Claude Joseph

Claude Joseph, un especialista en políticas públicas y diplomático independiente, estaba llamado a ser uno de tantos primeros ministros de breve paso por el Ejecutivo de Haití, repudiado por los partidos opositores y acogido con indiferencia por la población. Más en su caso, al tratarse de un jefe de Gobierno meramente en funciones, nombrado por el presidente de la República para reemplazar de manera temporal a un titular dimitido. Este cometido técnico y anodino, sin programa político más allá de la pura gestión y la atención de los frentes más apremiantes, fue dramáticamente alterado el 7 de julio de 2021 por el asesinato a tiros de Jovenel Moïse, presidente desde 2017 del crónicamente inestable Haití y la persona que lo había nombrado menos de tres meses atrás.

El magnicidio, perpetrado en la misma residencia presidencial por un comando de mercenarios extranjeros a sueldo de una autoría intelectual no esclarecida por el momento, convirtió en jefe del Estado en funciones a Joseph. La mudanza institucional suscitó interrogantes legales al no ser tratarse Joseph de un gobernante titular y por carecer del aval del Parlamento, el cual no sesionaba desde enero de 2020 luego de haber expirado el mandato de los diputados y senadores elegidos en los comicios de 2015-2016. Además, solo dos días antes de que le mataran, Moïse ya había designado un nuevo primer ministro en la persona de Ariel Henry. El flamante presidente de facto, cuya autoridad era cuestionada desde muchos sectores de casa pero que gozaba del reconocimiento internacional, asumía la responsabilidad de cubrir el vacío de poder en medio de la crisis multinivel (política, económica, humanitaria, de seguridad) que asolaba al país más pobre del hemisferio occidental, al cual tampoco estaban llegando las vacunas contra la COVID-19 debido a la errática estrategia del dirigente fallecido. Su misión básica era impedir que el caos creciente pusiera en riesgo las elecciones generales y el referéndum constitucional convocados para septiembre, con una segunda vuelta en noviembre. Este calendario, definido en junio, fue ratificado.

Joseph, arropado por la Policía Nacional y las minúsculas Fuerzas Armadas –restablecidas por Moïse en 2017 tras 22 años de desmovilización-, subrayó su compromiso de averiguar quién o quiénes pagaron a los pistoleros que mataron a Moïse, 26 colombianos y dos estadounidenses de origen haitiano de los que tres fueron abatidos y otros 20 capturados.

El gobernante declaró el estado de sitio inmediatamente después del asesinato y al poco reclamó la presencia de fuerzas militares de Estados Unidos y de la ONU para proteger instalaciones clave, dar seguridad a la población y contribuir a la estabilización del país. También, impugnó la resolución, aprobada el 9 de julio por una decena de senadores cuyo mandato estaba vigente, declarando al presidente de la cámara alta, Joseph Lambert, presidente provisional de la República y reconociendo a Ariel Henry como primer ministro. A la vez, ofrecio diálogo a los partidos de la oposición y otros actores de la vida nacional para sosegar un ambiente explosivo. La amenaza más acuciante parecía representarla el ex policía Jimmy Barbecue Cherizier, el poderoso cabecilla del cártel de bandas criminales que sembraban el terror y campaban a sus anchas en las barriadas populares de Puerto Príncipe. Este malhechor, acusado de múltiples delitos y con estética paramilitar, se puso a amenazar a los mismos empresarios y "oligarcas" de origen árabe que Moïse había señalado como sospechosos de auspiciar una supuesta intentona golpista en febrero de 2021.

Las presiones domésticas no tardaron en hacer mella en Joseph, que el 19 de julio accedió a traspasar el mando a Henry. En la jornada siguiente, Henry, un neurocirujano y ex ministro, fue instalado como primer ministro del Gobierno; en su seno, Joseph continuó llevando la cartera de Asuntos Exteriores, portada por él desde marzo.


(Texto actualizado hasta julio 2021)

Claude Joseph pertenece a las élites ilustradas haitianas con bagaje exterior. Además del francés y el idioma criollo nacional, se expresa en inglés y en español. Su formación superior, ribeteada de distinciones académicas, transcurrió íntegramente en Estados Unidos y más concretamente en Nueva York. En 2012 terminó una maestría en Administración Pública en la Universidad de Long Island (LIU) y luego, con la ayuda de una beca Isador Lubin, prosiguió estudios de doctorado en la Milano School of International Affairs, Management and Urban Policy de la New School. En 2018 leyó con éxito su tesis en el campo del Análisis de las Políticas Públicas, tras lo cual fue contratado como profesor asistente visitante por el Departamento de Políticas Públicas del College of Liberal Arts and Sciences (CLAS) de la Universidad de Connecticut (UConn). Antes de incorporarse a la Uconn, fue asistente de docencia en el campus de la LIU en Brooklyn, la Fordham University, el Lehman College y el Fashion Institute of Technology (FIT), todos en Nueva York.

Joseph centró sus investigaciones universitarias en la evaluación de políticas públicas y la cooperación internacional al desarrollo bajo el impacto del negligente manejo de las ayudas de socorro y reconstrucción (9.000 millones de dólares, entre donaciones multilaterales, gubernamentales, privadas y de las ONG) recibidas por Haití a raíz del catastrófico terremoto de 2010, asistencia que en su mayoría acabó engullida en un marasmo de mala gestión y corrupción, fundamentalmente de operadores privados, y que no llegó a los damnificados del seísmo. Su compromiso con la UConn no era a tiempo completo, así que el doctor puso su capacitación técnica al servicio del Gobierno. A principios de 2019 el Gabinete de Jean-Henry Céant, segundo primer ministro nombrado por el presidente Jovenel Moïse luego de su elección en las turbulentas votaciones de noviembre de 2016, reclutó a Joseph para el cuerpo diplomático, poniéndole al frente de la Embajada de Haití en Buenos Aires. Poco después pasó a la Embajada de Madrid, como encargado de negocios.

