convocar elecciones anticipadas.

El riesgo de otro bloqueo institucional fue ahuyentado con presteza por Londres recurriendo a una argucia de forzada legalidad que, salvo los recalcitrantes del DUP y sus aliados en el seno del UUP, ninguna formación deseó impugnar. Previa revisión del reglamento electoral de la Asamblea, Reid aseguró a Trimble su reelección con la ayuda del partido Alianza, que accedió a cambiar provisionalmente su designación política de independiente -resguardada con celo en el sectario panorama norirlandés- a unionista sólo para que en la nueva investidura sus cinco votos se computaran en ese bando y Trimble superara el segundo 50% requerido. Gracias a esta artimaña, el 6 de noviembre Trimble fue apoyado por 70 de los 99 miembros que ejercieron el voto y con más del 50% en ambas comunidades.

(Nota de edición: esta versión de la biografía fue publicada originalmente el 1/12/2001. David Trimble cesó como ministro principal de Irlanda del Norte el 14/10/2012 al quedar suspendidos la Asamblea y el Gobierno autónomos debido a desacuerdos políticos. El 24/6/2005, luego de dejar su escaño en el Parlamento británico, Trimble fue sucedido por Reg Empey como líder del UUP y siguió sentándose en la Asamblea norirlandesa hasta 2007, tras lo cual continuó activo en la política como miembro vitalicio de la Cámara de los Lores. El 25/7/2022 falleció a la edad de 77 años).