Dario Nardella

En varios grandes municipios europeos, las acciones de contingencia y recuperación post-COVID están implementándose de manera que permitan catalizar procesos de transformación urbana como la digitalización de los servicios públicos y la movilidad sostenible. Uno de los alcaldes que más énfasis pone en la innovación del tipo smart green mientras se combate a la pandemia es Dario Nardella, al frente del Ayuntamiento de Florencia desde marzo de 2014. Él es uno de sindacos que el Partido Democrático (PD) y sus aliados del centro-izquierda tienen en los consistorios de las principales ciudades de Italia, al igual que Giuseppe Sala en Milán, Leoluca Orlando en Palermo o Virginio Merola en Bolonia. El 5 de noviembre de 2020 Nardella fue elegido presidente de Eurocities, red de cerca de 200 ciudades de 39 países del continente interesadas en compartir experiencias y coordinar actividades en temas centrales como la lucha contra el cambio climático, las iniciativas del Pacto Verde Europeo y la cohesión social, así como en hacer valer las necesidades específicas de las corporaciones locales ante las instituciones de la UE. Florencia ya venía formando parte del Comité Ejecutivo de Eurocities, que integran una docena de ciudades miembros. Para Nardella, la crisis sin precedentes del coronavirus puede generar "grandes oportunidades".

Con un curioso doble perfil profesional, de experto en legislación sobre patrimonio cultural y a la vez violinista de cámara, Nardella empezó su mandato de concejal en 2004 y cinco años después se convirtió en teniente de alcalde y mano derecha de Matteo Renzi, un joven político reformista de su misma edad. Cuando Renzi, una vez aupado al mando del PD, se hizo con las riendas del Gobierno de Italia, su colaborador le sucedió en la alcaldía. Nardella fue enseguida confirmado en las elecciones administrativas de mayo de 2014 con el 59% de los votos y en enero de 2015 sumó el puesto de alcalde metropolitano, con jurisdicción sobre la antigua Provincia de Florencia, ahora llamada Ciudad metropolitana de Florencia. En mayo de 2019 ganó la reelección igualmente en la primera vuelta, con el 57% de los votos. La vinculación de Nardella al renzismo se desvaneció tras los desastrosos resultados del PD en las elecciones generales de 2018, que llevaron a la derechista Liga Norte al poder en coalición con el Movimiento Cinco Estrellas (M5S). En septiembre de 2019 el alcalde, miembro de la Dirección Nacional del PD, no siguió a su anterior jefe en la escisión interna que dio lugar al partido Italia Viva (IV). En la actualidad, el regidor florentino se muestra crítico con aspectos de la gestión del Gobierno del primer ministro Giuseppe Conte, pese a ser su partido, junto con el M5S, columna vertebral del mismo.

Como alcalde de la capital de la región de Toscana, conocida universalmente por su riqueza artística y cultural, Nardella ha continuado la labor positiva de su predecesor en la preservación del casco histórico, el fomento de los vehículos eléctricos no contaminantes, la ampliación de las calles peatonales y la protección de los espacios verdes, poniendo límites a las nuevas edificaciones. El azote del coronavirus no ha enfriado los ambiciosos planteamientos estratégicos del responsable municipal, sino al contrario: él se muestra convencido de que esta crisis puede ser una "oportunidad para allanar el camino hacia una recuperación sostenible y justa", recuperación de la que las ciudades "deben ser impulsoras".

En marzo de 2020, durante la ola inicial del virus, Nardella hizo un alarde de optimismo al vislumbrar un "nuevo Renacimiento" de Florencia, cuya resiliencia le permitiría inaugurar, creía él, un especie de segundo esplendor, tal como sucedió tras la catástrofe de la Peste Negra en el siglo XIV. "Será duro, pero cuando termine la emergencia Florencia tendrá que cambiar de piel", aseguró en una entrevista para La Nazione y en plena cuarentena personal, al haber estado en contacto cercano con el secretario del PD, Nicola Zingaretti, poco antes de dar este positivo en un test de SARS-CoV-2. A su entender, una Florencia resurgida pasaba por "reorganizar el modelo económico" de la ciudad, "repoblar" el centro histórico de actividad productiva y "reequilibrar" el número de turistas y de residentes. El plan Rinasce Firenze fue presentado a finales de mayo, cuando la incidencia del virus descendía a buen ritmo y los cierres y restricciones estaban levantándose.

