Creciente malestar urbano y protestas sociales en 2021

“En cualquiera de estos casos, el mundo el 2021 ofrecerá un escenario de reconstrucción que debería permitir revisar políticas para salir de la crisis de la COVID-19 dotados de mayor resiliencia colectiva. Y, mientras las demandas sociales se articulan de forma diversa, las instituciones deberán calibrar bien las necesidades de los diferentes colectivos para priorizar la construcción del bien común. Del mismo modo, será primordial velar para que las voces de aquellos colectivos o grupos de individuos que no siempre tienen condiciones para organizarse políticamente (personas sin hogar, migrantes -especialmente las mujeres-, vendedores de la economía informal, personas con trabajos precarizados…) sean tenidas en cuenta en la definición de las políticas post-pandemia” Eva Garcia Chueca, investigadora sénior, CIDOB.

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