Suecia y Finlandia, a un paso de la OTAN

Pere Vilanova, investigador sénior asociado a CIDOB, analiza la posible incorporación de estos dos países bálticos a la Alianza Atlántica: “Militarmente no cambiará el mapa europeo, pero es sobre todo una iniciativa política que le viene a decir a Vladimir Putin: ‘No quieres OTAN? Pues ahora tendrás dos tazas’. Y, sobre todo, crea una vertical, desde el norte de Suecia y Finlandia hasta el Mediterráneo, porque Turquía sigue siendo un país de la OTAN, que marca una línea que le viene a decir a Putin: ‘Cuidado con el artículo 5’. Y es, por tanto, disuasorio”. A lo que añade que: “No hay que olvidar que Suecia ha sido formalmente neutral durante prácticamente siglo y medio o cerca de dos siglos, pero Finlandia tiene la memoria muy viva de lo que se llamó la Guerra Invernal contra la Unión Soviética en 1940. Tendemos a pensar que el pacto germano-soviético de agosto de 1939 afectaba sobre todo a Polonia, pero Finlandia ha estado en este tablero de ajedrez sin pedirlo y fue atacada por la Unión Soviética, y ya entonces la Unión Soviética no hizo un buen papel, por eso casi no habla de esta extensión de la guerra patria”.

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