En su mensaje de fin de año a los vecinos, emitido en pleno repunte de la mucho más infecciosa segunda ola y con varias restricciones severas restablecidas, Nardella pasó revista a las "profundas heridas" de la pandemia, pero instó a "mirar hacia adelante y trabajar duro para encontrar esperanza y energía". Florencia ya era reconocida como la "capital del humanismo", y si ahora superaba esta angustiosa encrucijada, bien podía "experimentar una nueva época de liderazgo mundial". Tres son los grandes retos que aguardan a los florentinos en 2021, explica su alcalde: la reapertura de las escuelas, la distribución de vacunas y la recuperación de la economía y el trabajo.

A lo largo de este año fatídico, el Ayuntamiento de Florencia, pese a los graves trastornos epidemiológicos, no cejó en los esfuerzos para cumplir los objetivos prefijados de digitalización, descarbonización, sostenibilidad y bienestar social. El sistema de transporte intermodal, que vertebra la red tranviaria (expandida entre 2018 y 2019 con la prolongación de la línea T1 y la inauguración de la línea T2), vio multiplicarse las opciones de vehículos ligeros como los scooters y patinetes eléctricos de alquiler. La oferta de vehículos públicos, junto con el fomento de la bicicleta y el transporte privado compartido, busca reducir drásticamente el tráfico rodado particular, sobre todo si los conductores proceden de fuera del municipio, y las emisiones contaminantes. En febrero de 2020 el consistorio aprobó el proyecto Green Shield, una inversión de 4,4 millones de euros hasta 2022 para dotar de infraestructuras a estos procesos. Green Shield es coherente con el Plan Regional de Calidad del Aire y forma parte del Plan Urbano de Movilidad Sostenible de la Ciudad Metropolitana. Luego, en noviembre, recibió luz verde la construcción de una variante urbana de movilidad alternativa entre Florencia y Prato para uso exclusivo por bicicletas; esta vía-corredor será la primera "autopista ciclista" de alta capacidad (superciclable) de Italia.

En estos meses han aumentado significativamente en Florencia los servicios de APPs telefónicas de información municipal en tiempo real, ha proseguido la transferencia de metadatos al sistema Opendata, se han activado nuevos puntos de WiFi abierto (ya superan los 2.000) y el Ayuntamiento ha seguido experimentando con el Internet de las cosas (IoT) en sus instalaciones. El proyecto de gestión de datos Firenze Green Smart City, premiado entre otras instancias por la Presidencia de la República Italiana, incluye un Sistema de Información Público Verde (SIVEP) que centraliza todas las intervenciones de planificación urbana y gestión del suelo. Desarrollado desde 2016, con el SIVEP los ciudadanos, a través de mapas dinámicos, pueden monitorizar el estado de parques y jardines (todos los árboles y plantas de propiedad pública están georreferenciados e identificados) o la disponibilidad de fuentes, bancos, juegos infantiles y otro mobiliario urbano.

En el terreno puramente contingente de la COVID, el Ayuntamiento ha entregado vales de compra de alimentos con cargo a las líneas de ayuda abiertas por el Gobierno central, ha distribuido millones de mascarillas gratuitamente y ha controlado el cumplimiento de las prohibiciones de movilidad mediante drones. Este último dispositivo tecnológico se añade a las numerosas cámaras de seguridad instaladas por toda la ciudad, polémico sistema de videovigilancia que sus críticos tachan de violación de la intimidad de los ciudadanos; la cámara número 1.000 fue activada por el alcalde el 2 de marzo en las cubiertas del Palazzo Vecchio, sede del Consejo Municipal.

Florencia, Premio Ciudad Accesible 2021 de la Comisión Europea por su entorno construido, se topó con la COVID-19 cuando tenía sobre la mesa unos presupuestos trienales que, gracias a una recaudación reforzada con la lucha contra la evasión fiscal y la subida del impuesto turístico, reservaban importantes partidas para el transporte, el medio ambiente, la educación, los bienes culturales y las ayudas sociales, destacando en estas últimas el nuevo bono bebé. Aunque en términos amistosos, Florencia, ciudad de 338.000 habitantes, mantiene una cierta rivalidad con la vanguardista Milán, la gran urbe de Lombardía, para coronarse como la capital italiana de la innovación, la creatividad, el diseño y las manufacturas de alta calidad. Por otro lado, Florencia coimpulsa con Bolonia un proyecto de candidatura italiana a organizar los Juegos Olímpicos de 2032.