Persona de confianza del presidente Moïse
En agosto de 2019 Moïse designó a Joseph ministro de Asuntos Exteriores y Cultos en sustitución de Bocchit Edmond y como alternativa a la primera persona inicialmente seleccionada por el presidente, Marjorie Alexandre Brunache, quien declinó la nominación. Joseph debía tomar posesión del ministerio a las órdenes de Fritz William Michel, primer ministro designado en julio en lugar del dimitido Jean Michel Lapin, a su vez primer ministro en funciones desde la destitución en marzo del Gabinete Céant por la Cámara de Diputados. En septiembre la Cámara aprobó a Michel, pero el Senado denegó su ratificación. El bloqueo institucional supuso la prolongación del Gobierno en funciones de Lapin, al tiempo que el malestar social hervía por los escándalos de corrupción y la insoportable precariedad reinante, y se recrudecían los episodios de violencia por la represión policial de los manifestantes y los desmanes de las pandillas criminales, sospechosas de gozar de protección política de Moïse.

Mientras Haití se sumergía en la agitación social y la confusión política, agravada en enero de 2020 por la expiración del mandato del Parlamento y no haberse celebrado elecciones legislativas en la fecha prevista de octubre de 2019 (lo que en la práctica hacía de Moïse un presidente con plenos poderes), Joseph regresó a la Encargaduría de Negocios de la Embajada en España. El 4 de marzo de 2020 su nombre volvió a ser citado en el anuncio de los ministros del nuevo Gobierno de Joseph Jouthe, nombrado tres días antes primer ministro por Moïse. Otra vez, Joseph, que no pertenecía al Partido Haitiano Tèt Kale (PHTK) de Moïse ni a ninguna otra agrupación política, era presentado como ministro de Asuntos Exteriores y Cultos. Esta vez sí tomó posesión del cargo, en un Gabinete que carecía del preceptivo visto bueno del Parlamento.

La espiral del caos en Haití entró en un vórtice vertiginoso el 7 de febrero de 2021. Ese día, el Consejo Superior del Poder Judicial emitió una resolución en la que declaraba expirado en la fecha presente el ejercicio presidencial de Moïse. Según la alta instancia judicial, los cinco años del mandato de Moïse habían arrancado el 7 de febrero de 2016, cuando la marcha del anterior presidente salido de las urnas, Michel Martelly, y no el 7 de febrero de 2017, cuando Moïse recibió la banda del presidente provisional Jocelerme Privert. Este había sido investido por la Cámara de Diputados un año atrás para cubrir la vacancia en la jefatura del Estado a raíz de no contar Haití con un presidente electo por la suspensión de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de octubre de 2015; en aquella ocasión, Moïse, considerado el candidato de Martelly y el oficialismo, se había adelantado en la primera vuelta, pero su principal adversario de la oposición, Jude Célestin, no había reconocido su derrota provisional. Las elecciones presidenciales hubieron de repetirse en noviembre de 2016, con el resultado de la victoria definitiva de Moïse.

Airado por la decisión de los jueces, Moïse se reafirmó en que seguiría siendo presidente hasta el 7 de febrero de 2022 y que las elecciones generales, ineludiblemente demoradas según él por la emergencia de la COVID-19, tendrían lugar en los próximos meses, después de un referéndum constitucional sobre la instauración del sistema de gobierno puramente presidencial (sin el puesto de primer ministro), la posibilidad de la reelección del presidente para un segundo mandato consecutivo y la abolición del Senado, creándose así la legislatura unicameral. De paso, Moïse denunció una intentona golpista contra su presidencia y su vida en el que estarían involucrados ciertos "oligarcas" hostiles a sus reformas económicas, "golpe de Estado" que las fuerzas de seguridad habían logrado desbaratar. Hubo tiroteos en torno al Palacio Nacional y la Policía practicó varias detenciones. Al día siguiente, un grupo de partidos opositores designó al juez de la Corte Suprema Joseph Mécène Jean-Louis "presidente provisional" en lugar de Moïse. El desafío opositor carecía de validez legal y tampoco recortó apreciablemente la capacidad de maniobra de Moïse.

El siguiente sobresalto llegó el 13 de abril de 2021 con el anuncio de la renuncia, desbordado por la ola de robos, asesinatos y secuestros, de Joseph Jouthe. El 14 de abril Moïse nombró primer ministro en funciones a Joseph, con la tarea urgente de frenar la ola de violencia por parte de las bandas organizadas que actuaban con sangrante impunidad. Su mandato inicial era solo por 30 días, período que le fue renovado el 14 de mayo y por segunda vez el 14 de junio. En el horizonte inmediato estaba también la organización de las muy retrasadas elecciones generales y el referéndum constitucional del que Moïse llevaba tiempo hablando. El 28 de junio el Gobierno publicó el calendario electoral definitivo: el 26 de septiembre tendrían lugar la primera vuelta de las elecciones presidenciales y legislativas junto con el referéndum (inicialmente programado para el 27 de junio), el 21 de noviembre las eventuales segundas vueltas y el 16 de enero de 2020 las elecciones municipales. A continuación, el 5 de julio, Moïse nombró primer ministro a Ariel Henry, hasta ahora ministro del Interior.

(Cobertura informativa hasta 5/7/2021)