El camino silencioso de los petrodólares para controlar las joyas de la Corona

Las compañías de bandera que nacieron en el periodo de entreguerras bajo el cobijo de sus Estados son ahora la pieza más codiciada por los países, pero no precisamente los que las hicieron crecer, sino regímenes alejados a miles de kilómetros que se sirven de los abruptos ingresos por el petróleo para ir controlando energéticas, bancos y operadoras de renombre como Telefónica. El asalto de la teleco saudí STC no es más que el último ejemplo de cómo las dinastías del Golfo Pérsico pugnan por negocios boyantes en toda Europa y Estados Unidos para conseguir rendimientos, sí. Pero tener a mano verdaderos centros de estrategia mundial. Para Víctor Burguete, investigador sénior en el área de Geopolítica Global y Seguridad de CIDOB, "los beneficios extraordinarios generados el año pasado ha acelerado su capacidad de realizar estos planes de expansión". La guerra de Ucrania provocó un alza en el precio del petróleo, que llegó a superar los 120 dólares por barril en pocas semanas, una circunstancia que les permitió contar con más liquidez de la que ya tenían. "Estos países disponían de planes de diversificación del petróleo en las últimas décadas", apunta este experto. Pero la guerra lo aceleró todo, indica.

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