Otro de los mensajes insistentes del alcalde Nardella es que la UE debe incorporar a la ciudades en los procesos decisorios sobre la liberación de fondos europeos. Ayudas recibidas por los Gobiernos nacionales pero que en muchos casos terminan financiando infraestructuras de competencia urbana. Nardella recuerda que la pandemia está golpeando especialmente a las ciudades, donde se concentran el PIB y el empleo, por lo que reclama a la Comisión Europea un sistema de asignaciones directas de recursos e instrumentos a los ayuntamientos y los gobiernos locales. Se trata, apunta, de fortalecer la política de cohesión europea con elementos de "democracia multinivel", subrayando de paso el principio de subsidiariedad. En clave doméstica, el edil reclama al Gobierno Conte una "mesa permanente" con los alcaldes y presidentes regionales para discutir la gestión de los 209.000 millones de euros en subsidios y créditos del Plan de Recuperación para Europa Next Generation EU adjudicados al país transalpino, el cual debe presentar a Bruselas un Plan Nacional de Recuperación y Resiliencia. Asimismo, Nardella, quien en 2019 condujo la campaña antirracista Florencia no odia, dice no creer en los liderazgos personalistas o carismáticos y sí en las dirigencias colectivas y los equipos humanos.

(Texto actualizado hasta enero 2021)

Dario Nardella nació en la provincia de Nápoles en 1975, si bien desde los 14 años ha vivido en Florencia. El joven cursó estudios superiores de dos disciplinas bien distintas, la musical y la jurídica. En 1998 se graduó en violín en el Conservatorio Luigi Cherubini y, según su reseña biográfica oficial, desarrolló una actividad profesional como intérprete de este instrumento hasta 2004. Tres años antes obtuvo la licenciatura cum laude en Derecho por la Università degli Studi di Firenze (UNIFI), grado al que siguió un doctorado en Instituciones de Derecho Público y Derecho Ambiental.

Nardella consiguió en la UNIFI una plaza de profesor adjunto de Legislación sobre Patrimonio Cultural, pero desde junio de 2004, con 28 años, concentró su quehacer en la política representativa en las filas de los Demócratas de Izquierda (DS), la formación socialdemócrata moderada procedente del extinto Partido Comunista y que en 2007 dio lugar al Partido Democrático (PD). Su primer mandato de concejal en el Ayuntamiento de Florencia, de un lustro de duración, coincidió con la segunda alcaldía de su correligionario Leonardo Domenici. Entre 2006 y 2008 Nardella compaginó el servicio municipal y una función de asesor legal adjunto al Ministerio de Relaciones con el Parlamento y Reforma Institucional, dentro del último Gobierno nacional dirigido por Romano Prodi. En el Consejo Municipal florentino, Nardella presidía la Comisión de Cultura, Educación y Deporte. En 2005, además, junto con varios colegas de la UNIFI, puso en marcha Eunomia, una asociación formativa y cultural sin ánimo de lucro dedicada a la capacitación de jóvenes para nutrir los cuadros directivos de la política y la administración. En 2008, él mismo fue seleccionado en calidad de joven político italiano por el Departamento de Estado de Estados Unidos en el marco de su International Visitor Leadership Program.

Número dos de Matteo Renzi en la Alcaldía de Florencia
En las elecciones administrativas (municipales y provinciales) de junio de 2009 Nardella ganó un nuevo mandato de concejal en la lista de centro-izquierda nucleada por el PD y que llevaba como candidato a sindaco o alcalde a Matteo Renzi, hasta entonces presidente de la provincia de Florencia. De 34 años y unos meses mayor que Nardella, Renzi era un joven político lleno de ambición que traía muchas ideas reformistas e impulsaba un movimiento de renovación crítico con la vieja guardia del PD, visto por él como un partido esclerotizado, al igual que el conjunto del sistema político italiano. Aunque su estilo no era tan impetuoso, Nardella conectaba bien con las inquietudes transformadoras de Renzi, así que este le situó a su diestra en el equipo de gobierno municipal. En los cuatro años siguientes, Nardella fue el teniente de alcalde de la octava ciudad italiana en población y ejerció competencias específicas en las áreas de desarrollo económico y deporte.

Aunque Renzi, un alcalde archipopular, tendía a acaparar todo el protagonismo, Nardella y el resto del consistorio compartieron los elogios que mereció su gestión en la conocida como la joya del Renacimiento. En estos años, Florencia añadió nuevos atractivos a su esplendor artístico y cultural, y se volcó en la conservación y sostenibilidad de su casco histórico, tan apreciado por los turistas. También merecieron aplauso la campaña para reducir la siniestrabilidad en el tráfico rodado, el fomento de los vehículos eléctricos no contaminantes, la expansión de las calles peatonales y el innovador plan Volumen Cero, cuyo objetivo era mantener inmutable la superficie edificada y proteger los espacios verdes, obligando a construir las nuevas viviendas en solares despejados de los inmuebles antiguos.

Nardella se ganó la consideración de uno de los más estrechos lugartenientes de Renzi, el hombre de confianza al que ceder el liderazgo del PD en la capital toscana cuando él realizara con éxito su asalto al mando del partido nacional y de ahí a la presidencia del Consejo de Ministros de Italia. La ocasión le iba a llegar a Renzi después de las elecciones generales de febrero de 2013, de las que debía salir el Gobierno que reemplazaría al Gabinete de ministros técnicos presidido por el independiente Mario Monti, en medio de una grave recesión económica.

El teniente de alcalde de Florencia fue uno de los 292 candidatos del PD que consiguió el escaño en la Cámara de Diputados, representación que sumada a la ganada por los demás socios de la coalición centroizquierdista Italia. Bien Común producía una mayoría absoluta de 340 puestos. Sin embargo, en el Senado los demócratas y sus asociados no pasaron de la mayoría simple. Además, pesaban los datos negativos de la pérdida sustancial de votos con respecto a los comicios de 2008 y el virtual empate en las urnas con el bloque del centro-derecha, al que seguía de cerca el verdadero y rotundo triunfador en las elecciones, el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) del cómico y adalid de la antipolítica Beppe Grillo, convertido en su debut en el primer partido de Italia por méritos propios. Esta situación debilitó considerablemente al secretario nacional del PD y aspirante a primer ministro, Pier Luigi Bersani, y dio alas al renzismo, al que Nardella estaba adherido.

El 15 de marzo de 2013 Nardella, previa renuncia al Consejo Municipal de Florencia, tomó posesión de su escaño por Toscana en la Cámara baja del Parlamento de Roma. A continuación, el diputado fue testigo de una apretada secuencia de acontecimientos: el fracaso de Bersani en su tentativa de formar un gobierno viable; su dimisión en la Secretaría del PD; la investidura de un primer ministro demócrata alternativo en la persona de Enrico Letta, el cual articuló un insólito Gobierno de gran coalición con el partido derechista de Silvio Berlusconi; la elección de Renzi para el cargo de secretario nacional del PD; la desautorización abierta de Letta por Renzi; y el 22 de febrero de 2014, como previsible colofón, la llegada de Renzi al Palacio Chigi a través de una reprobación formal del partido que obligó a dimitir a Letta.

Había llegado la hora de cogerle el relevo a Renzi en el emblemático Palazzo Vecchio, sede del Consejo Municipal de Florencia. Nardella retomó la tenencia de alcalde el 23 de febrero y el 24 de marzo sucedió de manera oficial a Renzi como alcalde en funciones. El 7 de mayo siguiente Nardella causó formalmente baja en la Cámara de Diputados, donde había sido miembro de tres comisiones parlamentarias, la de Políticas de la Unión Europea, la de Cultura, Ciencia y Educación, y la de Actividades Productivas, Comercio y Turismo. El 25 de mayo el postulante demócrata ganó las elecciones municipales en la primera vuelta con el 59,1% de los votos, derrotando a Marco Stella, del partido Forza Italia de Berlusconi, y a Miriam Amato, del M5S, y el 3 de junio asumió la titularidad de la Alcaldía. Su candidatura estaba sostenida, además de por el PD, por una serie de listas cívicas y por los partidos Italia de los Valores (IdV) y Comunistas Demócratas Italianos (PDCI). Ese mismo mes fue elegido coordinador de la Asociación Nacional de Municipios Italianos (ANCI) para las ciudades metropolitanas. Meses después, el 1 de enero de 2015, Nardella estrenó también la posición de alcalde de la Ciudad metropolitana de Florencia, nueva entidad territorial que reemplazaba a la Provincia de Florencia.

Dario Nardella está casado y es padre de tres hijos.

(Cobertura informativa hasta 1/1/2015)